Capítulo uno

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Jennie, joven y hermosa profesora, que desde que ha llegado al colegio, ha causado varios suspiros y fantasías sexuales a muchos alumnos y alumnas, sobre todo en una tailandesa que se vuelve loca por tener esa linda boca en su zona más intima.

—Guarden todo, repartiré el examen —Jennie camina banco por banco dándoles las hojas. En cuanto se detiene en una castaña de ojos grandes, se impresiona al verla en un estado no tan bueno.

Ojeras y ojos llorosos.

Mentiría si dice que no se está preocupando, pero no va a decir nada.

No quiere ser entrometida.

Lisa agradece y comienza a escribir su nombre en la hoja, luego bosteza y comienza a leer cada ejercicio.

No entiende nada.

Jennie ya está sentada en su asiento, mirando a cada uno de sus estudiantes, todos están concentrados, tratando de resolver los ejercicios, pero ella únicamente tiene ojos para la señorita Manoban, quien parece no entender nada.

Le preocupa que se lleve la materia a examen, pero desgraciadamente no puede hacer nada.

Aún recuerda cuando se le insinúo, no la primera vez, ni la segunda. Sino todas las veces, siempre ha sido una chica que quiere llamar la atención de su profesora favorita, y aunque a veces piensa que fracasa, es todo lo contrario.

—Profe, no entiendo esto.

Justamente la persona que está en sus pensamientos la interrumpe, ella le dice que se acerque, Lisa camina hasta su escritorio y le muestra el ejercicio.

Sus ojos van hacia la blusa de la pequeña, y joder, tiene pequeños, pero tan apetitosos senos, que la enloquecen.

Le gustaría chuparlos.

Lamerlos y también le gustaría lamer otra cosa.

Cierra las piernas.

Lisa sonríe al darse cuenta, Kim ya conoce muy bien a la chica que está prácticamente todos los días en su pensamiento.

—¿Entendiste? —cuestiona la mayor cuando termina de explicarle, la verdad es que no ha prestado atención, pero asiente porque sabe que si dice que no, la mujer la ahorcaría, se siente patética no entendiendo cosas muy sencillas.

Camina hasta su asiento moviendo sus caderas exageradamente, porque sabe que Jennie no quitaría sus ojos de su trasero, ya la ha pillado muchas veces haciéndolo. Y bueno, ama tener la atención de su mommy en ella.

En sus sueños eróticos la llama 'mommy', ésta la azota una y otra vez, dejando su culo demasiado rojo para después comerla completamente.

Cierra los ojos junto con sus piernas por inercia al recordar eso, se siente mojada y sabe que tendrá que ir al baño para meterse los dedos, joder.

Recordando sus fantasías se ha mojado y casi, casi tiene su orgasmo, pero necesita tocarse, lo hará imaginándose que se trata de su sexy profesora.

Muerde su labio inferior, tratando de concentrarse, pero falla rotundamente, traga saliva una vez que cruza miradas con la profesora Kim, quien la mira curiosamente, ella le sonríe y le devuelve el gesto. Se levanta del asiente con sus piernas muy juntas y unas bragas rosadas completamente empapadas de excitación, le entrega el examen.

Antes de irse, su profesora favorita la llama.

—Lalisa —Lisa voltea y camina lentamente hacia su profesora.

—Dígame, profesora —la voz que hace es infantil, Jen sonríe y niega.

—Si vas a tocarte, abre bien las piernas, así puedes disfrutar más. Y si piensas que lo hago yo, gime preciosa, grábalo y después me lo mandas —le da un papelito con su número, Lisa abre los ojos sorprendida, aún así, asiente sonriente, camina un poco para quedar detrás del escritorio y tapar lo que quiere hacer, agarra la mano de Jennie, hiendo que toque sus bragas mojadas.

—Muy mojada, bebé —la mira y quita su mano sonriendo—. Ve y disfruta, si te portas bien después te compensaré como quieras —le guiña un ojo y se levanta del asiento caminando hacia un alumno quien la ha llamado.

Lisa gime y agarra un papel, anota su número poniendo como título.

Mommy's baby.

Jennie gruñe al leerlo después que todos se han ido.

El vídeo llega y ella ve como los dedos de Lisa entran una y otra vez dentro de su feminidad, gimiendo, abriendo sus piernas a más no poder, cabeza hacia atrás, labios mordidos y sus bragas en el suelo, únicamente con su falda color gris que tapa su feminidad a penas.

Segundos después su falda se cae al suelo y ve completamente su feminidad, chupa sus dos dedos y los vuelve a colocar dentro de ella, gimiendo sonoramente, Jennie cierra sus piernas involuntariamente.

Deja el celular en el escritorio, colocando dos dedos dentro de sus bragas, comenzando a masturbarse mientras observa a la menor, quien se corre rápidamente, Jen se corre a los pocos segundos observando cuán destrozada se encuentra su alumna favorita.

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