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Capítulo 22

El cachorro arrepentido: Luo Binghe

Ming Fan le llevó una bandeja con el té de la tarde antes de sentarse en su lugar para ayudar a su maestro con la corrección de los últimos exámenes. Ming Fan siempre estaba encargado de pocos discípulos, en especial de aquello menores que no estaban tan avanzados. De esa manera él podría corregir adecuadamente y sin errores.

Su discípulo tomó el primer examen, mirándolo en silencio. Era una poesía, las composiciones no siempre eran buenas, pero Shen sabía que no eran un horror tampoco. Era aceptables y su discípulo principal era capaz de evaluar la de sus hermanos marciales que hacía poco habían empezado.

Shen estaba corrigiendo la de Ling Yi, cuyo poema no era nada destacable, cuando Ming Fan le habló.

—Shizun, lamento si es inapropiado, pero ¿por qué no permite que Luo Binghe regrese a compartir las reuniones de los miércoles y los viernes? Ya ha pasado más de un mes, sea por lo que sea que shizun lo castigó creo que es suficiente.

Ah, cierto, la pequeña bestia indomesticada. Desde que lo había castigado por insolente, Luo Binghe se había vuelto inconsolable. Durante esas seis semanas, le llevó comidas de todo tipo y postres de todos los sabores. A cada momento que podía, intentaba sobornarlo con comida. No funcionó porque Shen rechazó todo tipo de comida e incluso, frente a los ojos de Luo Binghe, regaló esa comida a otros discípulos. El niño prácticamente lloró en cada rechazo...o bueno, sí lloró pero no fue tras un rechazo.

Se le había puesto frente a él, luego de las clases y las prácticas. Le pidió perdón e inmediatamente comenzó a llorar como un pequeño desconsolado que había perdido su juguete favorito para siempre. Al ver esa muestra patética, Shen lo golpeó con el abanico y le dijo que volviera con sus compañeros antes de que pensara seriamente en abandonarlo en BaiZhan. Una amenaza que había tenido que usar antes para que dejara de llevarle las bandejas del desayuno y el té de la tarde.

Una amenaza que iba a cumplir si el niño no le daba un poco de espacio y seguía comportándose tan pegajoso y llorón.

Shen Jiu no lo veía, pero imaginaba que su estado no era agradable, ni siquiera entre sus compañeros. Las veces que lo veía estaba con Ming Fan o Yang Chen e inmediatamente, al verlo, se separaba de ellos y corría a intentar convencerlo de ser perdonado. Hasta el momento, no pensaba hacerlo. El niño había cruzado los límites y sabía que, si no le daba un escarmiento y seguía aceptando cada capricho, terminaría por arruinar a Luo Binghe.

Al menos ahora el castigo que le daba estaba justificado.

—El castigo de Luo Binghe está más que merecido. En lugar de esperar el perdón de este maestro, ese niño debería concentrarse en sus clases. Su poesía fue mediocre a diferencia de la de sus compañeros—dijo Shen terminando con la poesía de Ling Yi.

—Luo shidi está muy triste por eso su poesía no fue muy buena. Si shizun lo perdona, él se sentiría mejor.

—Ming Fan, concéntrate en las poesías.

Su discípulo asintió y continuó con su trabajo sin volver a decir una palabra más. Trabajaron juntos y en silencio, mientras una varita de incienso se consumía en algún lugar de la habitación.

Solo al terminar con las poesías, Ming Fan volvió a hablar.

—Sé que shizun castigó a Luo shidi por motivos justos. Pero este discípulo cree que quizás debería hablar con Luo shidi al respecto y arreglar el problema.

—Este maestro tomara en cuenta el consejo.

Pero no necesariamente iba a seguirlo. Eso lo vería si lo creía necesario.

Y en este momento no creía necesario hablar con Luo Binghe.

.

.

.

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.

Al otro día de tener esa charla con Ming Fan, Shen notó algo extraño. Fue durante sus clases, cuando las estaba dando, que notó la rara indiferencia de su discípulo principal hacia Luo Binghe. No era algo normal, en realidad era algo prácticamente imposible de ver. Pero ahí estaban ambos, Luo Binghe corriendo detrás de Ming Fan y llamándolo constantemente.

—Shixiong, Ming shixiong—decía Luo Binghe, corriendo detrás de Ming Fan que fingía que el niño no existía.

Era una vista excepcional, tan increíble que nadie en el pico podía creerla. No había quien no mirara la escena extrañado, salvo Ning Yingying quien parecía estar entre reír o llorar por la situación.

Ahora distraído con Ming Fan, Shen estaba seguro de que la pequeña bestia lo dejaría en paz. Pero en cuanto lo vio, corrió hacia él y presentó sus respetos.

—Shizun, este discípulo quiere...

—Ve a practicar con la espada, es lo que debes hacer—dijo Shen dando media vuelta para alejarse.

—Sh-shizun...—escuchó la voz de Luo Binghe temblorosa, como si estuviera llegando al límite de sus emociones.

Shen Jiu no se giró, solo siguió hacia su casita de bambú donde todavía tenía cosas por hacer. Yue le había enviado unas misiones de las que su pico podía hacerse cargo y Shen tenía que pensar en los discípulos apropiados para esas misiones.

Los días que siguieron fueron raros. El pico QingJing estaba en una extraña tensión que hacía tiempo no experimentaba. Todos lo habían notado, pero nadie sabía qué hacer al respecto. Y es que... ¿qué podían hacer?

Shen había escuchado a Ling Yi y Mu Sheng hablando respecto a Ming Fan. Al parecer habían intentado convencerlo de hablar con Luo Binghe o de olvidar lo que el niño dijo porque solo lo dijo en un momento de enojo. No era algo real. Pero para que Ming Fan se negara, entonces debía estar realmente herido.

Luo Binghe se había transformado en un patito perdido que perseguía a su shixiong por todo el pico. Los primeros dos días iba de un lado a otro llamándolo una y otra vez, un sinfín de shixiong, shixiong, shixiong se escuchaba por QingJing. Un pequeño Luo corriendo detrás de Ming Fan, buscando llamar su atención sin éxito alguno. A partir del tercer día dejó de hacer eso, pero en su lugar se agarraba a la túnica de Ming Fan y lo seguía de cerca. Se veía tonto y lamentable.

Las únicas veces que no lo seguía era cuando Ming Fan iba con Ning Yingying a las reuniones de los miércoles y viernes. Ahí Luo Binghe se separaba y esperaba cerca a que su shixiong saliera para volver a perseguirlo.

Shen Jiu nunca entendería cómo Luo se las arreglaba no solo para perseguir a Ming Fan, sino también a él, a quien había empezado a hacerle lo mismo. Cada vez que estaba afuera, le sujetaba la manga de la túnica y lo seguía, esperando que en algún momento su maestro se girara a hablarle. Nunca lo hacía.

—Shizun—dijo Ning Yingying interceptándolo en su paseo por el bosque de bambú—, esta discípula quisiera saber si podría hablar con shizun un momento.

—¿Ha ocurrido algo?—preguntó mirándola.

—Bueno...esta discípula quiere hablar respecto a Luo Binghe.

—¿Qué es lo que quieres hablar sobre él?

La verdad sea dicha, Shen no quería hablar sobre el niño. Pero si Ning Yingying quería decir algo, la iba a escuchar.

—Luo shidi ha estado muy triste últimamente. Esta discípula entiende que si fue castigado por shizun fue por algo justo, pero...esta discípula cree que tal vez ya ha sido suficiente. Si shizun habla con Luo shidi, estoy segura de que Luo shidi entenderá qué hizo mal y no volverá a repetirlo. Pero, por favor, al menos hable usted primero con él y luego...luego haga entrar en razón a Ming shixiong. Ya no puedo seguir viendo a Luo shidi como un fantasma en pena por el pico.

Bueno, si lo pensaba, Luo Binghe había cambiado demasiado durante ese tiempo. Incluso cuando Shen empezó el castigo, el niño se veía decaído. Ahora con lo de Ming Fan parecía estar peor. Los demás discípulos intentaban animarlo, pero parecían no lograrlo. Había notado a Yang Chen intentando distraerlo sin lograrlo en absoluto. No había manera.

—Este maestro buscará hablar con Luo Binghe.

—Gracias, shizun—Yingying se inclinó y regresó su camino.

Shen siguió paseando por el bosque de bambú, pensando en qué momento podría hablar con Luo Binghe para que el chico dejara de ser una pobre doncella viuda. Su pico parecía haber decaído un poco por eso. La última vez que eso pasó fue cuando Yang Chen había perdido a su padre. El pico estuvo de luto por tres días antes de que recuperara color.

Suspirando regresó, esperando ver en el camino a Luo Binghe porque realmente no quería buscarlo. Era demasiada molestia que no se quería tomar.

Quizás todavía tuviera algo de resentimiento con el chico por lo que le hizo en su primera vida.

Para su suerte lo vio, agarrado de Ming Fan quien parecía instruir a algunos shidi sobre algo de caligrafía. Como si fuera un cachorro de perro con su olfato entrenado, Luo Binghe lo detectó al instante. Se giró hacia él y se acercó lentamente. La imagen misma de la decadencia. Sus ojos ya no brillaban tanto y parecía no haber podido dormir demasiado en las noches anteriores.

En cuanto estuvo a su lado tomó su manga. Shen suspiró.

—Ven conmigo—dijo simplemente.

Un pedido innecesario porque mientras Luo lo sostuviera de la manga, lo seguiría a donde fuera.

Caminaron hacia su casa de bambú, donde abrió la puerta e ingresó con el niño todavía aferrado a él. Hizo que soltara su manga suavemente antes de indicarle que se sentara en una de las sillas. Luo Binghe se sentó, su mirada en el suelo y sus manos agarrándose entre sí.

[+100 puntos de tristeza de Luo Binghe]

"¿Recién ahora hay puntos de tristeza? Pensé que Luo Binghe tenía más luego de estas semanas que pasaron."

[Las tenía solo que este sistema no creyó necesario decírselo al usuario.]

"¿Cuántos puntos de tristeza acumuló Luo Binghe?"

[Mmm...deje ver a este sistema...

6200 puntos de tristeza U 'ᴥ' U]

Shen Jiu:...

—Luo Binghe, ¿sabes por qué este maestro te castigó?—preguntó sentándose frente al niño.

—Sí, shizun—respondió.

—¿Por qué?

—Por tratar a shizun de manera inapropiada.

—¿Y entiendes que debes dejar de tratarme así?—Luo Binghe asintió— Entiendo que quizás me admires, pero tienes que saber que la admiración tiene un límite. Y nuestra relación lo tiene también. Somos maestro y discípulo, no más que eso. Tienes que entenderlo, no puedes pasar esos límites. Tu gesto no fue agresivo, no fue malo, pero sí fue inapropiado. Quizás con una niña que te guste no sería malo, hasta creo que a ella podría agradarle. Pero yo no soy una niña, no tengo tu edad y no soy un posible interés amoroso.

Luo parecía dispuesto a contradecir eso, pero sabiamente se quedó callado.

—Entiendo, shizun. Este discípulo se disculpa con shizun por su actitud y espera que shizun lo perdone—Luo Binghe se levantó y se arrodilló para inclinarse hasta que su frente tocara el suelo.

Shen se levantó y tocó su hombro para que se levantara.

—Este maestro te perdona. Solo espero que hayas aprendido tu lección. No quisiera tener que enviarte al pico BaiZhan.

Luo se levantó y su mirada pareció brillar un poco más. Shen lo ayudó a levantarse, pero no dejó que se fuera. El niño lo miró confundido.

—¿Hay algo más que shizun desee?

—¿Qué pasó con Ming Fan? Que ese niño te ignore no es normal.

Luo bajó la mirada, jugando con sus dedos. Realmente parecía agraviado por el asunto.

—Este shidi dijo algo que molestó a shixiong. Pero no lo dije en serio, estaba tan abrumado por todo que...solamente me desquité con shixiong.

Y debió haberle dicho algo muy desagradable como para que Ming Fan lo ignorara como lo hacía. Algo debió herirle el orgullo profundamente como para llegar a este punto.

—Este maestro hablará con Ming Fan al respecto. Pero dependerá de él si decide perdonarte o no.

—Gracias, shizun—dijo Luo inclinándose, una pequeña sonrisa iluminando su rostro.

[-5000 puntos de tristeza de Luo Binghe]

Bueno, al menos la mayor parte de puntos de tristeza de Luo Binghe había disminuido.

Esa noche solicitó la presencia de Ming Fan en su casita de bambú. Su discípulo llegó con una bandeja con un plato sencillo para la cena. Shen lo invitó a sentarse mientras cerraba el libro que había estado leyendo.

—Shizun solicitó a este discípulo.

—Este maestro está enterado de tu problema con Luo Binghe—dijo Shen, vio a Ming Fan tensarse—. Pero no sé los detalles. ¿Podría saberlos?

Ming Fan miró la mesa como si fuera lo más interesante del mundo. Parecía estar pensando si decirle o no. Shen no dijo nada, esperando que su discípulo hablara. Tenía más paciencia que antes así que podía esperar.

—Luo shidi dijo que este discípulo es incompetente y débil—dijo al fin, veía en su mirada cuánto eso le había afectado—. Sé que Luo shidi estaba molesto y triste por su castigo y sé que no debería haberle prestado atención a sus palabras, pero...

—Pero las creíste—completó Shen por él.

—Sí porque...realmente creo que es así. No importa cuánto entrene, cuánto me esfuerce, siento que nunca seré lo suficientemente fuerte o apropiado para ser el futuro Maestro del Pico QingJing. Y...no debería ignorar quizás a Luo shidi, pero que él me dijera eso, sabiendo que lo pienso, sabiendo que me duele...yo...Me hizo sentir tan pequeño, tan...inútil, tan...

—¿Traicionado?

Ming Fan lo pensó un momento antes de responder.

—Sí.

—Puedo entenderlo. Confiaste en él lo suficiente como para decirle tus lados más débiles y que él los usara de esa manera en tu contra no fue agradable. Este maestro te entiende, pero creo que también deberías hablar con él.

—Yo...no me siento listo todavía—reconoció Ming Fan, sus manos juntas apretándose entre sí.

—Imaginé eso—no era difícil de adivinar tampoco—. Así que por ese motivo te elegí una misión para que lleves a cabo. Creo que unos días fuera del pico podrían ayudarte.

Y unos días lejos de Luo Binghe quiso agregar, pero lo consideró innecesario. Luego hablaría con el niño respecto al espacio personal y que si quería resolver las cosas con una persona no tenía que pegársele porque eso podría generar el efecto contrario de lo que buscaba.

Su acoso seguro sofocaba a Ming Fan, quien todavía se sentía herido por sus palabras y lo único que quería era un respiro de su presencia.

—Yo...Este discípulo agradece a shizun—dijo Ming Fan levantándose para hacer una reverencia—. ¿Cuándo saldría a la misión?

—Mañana temprano a la mañana. Puedes irte antes de que tus compañeros se despierten—sugirió.

Tal vez irse sin que Luo Binghe lo viera para pegársele sería lo mejor.

—Este discípulo está de acuerdo con eso—dijo Ming Fan asintiendo.

Shen tomó el pergamino con la misión y se lo extendió. Su discípulo aceptó el pergamino y lo guardó dentro de su túnica.

—Puedes retirarte, debes cenar y descansar bien para cumplir con tu misión de mañana.

Ming Fan asintió, hizo una reverencia y se marchó de la casita de bambú. 


Motivo por el cual Ming Fan todavía no se sentía preparado para hablar con Binghe: Simplemente porque no quería tratarlo mal solo porque seguía herido y molesto por lo que Binghe le dijo. Así que para hablar civilizadamente, consideró que lo mejor era estar listo y tranquilo para hacerlo o todo terminaría peor.

Y aqui el capitulo de este cachorro arrepentido. En los extras de este fic se podrá ver mejor la conversación que tendrán Binghe y Ming Fan respecto a esta situación, pero para eso falta bastante jajaja

Lunes 2/10 Capítulo 23: En el bosque Huoyue I

[Dato: El nombre es inventado, igual que el lugar y la misión, esto no ocurre en SVSSS. Huoyue: huǒ (火) yuè (月); Fuego y Luna. Yue también es mes.
No es el mismo yue de Yue Qingyuan. A pesar de que el pinyin y el tono son el mismo, el caracter es diferente: yuè 岳, este es el apellido del líder de secta y significa Montaña.]

Y luego de pasar estos pequeños datos, me despido hasta el lunes uwu Besos :D

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