34. Solo mia

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Gracias por la espera,

por favor voten y dejen muchos comentarios, recuerden que le dedico el capi a quienes comentan.

—Encerrarnos no fue un movimiento muy inteligente de tu parte, porque estás aquí conmigo—. Cerré mi mano con más fuerza alrededor del cuello de ese imbécil. La muñeca me temblaba por el esfuerzo, mas no iba a soltarlo. El puñete que le había propiciado en la cena de candidatos no le había sido suficiente. No entendía que Sophie era mía, siempre había sido mía aunque él hubiese tocado su cuerpo mientras yo no estaba. Pero iba a borrar cada desagradable sensación que le hubiese dejado en su piel, así como su existencia en ese mundo.

No dejó de sonreír, tampoco intentó defenderse. Lo solté al escuchar el sonido metálico de un gatillo.

Alrededor nuestro, afuera de la jaula, había cinco hombres armados, con el cañón de sus armas apuntando hacia mí.

Tuve que soltar a Adam, no quería que le hicieran daño a Sophie.

—Eres un cobarde—le dije.

—Soy lo suficientemente inteligente para no meterte en peleas que no puedo ganar. Eres completamente irrelevante para mi, dentro de poco no habrá rastro tuyo ni en esta ni en tu otra vida. Sophie por el contrario... tú sí me importas, lo suficiente para darte una oportunidad, a ti y a tu pequeño.

—¿Qué es lo que el Círculo planea? —Sophie avanzó para preguntarle, la tomé del brazo y la volví a poner detrás de mí.

—Nada bueno... para ustedes, claro, yo soy un sobreviviente.

—¿Ya negociaste con ellos no es así? Tú les hiciste el favor de matar a Franz Ayala. Provocaste a Ian como una distracción y uno de ellos te ayudó a deshacerte del arma, o le pagaste a la policía —asumió Sophie.

—Sabes que mantengo a mis clientes y mis negocios en privado—. Volvió a apretar el dispositivo que traía en la mano y las rejas se levantaron—. Disfrútala mientras puedas, imaginando como va a volver gritar mi nombre en mi cama cuando desaparezcas —se dirigió a mí.

Sophie evitó que volviera a golpearlo. Le hice caso, de nuevo buscaba provocarme, tener una excusa para deshacerse de mi de inmediato y no podía darle el gusto.

En ese momento decidimos retirarnos. Le daría la satisfacción de ganar esa batalla, porque la próxima vez que lo viera, no estaría Sophie presente para recibir un daño colateral o impedirme que lo matara.

**

—Jamás pensé que se comportaría así. Él no es impulsivo, planea las cosas y trata de quedar bien con todos. No me da buena espina—Sophie me explicó en el trayecto de regreso. Temblaba y mantenía la mirada fija en el paisaje. Yo continué conduciendo, si le decía en ese momento todo lo que quería hacerle, e iba a hacerle a ese sujeto, Sophie trataría de persuadirme.

Nicky saltó directo a los brazos de su madre cuando atravesamos la puerta a nuestra casa, preguntándonos si le habíamos traído algo. Al menos su humor había mejorado. Alice y Daniel se levantaron de donde estaban para interrogarnos.

—No salió bien. Adam tenía una oferta, pero sus términos eran...—explicó Sophie.

—¿Cuales?—preguntó Daniel.

—Les explicamos luego—intervine, señalando a mi hijo con los ojos.

—Oh... ¿algo más de placer personal que de dinero?—Alice meneaba una copa de vino mientras hablaba. Seguía siendo la misma, pero en cierta forma no podía verla igual.

Mencioné la hora y le pedí a Daniel que me acompañara a dormir a Nicky.

—Alice me estuvo explicando varias cosas, que tú y Sophie no me dijeron—me reclamó mi hermano cuando Nicky cerró por fin los ojos.

—Casi no estuviste aquí.

—Perdón por tener una vida, no es excusa para dejarme de lado.

—Mudarte a casa de tu novia sin pedírselo no es conseguir una vida.

—Tú hiciste literalmente lo mismo, regrésate y te adueñaste de esta casa sin pedirme permiso—me reclamó con cinismo.

—¡No es lo mismo! Solo... olvídalo. Lo siento, te mantendré más al tanto. Tal vez puedes pedirle a Alice que te entrene junto a Sophie. Así ahorramos tiempo y voy buscándote un cuerpo en el otro lado.

—No, qué asco, no pienso ir al cuerpo de nadie.

—Bueno, lastimosamente tu cuerpo anterior no lo preservamos, estaba muy dañado. Si quieres regresar, necesitas otro cuerpo.

—¿Quién dijo que quiero regresar?

—¿Por qué no querrías?

—Porque no tiene sentido—encogió los hombros—. ¿Qué gano volviendo a esa dimensión? ¿El doble de trabajo? ¿Tenerte a ti y a Oliver molestando? Estoy feliz con esta vida. Tengo trabajo, una novia, a nuestro padre en una capsula técnicamente muerto... gracias, pero no gracias—me dio un golpe en el hombro a modo de despedida y salió de la casa. Si él no quería regresar, un problema menos para mi. Recuperar a Maya era todo lo que me importaba.

Sophie y Alice conversaban en la puerta que daba al jardín, armaban inciensos, no quise interrumpir, así que me quedé en la sala, desde un lugar en el que podía escucharlas.

—No me sorprende el negocio de Adam—Alice se sirvió otra copa de vino y Sophie le alejó la botella con disimulo—. Está... un tanto obsesionado contigo.

—¿Un tanto? Está demente.

—Los hombres son así. He vivido tres vidas, en las tres mis padres me ofrecieron al mejor postor. Entre todos los prospectos del Círculo negociaron por mi como si fuese un trofeo. En dos vidas pude escapar de ellos y en la tercera... bueno. A veces tienes que quitártelos a la fuerza.

—No voy a matar a Adam—determinó Sophie.

—Tú no necesitas mancharte las manos. Ian lo puede...—empezó a sugerir la mujer y la apoyé en silencio. Ella sí entendía.

—A la regla de no incentives a mi novio a tomar drogas, añadamos la norma de no incentivarlo a cometer homicidio. —La interrumpió Sophie. ¿Desde cuándo era tan moralista?

—No dije eso, no necesitas matar a nadie, los entes solo aparecen cuando uno menos se lo espera.

En verdad estaba amando a Alice.

—Mejor, olvidémonos de eso. —Sophie zanjó.

—Como gustes. Mañana será la última luna llena antes del eclipse del próximo mes. Es el momento perfecto para una prueba. ¿Te sientes lista?

—Sí... creo. Daré mi mayor esfuerzo—el ánimo de Sophie se apagó de pronto. Hasta el momento no había logrado mucho, pero ella no se rendía, le iba mejor bajo presión, confiaba en que lograría pasear por el espacio inter dimensiones y regresar a la dimensión T52.

—¿Es mi impresión o no estás muy animada con todo esto? —le preguntó Alice. Sophie suspiró y se quedó callada antes de responder.

—En verdad quiero ir a Almarzanera, respirar el aire de la costa, jugar con Dylan en la playa. Quiero abrazar a mi hermano, lo extraño muchísimo y quiero despedirme de él, pero.... ¿Regresar de forma definitiva? No lo sé.

—¿De qué hablas? por supuesto que quieres regresar—sin pensarlo caminé hacia ellas, delatando que las estuve espiado. Al menos no se molestaron, Sophie me esquivó la mirada.

—Uy, ya es tarde—Alice miró su muñeca vacía, fingiendo tener un reloj—. Tu padre me espera y debo pasear a mi gato. Tenemos mucho de que hablar, lo dejaremos para mañana—rápidamente la mujer se levantó y nos dejó solos.

Me quedé ahí parado, esperando que Sophie hablara.

—Maya murió. Yo lo he aceptado hace tiempo y creo que es hora de que tú lo hagas también.

—No Sophie, Maya es solo tu otra versión y cuando regreses...

—Seré esa chica Celeste, no Maya. Al inicio la idea me emocionó un poco, como le dije a Alice quisiera regresar una vez, solo un día para despedirme de la manera apropiada. Pero ya tengo suficiente con esta vida. Desde que regresaste que agradezco solo tener una.

—Pero Dylan te necesita, él te quiere ahí—intenté hacerla razonar.

—No, él no me necesita; él necesita a sus padres que son Grecia y Tiago. Nicky es mi hijo y quien me necesita aquí. Yo ya no pertenezco a ese mundo. —Su mirada cálida abrasó mis ojos y se levantó para acariciarme el rostro—. Te tengo aquí, a nuestro hijo, posiblemente otros dos en camino, acabo de recuperar a mi mamá... o algo así. Quiero seguir aprendiendo de ella a caminar por el espacio interdimensiones y hacer lo posible porque este mundo, mi mundo, sea el mejor para nosotros y para mis hijos.

Quiso retirar su mano, pero puse la mía sobre la suya.

—¿Y yo que voy a hacer? Te necesito allá conmigo.

—Vas a vivir tu vida como hasta ahora. Maneja el proyecto, cuida de Dylan para que Grecia tenga un respiro. Me aseguraré de que tengas mucho de mi aquí, demasiado, hasta que quieras un descanso y disfrutes de ir al otro lado.

—Nunca me cansaría de ti. Si no quieres regresar está bien. Al menos estoy aquí y es lo que importa.—Besé sus labios para que supiera que hablaba con sinceridad. Sí hubiese preferido tener mi segunda vida con ella, pero tal vez, tenía razón. Maya había muerto, su situación no era como la mía. La dimensión T52 ya no era su lugar, al igual que no era el lugar de Daniel.

—Una cosa más—abrió los ojos con lentitud, con tal se iba separando de mi—. No voy a obligarte a mantenerte en celibato al otro lado. Entiendo que tengas... necesidades. —Quise interrumpirla, me calló con un dedo sobre mis labios—. Solo voy a poner dos reglas: Primero, si tienes sexo con alguien más, no quiero saberlo. Y segundo y más importante. No te enamores de nadie allá. Puedo soportar que estés con otra físicamente, pero que la ames...

—A veces hablas puras tonterías. Es imposible que ame a otra persona. Sabes cuantas dimensiones atravesé hasta regresar contigo, ese esfuerzo no se hace por cualquiera.

—Sí, el tremendo esfuerzo de andar acostándote con todas mis versiones —me reclamó.

—No volverá a pasar.

—Eso espero... pero si pasa, que sea de una en una, no más tríos.

La callé volviendo a besarla contra el marco de la puerta. Ordené al sistema apagar las luces de la casa. La mitad de su silueta se dibujaba con la luz de luna que entraba por los ventanales y la puerta de salida al jardín. Ella no era completamente consciente de lo hermosa y atractiva que era y por qué despertaba lujuria y deseo en tantos, en mí, sobre todo.

Mis labios viajaron hacia su cuello y mis manos se aventuraron debajo de su blusa, le desabroché el brasier y subí las prendas por encima de su busto. Apreté mi pecho contra el suyo desnudo y la levanté por los glúteos para que me rodeara con las piernas y así poder acercar mi boca sus pezones. Podía sentir como su corazón se aceleraba y respiraba agitada por la excitación mientras mi lengua dibujaba círculos en sus aureolas.

Ella era mía, su cuerpo era mío, para dar y recibir placer, e iba a borrarle cualquier sensación que Adam pudo dejarle. Si Sophie no iba a regresar a Almarzanera, daba igual el cuidarme, hacerle el amor con la intención de embarazarla de nuevo le daba un morbo especial al sexo.

Con una mano me bajé la cremallera y solo hice a un lado su ropa interior por debajo de la falda, me sumergí en ella, aprisionándola fuerte contra la pared, con sus piernas bien sujetas alrededor de mi cintura.

Su respiración fuerte se convirtió en gemidos de placer y yo desahogue lo que sentía mordiéndole suave y succionado el espacio entre su cuello y su hombro. Mi lugar favorito para marcarla.

—Solo eres mía—le recordé al oído mientras me corría—. Nadie nunca, que no sea yo va a volver a tocarte.

—No... nunca —gimió llegando al éxtasis casi al mismo tiempo que yo.

****

Me di cuenta que lo que más me gustaba de la dimensión T52, era la esperanza de estar con Maya de regreso, y ahora que esa esperanza se había esfumado, no estaba seguro de qué objetivo buscar ahí.

Que Dylan disfrutase de estar con sus padres me llenaba de alegría, pero como Sophie me había dicho la noche anterior, sus padres eran Grecia y Tiago y en esa dimensión, los necesitaba a ellos.

Tal vez mi meta solo era procurar los bienestar de mi hijo en esa dimensión, donde no era mio en realidad. Tal vez dedicarme al proyecto, del cual aún no estaba seguro cuál sería su futuro ni mi papel con él.

Regresé a casa en Valermo, la que compartía con Grecia y Tiago. Dylan extrañaba mucho su habitación y se encerró con sus juguetes mientras yo hablaba con su padre. Oliver y Ann estaban ahí también. Oliver andaba muy pesado conmigo, pesado de una buena manera. Revisaba que no hubiera cámaras o micrófonos que el Círculo podía haber puesto y vigilaba la propiedad. Sospechaba que su plan de tratarme como a un inútil para convencerme de dejar el proyecto Transalterna en sus manos había cambiado, y ahora quería ganarse mi confianza.

Nunca iba a tener la cercanía de Daniel y Ann, pero sí admitía que confiaba en él, se tomaba muy en serio el papel de hermano mayor y a su modo, se preocupaba por el bienestar de todos nosotros. Aunque fuese un mandón insoportable.

—Las elecciones son mañana y perdimos toda esperanza de que Luciano pierda. Tiene una aprobación de casi el ochenta por ciento y la gente todavía sospecha que sus opositores fueron los asesinos de Franz Ayala—le explique a Tiago. Grecia preparaba algo de comer para todos. De la misma forma en la que Dylan disfrutaba su habitación, Grecia adoraba tener su cocina de regreso.

—Acá serán en un mes y mi padre tampoco tiene un opositor fuerte. Lo más seguro es que gane. Aunque nada mas preocupado en asuntos del Círculo. Todo el tiempo él y los miembros de los círculos más cerrados, tienen reuniones secretas, eso no le está agradando a los miembros menos importantes. Quisiera ganar la confianza de mi padre, pero mientras no le entreguemos a Dylan, no va pasar y no sabremos qué planean.

—Vamos con calma, la desesperación no nos va a ayudar.

—Lo sé, solo que es frustrante, quiero mi vida de regreso. Solo eso.

—Y yo. Sophie... decidió que no tomará el cuerpo de Celeste y no regresará a esta dimensión—le expliqué la conversación que mantuve con Sophie la noche anterior y Tiago pareció entenderlo. Al igual que yo, se sentía decepcionado, más lo comprendía.

—Creo que tiene razón, yo también morí en esa dimensión y tal vez... solo hay que aceptarlo. Hace unos días ni sabía que podría regresar.

—No ahora, no de esta forma, pero tenemos tiempo para averiguar más—reflexioné. Saber más, descubrir nuevas formas de viajar por las dimensiones.... Era lo que mi padre buscaba. El motivo por el que el proyecto Transalterna se había creado. Tal vez, manejado de la manera correcta, quién sabía... yo podía hacer esa diferencia.

Grecia interrumpió mis pensamientos avisándonos que colocáramos la mesa porque la lasaña que había cocinado ya saldría del horno. Mientras Tiago y yo sacábamos los cubiertos tomé ánimos para hablar con él de un tema más personal.

—Oye. Dado que Maya no va a regresar hay un asunto...

—¿Qué?

—Sophie y yo estamos intentando tener otros hijos.

—¿Ahora? ¿Cuando el posible fin el mundo se acerca?

—Sí, ahora. Estamos en riesgo todo el tiempo y hemos decidido vivir el ahora, como si nada de esto pasara. Si el mundo se acaba que sea habiendo vivido como queríamos. O que esto sea un incentivo para prevenir lo que sea.

—Bueno—encogió los hombros llevando los cubiertos a la mesa—. Es tu filosofía de vida.

—Sí... ¿y tú estás de acuerdo no? es decir... tú y Grecia también quieren otro niño. Que Dylan tenga con quien jugar y eso....—Tiago me miró de costado, entendiendo mis intenciones entre la inseguridad de mis palabras.

—Estás loco—soltó de golpe.

—Hablo en serio, es posible que Sophie ya esté embarazada así que tenemos poco tiempo. Mis hijos serán portales y pueden nacer en cualquier lugar de esta dimensión, probablemente con una familia del Círculo y sabes que eso no sería bueno.

—Esto sin duda entra en el top tres de cosas más bizarras que me has pedido.

—¿Qué? ¿Ya te pidió que embaraces a Grecia? —Ann se fue a sentar soltando su bocota.

—¿Tú como sabes de eso?—le cuestioné.

—Todos lo saben—Oliver se le unió, listo para comer, como si lo hubiésemos invitado—. Armaron todo su berrinche criticando a nuestro padre por hacer niños portales y hacen lo mismo.

—No es lo mismo. Nosotros tenemos una familia, no experimentos.

—Es lo mismo. Por esto nos limitaban la televisión cuando éramos niños. Tanto ver tonterías te llenó el cerebro con ideas ridículas de familias felices. Nosotros somos humanos superiores y con una misión más importante y que solo criar mocosos.

—¿Vida? Tú dejaste que te lavaran el cerebro creyendo que eso es tener una vida. No éramos dueños de nuestras decisiones ni de nuestros cuerpos. ¿Crees que papá me pidió permiso para tomar mi cuerpo en este mundo y asesinar a mi novia? ¿O les pidió permiso para hacerles hijos? Sé que dos de las niñas que están en Londres son tuyas y dudo mucho que tu hayas tenido alguna decisión sobre tráelas al mundo.

Se formó un silenció, el que Grecia aprovechó para servirnos la comida. Dylan se sentó a comer con nosotros, feliz, como un niño normal, que era cuidado y amado por sus padres. Ni Oliver, ni yo ni alguno de mis hermanos sabíamos lo que era eso.

—No te has puesto a pensar que no todos somos como tú, ni queremos lo mismo. A algunos nos gusta lo que somos y lo que hacemos. —Oliver habló más calmado, ambos miramos a Ann, que trataba de enfriar el trozo de lasaña que se había metido a la boca, esperando que nos diera su opinión.

—Cincuenta cincuenta —respondió quemándose la lengua.

— Sé que nuestro padre hizo muchas cosas mal, pero no voy a repetir sus errores. Déjame el proyecto, por favor. Te prometo que quienes quieran llevarse a sus hijos lo harán. Ustedes pueden jugar a la casita y no vamos a molestarlos. Maneja la empresa de tu novia, haz tus tatuajes. Eres libre y me asegurare de que Solange, Williams o quien sea no se involucre. Pero piensa en lo que el proyecto representa para el futuro de esta y la otra dimensión, nosotros somos los únicos que podremos frenar a los dementes del Círculo.

—En eso tiene razón—intervino Tiago.

—Después de solucionar lo que sea que el Círculo esté planeando ahora, decidiré el futuro de Transalterna—le expliqué. Sí, tenía razón, el proyecto era necesario, mas no lo iba a admitir frente a él—. Si se queda, no lo manejaremos como nuestro padre. Los niños de Londres tendrán una vida normal dentro de lo que se pueda, eso incluye a tus hijas. Pero en definitiva, no lo dejaré bajo tu mando—determiné y mi hermano mayor clavó el tenedor en la pasta con furia.

—No te digo como criar a tu mocoso, no me digas como criar a las mías—refunfuñó. Se puso a comer fingiendo que nos ignoraba.

—Me encantan los almuerzos familiares—dijo Grecia con ironía.

—A mí también—Dylan sonrió.

Tiago me codeó con disimulo y en susurros me prometió que intentaría convencer a Grecia.

Con esos asuntos en claro, ya solo me quedaba explicarle a iris que lo nuestro no iba a suceder y convencerla de entregar el cuerpo de Celeste.

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En el siguiente capi habra de nuevo una revelacion muy importante y ya casi acabamos. Les gusta?

Se vienen sorpresas y un final que espero no los deje indiferentes.

Siganme en insta porfis, subiré muchas cosas, entre ellas el mapa de las dos dimensiones. Y les dejo un sticker de preguntas para que conversemos y me pregunten cosas de este y mis otros libros.

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