En pleno florecimiento, un corazón se abrió en sus manos,

como una flor radiante en un jardín de emociones desbordantes.

Sin embargo, el amor, como un río caudaloso, se lo llevó consigo,

y nunca más volvió a tenerlo cerca, lejos de su abrazo cálido.

Sus lagrimas, como pétalo caídos,
Se esparcierón en su rostro vacío,
y en su alma, los sueños heridos,

Mientras que el amor, lejano a su vista, se volvió el pasado.

. . . . ♡

Pero...

En la oscuridad de aquel desencuentro, la joven halló la fuerza para renacer.

Convirtió la tristeza en un trampolín al encuentro, y decidió en su corazón volver a creer.

Volver a creer en el amor, plantó una rosa de color pasión.

En sus pétalos encontró la esperanza y el renuevo, una promesa eterna de que el amor sigue siendo un tesoro.

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Minerva Olympus