1.13

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Y tal como prometieron, ahora estaban allí siguiendo el rastro de los tipos que se habían metido con las dos Swan, agradecían sus habilidades vampíricas, porque ahora podían saber dónde estaban debido a su asqueroso olor, no eran más que unos alcohólicos.

Al parecer el susto que le dieron la noche anterior no le sirvió de nada, ya que los tipos estaban en un bar tomando con normalidad, aquello hizo que los dos chicos sintieran asco y rabia a la vez, porque mientras ellos disfrutaban, su chica y la hermana de esta aún estaba conmocionadas, por lo que habían vivido.

Así que ambos esperaron a que ellos salieran del bar para seguirlos, después de una hora maso o menos los tipos salieron del lugar. Emmett y Jasper lo siguieron, con velocidad Emmett pasó frente a ellos haciendo que los tipos se asustaran.

Jasper comenzó a usar su don, para infligirle más miedo, sonrió cuando los vio temblar como las ratas que eran. El primero en dejarse ver fue Emmett, los dos escucharon como sus corazones comenzaban a latir con más rapidez.

El rubio también se dejó ver y el miedo de los tipos aumento aún más al reconocerlos.

— ¿Saben lo que ellas sintieron? — Jasper cuestionó con seriedad, mientras los rodeaba como si fueran sus presas. — El miedo y la desesperación que sintieron mientras ustedes las acosaban. — Emmett también comenzó a rodearlos, la gran figura de Emmett era intimidante.

— Estoy seguro que ella no son las primeras que ustedes lo hacen lo que hicieron anoche, que las demás chicas no corrieron con la suerte que ellas. — Jasper continuó. — Son unos enfermos de la mente. — Jasper murmuró recordando el deseo que sintió provenir de ellos mientras tenían a las mellizas acorraladas.

— Ustedes no quisieron unirse. — se armó uno de valor y habló, pero no debió hacer, porque apenas aquellas palabras salieron de su boca, Emmett lo tomo del cuello con fuerza y lo apretó, sin compasión alguna.

Los dos estaban bastante enojados, solo imaginar que ellos no hubiesen llegado a tiempo los hacia sentirse inútiles. Más cuando ambos escucharon a su rubia quejarse entre sueños, soñando con lo que había vivido.

— Los tipos como ustedes no deberían existir. — Emmett dijo, recordando a su hermana Rosalie. Con fuerza sobrenatural, el grandullón rompió el cuello del tipo, haciendo que esté suelte un gritó desgarrador antes de caer al suelo.

Los demás trataron de salir corriendo, pero Jasper se lo impidió. Él fue el siguiente en tomar a unos de los tipos por un brazo y lo retorció con fuerza, haciéndolo gritar de dolor, los otros miraban con horror la escena.

— Creo que no volverás a tocar a otra más con una mano rota. — Jasper murmuró, no estaba orgulloso de lo que estaba haciendo, pero nadie de metía con su Caroline.

— Yo también quiero ayudar. — la voz de Edward se escuchó detrás de ellos.

Emmett sonrío, porque sabía que esté aparecería en cualquier momento. Se negó cuando ellos le dijeron, pero allí estaba.

— Acabemos con ellos de una vez por toda. — murmuró él rubio.

[°°°]

Caroline estaba en su habitación, no había dejado de pensar en lo que pasó cuando aquellos tipos las acorralaron, recuerda como sintió algo salir de ella y empujarlos lejos de su hermana. Pensaba que se estaba volviendo loca, pero no, ella sintió algo salir de ella.

No le había dicho nada a Jasper y Emmett, mucho menos a Bella, pero sentía que debía decirle a alguien.

Bella por otro lado estaba a un paso de descubrir lo que eran los Cullen, le había dicho a Caroline que Edward le había dicho que podía leer la mente, lo confirmo cuando la puerta de su habitación se abrió bruscamente.

— Son vampiros. — habló mirando a su hermana. — Los Cullen son vampiros. — Caroline miró para otro lado, sabía que esto pasará pronto.

Bella observó a su hermana fijamente al ver qué está no se sorprendida.

— ¿Lo sabías? — cuestionó con incredulidad. — Caro. — llamó al ver qué está ni siquiera la miraba.

La rubia soltó un suspiro profundo y miró a su melliza.

— Si, lo sabía. — confesó.

— ¿Porque no me dijiste? — inquirió con calma.

— Es que no me correspondía, quería, pero no tenía derecho.

Bella miró a su hermana y soltó un suspiro profundo.

— Está bien, te entiendo. Yo hubiese hecho lo mismo. — respondió comprensiva.

Caroline sonrío y se levantó de la cama y abrazó a su hermana con fuerza, Bella sonrío y le devolvió el gesto.

— Pensé que te enojarias conmigo. — dijo con una sonrisa inocente.

Bella rodó los ojos.

— No tengo porque.

— Eres la mejor hermana. — murmuró besando su mejilla.

— Soy la única que tienes. — respondió lo obvio.

— Por eso mismo. — soltó una risa al ver la cara que puso su hermana. — ¿Que harás? — cuestionó la rubia.

Ambas se sentaron en la cama para hablar cómodamente.

— Lo voy a enfrentar. — respondió decidida.

Caroline la miró como si estuviera loca, pues es lo último que haría una persona en su cinco sentidos es enfrentar a un vampiro. La forma que ella se enteró fue muy diferente a la de su hermana, pero ella y Bella no eran normales.

— Ten cuidado que no te chupe la sangre. — murmuró con una sonrisa traviesa.

Bella la miró con los ojos entrecerrados y con la almohada que estaba más cerca golpeó a su melliza. Caroline la miró con malicia y tomó la otra almohada y comenzó a golpear a su hermana sin parar, las risas de las hermanas se escuchaban en toda la casa, Charlie que las escuchaba desde la sala, no pudo evitar sonreír apesar de que estaba triste por la muerte de un amigo.

Si, definitivamente estaban mal de la cabeza. Porque no era normal estar profundamente enamoradas de unos vampiros.

[°°°]

Y tal como había dicho Bella, al otro día había enfrentado al cobrizo. No irse con la advertencia de su hermana; "rezale el padre nuestro al revés y al derecho, si quiere chupar tu sangre". Edward que la había escuchado había lanzado un largo bufido, mientras Jasper y Emmett se burlaban de él.

Caroline solo sintió el alivio recorrer su cuerpo cuando su hermana llegó sana y salva. Aunque se había tomado su tiempo, porque ya ella había llegado a la casa desde hace unas horas y su hermana no hace rato que había llegado.

— Vamos a lavar la camioneta. — Bella dijo mirando a su hermana, Caroline se puso de pie y la siguió hasta el patio, no sin antes apagar la televisión.

Las mellizas platicaban, mientras lavaban la camioneta. Un ruido encima de esta hizo que las hermanas se asusten.

— ¿Podrías actuar como humano? Tenga vecinos. — Bella regaño.

— Voy a llevarte a mi casa mañana. — murmuró sin siquiera saludar.

— La falta de educación abunda por aquí. — susurró mientras seguía limpiando la camioneta, Bella sonrió con diversión.

— Hola rubia. — Edward saludó.

— Hola Eduardo. — Bella soltó una carcajada cuando vio la cara del chico.

— Edward. — corrigió, pero la rubia lo ignoro.

— Lo hace para molestarte. — Bella dijo, conocía muy bien a su hermana.

Caroline se alejo de ellos para darle espacio, decidió entrar a la casa y subir a su habitación. Cuando entro vio a Jasper y Emmett en la cama mirando fijamente la puerta por la que ella entraba, estos tenían una sonrisa en sus rostro.

La rubia fingió no asustarse, pero su corazón la delató.

— Soy muy joven para morir de un infarto, chicos. — dijo terminando de entrar a la habitación y acercándose a la cama, soltó un gritó de sorpresa cuando Emmett la jalo hacia la cama, haciendo que cayera encima de él.

Sus rostros quedaron a milímetros y ella le dejó un casto beso en sus labios, con una sonrisa malévola la rubia se enderezó y vió como Emmett cerraba los ojos, mientras ella se removía en su regazo. Jasper los miraba fijamente, con una media sonrisa en sus labios.

— ¿Quieres matarme otra vez? — cuestionó el grandullón mientras abría sus ojos y miraba los azules de la rubia.

— Yo no estoy haciendo nada. — respondió fingiendo inocencia.

Jasper y Emmett se miraron, Caroline se arrepintió cuando vio la sonrisa que se dieron entre ellos. Intentó bajarse del regazo del chico, pero este la sujetó firmemente por las caderas, haciéndolo estremecer por la frialdad de sus manos.

Jasper se colocó detrás de ella y un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sintió el aliento frío del rubio sobre su cuello, se sentía presa entre los dos. Soltó un silencioso gemidos al sentir un beso húmedo sobre su cuello, escuchar aquel sonido provenir de ella hizo que los vampiros se volvieran casi locos.

Las grandes manos de Emmett se colaron por debajo de su pollera, ella se arqueó por la frialdad de su toque. En su mente soltó una maldición, porque en ese día no llevaba brasieres.

Sintió como el chico llevaba ambas manos a su pechos y los acariciaba con delicadeza, pero aquello era una tortura para ella.

Sintió los labios del rubio en su clavícula y como chupaba la piel de ese lugar. Las manos de Emmett en sus pechos y los besos del rubio en cuello la estaban volviendo loca.

Las manos del rubio se deslizaron hasta sus caderas y la rubia soltó un fuerte gemido cuando esté movió sus caderas con sus manos y su parte íntima hizo fricción con las piernas del grandullón.

Otro gemido quiso salir de ella, pero estampó sus labios contra los de Emmett, sus bocas comenzaron a devorarse entre si, mientras sentía los toques de ambos chicos sobre su cuerpo.

Sintió algo duro contra su espalda baja, era Jasper, este sentía que en cualquier momento explotaría. Emmett estaba igual o peor que él, pero es que los gemidos de la rubia los volvían completamente locos. Esta vez la rubia movió sus caderas por si misma, buscando su propio placer.

Jasper tomo la cabeza de la rubia y la giró a un lado con delicadeza, haciendo que se aleje de los labios de Emmett, ahora fue él quien tomó posesión de los adictivos labios de la rubia. Las manos de Emmett seguían acariciando y apretando sus pechos.

Caroline sintió una presión en su vientre y sabía lo que venía, Jasper uso su don, haciendo que la chica no pudiera soportar más, la rubia sintió su ropa interior mojada, ambos chicos sonrieron por el intenso olor de la joven.

Caroline apoyo su cabeza en el hombro de Emmett, estaba avergonzada. Jasper sonrío y acarició la cabeza de la rubia.

Emmett sonrío con diversión, mientras daba una última caricia a los pechos de la chica y apartó su mano.

— Mañana te llevaremos a conocer a nuestra familia, mi madre quiere conocerte. — Jasper dijo besando su mejilla.

Aquellas palabras pusieron nerviosa a la rubia, estaría en una casa llena de vampiros y aquello aunque ella no quisiera, la asustaba. Jasper se dio cuenta del cambio de sus emociones.

Justo cuando el rubio iba hablar se escucharon unos pasos subiendo las escaleras, Emmett con rapidez y delicadeza la sentó en la cama. Caroline los miró confundida al verlos ponerse de pie.

— Viene alguien. — Jasper murmuró besando sus labios seguido de Emmett, ella vió como ellos salían por la ventana con rapidez.

Bella entró a la habitación de su hermana y la miro con el ceño fruncido al verla toda roja y sudada.

Caroline trató de actuar lo más normal posible mientras miraba a su melliza.

— Jacob y Billy están aquí, Charlie dice que bajes, cocinaran pescado. — informo Bella sin preguntar nada, Caroline agradeció internamente.

— Voy en unos minutos. — murmuró tratando de sonreír, Bella salió de la habitación y la rubia soltó un largo suspiro profundo mientras caminaba hacia el baño.

Necesitaba quitar la incomodidad de entre sus piernas.


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