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Capítulo 54

Asuntos del pasado: La relación discípulo-maestro

Shen Jiu no sabía si reír o llorar cuando ambos chicos lo miraron. Ambos palidecieron y parecían dispuestos a salir corriendo. Realmente no entendía por qué, no era como si fuera a sacar milagrosamente un látigo ahí mismo para empezar a azotarlos. Ni siquiera sabía por qué haría algo así. Había aprendido durante esos años que azotar a sus discípulos podía llevar a consecuencias mortales. Lo mejor era hablar todo antes. Y ahora mismo, solo quería hablar con Luo Binghe.

—Sh-shizun—saludó el chico, inclinando su cabeza.

—Shizun, yo...eh...Luo shidi decidió visitarnos hoy—explicó Ming Fan nervioso.

Shen tenía la sensación de que Luo shidi no los había visitado solo hoy. Al parecer, Ming Fan le estuvo ocultando sus visitas, ¿quizás por pedido de Binghe?

—En buena hora, justamente tenía cosas que hablar con él—dijo Shen Jiu mirando a Binghe—. Vamos, Binghe.

El chico titubeó en sus pasos, mirando a su shixiong como si buscara su ayuda. Ming Fan lo miró y luego miró a Shen Jiu antes de palmear su hombro, dedicarle buena suerte e irse de ahí tan rápido como pudo.

En ese momento, a Binghe no le quedó más opción que irse con Shen Jiu, alejándose por el largo camino por donde había ido el carruaje. Todavía podían regresar volando en espada si querían.

No había nadie pasando por el camino, estaban solos. Podían tener su charla en privado.

—Binghe, ¿sabes quién soy?—preguntó mientras caminaban.

El cielo estaba despejado y el sol parecía brillar más que nunca.

—Eres shizun—respondió Binghe extrañado.

—No fue eso a lo que me refería—miró al chico, Binghe frunció el ceño.

—Sé quién eres.

—¿Quién soy?

—El Maestro del Pico QingJing que me arrojó té caliente en la cabeza cuando solo tenía diez años.

—¿Desde hace cuánto lo sabes?

—Poco después de haber entrado a QingJing—reconoció Binghe sin mirarlo, caminando tranquilamente a su lado—. No fue difícil notarlo.

Shen Jiu imaginaba que no. Luego de haber vivido bajo su ala siendo maltratado, podría llegar a notar que había algo raro en sus tratos amables.

—¿Por qué estás aquí?

La pregunta no tendría una respuesta sencilla, Shen Jiu contaba con eso. No esperaba tampoco que Binghe le respondiera enseguida a su pregunta. Así que los siguientes minutos que pasaron fueron en silencio, con ambos caminando por el camino de tierra. Shen Jiu sabía que Luo Binghe no le haría daño, de haberlo querido pudo hacerle daño mucho antes. Incluso cuando se metió en secreto en la casita de bambú tras regresar del Abismo sin Fin solo se dedicó a ser una buena ama de casa.

—Te estaba buscando—respondió Binghe y Shen Jiu se mantuvo callado porque sabía que tenía más para decir—. Luego de que te encontrara muerto en la prisión de agua junto con Yingying, las cosas se tornaron...raras. Me sentí perdido. Solo. Fue un sentimiento extraño porque no pensé que fuera a sentirlo por ti.

»Al principio pensé en dejar tu cuerpo descomponiéndose en la prisión de agua. Te lo merecías por lo que me habías hecho, por llevarte a Yingying contigo. Sin embargo, no pude hacerlo y fui por ti. Restauré tu cuerpo, lo dejé tal cual estaba antes de que murieras porque quería traerte de nuevo. Te quería de nuevo conmigo. ¿Para qué? Realmente no lo tenía muy en claro, solo sabía que te quería. Te necesitaba para volver a ser feliz. Ya no me importaba mi harén, mis hijos o mi reino, lo único que quería era tenerte de nuevo conmigo. Tú eras lo único que yo realmente quería. Y me di cuenta de eso luego de perderte, como un idiota.

»Busqué maneras de devolverte a la vida, trabajé duro en intentar conseguirlo. Pero no importaba lo que hiciera, no importaba qué ritual buscara, ninguno daba resultado. No entendía por qué, así que usé a XinMo para buscar una solución. Fue entonces que gracias a eso lo supe: tu alma ya no estaba en ese mundo.

»No supe cómo ni por qué, lo único que sabía era que debía ir por ti, tenía que buscarte, tenía que encontrarte. Así que busqué un nuevo ritual, uno que me permitiera ir por ti. El ritual que encontré no era sencillo, pero tampoco esperaba que lo fuera. Ir tras de ti a otro mundo no era un viaje simple, lo sabía perfectamente. También estaba el hecho de que desconocía al mundo al que iría, si me vería como yo mismo, si te verías igual. Había muchas cosas que no sabía, pero sabiendo que iría a donde estabas tú, era suficiente para ignorar todo eso y buscarte.

»Para mi fortuna, regresé a un mundo similar al que ya conocía, con el cuerpo con el que ya estaba familiarizado, solo que como un niño de diez años. Yo...solamente repetí mis pasos, con la esperanza de verte en CangQiong. Y si no estabas ahí, bien podría volverme un cultivador y abandonar la secta cuando fuera conveniente para buscarte. Sin embargo, ese plan de emergencia que ni siquiera estaba hecho, no fue necesario. Tú eras maestro de QingJing y yo tenía la oportunidad de ser discípulo de QingJing de nuevo. Todo era perfecto.

Shen asintió, caminando tranquilamente a su lado. No quería imaginar el ritual que Luo Binghe llevó a cabo para llegar a él, lo que tuvo que sacrificar para perseguirlo hasta otro mundo. Había cosas que era mejor no saber.

—Y te quedaste con nosotros, a pesar de que muchos de estos chicos fueron los mismos que te molestaron en el pasado—comentó.

Luo Binghe se quedó en silencio un rato, antes de responder.

—¿Sabes? Al principio creí que tendría que imponerme ante los demás, ser más fuerte y no el pequeño estúpido que fui. Pero entonces conocí a Ming Fan, a este Ming Fan, y me di cuenta de que todo era diferente. Todos en el pico eran diferentes. Más felices, más amables, más...hermanos. Todos me trataron como si fuera su hermano, como si fuera parte de una familia. Y yo...yo realmente me sentí muy feliz aquí.

»Antes de llegar a QingJing solo habíamos sido mi madre y yo. Nos teníamos mutuamente, hasta que un día fui solo yo. En el pasado, no solo esperaba honrar a mi madre al volverme discípulo de CangQiong, sino que también deseaba encontrar un hogar. Una familia. Un lugar al cual pertenecer. Pero no lo encontré y tampoco lo hallé después. Tantas esposas, tantos hijos, y ninguno era mi familia.

»Pero en esta segunda vida, encontré lo que por tanto tiempo estuve buscando. Por años busqué esto e intenté forzarlo. Pero esta cosa, estos lazos, no se pueden forzar. No puedo obligar a alguien a que me considere su hermano ni que me ame hasta el punto de estar dispuesto a dar su vida por mí. Esos lazos fuertes se crean, se trabajan, día a día. Y lo entendí aquí, al buscarte. Admito que al principio no estaba feliz de ver a Ming Fan, pensé que era el mismo idiota de siempre, pero entonces...Nada fue como esperaba—Binghe suspiró—. Creo que debo agradecerte, los cambios que hiciste ayudaron a brindarme lo que siempre busqué.

—Tal vez tengas que agradecerte también, si no fuera por lo que me hiciste vivir quizás nunca me hubiera dado cuenta de lo que hice mal en el pasado—Shen suspiró, posiblemente si Luo Binghe no hubiera matado a Yue Qi, él jamás hubiera cambiado—. O no me hubiera importado y hubiera seguido adelante, solo que en esta ocasión hubiera buscado matarte para evitarme los problemas de raíz. En realidad, sí pensé en matarte, pero después pensé en los problemas que eso me traería y elegí el camino largo y difícil el cual era ser tu maestro.

—Tal vez para ti no signifique lo mismo que para mí, pero gracias por haber sido amable conmigo, shizun.

Shen Jiu suspiró, caminando por el camino de tierra con Luo Binghe a su lado. No creía que Luo Binghe tuviera que agradecerle nada, sus acciones fueron impulsadas por el temor de volver a perder a Yue Qi y a Ning Yingying. No fue un acto de amor genuino, una muestra de arrepentimiento total. No en un inicio. Con el tiempo sí notó sus errores y pidió perdón en su corazón a Luo Binghe, pero fue después de un tiempo, no al momento de volver. En aquel tiempo estaba más preocupado por lo que debía hacer, por no equivocarse y traumar al pequeño loto blanco, que en el pequeño loto blanco en sí.

Pero nadie podía culparlo, no después de todo lo que pasó. ¿Quién volvería sintiéndose culpable de su torturador luego de todo lo que le hizo pasar? Lo que Luo Binghe le hizo vivir le causó pesadillas por mucho tiempo. Incluso hasta hoy Shen Jiu no podía estar en lugares demasiado cerrados ni oscuros sin empezar a ponerse nervioso. El goteo y la humedad eran algo que también lo ponía de un estado nervioso que empeoraba lentamente con el pasar de los minutos. Hubo cosas que lentamente comenzó a superar, que poco a poco se volvieron fáciles de sobrellevar. Pero había miedos que no borraría de aquí a un tiempo cercano.

—Yo no puedo estarte agradecido por nada, salvo por intentar ayudarme allá—dijo Shen Jiu—. Lo que me hiciste es algo que yo no puedo perdonar fácilmente. Tuve pesadillas por muchas noches luego de volver, incluso hasta hoy, cada tanto, suelo tenerlas—sin contar las que tuvo en esos últimos días antes de regresar a CangQiong—. Sé que fui un maestro de mierda contigo, sé que fui una mierda de persona, pero al igual que tú también sentí dolor. Yo también puedo tener miedo.

—Lo sé—dijo Binghe—, lo sé. Yo...siempre creí que eras alguien inalcanzable, siempre parecías tan distante, tan grandioso, tan fuerte. Creía no ser suficiente y que por eso me despreciabas. Yo en verdad quería ganarme tu atención, quería que me vieras. Pero nunca lo hiciste, ni siquiera cuando te tuve en la prisión de agua—Binghe apretó los labios, su ceño frunciéndose—. ¿Por qué me despreciabas tanto? ¿Era por mi mitad demoniaca?

—No supe de tu mitad demoniaca hasta que la revelaste en la Conferencia de la Alianza Inmortal—respondió Shen Jiu.

—¿Entonces? ¿Por qué me despreciabas tanto? ¿Qué fue lo que hice mal?

Luo Binghe sonaba ligeramente desesperado, como si hubiera tenido esa pregunta todo el tiempo en su mente y hubiera esperado por una respuesta que, sabía, posiblemente jamás llegaría. Quizás porque no esperaba que Shen Jiu fuera a descubrir su verdadera identidad.

Shen Jiu jugó con el abanico en su mano, mirándolo mientras seguía avanzando por el largo camino de tierra.

—Te envidiaba—soltó al fin—. Tuviste lo que siempre desee tener. Las oportunidades que deseaba y que me fueron negadas—cerró los ojos un momento antes de volver a abrirlos—. Tuviste una madre que te amó y te crio. Llegaste a la edad justa para empezar a cultivar. Tu inocencia seguía intacta, como si tus desgracias no hubieran sido lo suficientemente duras como para borrarla de tu vida. Tú...eras lo que yo jamás podría ser. Tanto talento, tantas oportunidades. Te envidiaba tanto por eso. Y aunque era estúpido, no podía evitar descargarme contigo, aunque tú hubieras sido un niño inocente e ingenuo que no tenías idea de lo que pasaba por mi mente—Shen Jiu se detuvo, Luo Binghe junto con él, sus ojos oscuros y de estrellas lo miraban fijamente—. Yo...quiero pedirte disculpas por eso, Binghe. Fue infantil de mi parte.

Los ojos de Binghe brillaron con lágrimas, pero las retuvo. Una sonrisa surcó su atractivo rostro, una sonrisa amable y dulce. Le recordó a Shen al joven loto blanco que conoció por primera vez en su primera vida. Tan joven, tan brillante, tan inocente.

—Gracias, shizun. Yo...también quiero pedirte disculpas por todo lo que te hice pasar en la prisión de agua. No es excusa, pero XinMo me dominó mucho durante esa época y acrecentó mucho el odio que ya tenía en mi corazón. Por eso hice muchas cosas que, ahora, seguramente no haría—Binghe suspiró, un ligero brillo de vergüenza brilló en sus ojos—. Shizun, lo siento mucho por lo que te hice.

Shen Jiu lo miró, el niño estaba siendo sincero. Se arrepentía de lo que le había hecho y buscaba su perdón con el corazón en la mano. Ese pequeño loto blanco que él mismo ayudó a ennegrecer estaba regresando a su brillo y a su ser original.

Ambos habían aprendido de sus errores y habían buscado cambiarlos. Ambos trabajaron para no caer en la misma miseria de su pasado. Ambos consiguieron lo que tanto habían buscado.

Al final, ambos sanaron.

—Acepto tus disculpas, pero no te perdono—dijo Shen Jiu—. Yo...realmente no puedo hacerlo ahora.

—Lo entiendo—dijo Binghe—, hice cosas imperdonables.

—Sí...—Shen de repente recordó—Tang Huaying, ¿la recuerdas?

—Oh, ¿la maestra de Chen Xiaoyun? ¿Hablas de recordarla de nuestra primera vida?—Shen asintió rígidamente—Lo hago, sí. Es difícil olvidar a la única mujer con la que me acosté una sola vez.

Shen Jiu apretó el abanico antes de darle con él en la cabeza a Luo Binghe. El golpe había sido tan fuerte, que su pobre abanico se partió a la mitad.

—¡Shizun!—se quejó Binghe, sobándose la cabeza—¿Por qué?

—¡Te acostaste con mi madre!—ya sin abanico, Shen Jiu no tuvo más opción que golpear la cabeza de Luo Binghe con su mano—¡Sucio pervertido!

—¡Auch! ¡Shizun! ¡Eso... ¿quéeee?!—Binghe abrió los ojos sorprendido—¿Tang Huaying es tu madre?

Shen lo tomó de la oreja y comenzó a jalársela, haciendo que Binghe siguiera quejándose por el dolor.

—Lo es, maldito demonio pervertido y depravado. Y así dices quererme, maldito sucio lascivo. ¿Acaso esperas que este maestro te acepte luego de acostarte con su propia madre? ¿Qué sentirías tú si yo me acostara con tu madre lavandera de haber estado viva?

—Envidia de mi madre... ¡Auch!

—¡Pervertido!

¿Qué podía esperar de un demonio como Luo Binghe? ¿Qué podía esperar del idiota de Luo Binghe? El maldito emperador demonio con un harén gigantesco, donde incluyó a su madre, ¿qué tipo de moral podía esperar de un ser como él? ¡Este niño era un idiota! Si no fuera por su halo de protagonista el maldito niño se hubiera muerto hacía mucho tiempo. Si no fuera por su talento natural, como el de Liu Qingge, y dependiera de su astucia, hace mucho tiempo que hubiera muerto...como Liu Qingge.

Jamás creyó que él y Qi-ge tuvieran tanto en común. Tendrían que hablar un día seriamente sobre sus bajos estándares.

Cuando las orejas de Luo Binghe quedaron rojas brillantes y el chico ya no podía sentirlas, solo en ese momento Shen Jiu lo soltó. Todavía estaba molesto al saber que el chico, que le había hecho sentir cosas que no debería sentir por alguien mucho más joven que él, se había acostado con su madre. ¡Lo peor era que ese mismo chico era aquel que lo torturó por años y todavía le causaba pesadillas!

Si de algo estaba seguro Shen Jiu ahora, era que sus sentimientos eran bastante complicados. Quizás antes no lo hubiera sido tanto. Sí, hubiera estado en duda por su edad y la edad de Luo Binghe, pero ahora eso era lo de menos. El hombre que decía quererlo, había sido el mismo que lo desmembró, mató a Qi-ge y se folló a su madre. ¿Cómo podía simplemente ignorar todo eso y decirle a Luo Binghe que estaba de acuerdo en ser su pareja?

No, Shen Jiu todavía no estaba tan desquiciado como para aceptar.

—Este maestro no puede perdonarte, Luo Binghe. Y tampoco puedo...aceptarte, no de la manera en que tú esperas que lo haga.

Binghe lo miró, bajando la mirada. Un brillo triste se reflejaba en sus oscuros ojos.

—Lo entiendo. Solo... ¿puedo al menos quedarme a tu lado? ¿Puedo seguir siendo parte de QingJing?

Shen Jiu lo miró, Binghe parecía desesperado por seguir siendo parte de QingJing. De esa gran familia que formó Shen Jiu sin darse cuenta.

—Nuestros problemas, solo son nuestros. No tengo por qué involucrar a tus hermanos marciales. Si quieres seguir formando parte de QingJing, entonces seguirás siendo parte de QingJing. Pero no esperes que te trate muy diferente de un discípulo, al menos durante un buen tiempo. Todo esto es mucho para procesar.

Binghe asintió, la mirada en el suelo y en silencio. No parecía en desacuerdo o disgustado con su decisión, solo pensativo. Shen no dijo nada, dándole su espacio para que pensara. Se alejó de él unos pasos, mirando los árboles en el borde del camino. Su corazón se sentía un poco más liviano, pero todavía se sentía abrumado por todo. Por la información nueva, por saber que su pasado lo había alcanzado, a pesar de que ambos estaban en paz ahora. Luo Binghe no buscaría venganza ya y Shen Jiu no estaba interesado en hacerle daño. Ya no había odio en él, ni tampoco rencor. No había motivos para eso ni siquiera, era más, era él a quien Luo Binghe podría envidiar porque era él quien ahora tenía una madre. Su cultivo nunca podría compararse con el de Luo Binghe, pero ¿eso importaba? ¿Era más importante su nivel de cultivo que una persona que lo amaba, incluso sin siquiera conocerlo? La mujer que lo tuvo, que quiso criarlo y no fue capaz de hacerlo porque no se lo permitieron.

Shen vivió dos vidas, lo suficiente como para decir que su cultivo no valía lo mismo que una familia que te apoye y esté ahí para ti. ¿Qué no hubiera dado cuando era niño para tener un adulto que lo protegiera y lo amara? ¿Qué importaba su habilidad con el cultivo? ¿Qué importaba ser capaz de controlar la energía espiritual? Si podía tener a su madre, entonces todo estaría bien.

Su shizun ¿habría sabido que algún día se encontraría con ella? O tal vez no lo sabía, solo deseaba que pasara.

Luego tendría que hablar con Chen Xiaoyun para conocer más de su shizun. Quizás también ella supiera la receta del té de luna que su shizun preparaba en sus noches de insomnio.

Una mano sujetó su muñeca con suavidad. Shen Jiu se giró a mirarlo. Luo Binghe sonreía como el pequeño discípulo que entró a QingJing, tan inocente y adorable.

—Shizun, este discípulo desea seguir siendo parte de QingJing. Y también respetará la decisión que shizun tomó. A este discípulo lo único que le importa es poder estar al lado de shizun, ya sea como su discípulo, su pareja o su amigo. No importa como lo desees, siempre y cuando me permitas estar contigo.

Shen Jiu lo miró, ese hombre loco que lo persiguió hasta esa segunda vida. Tan desquiciado y tan decidido.

No entendía por qué le gustaba.

—Bien, entonces volvamos, Binghe. Tenemos cosas que hacer y Fu-er seguramente estará preguntando por mí.

—Sí, shizun.

Binghe sonrió radiantemente, sus ojos brillando con felicidad. Shen Jiu sonrió suavemente, dando media vuelta para regresar de nuevo a QingJing. A su lado caminó el pequeño loto blanco, una sonrisa en su rostro que dudaba que alguien pudiera quitarle pronto. Ambos caminaban en silencio por el camino de tierra, rodeados de árboles verdes. El sol era agradablemente cálido combinado con la brisa fresca.

Shen Jiu sabía que todavía tenía un largo camino que recorrer, traumas que terminar de superar y problemas que solucionar. Todavía tenía asuntos que solucionar en su corazón, un perdón que procesar, pesadillas que afrontar. Había muchas cosas que tenía que hacer.

Sin embargo, había tiempo para eso. Ya no tenía que luchar solo contra una secta completa o contra un medio demonio que buscaba venganza, porque ya no estaba solo. Si se acercaba una pelea, un problema, no lo afrontaría solo. Tenía a Qi-ge, su tonto e impulsivo hermano. Tenía a Tang Huaying, su madre, la mujer que nunca se rindió y siguió buscando a su bebé. A sus discípulos, esos niños que formaron una pequeña familia y que lo querían casi como un padre. A sus desordenados y estúpidos hermanos marciales, a los cuales jamás les confiaría un solo plan o todos terminarían muertos. A su pequeño hijo, Fu-er, el niño que lo había defendido incluso cuando lo único que podía hacer era lanzar una piedra de tinta. Y, sobre todo, sabía que tenía a un medio demonio estúpido con un ridículo halo de protagonista que le permitía hacer cualquier cosa. Un demonio patéticamente enamorado de un hombre roto que, recién en esta segunda oportunidad, había comenzado a juntar las piezas y ponerlas en su lugar.

Shen Jiu miró el cielo claro y brillante sobre ellos. 

La vida podía ser hermosa. 


Sí, no era como que Shen Jiu iba a aceptar a Luo Binghe, no después de saber quién era realmente. Saber que la persona que te gusta, a quien ves de esa manera especial, fue la misma que te arrancó las extremidades y mató a tu considerado hermano, no sería algo fácil de digerir ni de aceptar. 

¿Terminarán como pareja? Claro que sí, solo que no será de la noche a la mañana. Habrá un pequeño lapso de tiempo que pasará antes de que Shen Jiu finalmente le dé el sí a Binghe uwu

Mañana capítulo 55: Epílogo 

Junto con el capítulo de mañana, avisaré cuándo empezaré a subir algunos extras, por el momento no todos porque no los tengo ajajaja los de Mobei-jun y Shang Qinghua me faltan, pero si termino los de Binghe al menos siete u ocho extras podré subir uwu

Nos vemos! Besos :D

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