Camila llegó a su mansión, solo quería darse una ducha y acostarse a dormir. Ni siquiera avisó que había llegado, lentamente subía las escaleras con desánimo. Una voz llamó su atención y era la de su padre quien la recibió con una sonrisa junto con su esposa.

-¡Hija! -Exclamó Alejandro.

Camila bajó los escalones que había subido para acercarse a sus padres.

-¡Felicidades! -Exclamó Alejandro nuevamente abrazándola.

-Estamos muy orgullosos de ti. -Dijo Sinu sonriendo.

-Muy orgullosos y queríamos darte esto. -Dijo Alejandro extendiéndole unas llaves.

Confundida agarró las llaves y las miró.

-¿Y esto? -Preguntó Camila a sus padres.

-¿Te acuerdas que querías una casa cerca del Instituto? -Preguntó Alejandro.

-Y te dijo que no porque no creía que eras lo suficientemente madura para vivir sola. -Dijo Sinu.

-Pues te has esforzado en este año y queremos darte esto de regalo de graduación. -Dijo Alejandro.

La morena sólo se le aguaron los ojos y negó. Ya la casa no importaba, lastimó a la persona que llegó a ver lo más profundo de ella y eso le dolía. De tan solo pensar lo horrible persona que fue, consideraba que no merecía nada en el mundo. Así que entregó las llaves a su padre y subió rápidamente a su habitación. Dejando en total confusión a sus padres. Se recostó en su cama y lo que hizo fue llorar, hasta quedarse dormida.

Al día siguiente, Camila no había salido de su habitación. Solo abría la puerta para recoger la bandeja y la colocaba al lado de la puerta cuando terminaba. El desánimo era real, normalmente ella estaba con su cabello arreglado con ropa de estar en la casa pero su estado era crítico. Tenía un abrigo súper grande que le llegaba hasta abajo de sus posaderas y su cabello recogido en un moño muy desordenado. No contestaba las llamadas, ni mensajes de texto de nadie y solo se dedicó a ver Netflix todo el día a ver películas románticas para deprimirse más de lo que estaba.

En esos momentos su puerta la habían tocado varias veces, por lo que decidió ignorar. Nuevamente su puerta la habían tocado, lo ignoro nuevamente.

-Señorita Camila, una de sus amigas viene de visita. -Habló la sirvienta detrás de la puerta.

Camila suspiró, no quería ver a nadie y por más que quería estar sola no iba a hacer que una de sus mejores amigas sienta que haya perdido sus minutos de su vida para hacerle una visita.

-Hazla pasar. -Contestó Camila estando sentada en su cama.

Unos minutos después pasaron y la puerta había sido tocada, se extrañó ya que si fuera una de sus mejores amigas hubieran entrado. Por lo que se levantó con confusión y abrió la puerta.

-Buenas tardes, Cabello. -Saludó aquella persona.

Nada más y nada menos que era la misma...

Lauren Jauregui.

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Los dejo con la tensión ahre

Solo falta súper poco para la segunda temporada y solo quiero recalcar que los próximos capítulos serán precisos.

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Los amo

-Wonhos