Era la primera navidad que pasaban juntos y, como pedido especial, JungKook le rogó a Jin de estar sólo los dos ese día. Y bueno, el alfa no pudo resistirse ante la dulce vocecita que casi le ruega por estar los dos ese 24 de diciembre.

Kook terminaba de envolver el obsequio que tenía para el mayor mientras este, en la cocina, terminaba con la comida. Había sido difícil conseguir ese libro en braille, la única forma de conseguirlo fue pedirlo por internet, no tuvo otra opción. Pero valió la pena, aunque tuvo que estar atento para que su novio (y futuro esposo) no recibiera la correspondencia y notara el paquete con su regalo. Tuvo que ser especialmente cuidadoso y, por suerte, lo había logrado. Lo que quedaba era entregarle el regalo, envuelto en un bonito papel rojo, cuando el reloj diera las doce.

-¿Kookie?-la voz del alfa lo sobresaltó tanto que, por acto reflejo, escondió el regalo tras su espalda haciendo ruido con el papel.-Kookie ¿acaso estás escondiendo mi regalo?-sonrió divertido-es adorable y gracioso que ocultes el regalo para que no lo vea.

-¡Jin!-el menor se levantó de un salto, dejando el libro en la cama mientras hacía un puchero y se acercaba a su pareja-no te burles, no es gracioso.

Y como era costumbre, hizo que el mayor tocara su rostro para que viera con sus manos su puchero y ceño fruncido.

-Bien, pequeño conejito hermoso, no te enojes ¿sí? Ya no me burlo más.-tomándolo suavemente de las mejillas se acercó y le dio un beso en la nariz-¿vamos a comer, conejito?-en sus palmas sintió el rubor de las mejillas de su omega y el movimiento de su cabeza al asentir.

Kook se dejó guiar hacia la cocina, la mano grande de su pareja sosteniendo la suya. Al llegar vio la comida ordenaba en la mesa y dos lámparas que simulaban ser velas encendidas, dándole un toque íntimo a la cena (aunque un poco divertido al tener en cuenta que no había velas reales).

La cena fue tranquila, algo cursi por parte de Jin y algo tímido por parte de JungKook quien se sonrojaba ante los halagos y los intentos de su pareja por darle de comer. Aunque en más de una ocasión terminaron riendo cuando el mayor no le daba en la boca y terminaba manchando la mejilla o el mentón de su novio.

Al finalizar lo ayudó a lavar y secar los platos, sentado en la mesada como si fuera un niño. Pero el alfa amaba cuando hacía eso, porque de esa forma podía abrazarlo por la cintura y besarlo durante largos minutos sin que su omega escapara. Aunque últimamente ya no hacía ese jueguito de escaparse de sus brazos, por el contrario, solía caer ante sus encantos y se dejaba dominar. Como en ese momento.

-Hyung...vamos al cuarto...-pidió el menor con los ojos cerrados, sintiendo los labios ajenos jugar en su cuello, besando la tersa piel.

-¿Y los regalos...conejito?-preguntó, dejando una que otra marca, sintiendo la mano del omega jugar con el cabello que caía sobre su nuca.

-Tu simple existencia...ya es un regalo para mí.-tiró su cabeza más hacia atrás, suspirando y enredando sus piernas en la cadera del alfa.

-Eso es...sólo una excusa...para no darme...mi regalo... ¿cierto?-al separarse, sintió la mano de Kook afianzar el agarre en su cuello y acercarlo para darle un apasionado beso.

-Te necesito...los regalos no importan ahora...-dijo tras el beso, agitado y aferrándose al mayor.-por favor...hazme el amor, hyung.-susurró cerca de sus labios, su omega suplicándole al alfa por sentirlo.

Y cuando el reloj dio las doce, cuando el resto abría los regalos de navidad, Seok Jin y JungKook hacían el amor entre dulces caricias y palabras cargadas de cariño, envueltos en la calidez de su amor que no les permitía sentir el frío invierno de diciembre.

Hay estos dos 7u7 Kookie sabe lo que quiere 7u7

Nos vemos! besos💋💋💋