A la mañana siguiente, me encontré con una nota de K, y de alguna manera, me sentí feliz de que me siguiera escribiendo y no hiciera lo que prometió: dejar de responderme.

"Zack:

No sé por qué tanta insistencia, si crees que voy a caer en tu mentira solo porque me sonrías encantadoramente a través de una nota, estás muy equivocado, guapo.

- K"

Quizá debía sentirme halagado porque K me consideraba guapo, pero sentía el sarcasmo desde el papel hasta mi rostro.

"K:

Oh, vamos, no es tan difícil, ¿verdad? ¿Tan insoportable soy para ti?

- Z."

Suspiré y simplemente me fui.

A este paso, él jamás me diría su nombre.

Era cierto que sabía algo sobre él y era que íbamos a la misma clase, pero dime tú cómo iba a adivinar quién era cuando había por lo menos ocho chicos de mi clase cuyo nombre comenzaba con K.

Las chicas quedaban descartadas porque... ¿las chicas quedaban descartadas?

No me había planteado preguntarle eso a K. En sus cartas nunca hablaba de sí mismo o misma, así que asumí que era un chico porque me odiaba.

Entonces, de mi clase había unas trece personas cuyo nombre comenzaba con K.

Como decía, adivinar quién era no iba a ser una de mis opciones principales. Además, me había dicho que no era la inicial de su nombre, cosa que podría ser cierta o no.

Cada vez me sentía más confundido y todo era por una persona que ni conocía, quizá le estaba dando demasiadas vueltas al asunto como me había dicho Elián.