Chat 22: ¿Quién es Sunny?

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Dión.

—Ugh, eso me ha dolido hasta a mí —ríe Dess después de que le enseñe el mensaje de Moon.

Parpadeo varias veces y lo hago de forma lenta mientras le dirijo una mirada de odio, pero con una sonrisa plasmada en la cara.

—Cállate, ¿quieres? Que tú vas peor que yo.

—No sé de qué hablas. —Desvía la mirada mientras juguetea con la cremallera de su estuche.

—¿Te crees que no sé que te gusta Hywel? —canturreo, apoyándome sobre la mesa con los brazos cruzados.

—Cállate —gruñe—. Yo al menos lo conozco y hablo con él.

Me saca la lengua.

—Y vamos que si hablas con él. Con la lengua, las manos, el cuerpo —silbo.

Dess se sonroja por completo antes de girar la cabeza para mirar a través de la ventana. Sé que quiere fingir que me ignora o algo similar, pero no puede hacerlo porque al otro lado está el equipo de vóleibol practicando.

En primer plano, se ve a un sudoroso Hywel regañando a Lesya.

—Mierda —musita y vuelve a observarme a mí.

—Oh, no, tranquilo, míralo a él. Disfruta —me burlo.

Él inspira profundamente.

—¿De verdad vas a ayudar a Moon a conquistar a su crush cuando te gusta? —Cambia de tema.

—¿Por qué no? Probablemente, me desinstale la aplicación antes de que lo conozca en la vida real. —Me encojo de hombros.

—Oh, vamos, ¿por qué lo desinstalarías? Es divertido. —Hace un puchero.

—No es tan divertido cuando te empareja con tu ex —bufo.

—Eso solo ha sido un fallito de nada. —Le resta importancia agitando la mano.

—Oh, sí, claro, no será porque la aplicación es una reverenda mierda.

—Ese diccionario andante, no sabes cómo me pone cuando hablas así —bromea Dess.

—Ojalá Moon me dijera lo mismo —me lamento.

—Él solo se mete contigo por eso, ¿no? —Se cruza de brazos mientras que yo asiento, desanimado—. Ya me jodería que de siete personas, te guste justo la que no te corresponde.

—Acostumbrado a ser un desgraciado en la vida. —Me encojo de hombros de nuevo.

—Tan negativo —ríe mi mejor amigo.

—¿Cómo no voy a serlo? —resoplo—. Mi ex está en mi mismo equipo de natación y es subcapitán porque alguien no aceptó su cargo en su momento.

Entrecierro los ojos.

—Pensé que acabaríais juntos de nuevo. —Comienza a silbar con inocencia mientras que yo lo miro con todo el asco posible.

—Tienes demasiadas esperanzas en el amor.

—Tú no la pierdes tampoco. —Esboza una sonrisa inofensiva.

Ruedo los ojos y recojo mis cosas mientras seguimos hablando.

—Cállate, anda. Es hora de que vayamos a practicar.

—No quieroooooo —lloriquea—. Hoy tengo el pelo bien.

—No haberte unido al equipo de natación entonces.

Comienzo a tirar de él por la capucha de su sudadera. Se intenta agarrar a su pupitre, pero yo tengo más fuerza.

—Esto es cruel —declara.

—Bueno, llora.

Al llegar a los vestidores, me desnudo con rapidez. Afortunadamente, cuando hay prácticas, siempre llevo el bañador puesto porque me da pereza enseñarle mis partes íntimas a otras veinte personas.

Me siento sobre el banco mientras le meto prisa a Dess, quien me maldice en voz alta.

—Hywel es un bestia en la cama, ¿eh? —Me muerdo el labio inferior para contener mi risa al ver cómo está lleno de marcas, sobre todo por la zona de la cintura y el cuello.

—Ayer te la montaste bien montada en la fiesta, ¿no? —interviene Charlie, otro chico del equipo.

—Nunca mejor dicho —indico.

Estallamos en carcajadas.

—Ya estáis con vuestras bromas de mal gusto. —Crys irrumpe en los vestidores, comenzando a desvestirse.

—Qué amargado estás. Eso es la resaca —señala otro chico.

Este los mira mal antes de amenazarlos con obligarlos a nadar más largos.

Lo observo fijamente. Crys es todo lo que Lesya no es; pequeño, bajito e irascible. Muchas veces me pregunto cómo Dess puede emparejarme con Lesya cuando mi tipo es Crys.

—Esa tensión sexual —susurra Dess cerca de mi oído.

—Desearías —sonrío socarronamente—. Es mi ex.

—Ugh, últimamente estás de buen humor y es difícil molestarte. —Frunce el ceño—. No me gusta.

Se me escapa una risa y me levanto.

—Anda, calla y vamos a nadar. —Tomo mi toalla.

Me reúno con el entrenador en la piscina. Este comienza a darme una charla sobre entrenamientos y competiciones que intento memorizar.

Cuando llega el resto, los hace sentarse en el borde de la piscina.

—Sé que hay mucha humedad en el aire, por eso hoy vamos a quitar la cubierta —anuncia.

Los chicos celebran, pero yo no puedo evitar rodar los ojos porque significa tener al lado al equipo de vóley y que Dess se distraiga mirando a Hywel cada dos por tres.

Con ayuda de algunos miembros, el entrenador desmonta la estructura que recubre la piscina. No podía entender la tan avanzada tecnología de la actualidad.

La primera sorpresa nos la llevamos en el momento que un balón cae directo al agua, salpicándonos a todos.

—¡Ha sido culpa del cabeza de hierba, que no controla su fuerza! —exclama Lesya.

—¡Eh! —le reclama Jake.

—¡Haberla levantado bien, pedazo de cabrón! —espeta Hywel—. Ahora ve a recogerla.

—Pero eso significaría mojarme —lloriquea Lesya.

—No vaya a ser que te queme el agua de la piscina —dice con un tono irónico su mejor amigo—. ¡Ve a coger el puto balón, niño!

—No me llames así, enano de mierda —bufa Lesya.

Este llega a la zona de la piscina con la cabeza gacha y tosiendo nerviosamente.

—¿Algún problema? —sonrío burlonamente.

—Ugh, tenías que ser tú —sisea.

—Ya sé cuánto te gusto, Lesya, no hace falta que lo expreses en palabras.

Se sonroja repentinamente, sorprendiéndome.

—No digas babosadas —balbucea—. ¿Me pasas el balón?

—¿Yo? Agárralo tú mismo.

—No me voy a meter en la piscina —declara.

—Pues te quedas sin balón. —Me encojo de hombros.

—Pero Dión —me reprocha.

—Eres alto, aprovecha eso.

—Aun así, no llego. —Frunce el ceño.

—No es mi culpa, crece más.

—Oh, vaya, ¿cómo no se me había ocurrido? —resopla con el tono más sarcástico posible—. Dame un segundo para estirarme, pedazo de imbécil.

—Qué agresivo —río, bajando a la piscina por las escaleras metálicas—. ¿Qué me das si te devuelvo tu balón?

—¿Te tengo que dar algo? Me sale más barato comprar un nuevo balón.

—Pues compra un balón nuevo. —Hago el amago de salir.

—¿Qué coño quieres? —suspira finalmente.

—Dale amor, anda. —Dess rueda los ojos.

—Ugh, no, mejor me voy. —Se da la vuelta.

Entonces, Hywel aparece con los brazos cruzados y lo agarra por el cuello de su camiseta.

—Tienes diecisiete años, Lesya Alexei Sinclair —sonríe amenazadoramente—, ¿y no sabes conseguir una pelota de vuelta?

—Oh, por Dios, mi nombre completo no, por favor. —Este se cubre las orejas.

—Pues consigue la puta pelota antes de que te destroce vivo.

—Te pones muy agresivo cuando estás de mal humor —le reclama a su mejor amigo.

—¿Quieres que repita tu nombre? —sisea.

—Le daré amor a Dión, pero por favor, devolvedme el balón antes de que me mate, por favor —ruega.

Carcajeo antes de nadar hasta donde está el balón y lanzárselo.

—No, gracias, no necesito de tu amor, solo quería molestar.

—Hijo de puta. Por eso estás soltero y nadie te quiere. —Me mira con asco.

Río con más fuerza.

—¿Qué te hace pensar eso?

Abre mucho los ojos y se mira con Hywel.

—Porque nadie te quiere por insoportable —indica Dess antes de darme un golpe en la nuca.

—Auch —carcajeo—. Me haces daño emocional con esas palabras, lo sabes, ¿no?

—Ah, bueno, mira cómo me duele. —Mantiene su cara neutral.

Suelto una risa y le lanzo un guiño a Lesya.

—Era bromita, pero no dudaré en avisarte de si hay alguien si tanto te intereso.

Hywel por fin quita su cara de mal humor y comienza a reírse descontroladamente.

—Sunny tenía razón —se burla su mejor amigo.

Lesya lo mira mal.

—Que te den, Ainsworth. —Me saca el dedo antes de irse y Hywel nos lanza un beso para después seguirlo.

—¿Quién es Sunny? —Arrugo la nariz, mirando hacia Dess.

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05/08/2024: 8/?

Ola, sé que dije que iba a calmarme, pero ya sé lo que ocurrirá en los siguientes dos caps de STDQN y estoy escribiéndolos. Aparte tengo el de FMG y una sorpresita. 

QUE ALGUIEN ME DETENGA ANTES DE QUE DE VERDAD TERMINE AMBOS LIBROS EN JULIOOOO.

En fin, un cap narrado por Dión y por fin os presento a mi bebé Crys alshdaksdjla, lo amo mucho como al resto de mis bebés.

Están pasando cosas y Dión está descubriendo otras...

En fin, os dejo pensando y besitos de media mañana.

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