Catorce: Embriagado Sin Alcohol

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N/A: Porque no necesitamos ser correspondidos para embriagarnos de amor.

Saben, estoy poniendo mucho relleno JAJAJA, siento que es relleno en plan naruto, ¿Creen que si?  

Jueves por la tarde.

Tras terminar las clases, YoonGi había salido corriendo directo a su casa para arreglarse dado que quería verse bonito en la cita que tenía. Gracias al haber ido de compras el día anterior con Taehyung, ahora tenía un atuendo que lo hacía lucir bien. Coloco maquillaje, aretes y perfume una vez listo se sentó a esperar que el chico tocara su puerta. 

Dios, estaba tan pero tan entusiasmado con todo esto, que incluso malos pensamientos inundaron su mente, mas no les prestó atención, todo estaría bien. Todo solo era producto de una mente llena de nervios y una emoción profunda. 

Cuando el timbre resonó en el silencio de la casa se levantó de golpe corriendo escaleras abajo, mas se detuvo en la puerta haciendo un bailecito incomodo, no quería parecer desesperado. Respirando profundo abrió la puerta viendo a su amor vestido con un suéter amarillo con un gran escote en V, unos pantalones negros que resaltaban sus piernas de bailarín que poseía, además de unos lentes a juego para cubrir sus ojos grises del sol, definitivamente lucia perfecto. 

---Te ves bien, ¿Nos vamos?--- YoonGi sonrió asintiendo con la cabeza gacha, sabia que se había sonrojado y debido a su piel blanca se vería claramente. 

---Gracias, ¿siempre a donde iremos? --- preguntó con su voz sonando alegre y un tanto distraída, ¿Cómo no estar distraído? Su JiMin lucia hermoso y poco a poco lo enamoraba de una manera exagerada, si algún día le decían que dependía emocionalmente del chico diría que sí, sin remordimientos.  

---Bueno, estaba pensando que podríamos ir por un helado y al cine tal vez, es ligeramente cliché pero definitivamente quiero ir al estreno de esa película...--- comentó a la deriva, quería saber cual escogería YoonGi, normalmente se menciona que jamás terminamos de conocer a las personas, pero eso no era impedimento para comenzar a querer comparar su relación actual con aquella que podría llegar a tener con el chico de sus sueños. 

---¿Qué película es? ¿Es esa de terror que dicen que esta buena? ---musitó torciendo su boquita rosa para recordar el nombre de dicha película:--- ¡A sí! se llama Ruega por nosotros. 

JiMin sonrió, ¡Definitivamente es la persona que amaba! Ahora con el ánimo al cien, tomo la mano pálida de su acompañante para comenzar a caminar, ignorando por completo qué YoonGi se había vuelto a poner colorado hasta las orejas debido al inesperado cruce de dedos.

En el camino una máquina de peluches llamo la atención de YoonGi deteniendose precipitadamente al ver a unos chicos intentar sacar un lindo gatito blanco qué gracias a L estructura parecía una bola tierna y apachable.

---¿Te gusta? ---preguntó Park al ver que los ojos azules del chico estaban fijos en aquel gato.

---Es bonito... --- susurró moviendo ligeramente la cabeza para restarle importancia, volviendo a tomar la mano del chico para caminar, mas al ver que el bailarín no se movió volvió a dirigir la mirada al chico.

---Ven ya se fueron. ---JiMin jaló la mano del chico hacia dicha máquina dispuesto y con toda la valentía del mundo, inserto una moneda dispuesto a sacar el gato para el chico.

---No era necesario... ---murmuró, mas guardando silencio para dejar a JiMin concentrarte.

Como todo un experto, el azabache inserto una moneda al juego haciendo qué la musiquita sonara, la garra se movió de acuerdo a los movimientos de la palanca.

---¿Quieres es gato o otro?

---El Gatito esta bien. ---JiMin asintió, dispuesto a sacar el gatito blanco, que le recordaba bastante al chico ojo azul.

Una vez la garra estuvo en el lugar correcto, presionó el botón sin soltarlo, la garra tomo el gato en cuestión haciendo qué YoonGi soltara un jadeo de su boca esperando a ver si el animal aguantaba hasta caer en donde debía caer.

Al ver que fue así completamente entusiasmado lo saco por la portezuela, gritando un "¡muchas gracias!" abrazando al chico. Siempre había querido sacar un peluche de las máquinas pero siempre las garras lo soltaban o simplemente nunca lo lograba agarrar.

---Listo, vamos a por el helado. ---abrazando el peluchito, ambos continuaron el camino prestablecido. Con risas plasmadas en sus rostros una qué otra bromita surgía de ellos, entraron al local de helados dispuestos a pedir su helado.

---Me da uno de mandarina y ¿Qué quieres Ji'? ---menciono Min, sin medir qué aquella abreviatura del nombre del chico sonaba exclusivamente bien, haciendo qué su acompañante pusiera una sonrisa boba ante la familiaridad con la que era tratado.

---Qué sea de vainilla y chocolate , por favor. ---contestó perdiéndose en lo bonito que se veía el chico, aquella camiseta rayada con la chaqueta negra bordada con unas águilas hacia qué se viera inalcanzable, JiMin se sentía bendecido porque aquel chico permitiera qué sus ojos pudieran verlo, era un deleite visual. Sentía tan, pero tan enamorado qué fácilmente podría decir que estaba alcoholizado.

---Toma, ¿Quieres comerlo aquí o vamos a sentarnos al parque? ---preguntó YoonGi, saboreando su helado aun aferrado al gatito.

---Vamos al parque, es mejor y mientras esperamos la hora de la película. --- completamente de acuerdo, así sin más salieron del lugar para caminar uno junto al otro, a pesar de no ir hablando el ambiente en ellos era tan cálido y cómodo qué incluso ninguno se atrevía a romper aquel silencio.

---Bueno, ¿siempre si iras a competir contra otras escuelas? ---atreviendose a romper el silencio, habló mientras volvía a comer de su helado. Si bien, no era un secreto qué los bailarines de la escuela eran el mayor orgullo de la misma, lo cual hacían qué compitieran contra otras instituciones, muchas veces ganando los tres primeros lugares.

---Claro, más que por obligación es realmente innovador qué compitas con alguien que comparta la pasión qué tienes... Es gratificante en el sentido en que todos aprendemos... ---si había algo que YoonGi podría escuchar por siempre era de aquella pasión qué JiMin tenía por la danza, era jodidamente único, y por otro lado JiMin jamás se cansaría de hablar de su más grande sueño.

Aun pesé a vivir enjaulado en las redes de las voces de las peros más, aun si vive callando su corazón para tenerlo todo, bailar siempre fue y será su mayor anhelo, su padre se negó en su momento más al ver el reconocimiento que obtuvo se cayó. Más cada día JiMin vivía con el temor de dejar de bailar porque lo amaba y comenzar ha hacerlo por la obligación y el cariño que cada día imploraba a su padre.

Incluso ahí, bajo la luz cálida del sol, junto aquel chico que pintaba su vida de colores, su estómago se enredaba de los nervios qué en cualquier momento alguien llegara y lo reconocieran, que fuera incluso su mismísimo padre. Los demonios a su espalda cada día pesaban más, y por culpa de ellos y de todos jamás podría corresponder o incluso amar a YoonGi. Jamás lo haría, no podía y aun si su corazón de rompía, sabia que no debía hacerlo, porque por pequeñas accione tienes que sacrificar todo y JiMin no estaba dispuesto a morir en vida. Al menos no más de lo que ya estaba.

---Es realmente lindo verte hablar de aquello qué amas, cuando termines esto, ¿Estudiarás algo relacionado al baile? ---JiMin con su Miranda fija en un punto muero sonrió con nerviosismo y soltó un suspiro.

---Me encantaría estudiar artes plásticas, sin embargo no es correcto... Más bien debo pensar en una carrera qué ayude a mi padre, probablemente escoja leyes. ---dejó salir en medio un suspiro tristón. ¿Qué sería vivir como él? Sin metas propias, y los pocos sueños qué tienes no puedes cumplirlos, ¿Qué se siente estar muerto en vida?

---¿no es correcto por...? ---YoonGi arqueo una de sus cejas ante el análisis qué hizo de las palabras que dejo salir aquellos bonitos labios rojos.

---Papá no estará de acuerdo en que estudie eso porque no me dará el dinero necesario... Así que simplemente quiere que estudie leyes o ingeniería. ---el pelo menta suspiró con el chico decidiendo no comentar al respecto, ¿Qué puedes hacer? Por las que palabras alentadoras salieran de su boca no ayudarían en nada, aun si JiMin sabia que no debía hacerlo lo haría. Porque vivir con la presión de alguien es demasiado qué harás lo necesario para compensarlo aun si tu vida se va en ello.

---¿ya viste la hora? Vamos al cine, la película empieza, quien llegue al final paga las palomitas. ---mascullo YoonGi para levantarse y salir corriendo hacia la plaza.

---¡Eso no es justo! ---gritó para salir igualmente disparado, gracias a sus piernas de bailarín claramente alcanzo a YoonGi tomándolo de la cintura momentáneamente para distraerlo y volver a correr.

---¡Eso no vale, me distrajiste! ---indignado grito, y aun si sus risas y gritos resonaban por la plaza, estaba bien, porque la felicidad es momentánea pero perfecta.

---¡Hiciste trampa! No vale así, pagas las palomitas. ---jadeo el chico de cabello menta, colocando una mano en su pecho para respirar audiblemente. Definitivamente necesitaba hacer un poco más de ejercicio si quería ganarle a ese chico.

---Bu, bu, lo siento mucho, pero gane así que pagas tú. ---en tono de burla JiMin pronunció dirigiendo uno de sus dedos al brazo del contrario presionados ligeramente, volviendo a repetir la acción en una de las costilla y uno más en la mejilla y otro más en su bonita nariz de boton y uno más en...

---¡Ya! Me da cosquillas, ¡No, Park! ---completamente intencional siguió picando con su dedo logrando qué YoonGi se retorciera como una oruga, riendo aun más fuerte. Sus interacciones fácilmente eran mal interpretada, lucían como una pareja formal. Y a las mentes erradas eso era escalofriante.

---¡Esta bien, esta bien yo pago! ---Gritó levantando miradas más no le importo, porque la sonrisa perfecta qué tenía JiMin relucía y brillaba hermosamente, que más daba si rompía su corazón, era dueño de una de esas sonrisas y con eso ya había ganado todo.

Una vez entraron dejaron de jugar, en un arranque de valentía YoonGi había recargado su cabeza en el contrario, gracias a la poca luz definitivamente nadie había visto y la película fue más que de terror, fue una especial. ¡Era una cita!

Para cuando YoonGi llego a su casa, la noche ya había caído, las luces abundaban en la calle iluminando poco las calles bañadas en oscuridad. Qué más daba, su día fue mágicamente iluminado por todo lo que había hecho con su crush.

Se aventó a la cama gritando y pataleando en ella como el chiquillo enamorado qué era.

---¡Dios! ¡Estoy tan enamorado! ---gritó riendo en la oscuridad de su habitación.

Porque no se necesita estar embriagado pata sentirte en las nubes.

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