Capítulo 6:

Copos de nieve y estalactitas.

.

Shirai Ryu.
8:30am.

Los rayos de luz impactado contra sus ojos, iluminando el paisaje de colores amarillos y naranjas cálidos, viendo por ahora sólo el exterior que mostraba un par de árboles de cerezos y el pasto más verde que solo pudo recordar haber visto en un recuerdo. Uno muy distante y lucido, su cuerpo fue consumido por la nostalgia y los escenarios más cercanos que tuvo en este instante fueron aquellos de cuando era pequeño, jugando con Bi-Han y Tomás mientras que su "entrenamiento" era vigilada desde unos metros atrás por su abuelo, era un día cálido, ya ni siquiera recordaba porque estaban en un lugar tan primaveral pero, al sentirse tan real juraba que lo era y ahora mismo ver este paisaje revivió aquella imagen que era de los pocos buenos recuerdos que tenía en su vida.

Tomó todo el aire que pudo al sentir que se formaba un nulo en la garganta y sus lágrimas por esta vez salieron calidas, recorriendo su rostro y se levantó sobre sus brazos, pasando su puño cerrado sobre su cara para secarse estas y se quedó sentado antes de calmarse un poco.
Ahora dio un vistazo al lugar donde lo tenían, se esperaba una jaula pero en su lugar estaba en una acogedora habitación, había cuadros echo de tonta de flores en las paredes junto a inscripciones en japonés, había una pequeña mesa pegada contra la pared en donde solo se tenía unos palillos de incienso junto a una tetera y dos tazas pequeñas, en una esquina un instrumento de cuerdas y a lado de él un mueble de madera que tenía un florero con una flor roja, cosa que hacia contraste con todo el cuarto que era de tonos crema. Casi dio un brinco de la cama en cuanto escucho rechinar del piso y volteo a la puerta corrediza que también brindaba acceso al patio y vio entrando al hombre del tatuaje de escorpión.

一 ¿Estás mejor? Ayer apenas volviste a poner tu cabeza contra el suelo te desmayaste y dormiste hasta hoy...

Kuai llevo su mirada al resto de su cuerpo, dándose cuenta que... Estaba limpio y tenía ropa nueva -estas eran prendas comunes asiáticas de color café-. Aquello por decir poco; incómodo al criomante ya que no de gustó el hecho de que hubieran tenido que desnudado y tocado...

Hanzo se percató del rostro de incomodidad que de un momento a otro había pasado a tener el contrario y decidió aclarar las cosas.

一 Nadie te hizo nada. Estabas con las enfermeras.

Al escuchar su explicación, de todos modos se dedicó un poco más de tiempo a guardar silencio. Podría ser cierto, su cuerpo contrario a lo que se esperaba, se sentía descansado, quizás débil... Todavía muy débil pero no había comido en días porque todo de daba asco y quizás era por eso.

一 Lo lamento mucho... Cuando te fui a ver en la noche me dijeron que... Estabas embarazado y se perdió... En serio lo siento.

一 S-si... Esta b-bien...

Hanzo puso un semblante de sorpresa al escuchado responder eso, pero, el rostro de Kuai estaba en un estado todavía procesando lo que había dicho y sus palabras fueron más dichas sin pensar y ahora...

Llevo una vez más la mano a su estómago, ahora vacío y se perdió en sus pensamientos.
Todavía no encontraba como procesar la noticia, solo sabia que ya no tenía a esa vida creciendo dentro de él y aquello poco a poco empezó a despertar las reacciones en él. Había acabado de procesar, de entender lo que de habían dicho, realmente ahora ya no iba a tener un bebé.
Jadeo con fuerza, llevando su cabeza hasta abajo y ocultando una mano en su rostro, aguantando las ganas de que las lágrimas tomada camino enfrente de un desconocido pero... Esto dolía tanto.

Los escenarios y recuerdos se acumulado en su mente y una inmensa culpa lo cubrió de pies a cabeza.

Pudo haber hecho algo para protegido ¡Maldita sea, era un padre, se supone que tenía que cuidarse, tenía que cuidar aquella futura vida!

Pero era la prueba viviente de uno de los infiernos que de habían hecho pasar en el Lin Kuei.

Su cuerpo empezó a temblar, había espasmos de repente en su espalda y su pecho daba comienzo a hiperventidad sin control, sus manos no se quedaban quieras por más que quería y la mano que tenía en su rostro se pasó entre su cabello jalando con fuerza. En su rostro se podían ver cómo las lágrimas eran un río de sus ojos a sus mejillas mientras que sudaba.

Hacia lo imposible para controlarse y no mostrarse patético ante el hombre del frente.

"Mi bebé, era mio... Iba a ser..."

Quería gritar pero con el poco control que poseía su cuerpo no dejaba que se enterada de lo que sentía.

"¡Pero yo no lo quería. No quería verle la cara y recordar que me habían violado!"

Todos esos pensamientos eran los gritos que no podía dejar ir en este momento.

Su cuerpo se puso el alerta y se congelo -de cierto modo literal- en cuanto sintió dos manos en los laterales de sus brazos y volteo a ver con terror al frente al sujeto que mostraba una mirada de empatía y a la vez preocupación por él.
Sintió un calor muy leve subir de sus hombros al resto de su cuerpo, en especial a su pecho que le hizo aclarar la vista y empezar a respirar adecuadamente o eso intentaba ya que el maldito nulo en la garganta todavía se lo impedía y jadeos junto a gemidos de dolor se escuchan del vez en cuando.

一 Soy Hanzo Hasashi. Líder de este clan 一se presentó con una voz calmada y una sonrisa calida一.

Kuai hizo unos ejercicios de respiración un par de veces antes de prepararse para hablar.

一 K-Kuai... Kuai Liang.

2:20am.

A lo lejos escuchaba grillos adornando el ambiente de la noche junto al aire y un pequeño arrollo con agua fluyendo, aunque eran ruidos blandos, en este momento los sentía sumamente estresantes que lo mantenía con los ojos abiertos de par en par, mirando el techo desde hace unas horas y sin intención de ponerse a hacer otras cosas. Solo permanecía quieto pensando... Pensando muchas cosas en realidad, ahora tenía un lugar donde podía descansar y así mismo, todos los traumas lo empezaron a abatir con comodidad sin tener nada más que hacer.

¿Tomas estaría bien?

Deseaba con todo su corazón que fuera así y que a lo mucho a quien de echará la culpa fuera a Enenra y no lo acusara de traición. Que la matanza que hizo en su nombre se quedará como un incidente de los que ya había tenido en el pasado y con Bi-Han que pasará lo mismo, que nadie en el lugar los hubieran llegado a ver juntos y menos que lo estaba ayudando a escapar...

Volteo su cabeza hacia el lado derecho de la habitación -que amablemente Hanzo de había asignado-. Ahora fijando su vista en la puerta cerrada, pensar en su hermano de hacia extrañar su hogar... Claro que no extraña todos los malos tratos pero si pasar tiempo con él, incluso en que ahora estuviera descansando sin tener sus manos astilladas por trabajos lo sentía anti-natural  y el clima tan cálido... No de agradaba y lo hacía sentir indefenso en un ambiente desconocido.

Extraña al menos esa sensación helada.

Saturando su cabeza, llegó un punto de inflexión donde sus ojos comenzaba a pesar pero todavía no los quería cerrar aunque sus demás sentidos ya se estuvieran apagando un poco, del vez en cuando parpadeaba lento pero después abría los ojos rápido, recordando que todavía tenía que permanecía despierto, todavía no había acabado de torturarse pensando, pero en unos minutos en ambiente se puso de nuevo acogedor, el aire de la ventana de puso más fresco y debajo de la puerta llegaba un agradable clima frío.

Espera, se generaba frío.

Rápidamente se puso de piel con el mayor silencio que pudo y abrió los ojos como platos ¿acaso lo había sentido bien?

Se acercó lentamente a la puerta y efectivamente, una disminución en la temperatura llegó a la perilla, por más que fuera poco él la podía percibir y no supo que decir al respecto, salvó en quizás estar imaginando todo. Estaba histérico y ansioso al fin de cuentas y al otro lado no se escuchan ningún alma, pero igualmente no se sentía cómodo y abrió la puerta saliendo a explorar. Al otro lado había un pasillo a oscuras en largo en donde cruzó hasta la puerta. Realmente la casa donde estaba era más la oficina de Hanzo donde él no dormía y por ello estaba lejos de los demás asentamientos del clan, entre ellos los dormitorios. Salió del lugar, a diferencia de adentro, afuera veía a uno que otro miembro regresando del bosque tras acabar de vigilar, todas las luces estaban apagadas salvó las de afuera del dormitorio a unos cuantos metros, demasiado lejos como para llegar caminando rápido pero no lo suficiente como para que la luz no alcanzada a llegar un poco hasta donde estaba, un shirai ryu de los que acababa de regresar lo volteo a ver y Kuai sin estar seguro de que hacer, solo lo saludo con su mano algo dudoso, cosa que el otro hizo igualmente incómodo.

Vio como abrió la puerta, al otro lado solo estaba la oscuridad como si fuera otro mundo y fue entonces que echar las sombras algo tomó al sujeto y lo último que alcanzó a ver fue una espada atravesar su estómago y espalda... Una de hielo.

一 No, no, no.

Lo primero que se le cruzó por su mente fue ir corriendo hasta el lugar, abriendo tan pronto como llegó la puerta, siendo sujetado del cuello rápidamente pero esta vez el arma se hizo nieve apenas iba a tocar su pecho, por mano de Kuai que con los ojos de par en par respiraba con dificultad. Encontrando al otro lado los ojos totalmente blancos de Bi-Han. Al verse ambos hermanos dieron unos pasos de distancia, verificando bien si en serio lo que tenía frente a sus ojos estaba bien.

一 ¿Tonto?

Apenas Kuai reaccionó un poco formando una sonrisa en su rostro fue que Bi-Han en un dos por tres de dio un abrazo con suma fuerza, cosa que el menor correspondió.

一 T-tu... ¡¿Qué haces en este sitio?!

Pero tan rápido como llegó se fue y Bi-Han lo tomó de los hombros apartandolo y ahora haciendo que lo viera fijamente, trayendo en sus ojos todas esas dudas que ahora tenía.

一 Más bien tu que haces aquí ¿Smoke esta bien?

一 Si, Smoke está bien. Clasificado su ataque como un accidente de Enenra y a ti todos te creen muerto y yo...

La sonrisa que Kuai seguía manteniendo hasta el momento se esfumó en cuanto apartó la vista de su hermano y se enfocó en el resto del dormitorio, viendo todo manchado en sangre con los cuerpos de los demás shirai ryu en el piso siendo apuñalados con armas de hielo.

一 Es un trabajo. En este lugar hay otro kamidogu y un cliente lo quiere 一agregó con semblante serio一.

一 Van a pensar que yo lo hice 一soltó al aire sin pensado一.

一 Que importa, puedes irte a otro lugar.

一 N-no ¡no lo entiendes 一en sus propias palabras reaccionó y soltó aquel grito一.

一 Baja la voz 一susurro un poco molesto一. Y no, claro que no entiendo porque entre tantos lugares en el mundo veniste al Shirai Ryu

Guardo sus palabras y apretó su boca mientras que pensaba en que en este caso, sería mejor guardar silencio por lo vergonzosa que sería la respuesta. Ni a Hanzo o a él de diría que la razón por la vino a este lugar fue porque aquí había alguien que lo miro con humanidad. La idea era tan melosa y ridícula que lo hizo sentir avergonzado apareciendo un sonrojo en sus mejillas.

一 Solo... Ayudame con esto y te prometo que te llevaré a otro lugar seguro acabando.

Su muñeca fue sujetada por la mano de su hermano, haciendo que lo siguiera por el cuarto hasta la puerta al otro extremo que tenía acceso a ingresar a las salas y una parte grande del templo.
Un sonido viajó en eco por todo el cuarto hasta llegar a los oídos de los otros dos, llegando también la luz de la puerta abierta hasta sus pies. Bi-Han jadeo con desesperó, dando vuelta y congelando el piso a partir de donde estaba parado, bajando mucho la temperatura del cuarto en cuestión de minutos. Formó una mueca de disgusto de bajo de la máscara al ver que se trataba del mismo ninja del templo del cielo.

一 ¡Yo no sabía que iba a venir!

Dijo Kuai pero las palabras se quedaron en medio de los dos que estaba esperando el momento adecuado para lanzarse a atacar.

El  hielo se rompio, avanzando Bi-Han que formó dos armas punzo cortantes en sus brazos intentando apuñalar con ellas a Hanzo que se hizo hacia un lado rápidamente, sacando su cadena arrojó y se en rosco en el brazo del criomante en cual anteriormente ya tenía hecho hielo e hizo que el metal cortante no lastimada su piel, utilizando el agarre para acercado y darle un cabezazo, tirado al piso y después continuar con una patada en el estómago con la bota hecha hielo.

一 Kuai, ve a buscar esa cosa. Te alcanzó cuando lo mate!

Ordenó.

一 Tu... ¡Me engañaste!

Al acabar de gritar con enojo esa frase entre llamas Hanzo se teletransporto apareciendo detrás de Bi-Han, volviendo a arrojar el kunai envuelto en fuego esta vez impactando en la espalda y después jalando. Pese al dolor el criomante creo un camino de estalactitas desde atrás haciendo que el Shirai Ryu lo saltada y volviera a pelear de frente con él.

一 ¡Ve por esa cosa!

一 ¡Te dije que no estoy contigo!

Hanzo lo tomó de un brazo, haciendo esta extremidad para atrás y después dar un codazo con tal fuerza que este se rompió. Fue demasiado fácil verlo, no sólo por el grito rápidamente ahogado de Bi-Han sino porque Kuai observo cómo la extremidad se partió de forma anti natural. En cuanto el shirai ryu lo iba a volver a atacar apuñalado su espalda llegó Kuai derribandolo, primero aturdiendo con un golpe en el rostro seguido de otro en el estómago y cuando Hando de quiso regresar el puño tomó el mismo impulso para arrojado y tirado al puso.

一 Hanzo, esto no es lo que-

Fue empujado hacia un lado por su hermano, llegando este con una espada en mano tomando impulso y encajando el arma contra la parte baja del estómago, si bien atravesó la carne era detenido por las manos de Hanzo y entre ambos empezó una batalla de forcejeo.

一 ¡Ya basta ambos!

Esta vez utilizó sus brazos y desde atrás lo empezó a ahogar tratando de disminuir las fuerzas con las que Bi-Han trataba de apuñalar al otro. Aun a si, este hacia esfuerzos para quitarse a Kuai antes de que de empezada a faltar el aire y comprometiera la situación, ejecutando un ataque que consistió en dejar al Shirai ryu, arrojar a Kuai justo hacía este y con los dos juntos disparar hielos.

Cada quien se hizo para un lado distinto, quedando separados pero en esta ocasión Bi-Han fue primero por Kuai, impactando una patada contra sus costillas con la pierna hecha hielo que lo tiro contra la pared y una vez ahí congeló sus brazos y piernas para que no se moviera, al menos por un tiempo. Congeló su brazo roto y después lo golpe contra la pared, forzando a que sus huesos se pusieran en su lugar mientras que soltó un pequeño grito áspero de dolor pero al menos logró su objetivo de volver a tener movilidad.

一 Luego tu y yo hablaremos 一volteo a ver a Kuai que yacía tratando de escapar一.

一 No hay nada de que hablar porque nunca dije que te iba a ayudar!

Terminó por congelar todo su cuerpo en un ataque más, teniendo su atención por completo en la pelea con Hanzo.

....::::**•°❄❇☸❇❄°•**::::....

Con cada filtración que sale de la nueva línea temporal. Más ganas me dan de seguir este fic y hacer lo que se me canta el orto para fingir que lo cannon nunca existió.

Pobre Kuai, siendo el intermedio de dos pendejos para que no se maten entre si.

Pd: se me hace que voy a subir también el cap 7 en unas horas para que no se quede con la duda :3