VII. Sunshine Miracle

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Bajo el radar, donde el amor es libre, solo tú y yo, en nuestra propia realidad. No hay necesidad de esconderse, no hay necesidad de mostrar. En este espacio secreto, nuestros corazones brillan —Kim Jade.

El recibimiento en los aeropuertos es algo a lo que Jungkook probablemente nunca se acostumbre mientras sigan apareciendo cada vez más personas gritando por ellos, con carteles y algunos con sus álbumes que esperan ser firmados; sin embargo, no se podían detener, estaban limitados a solo saludar y seguir las indicaciones hasta la salida.

Finalmente estaban en corea y Jungkook se sintió un poco abrumado por la cantidad de personas y camarógrafos alrededor de ellos. No eran los más famosos, así que, por supuesto que estaba sorprendido por aquel recibimiento.

Dos coches esperaban por ellos en la entrada, Jungkook fue guiado por uno de los escoltas al último auto en la fila, miró por encima de sus hombros al ver que sus tres compañeros entraron todos a un mismo auto, extrañado subió al auto aleteando su mano hacia los fans que seguían gritando por ellos.

En cuanto cerró la puerta vio una figura familiar a su lado, era de noche y estaba un poco oscuro por lo que tuvo que entrecerrar sus ojos para poder apreciar el cabello castaño de Taehyung, quien mostraba una sonrisa radiante.

—Miel —susurró Jungkook sorprendido.

—Bienvenido a casa, Honey —susurró Taehyung inclinándose hacia para rodearlo con sus brazos y acariciar su cabello.

Jungkook se fundió en sus brazos, tomándolo de la cintura e inhalando su aroma a canela, ese que tanto extrañaba tener cerca. Lo apretó aún más después de dejar su mochila en sus pies, necesitaba tenerlo más cerca, sentir los latidos de su corazón contra su pecho. Cerró sus ojos mientras relajaba sus hombros al sentir las caricias de Taehyung en su cabello, la tranquilidad que le brindaba en ese momento es algo que ha estado esperando desde que abordaron el avión para volver a casa.

La calidez de su cuerpo en combinación con el perfume que emanaba de su piel, la suavidad de su cabello y la cercanía de su cuerpo le hizo sentir verdaderamente en casa. Ya no tenía que ir a ningún otro lado mientras estuviera de esa manera en sus brazos.

—Te extrañe tanto —murmuró en el cuello de Jungkook.

—Yo también te extrañé mucho, honey —susurró Taehyung al apartarse del abrazo.

Se rió bajito al ver el rostro de Jungkook con su cabello alborotado, mismo que acomodó con dulzura.

Jungkook bajó su mirada hacia los labios de Taehyung y no tardó en inclinarse para besarlo. Necesitaba tanto sentir sus labios, su aliento contra su rostro, sus respiraciones agitadas mientras unen sus labios. El beso se intensificó en el momento que Jungkook empujó levemente los hombros de su novio e hizo ademán de subirse sobre sus piernas, pero él mismo fue interrumpido antes de que pudiera hacerlo.

—Hey, hey —susurró Taehyung con una sonrisa, mirándolo a los ojos—. No estamos solos, ¿recuerdas? Respeta a tu chofer.

Jungkook lo extrañaba tanto que ya no recordaba que no estaban solos y que evidentemente el auto estaba en marcha. En ese momento no pensó en lo que hacía, así que se sentó derecho en su lugar y se disculpó con una reverencia con el chofer que tenía su atención en la carretera.

—De verdad, lo siento —volvió a decir Jungkook.

—Está bien, señor, lo entiendo —dijo el hombre al poner las direccionales del coche.

—Perdón —repitió en un susurro.

Taehyung apretó la pierna de Jungkook y le dio un asentimiento indicando que todo estaba bien.

Jungkook sonrió y se acurrucó en el asiento junto a él. En ese momento, no importaba el ruido del exterior, sólo importaba estar en los brazos de la persona que amaba.

El viaje a casa fue tranquilo y silencioso. Jungkook se quedó dormido en el hombro de Taehyung, agotado por el largo viaje.

—Ya llegamos —susurró Taehyung despertando a Jungkook con un suave beso en la mejilla.

—Gracias por traernos —agradeció Jungkook al terminar de bajar sus maletas en la entrada del apartamento.

Entraron a la casa y Jungkook se sorprendió al ver la mesa llena de comida perfectamente organizada, con pequeñas velas en el centro, mismas que fueron encendidas en el instante que Jungkook cerró la puerta de entrada detrás de él.

—¿Qué es todo esto? —preguntó Jungkook al quitarse la chaqueta, dejando expuesto sus brazos.

—Te extrañaba demasiado y no sabía qué hacer, así que me puse a cocinar como loco —explicó señalando la comida sobre la mesa—. Es una cena especialmente para mi honey, espero que tengas mucha hambre.

Jungkook dio dos pasos hasta quedar a pocos centímetros de Taehyung, quien lo observó expectante, sintió su respiración agitada por la repentina cercanía de Jungkook y por como este mantuvo su mirada fija en sus labios sin de emitir una sola palabra.

Levantó su mirada hasta los ojos grandes de su novio y se perdió en el brillo de estos. Una sonrisa ladina apareció en su rostro, dándole un toque más atrevido en el momento que lo tomó con determinación de la cintura, apretándolo contra su cuerpo con ambas manos alrededor de su cintura.

—Tengo hambre, pero esta vez me comeré el postre primero, ¿puedo? —cuestionó bajando su mano lentamente hasta apretar sus nalgas, sacándole un jadeo bajito.

—Puedes comer el postre primero y puedes repetir también —susurró Taehyung llevando sus manos al cuello del hombre que lo miraba con deseo.

—¿Puedo repetir todas las veces que quiera? —cuestionó Jungkook dándole palmadas a su trasero, lo que hizo sonreír a Taehyung.

Sus rostros estaban a centímetros. Sus labios a un espacio muy mínimo, casi inexistente para poder besarse.

—Sí, puedes —declaró—. ¿Vas a besarme y a cogerme o tendré que hacerlo yo?

—No sabes cuánto te extrañé —masculló Jungkook inclinándose poco a poco hasta casi terminar con la distancia entre sus labios—. ¿Está bien si tomo total control?

—Si —masculló Taehyung acercándose más con la intención de finalmente besarlo, pero Jungkook se apartó mirándolo con una sonrisa socarrona.

—Eh eh, si voy a tener el control debes dejarme hacer todo —expresó Jungkook llevando una mano a los labios entreabiertos de su novio.

—¿No estás cansado? —preguntó Taehyung enarcando una ceja.

—A la mierda el cansancio —declaró chasqueando sus labios—. Quiero tocarte, sentirte, estar unido a ti.

—Si con ese vocabulario me harás lo que sea que tengas pensado hacerme, estoy listo para ser completamente tuyo.

—Pensé que querías que te hablara sucio de vez en cuando —declaró Jungkook desabrochando el cinturón y los pantalones de Taehyung.

—Si —expresó Taehyung al sentir cómo las manos de Jungkook se colaban entre sus pantalones, rozando su entrepierna de manera provocativa, llevándolas a su trasero con suavidad y atrevimiento

—Joder, bésame ya, honey —pidió Taehyung tratando de acercar más su rostro al tomarlo por el cuello, a lo que el contrario se resistió.

—¿Estuviste haciendo ejercicios? —cuestionó Jungkook apretando las nalgas de su novio haciendo que sus pantalones descendieran por sus piernas.

—Hice muchas sentadillas en estos meses, ¿quieres que te muestre? —cuestionó Taehyung pasando sus manos por los brazos de Jungkook—. Pero, ¿por qué la pregunta?

—Porque tú culo está más redondo —masculló Jungkook volviendo a apretarlo contra él, provocando un jadeo entre ambos en el momento que sus entrepiernas hicieron contacto—. No me cabe en la mano y mis manos son grandes, miel.

Taehyung se sorprendió al sentir un azote sobre sus nalgas apenas cubierta por su ropa interior negra. Estaba sorprendido por la manera en la que Jungkook estaba comportándose en ese momento. Quizás es por el hecho de que tenían mucho tiempo sin verse y tocarse de esa manera.

—Todo para ti solo —masculló Taehyung con voz ronca.

Jungkook terminó con la poca distancia entre ellos al unir sus labios en un beso desesperado, ansioso en el que sus lenguas se encontraron en medio de suspiros y jadeos. Las manos de Taehyung volvieron a caer sobre los hombros de su novio cuando este lo levantó del suelo y lo cargó hasta la recámara que compartían.

Al llegar al dormitorio, Jungkook empujó la puerta con el pie, dirigiéndose directamente a la cama. Con un movimiento ágil, dejó caer a Taehyung sobre el colchón, y se inclinó sobre él, atrapándolo bajo su cuerpo.

Sin perder un segundo, tomó el rostro de Taehyung entre sus manos y lo besó con una intensidad que hizo que ambos jadearan. Sus labios se encontraron en un choque apasionado, explorándose con urgencia. Las manos de Taehyung se deslizaron por la espalda de Jungkook, buscando el borde de su camiseta y levantándola.

—Quítatela —murmuró apenas separando sus labios lo suficiente para hablar.

Jungkook obedeció con una sonrisa ladina, deshaciéndose de su camiseta con rapidez, dejando a la vista su cuerpo esbelto y trabajado. Luego, sus manos hicieron lo mismo con la ropa de Taehyung, desabrochando botones y deslizando la tela hasta que ambos quedaron completamente expuestos al otro.

La habitación estaba cargada de electricidad, sus respiraciones entrecortadas resonando en el aire.

Cada beso se volvía más profundo, más desesperado, mientras sus cuerpos se movían juntos. Las manos de Jungkook acariciaban la piel de Taehyung, siguiendo un mapa que conocía bien pero que nunca dejaba de explorar con fascinación. Taehyung, por su parte, dejaba escapar suspiros de placer, entregándose completamente al momento, a las manos de Jungkook que tocaba en esos lugares que le hacía perder la poca cordura que sostenía en el momento.

—Muéstrame esas sentadillas —le pidió Jungkook—. En mi cara.

—¿Estás seguro? —preguntó Taehyung alzando sus cejas. Era una propuesta que nunca pensó obtener de Jungkook.

—Si —aseguró Jungkook sentándose en el piso de espaldas a la cama, echando su cabeza hacia atrás dejándola reposar sobre la cama—. Voy a prepararte de esta manera.

Taehyung solo asintió aún algo aturdido por el repentino ofrecimiento. Vio a Jungkook a los ojos antes de hacerlo y se rio con nerviosismo en cuanto lo hizo.

Sintió las manos de su novio apretar sus nalgas con fuerza. La sensación que recorrió por su espalda fue inexplicable; estar en esa posición y sentir las cosas que Jungkook hacía con su boca, era otro nivel de excitación que lo llevaba a una nube de placer de la que no quería bajarse nunca.

La habitación fue inundada por los gemidos de placer de Taehyung en el instante que sintió los dedos de Jungkook introducirse en su interior, mientras aún seguía con la cabeza del pelinegro entre sus piernas. De solo verlo desde su altura, sentía que podía explotar de goce en ese instante.

—Joder, maldita sea, me vuelves loco —gimoteó al ser empujado levemente contra él colchón, abriendo sus piernas sin que Jungkook se lo pidiera.

—Una almohada para evitar el dolor de espalda de mañana —declaró Jungkook colocando una almohada en su espalda baja.

—Sin nada, sólo tú y yo —le pidió Taehyung al ver el preservativo que Jungkook estuvo a punto a abrir.

—Lo que quiera mi príncipe —declaró lanzando él sobre del condón lejos, una acción que le pareció bastante sensual al hombre debajo de él—. ¿Quieres que lo entre?

—Sí, hazlo ya —suplicó aun apretando sus piernas contra su pecho con sus cejas fruncidas.

Jungkook dejó salir una sonrisa socarrona mientras tomaba las piernas del castaño y las dejaba sobre sus hombros, introduciéndose lentamente hasta sentir el calor de sus paredes y escuchar como sus gemidos roncos al unísono llenaban la habitación.

Incrementó sus movimientos, fuertes y profundos que hacían gritar a Taehyung de placer mientras intentaba sujetarse de los hombros del hombre que lo embestía con fiereza, quién sujetaba sus nalgas con fuerza en cada estocada que le arrancaba un gemido gutural.

—¡Si, joder, si!

—¿Así te gusta? —cuestionó Jungkook entre suspiros de placer—. ¿Te gusta que sea así de duro y profundo?, ¿Mmh?

—A-así me encanta —jadeó clavando sus uñas en la espalda ancha de su pareja—. Maldición, creo que...

—Puedo sentir como me aprietas, no lo hagas tanto o terminaré ahora mismo.

—N-no puedo —declaró Taehyung interrumpiéndose en el instante que Jungkook lo acomodó sobre la almohada—. No puedo dejar de hacerlo.

—Taehyung, no lo sigas haciendo —le pidió casi suplicante, pero sin dejar de embestirlo con la misma intensidad.

Sus labios se encontraron de nuevo en un beso aún más desesperado y torpe.

Los dedos de Taehyung se entrelazaron en el cabello de Jungkook, acariciando suavemente su nuca mientras sus cuerpos se movían en un ritmo perfectamente sincronizado. El cuarto estaba lleno de una mezcla de sonidos de placer y suspiros que reflejaban la intensidad de su conexión.

Jungkook se separó tan solo un poco al sentir como el cuerpo de Taehyung temblaba bajo el suyo. Acomodó las piernas del castaño apretando sus piernas una vez más contra su pecho. Echó su cabeza hacia atrás al escuchar los gritos de completo éxtasis de Taehyung y expulsó la lujuria que se adueñó de su cuerpo tras el clímax de su pareja.

—Mierda —susurró Taehyung con la respiración agitada. Jungkook bajó su mirada hacia la entrada de su novio en cuanto salió de él, viendo cómo su propio orgasmo descendía por la línea entre sus nalgas, chorreando de una manera que nunca había presenciado entre ellos.

—Si vas a volver así de cada gira, me aseguraré de estar listo física y mentalmente —admitió Taehyung mordiéndose el labio, al mismo tiempo que bajaba sus piernas.

—Quédate así, voy a limpiarte un poco, hay... —dijo señalado con su dedo todo su cuerpo—. Hay mucho que limpiar.

—Sí, puedo sentirme bastante lleno de ti, honey —dijo con una risita descarada—. Tenías mucho para dar.

—Bueno, no tuvimos sexo telefónico ni una sola vez en meses, ¿qué esperabas?

—Es que funcionamos con contacto, darling —admitió mientras dejaba que su novio le limpiara el desastre que dejó en su cuerpo, no solo por la esencia de Jungkook, sino también por la suya propia.

Los dos se dieron una rápida ducha y se quedaron únicamente en ropa interior mientras se sentaban en la mesa con las velas aun encendidas.

—Fue fascinante, valió totalmente la espera —admitió Jungkook llenando su plato de comida.

Su cabello negro estaba húmedo y chorreaba por su cuello, desapareciendo por su pecho al descubierto. Una acción que Taehyung no pudo dejar pasar por alto.

—No creo que haya sido buena idea cenar medio desnudos. Tu cuerpo me distrae —admitió Taehyung dejando salir una risita.

—¿Crees que el tuyo no causa lo mismo en mí?

El ambiente se llenó risas torpes y sonidos de satisfacción por el buen sabor de la comida que Jungkook devoró casi de inmediato.

Cenaron juntos, conversando y riendo. Jungkook le contó a Taehyung sobre sus experiencias en los conciertos, la sorpresa que le hicieron sus fans, como se sintió al estar en el escenario, sin dejar afuera las cosas no tan buenas como lo sucedido con el acoso hacia Hyun-jin y lo preocupado que eso lo dejó.

Taehyung le contó sobre lo que había estado haciendo en casa, lo bien que sentía al visitar a su psicóloga, le contó con felicidad sobre su gran avance a nivel emocional y las cosas que ha logrado con el bar en Londres.

Después de la cena, se acurrucaron en el sofá a ver una película. Jungkook apoyó la cabeza en el hombro de Taehyung y se quedó dormido en el primer minuto. Taehyung lo miró con ternura y sonrió.

A primera hora de la mañana, Jungkook fue despertado por la alarma que resonó en toda la recámara, no recordaba haberse dormido en la cama en ningún momento, pero en cuanto vio al hombre a su lado supo que fue por él. Sonrió al ver a Taehyung, con el ceño fruncido evidentemente molesto por el sonido de la alarma que aún no apagaba.

Estrujándose los ojos, quitó la alarma y no pensó mucho en levantarse de la cama y ducharse, debía estar en la empresa en 20 minutos, así que se apresuró en estar listo.

Cuando estuvo listo, con las llaves de su moto en manos. Se recostó de su lado de la cama en la que Taehyung seguía dormido boca abajo, con los brazos debajo de su cabeza y una pierna estirada hacia arriba.

—Mielcito —susurró Jungkook—. ¿Tienes que trabajar hoy?

—Mjum —masculló aún con sus ojos cerrados.

—Ya me voy —expresó Jungkook deslizando su mano de arriba hacia abajo en la espalda desnuda de su novio—. Nos vemos esta noche en el concierto.

—Te amo —fue lo último que escuchó de su parte mientras cerraba la puerta de la recámara.

El último concierto de Blue Notes sería en Seúl, la mayor parte de las cosas ya estaban preparadas, así que todos se reunieron en la empresa donde fueron recibidos por él el staff con el que están acostumbrados a pasar sus días sin conciertos. Se sorprendieron por el recibimiento en la sala de ensayo, con todo su equipo aplaudiéndoles.

—¡Felicidades Blue Notes! —vitorearon todos al unísono.

Ninguno podía dejar de sonreír por la bienvenida a CTC . Inmediatamente volvieron al trabajo, ensayaron las canciones que cantarían esa noche, hablaron de las canciones especiales que tocarían y cómo sería el cierre de su gira.

Al llegar al pabellón, corrieron emocionados por las gradas, y conversaron de lo nerviosos que estaban teniendo en cuenta que sus familiares estarían presentes por primera vez.

Jimin particularmente aún no estaba seguro de que sus padres fueran a verlos, pues su relación no había cambiado mucho desde su separación con Inah. Hyun-jin estaba seguro de que su madre estaría allí para presumirlo, no podía asegurar lo mismo de su padre y hermanos. Por otro lado, Cyrus y Jungkook, eran quienes estaban más seguros de que sus familias irían a su último concierto.

Taehyung tenía que trabajar ese día, sin embargo, hizo todo lo posible para terminar las cosas más importantes a tiempo para poder visitar a Jungkook durante el ensayo. En la mañana escuchó entre sueños cuando le preguntó si tenía trabajo, aunque se trató de una pregunta sencilla, él sabía que su novio tenía otra propuesta dependiendo de cuál fuera su repuesta.

Fue entonces cuando pensó en contactar a Namjoon y hacerle saber que quería visitarlos al recinto donde se daría el concierto. No sabía cómo funcionaba o si lo dejarían pasar, supuso que tendría ciertos privilegios por ser el novio de uno de los artistas, lo confirmó cuando el manager de la banda le explicó por dónde deberían ingresar y que lo esperaría en la entrada con un pase especial para evitar que lo detuvieran.

Al estacionar el coche en la entrada, se encontró con un grupo de chicas, era pequeño, como de algunas 20 persona, supo que eran fanáticas por sus llaveros, diademas y camisetas de Blue Notes.

Luego de bajar la capota de su auto, el sol se sintió cálido en su piel en cuanto bajó del coche. Se sintió algo nervioso de solo pensar que tendría que pasar frente a las fanáticas. Mientras caminaba con sus llaves y móvil en manos, en caso de que tuviera que llamar a Namjoon, se preguntó si ellas lo reconocerían de las fotos que ha subido Jungkook a sus redes sociales.

Aunque su rostro nunca se veía por completo, no dejaba de pensar en la posibilidad de que alguna supiera quien era. No es como si tuviera en la frente "Míreme soy el novio del guitarrista y líder de la banda", pero por la mirada que obtuvo del grupo es como si fuera lo que tuviera en la frente.

Desde afuera escuchó la guitarra de Jungkook junto al piano de Hyun-jin, luego escuchó la voz de su novio hablar a través del micrófono.

—Una nota más arriba y... —se escuchó claramente, luego risas.

Él reconocía esa risa de Jungkook, chillona y llena de felicidad, lo que por supuesto le hizo sonreír de inmediato. En cuanto estuvo más cerca de la entrada y del grupo de chicas, escuchó como estas se emocionaban a con cada cosa que escuchaba a través de los micrófonos.

Con el corazón latiendo fuerte contra su pecho, Taehyung las saludó con una reverencia y una sonrisa cuando todas fijaron su mirada en él. La entrada no estaba muy lejos de donde ellas estaban reunidas, por lo que se sintió un poco desesperado por entrar, pero los guardias escoltaban la entrada, así que desbloqueó su móvil para llamar a Namjoon.

—Mira su fondo de pantalla —dijo una de las chicas a pocos pasos de él, lo suficientemente alto como para que pudiera escucharlo.

Taehyung se llevó el móvil a la oreja rápidamente, si Namjoon no llegaba rápido, pronto tendría que llamar a Jungkook y arruinar la sorpresa de su llegada al ensayo, pero también levantaría más sospechas y eso era arriesgado.

—¿Que tiene? —cuestionó otra chica mientras él esperaba pacientemente a que Namjoon respondiera.

—Es una foto con Jungkook —comentó la otra—. Creo que es el chico de sus fotos.

—Yo creo que es algún ejecutivo de la empresa de los chicos.

—Te estoy diciendo que tiene una foto con Jungkook —expresó una vez más—. Una foto... amorosa, no de negocios.

—¿Estás segura?

Taehyung podía escuchar todo lo que hablaban y eso solo incrementó los latidos de su corazón. Si, tenía una foto de él abrazando a Jungkook y besando su mejilla mientras este sonríe a la cámara, estaban en su estudio cuando tomaron esa foto. No pensó que ellas podrían verla desde donde estaban, culpó al brillo demasiado alto de ello.

—Taehyung, que bueno verte —la voz de Namjoon interrumpió sus pensamientos—. Pensé que vendrías más tarde, los chicos están tonteando ahora mismo, deberían estar ensayando, pero supongo que están muy felices de estar en casa.

Taehyung quiso hacerle señas para que no fuera a decir nada que lo comprometiera, por suerte este notó la presencia de las chicas cerca de ellos rápidamente.

—Chicas, no estén bajo el sol, les podría hacer daño —expresó Namjoon. Aquello fue una pedida con sutileza para que se fueran a casa.

Taehyung entró al lugar recibiendo el pase del que la había hablado y camino detrás de él hacia el interior del recinto.

—No te preguntaron nada ¿cierto? —cuestionó Namjoon mientras caminaban por un montón de pasillos, obteniendo como repuesta la negación de Taehyung, sin dar muchos detalles.

—Por cierto, es bueno verte también, ¿cómo estuvo la gira? —preguntó Taehyung.

—Pasó de todo —respondió—. Pero fue muy buena para ellos, están en la boca de mucha gente ahora mismo.

A medida que fueron acercándose el sonido de la guitarra y el piano era mucho más alto, por lo que supuso que ya estaban muy cerca del escenario.

—Supe lo que pasó con Hyun-jin, ¿él está bien? —preguntó Taehyung.

—Sí, lo tenemos resuelto —indicó—. Él ahora está mejor, no le ha vuelto a pasar. ¿Y tú cómo estás? ¿Tu herida está bien?

—Sí, ha cicatrizado, pero de todos modos debo tener mucho cuidado con movimientos bruscos —admitió Taehyung.

Al entrar, vio a Jungkook concentrado en su guitarra con una diadema en su cabello que lo mantenía hacia atrás y una pequeña coleta que solo sujetaba una parte de su cabello. Los dedos del guitarrista se movían con precisión sobre las cuerdas. La música llenaba el aire.

Jungkook levantó la vista en el momento en que Taehyung entró, sus ojos se encontraron y una sonrisa se extendió por su rostro. La sorpresa y la alegría eran evidentes.

Lo que más sorprendió a Taehyung fue el espectáculo inesperado, Cyrus estaba en las gradas fingiendo ser una fan loca y gritando. Taehyung no pudo evitar reírse al ver la escena. Cyrus era conocido por sus bromas, su alegría era contagiosa, pero tampoco pudo evitar sentirse nervioso preguntándose si las fans que estaban afuera los escuchaban.

—¡Jimin, te amo! —gritó—. ¡Jungkook cásate conmigo!

—Me temo que ese lugar ya me lo he ganado, no está disponible para ti Cyrus, tuviste tu oportunidad —expresó Taehyung al caminar hacia él, quien notó su presencia cuando ya estuvieron frente a frente.

—Y la desperdició... —comentó Jimin ganándose un golpe por parte de Jungkook.

—¡Taehyung hyung! —gritó Cyrus corriendo hacia el—. Qué bueno verte, como estás, como te sientes, ¿vendrás al concierto de hoy?

—¡Una cosa a la vez! —le gritó Hyun-jin desde el escenario en el que estaba sentando sonriente.

Taehyung recibió el abrazo de Cyrus con una sonrisa en el rostro.

—¡Demasiado contacto físico! —vociferó Jungkook señalándolo con el dedo.

Cyrus se rio bajito. Y le dijo en un susurro a Taehyung: —Tú novio es territorial.

—Yo lo soy más, créeme —admitió Taehyung.

Sin perder un segundo, Jungkook dejó su guitarra y se acercó a Taehyung, envolviéndolo en un abrazo fuerte y cálido, llevándolo consigo hasta el escenario donde se reunieron todos.

—Wow, no puedo imaginar lo bien que se verá esto lleno de personas —consideró Taehyung maravillado.

—¡Muy bien! —gritó Namjoon desde donde ellos habían entrado—. ¡A trabajar, quiero escuchar esas voces cantar y esos instrumentos hacer ruido!

—Manos a la obra, chicos, tenemos que dar el mejor concierto —informó Jungkook volviéndose a colgar la guitarra.

—¿Puedo quedarme a ver? —preguntó Taehyung mientras caminaba hacia las escaleras para bajar del escenario.

—Claro que puedes, honey —expresó algo distraído—. Es el privilegio de ser mi amor, ¿no?

Taehyung asintió sonriente y se dirigió a los primeros asientos frente al escenario, observando a Jungkook mientras practicaba. No podía creer lo mucho que lo amaba. Jungkook era un músico increíble y un líder natural.

Taehyung asintió sonriente y se dirigió a los primeros asientos frente al escenario, observando a Jungkook mientras practicaba. No podía creer lo mucho que lo amaba. Era un músico increíble y un líder natural.

Taehyung observó con fascinación la prueba de sonidos de Blue Notes y se sorprendió al darse cuenta de que Jungkook cuando era líder era mucho más dominante de lo que pensaba, daba instrucciones de notas musicales, de cómo debían alargar o no ciertas palabras. Ellos estaban tan inmersos en su ensayo, que estaba por creer que el momento de diversión de antes parecía algo que imaginó.

Taehyung se quedó hasta que terminaron por completo, estaba tan maravillado con la manera en la que ellos ensayaron todo, que siquiera se dio cuenta de lo rápido que pasó el tiempo.

Aunque ellos salieran por la entrada de la parte trasera, se encontrarían con un grupo de fanáticos, por lo que Jungkook tuvo que salir tal y como llegó, en uno de los autos de la empresa. Debían mantener la discreción, no querían que algún tipo de rumor opacara el último concierto de Blue Notes.

La hora del concierto llegó, Taehyung nunca estuvo tan indeciso de que ropa usar para el concierto hasta que se vio frente al armario, con tres conjuntos diferentes en mente, ¿un traje?, ¿camisa mangas cortas o mangas largas?, ¿un poco más casual? Cabello más recogido, no estaba seguro.

Supo que fue su mejor elección cuando tuvo más de un halago, pero mientras seguía los pasos de Namjoon hacia los camerinos con su madre a su lado, solo esperaba causarle una buena impresión a Jungkook.

Eligió ir vestido como para un concierto de rock, así que utilizó un par de jeans negros más o menos ajustados, una camiseta sencilla del mismo color, lo que hacía su atuendo estupendo era la chaqueta de leader casi de cuello tortuga con un diseño de piedras en la parte delantera y sus botas de tacón del mismo color negro. Sobre sus hombros colgaba un bolso pequeño de la marca Celine; dejó su cabello un poco desarreglado empujándolo todo hacia atrás, con su frente descubierta.

—Estás hermoso, cariño —le aseguró su madre antes de que pudieran entrar al pequeño cuarto donde se encontraba Blue Notes terminándose de alistar.

Ella claramente sabía que estaba nervioso y preocupado por su apariencia.

Al entrar se sintió que estaba invadiendo el espacio cuando notó las maquillistas, peluqueros y asistentes de vestuarios alrededor de cada uno de los miembros de la banda, quienes lo saludaron con alegría en cuanto entró y una vez más recibió muchos halagos.

—Wow... —escuchó a Jungkook decir de pie junto a uno de los espejos de piso, mientras terminaban de acomodarle una chaqueta que pasaba por sus hombros—. Honey, creo que deberías subir al escenario en mi lugar, estás hermoso.

Taehyung lo observó sorprendido cuando este le habló en inglés con tanta facilidad. No era la primera vez que le hablaba en inglés, pero lo hacía muy poco, por lo general solo asentía o respondía en coreano cuando él le hablaba en inglés, así que no dejó de sorprenderle.

Lo que hizo que su corazón latiera con más fuerza fue la sonrisa que le mostró luego y la mirada llena de amor que siempre recibía de él. Fue la primera vez que usó el apodo "honey" con él, en lugar de "miel" o "mielcito" y se escuchaba igual de hermoso.

Taehyung apenas se dio cuenta de la algarabía de sus compañeros cuando escuchó a Cyrus a pocos pasos de él, responder en el mismo idioma.

—¡No sabía que hablabas tan bien el inglés!

—Cuando tienes un novio británico te acostumbras a ciertas palabras —admitió Jungkook encogiéndose de hombros.

—¡Waaa! Se volvió presumido nuestro líder —comentó Hyun-jin medio en broma.

—Es un presumido, sólo finge que no —expresó Jimin—. Estas hermoso, Taehyung hyung.

Taehyung volvió su atención a Jungkook, quien se acercó a su madre para saludarla con un beso en la mejilla, para luego hacer una pequeña reverencia. Charlotte estaba acostumbrada a saludar con besos en la mejilla o abrazos, así que Jungkook respetaba aquello de su cultura sin dejar de lado la suya.

—También te maquillaste —susurró Jungkook tomando las manos de su novio.

Todo el ajetreo en la habitación desapareció para ellos mientras se miraban a los ojos. Solo podía escuchar los secadores y el calentamiento de las voces de Jimin junto a la de Hyun-jin.

—Mom sugirió que usará un poco de sombras y un labial muy sutil, apenas se nota que llevo maquillaje —explicó Taehyung bajando su mentón. La intensa mirada de Jungkook lo estaba poniendo nervioso.

La mano del azabache fue hasta el mentón del castaño que miraba sus manos juntas. Levantó su rostro y le dedicó una sonrisa de orgullo.

—Yo lo iba a notar —expresó Jungkook en voz baja—. Me gusta, resalta tu mirada, así podré encontrarte fácilmente entre el público y no te perderé de vista.

Taehyung sintió sus mejillas calentarse. Era extraño que Jungkook le hiciera sentir tan tímido con palabras como esas, casi siempre era al revés. Pero supuso que estaba frente al Jungkook que es una estrella de rock y toca en una banda de chicos que vuelve locas a las chicas.

—¿Viste lo que llevo puesto? —expresó Jungkook extendiendo sus piernas mostrando con orgullo las botas que le regaló para año nuevo.

Se rio bajito al ver como Jungkook tenía sus mandos en su cintura y alzaba su mentón con picardía, mirándolo de reojo mientras modelaba sus botas con sus iniciales de un lado y el girasol falso del otro lado.

—¿Es tu amuleto de la suerte? —cuestionó Taehyung sonriente.

—Lo es.

—Cariño, tenemos que irnos ya —escuchó a su adre decirle del otro lado de la habitación. Siquiera se dio cuenta cuando ella se movió de su lado.

—Si —masculló—. Solo vinimos a desearles buena suerte en el concierto. Disfrutaremos mucho, ¡Vamos Blue Notes!

—¿Y mi beso de la suerte? —cuestionó Jungkook al ver como este se despedía de todos, incluso de la persona que empezaba a maquillarlo.

—¿Aquí? —preguntó Taehyung sorprendido, mirando a su alrededor como todos parecían tener su mirada en él.

—Te lo daré como recompensa por haberlo hecho bien, así que más te vale que cantes mi canción con mucho amor —señaló Taehyung causando la risa de sus compañeros.

Jungkook solo se rio y vio como este le tomó algunas fotografías mientras lo maquillaban y luego desapareció por el pasillo junto a su madre.

La multitud rugía como un mar embravecido mientras Taehyung caminaba entre bastidores, su corazón latiendo con una mezcla de emoción y nerviosismo. A su lado, su madre Charlotte irradiaba una tranquila calidez, su sonrisa serena.

Avanzaron por el pasillo, observando cómo algunos de los fans entusiastas se apresuran para encontrar sus lugares. Taehyung volvió su mirada al escenario sin darse cuenta de cómo muchas personas tenían su mirada puesta en él. Su mente estaba en Jungkook y Blue Notes, imaginándolos bajo las luces cegadoras, entregando su alma a la música.

Al llegar a su lugar en primera fila, saludó a la familia de Jungkook cada uno con un abrazo y una reverencia. Se sentía feliz de ver al señor Jeon allí, él sabía lo mucho que significaba para Jungkook el que estuviera presente.

Su cuñada Eun-joo estaba llena de energía y agradecía que estuviera a su lado, mientras que su madre encontró rápida conversación con la madre de Jungkook. Era consciente de que se la pasaría saltando y cantando las canciones sin vergüenza alguna como un fan más de Blue Notes, pero al ver la camiseta de su Eun-joo dudó un poco de que fuera el fan número uno.

Taehyung miró hacia el escenario, donde Jungkook estaba a punto de salir. La emoción lo embargó, una mezcla de amor, orgullo y admiración. No podía esperar para ver por primera vez a su novio en un escenario así de grande.

Las luces se apagaron y el público estalló en vítores. Un reflector iluminaba el centro del escenario, revelando la figura cada integrante que fue subiendo al escenario, Taehyung se acomodó el bolso nervioso por la aparición de Jungkook y cuando pensó que gritaría al verlo, todo lo que hizo fue quedarse petrificado en su lugar.

Entonces el pabellón enloqueció, los gritos de los fans retumbaron en las paredes.

Jungkook comenzó a tocar su guitarra, con la voz poderosa y llena de emoción de Jimin resonando en el recinto.

Taehyung solo se dejó llevar por la música, cerrando los ojos y sintiendo cada palabra, cada nota, como si le llegaran directamente al alma.

Miles de fans coreaban las canciones de Blue Notes, sus voces unificadas en una poderosa melodía que hacía vibrar el suelo bajo sus pies. Taehyung se sentía envuelto por la energía arrebatadora.

Toda la familia estaba impresionada por la presencia escénica de la banda, especialmente la de Jungkook, quien tomó el centro del escenario para presentar una canción especial.

La energía en el estadio es palpable mientras Jungkook se preparaba para presentar una canción inédita junto a sus compañeros de banda titulada "Under the radar". El público expectante murmuraba con anticipación, ansiosos por escuchar la nueva creación del artista.

Las luces se atenuaron y un solo reflector iluminó el centro del escenario. Jungkook, con una sonrisa enigmática en su rostro, tomó posición frente al micrófono y la melodía del piano de Hyun-Jin comenzó a sonar, creando una atmósfera íntima y misteriosa.

Ver a Jungkook sin su guitarra era una nueva faceta, le gustó ver como este se entregaba a narrar una historia de amor que explora las emociones ocultas y los deseosos reprimidos. De anhelos que se esconden bajo la superficie y sabía perfectamente que ese amor del que hablaba era el de ellos.

Cyrus marcó un ritmo con precisión y poder, Jimin tocó la guitarra eléctrica y acompañó a Jungkook en un dúo armonioso que fue subiendo de tono poco a poco hasta crear una energía más rockero, pero sin dejar de ser bastante sentimental.

Su mirada se encontró con la Jungkook mientras este tomaba el micrófono sus manos y todas las luces se encendieron, transmitiendo toda la energía a cada persona que ahora brincaba y gritaban a su alrededor.

—Under the radar, where love is free, just you and me, in our own reality.
No need to hide, no need to show. In this secret space, our hearts glow (Bajo el radar, donde el amor es libre, solo tú y yo, en nuestra propia realidad. No hay necesidad de esconderse, no hay necesidad de mostrar. En este espacio secreto, nuestros corazones brillan) —cantó Jungkook saltando y corriendo por el escenario con una sonrisa que iluminaba su rostro como las luces que le rodeaban.

—We find our way, in the softest lights (Encontramos nuestro camino, en las luces más suaves)—cantó con mucha energía al tomar el micrófono sin dejar de bailar y moverse por el escenario.

—A private love, pure delight (Un amor privado, puro deleite)

Taehyung observaba a Jungkook con fascinación. No podía creer la energía que desprendía su novio sobre el escenario. Sus movimientos eran precisos y llenos de estilo, su mirada magnética cautivaba a todos los presentes. El interactuaba con el público con naturalidad, regalándoles sonrisas y guiños cómplices a Taehyung de vez en cuando.

En ese momento, se dio cuenta de que Jungkook era como dos personas distintas que cuando sube al escenario, se transformaba en una fuerza de la naturaleza, un artista con una presencia arrolladora.

Lo estaba disfrutando mucho, se le notaba en su cuerpo transpirado, en cómo su pecho subía y bajaba, como se acercaba a Cyrus y bailaban al ritmo de la batería, luego a Jimin y cantaba con él, sin dejar fuera a Hyun-jin y dedicarle una sonrisa de oreja a oreja. Se notaba mucho que estaba en su mejor momento y nadie podía quitarle eso.

Taehyung se dejó llevar de Eun-joo y saltó al ritmo de la música, gritó y movió sus caderas al compás de las vibraciones que llenaban en el pabellón. La voz de Jungkook no dejaba de ser dulce y energética.

Sonrió aún más cada que su mirada y la de Jungkook se encontraban, él le estaba dedicando esa canción indirectamente.

En cuanto la canción terminó, el público enloqueció, coreando su nombre y aplaudiendo con entusiasmo. Taehyung gritó de la misma manera, sintiendo la emoción correr por sus venas.

—¡Uf! —expresó con la respiración agitada—. Eso fue divertido, ¿se divirtieron?

Un "si" al unísono se escuchó como respuesta lo que hizo sonreír a Jungkook mientras volvía a colgarse su guitarra.

—Está próxima canción ya la conocen muy bien y saben lo significativa que para mí —, comenzó diciendo Jungkook—. Hoy, quien me inspiró a escribirla se encuentra aquí, y quiero que sepa que es el milagroso sol resplandeciente. Esto es Sunshine Miracle.

La banda empezó a tocar, las primeras notas llenando el aire con una dulzura especial. Desde el primer acorde, los ojos de Jungkook se posaron en Taehyung. Quizás no era la intención del pelinegro mirarlo durante toda la canción, pero de todos modos lo hizo, sus ojos brillando con una mezcla de amor y gratitud.

Taehyung, sintiendo otras miradas sobre él, trató de mantener la compostura. Algunas fanáticas cerca de él también notaban la conexión, y él movía sus manos de un lado a otro, intentando disimular sus mejillas sonrojadas.

A medida que la canción avanzaba, la conexión entre ellos era palpable. Jungkook cantó cada línea con una intensidad que hablaba directamente a Taehyung, sus miradas entrelazadas en un lenguaje que solo ellos comprendían. La música, las luces y el amor que compartían creaban un momento mágico.

Taehyung se sintió completo, feliz y lleno de amor. Esta noche era perfecta, un recuerdo que quedará grabado para siempre en su corazón.

El concierto fue todo un éxito, tal y como se esperaba que fuera. En cuanto Blue Notes salió del escenario su familia le siguió hacia los bastidores, donde los encontraron en el camerino riendo emocionados.

—Estoy muy orgulloso de ti, Jungkook —le dijo su padre en medio de un abrazo—. Perdón por haber dudado de tu capacidad para ser un buen músico, eres una estrella.

—Gracias papá —susurró tratando de no dejar salir esas lágrimas que se volvieron un nudo en su garganta.

Hicieron una pequeña celebración llena de felicitaciones para Blue Notes, pero lo mejor de todo aquello para Jungkook fue recibir, finalmente, un beso de su novio cuando los demás estaban distraídos.

Todos se preparan para irse, Jungkook se despidió de su familia y de la de sus amigos, que sorprendentemente para ellos fueron a verlos y estaban igual de felices. De repente el salón de vestuario estaba muy lleno hasta que se fueron diciendo adiós poco a poco.

Jungkook no se alejó de Taehyung ni por un segundo, su novio se veía demasiado bien como para permitir que estuviera muy lejos de su cuerpo, así que lo mantuvo cerca al tomarlo de la mano o agarrar su cintura de vez en cuando.

Al llegar a casa, Taehyung agradeció que finalmente pudo a solas con Jungkook, a quien llenó de besos y felicitaciones, con una sonrisa que no abandonó su rostro mientras entre besos y sus manos sujetándolo de la cintura, le sugirió un masaje sabe antes de irse a dormir.

—Acuéstate boca abajo en la cama, honey —le pidió Taehyung buscando entre las gavetas del baño algunos de sus aceites.

—¿Me quito toda la ropa? —preguntó Jungkook—. Creo que un masaje será suficiente para que te comas el postre esta noche.

—En realidad, pensaba hacerlo mañana que estuvieras más descansado, hoy tus músculos necesitan relajarse —consideró Taehyung al llegar a su lado en la cama.

Encontró a Jungkook recostado boca abajo solo con su ropa interior y su mirada puesta en su móvil, deslizando su dedo por los mensajes que dejaban sus fans en el muro de Blue Notes. Sintió los dedos de su novio hundirse en su piel y no de la manera que esperaba que terminarían esa noche, pero igualmente dejó salir un jadeo al apreciar como este presionaba en los mejores lugares.

Mantuvo su atención en los comentarios de las fanáticas y se rio algunos comentarios. Vio algunos vídeos e incluso la fotografía de él que Taehyung subió a su perfil.

A medida que se fueron actualizando los mensajes, Jungkook frunció el ceño al darse cuenta de que ha visto más de tres comentarios seguidos en el que se hablaban de él y Taehyung, no colaban directamente su nombre, pero se le hacía alusión a una posible pareja suya presente en el concierto.

Encontró un artículo que fue recientemente publicado en el que se habla directamente de él y Taehyung. No esperaba que el haber cantado una canción para su novio traería de que tanto hablar y el titulo lo decía todo.

"El líder de la banda emergente, Blue Notes, dedicó Sunshine Miracle a alguien del público. Fans sospechan que se trata de su pareja".

Tuvo miedo de leer más, así que sólo leyó una parte del artículo, pensó que no podría ir más allá cuando entre comentarios y vídeos de ellos durante el concierto, de él durante Sunshine Miracle. Se encontró con algo que lo dejó helado.

Y por primera vez desde que empezaron a ser más reconocidos, se sintió atacado cuando vio la fotografía y sintió su corazón latir con fuerza al ver que la misma se repitió una y otra vez a medida que fue bajando, luego un vídeo y más fotos.

Taehyung no estaba al pendiente de nada más que no fuera de deshacerse de los nudos en el cuerpo de su novio, es por ello que se alarmó un poco cuando sus músculos se contrajeron y se tensaron bajo la yema de sus dedos.

Trató de ver eso que lo causó y solo vio como Jungkook deslizaba sus dedos sobre la pantalla de su móvil con rapidez. Algo no andaba bien.

—¿Pasa algo, honey? —cuestionó acariciando los hombros de Jungkook para tratar de relajarlo, pero no funcionó.

Jungkook estuvo a punto de responder cuando recibió una notificación del grupo que tenía con la banda y su manager Namjoon. Rápidamente leyó el mensaje y supo que el momento había llegado, no de una manera tan favorable para ellos.

Namjoon
Perdón si arruino su noche de celebración.
Mañana nos vemos temprano en la empresa. Reunión ejecutiva, para discurrir sobre este tema.
Es importare que todos estén presentes.

Bajo el mensaje de su manager se encontraba las fotos y vídeos desde distintos ángulos. Jungkook no pudo evitar maldecir bloqueando el móvil y dejándolo lejos de su cuerpo para luego apretar sus ojos con notable frustración.

Taehyung se bajó de su cuerpo, preocupado y no dejó de acariciar su cabello. Curioso de lo que sea que estuviera pasando como para que Jungkook estuviera de esa manera.

Fue entonces cuando este levantó su mirada e inmediatamente entendió lo que estaba pasando. Hay una mezcla de preocupación y miedo en sus ojos. La relación entre ellos no es secreta, pero han tratado de mantenerla privada, alejada del escrutinio público.

De una cosa si estaba seguro Taehyung y es que sea lo que sea que Jungkook haya visto y le haya hecho maldecir, marcaría el inicio de algo para lo que ellos no estaban preparados: Una relación pública.

Buenas, buenas.

Espero que les haya gustad el capitulo de hoy, no duden en contarme que les pareció.

Blue Notes volvió a casa y tremenda bienvenida tuvo Jungkook, picante. Cada vez Jungkook muestra su lado mas atrevido.

Jungkook cantando una nueva canción para Taehyung fue una de sus tantas demostraciones de amor. ¿Qué les pareció?, por otro lado, fotos y videos, ¿de que creen que hayan sido las fotos y el video?, ¿es algo realmente malo que podría afectarle a Blue Notes o no?, ¿creen que le prohíban salir juntos a partir de ahora o la empresa los apoyará? Los leo.

Adelanto del próximo capitulo: ¿Familia y persecución?

Nos seguimos leyendo el viernes o sábado en la actualización de "Por una obra maestra".

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