➡️Cap.49🔙

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Me ama" se repite una y otra vez dentro del cortocircuito que es mi destartalado cerebro.

Es que luego de sentirme morir dormido y despertarme dentro de un bucle sin retorno, viene éste y "pum". Me dispara directo al medio de mi pecho y desde escasos centímetros de distancia...

Y no reacciono, me quedo durito. Peor que cuando estoy tieso como hierro o a lo mástil de bandera ¡Es más! Creo que tampoco respiro cuando siento mi inminente ahogo por dentro avanzar y me obligo a abrir el hocico a lo pato criollo para luego inspirar profundo.

Y finalmente hago, lo que debía hacer hace unos momentos. Lo pellizco con todas mis fuerzas y luego caigo de cuentas, que es a mí a quién debía hacerle eso.

—¿¡Pero qué demonios te sucede!? —suelta el hombre de mi vida con su ceño fruncido a no dar más y su mirada de completo asesino serial de la primera plana de los diarios.

—¡Ups¡ Lo siento amor, pero debía asegurarme de que no fueras un sueño —suelto entre mohines totalmente infantiles para evitar mi certera reprimenda.

—¿No debías en todo caso, pellizcar tú propio brazo?

—Es que el tuyo es más sexi y bonito —suelto seguro de tenerlo entre mis manos.

—Me declaro y casi me desgarran el brazo —dice malhumorado y no aguanto mis ganas de estrujar sus cachetes, porque es la cosa más hermosa de este condenado planeta.

—¡Pero qué hermoso qué es mi gran hombre todo enamorado! Lo siento amorcito, pero déjame decirte que eres un exagerado. Lo mío es un rasguño comparado con tu agarre si me haces algo.

Mis palabras deben haber activado algo, porque la mirada de asesino se convirtió en la de un guepardo en tan solo unos pocos segundos. Y haciendo uso de su fuerza absoluta, me eleva y se gira dejándome abajo, atrapado entre sus gruesas y firmes piernas.

¡Y maldita puta vida! Que se pudra el condenado baño y me proliferen las malditas bacterias, porque éste desgraciado que está más caliente que sol de verano y encima me ama, está que arde en llamas... Y uno, con hartas ganas de quemarse.

—Cambio de planes bebé, me dolió muchísimo, pero ahora me gusta.

¡Ah bueno! Te me calmas ¡La bipolaridad en persona hermana! Y uno acá, sin poder ocultar la creciente erección que supone dejarme llevar por todo esto.

—Por lo visto, estamos en sintonía cariño —dice ronco y profundo mientras mueve su cadera a lo batidora de mano.

¡Y no sé qué espera! Si se menea de esa manera no soy dueño ni de mis propios pensamientos... Cada parte de mi cuerpo reacciona como por inercia haciéndose complemente suyo. Y les juro por mi Hanna Teresa, que mi cuerpo tiene pensamiento propio y es autómata de su gigante dureza. Sí, completamente enamorado de un magnífico trozo que quiero que me remueva.

—¿Se puede amar y desear tanto al mismo tiempo? Es... que me siento un poco raro siendo así de carnal en todo esto —dice Jungkook —. Por favor bebé, dime algo, lo que sea.

—Me estás apretando un huevo —suelto.

¡Y bueno! Es lo que sucede justo en este preciso momento y si mi huevo se aprisiona, no pienso... Lo siento.

Me mira, moviendo su rostro en continua negación y sin poder creer las absurdas contestaciones mías —. Eres un caso serio cariño —suelta risueño mientras se acomoda al costado de mi cuerpo.

Y no puedo desviar la mirada de la musculatura que se forma cuando flexiona su antebrazo y asoma su bíceps, como un monstruo gigante tintado que amenaza con poseerme.

—Dios... Deberías ser considerado un pecado ¿lo sabes, no? —anuncio sin dejar de comerme su brazo con mis ojos y a medida que me acomodo el pobre y casi desahuciado huevo a un costado.

Y si a eso le sumamos elevar mi visión y concentrarme en los adornos puestos estratégicamente sobre su rostro, me vengo en seco. Porque es la puta perfección bajada desde los cielos o elevada desde el mismísimo infierno...

—¿Ya dejaste de babosearte? —suelta el descarado mientras desliza su juguetón dedo sobre mi estremecido cuerpo, deteniéndose en mi ombligo —. Está lleno de leche seca —anuncia como si nada.

—Es que nos dormimos embardunados ¿o no lo recuerdas?

Contesto como si no supiera sus segundas intenciones en cuanto se acerca a mi panza y me suelta: —Entonces, déjame limpiarte con mi lengua...

¡Y por Dios bendito! ¡Que la maestría de esa lengua se vuelva sagrada! Merece una plegaria y hacerle un rezo que de credo tenga poco. Porque me deja jadeando como poseso sobre que ocupa sus manos para acunar mi falo y luego, mis bolas.

—¡Oh por Dios! Kook —anuncio sobre que siento estremecer casi todo mi cuerpo bajo el poder de su sexi impronta.

Dejando de lado mi pseudo pijama para ser el cóctel de esa agraciada boca. ¡Bendito orificio que sabe hacer más que besarme la puta boca!

—Eso es bebé, déjame comerte de a poco, limpiaré cada uno de tus calientes agujeros —sentencia y casi muero por lo bizarro del asunto.

Hasta hace un rato, estaba declarándose todo enamorado y ahora, es el mismísimo demonio hecho persona. ¡Y por Dios! Qué me tiene completamente al palo y dispuesto solo por y para él.

Y a juzgar por la escasa luz que entra del afuera, estamos al albor de la mañana... O sea, tenemos unos cuantos minutos a favor de comernos la piel, como se nos dé la reverenda gana.

Entonces, pasa su lengua por cada ondulación de mi soma sin hacer una puta cara de asco a nada. Es más, creo que la situación lo calienta tanto a él, como me calienta a mí. Porque en un momento dado, eleva mis piernas, arrastrando mi culo y dejando expuesto mi agujero solo para la destreza de su sin hueso.

Y siento desfallecer, cuando tantea cómo pidiendo permiso para luego hundirse como cuchara a la miel, mientras me aprieta las piernas con suma fuerza.

Yo solo atino a agarrarme de las sábanas con fuerza, para tratar de ayudar a mantenerme en el lugar y no salir expedido con su fuerza y golpeando contra el cabecero de la cama.

—Gime bebe, no te retengas, déjame escucharte hambriento porque te coma —suelta el desgraciado que me deshace con su boca sobre la unión de mis nalgas.

Pero cuando siento como desliza una larga falange hasta el fondo, mordiendo mi nalga en el proceso, no me puedo retener y gimo. Haciéndolo más fuerte cuando se acoplan dos dedos sobre mi agujero sin un ápice de culpa.

Sus labios succionan la piel al alcance de su boca mientras con su mano libre de sombras, me roza pellizcando cada tanto y convirtiendo un leve cosquilleo de ardor en placer absoluto.

Y no puedo retenerme más tiempo, a medida que mi cuerpo experimenta la conjunción de dolor con placer y su mano arremete en lo profundo con tres dedos.

—Eres la puta gloria bebé, tan receptivo y tan mío, que me vuelves loco... Amo ser el dueño de cada uno de tus gestos y jadeos —anuncia con gruesa voz y me derrito, me vengo en largas tiras perladas que recaen por todos lados mientras mi cuerpo experimenta increíbles espasmos que no sé ni de donde salieron.

Y a medida que tiemblo, su lengua recorre mi cuerpo juntando mi esencia. Creando en mí, una malsana necesidad de probarme nuevamente desde su boca.

Y al llegar a mis labios, apasionado me besa, dejando que me sienta y que -finalmente- enloquezca por tenerlo adentro de mi boca.

Luego, empujando su cuerpo y dejándolo de rodillas sobre mí lecho, me dejó caer de rodillas al suelo y le imploro: —Folla mi puta boca.




























👀 Omaigad😏 estos susukis ponen primera y adentro 😈🤣

Gracias por leer, comentar y votar 🥰

Los amito mucho♥️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro