M E M O R I E S

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

▲ La música es opcional ▼

Caminando por las calles desiertas de Seúl, en plena noche con un ramo de flores en la mano, me dirijo hacia nuestro punto de encuentro y me acuerdo de aquél día donde te ví por primera vez, tan radiante y alegre que parecias irreal. Estabas con tus amigos, lo recuerdo muy bien, sentando en una de las bancas de aquél parque donde solíamos platicar. Me senté justo al frente tuyo y notaste mi presencia, me miraste y sonreíste, una sonrisa tan hermosa que hizo que tus ojos desaparecieran al instante, fui afortunado de ver aquel hermoso espectáculo. Notaste que no te dejaba de mirar ¿Y cómo no hacerlo? Estaba frente a un chico cual belleza era simplemente irreal, te levántate de tu asiento provocando que tus amigos te miraran y preguntaran;

"¿A dónde vas?" Tú los ignoraste y seguiste tu camino el cual era estar frente mío y preguntar;

"¿Cómo te llamas? No paras de mirarme" , No supe que responderte en realidad. Tomaste asiento al lado mío y preguntaste otra vez;

"¿Cómo te llamas?" tus hermosos ojos avellanas que solo reflejaban alegría y curiosidad.

"Me llamo Min YoonGi" contesté de una vez.

"Un gusto YoonGi hyung, soy JiMin, Park JiMin".¿Hyung? ¿Tan viejo me veo?, da igual, si lo dices tú no está mal. Al conversar contigo Jiminnie pude notar una conexión instantánea, casi mágica, me había enamorado de ti Park JiMin. Palabras y más palabras solo simples palabras y simples emociones que al principio eran solo amistad, llenas de alegrías y felicidad.

Después de aquella tarde en el parque cuando te vi por primera vez no dejaba de pensar en ti, me preguntaba cada milésima de segundo cuando se daría la ocasión para volvernos a ver. Mis plegarias inexistentes se escucharon al parecer, cuando al volver al parque un día después estabas en la misma banca en la cual conversamos el día de ayer. Apenas me acerqué a aquél lugar notaste mi presencia y me invitaste a sentarme al lado tuyo, asentí gustoso y me senté. Nuestras platicas diarias en aquel parque se hicieron presente, cada día, cada mes, cada momento disfrutado por mi. Jiminnie te extraño demasiado, pero nos volveremos a ver.

Claro, como olvidar cuando por fin me armé de valor y te invité a lo que vendría siendo nuestra primera cita. Me maté la cabeza pensando en un lugar adecuado para un momento maravilloso contigo, tú me dijiste que no importaba el lugar que lo importante era pasarlo bien juntos. Finalmente después de una larga lucha de decisiones opté por la mejor opción, un restaurante cerca de nuestro parque, cliché lo sé, pero recordé que una vez mencionaste que querías visitar aquél restaurant. Fue simplemente maravilloso pasar esa noche contigo, una de las mejores sin dudar y obviamente al lado tuyo ¿Qué podría salir mal?. Nada, nada salió mal para nuestra suerte Jiminnie, todo fue de maravilla, verte sonreír fue lo mas espectacular de todo.

Los días cálidos eran realmente más agradables si estaba al lado tuyo, y siempre lo serán. Recuerdo cuando me fuiste a ver a la final del campeonato de básquetbol, tus ojos llenos de alegría y tu palabras alentándome me daban fuerzas para anotar. Ese mismo día te invite a mi casa y pedí lo que tanto anhelaba.

"Jiminnie ¿Quieres ser mi novio?" mentiría si te digiera que no estaba nervioso porque claramente y como pudiste apreciar lo estaba.

"Hyung, seria realmente estúpido si te digiera que no" fueron tus palabras para luego besarme, un beso simple que no necesitaba de nada en especial porque en sí, el momento ya lo era.

Pasaron al rededor de cuatro años a partir de ese momento. Abandonaste tu casa, la cual te crió por más de diecinueve años, solo para estar conmigo y "vivir la vida" como dijiste en ese momento. Nunca nos faltó nada, pero tampoco nos sobró algo. Vivíamos con lo justo y necesario y era lo suficiente para estar felices, disfrutar de nuestra compañía mutua y hacernos mimos de vez en cuando. Un día cualquiera, después de unos de mis tantos partidos de básquetbol tu hermano llamó.

"Mamá está el hospital por un imbécil que no vio la luz verde", apenas colgaste la llamada me pediste que te acompañará al hospital. No dejabas de llorar en mis brazos cuando al llegar al hospital te dieron la terrible noticia que tu madre había fallecido.

"Lo siento mucho, Jimin" no sabía que decirte, a mi también me afectó. Era una mujer esplendida, llena de energía igual que tú.

"No se lo merecía YoonGi hyung, no se lo merecía" decías entre sollozos mientras te aferrabas más a mi.

"Claro que no se lo merecía, quién fuera que sea el imbécil que ocasionó esto, no se saldrá con la suya" solo asentiste y me abrazaste.

Dejaste de comer, tu piel estaba demacrada y tus hermosas mejillas que me enamoraron en primera estancia ya no estaban. Intentaba de todo para que comieras y fracasé, me sentía inútil en ese momento, tan inútil que no me di cuenta que yo también había dejado de comer.

Día de juicio, dos meses después del accidente donde una hermosa mujer llena de vitalidad falleció injustamente. Tus ojos se cristalizaron inmediatamente después después de dado el veredicto, me miraste y abrazaste.

"Ganamos, hyung" lagrimas de felicidad después de una larga lucha para meter a la cárcel a ese imbécil. Valió la pena.

"Lo sé JiMinnie" te abracé para después brindar te un cálido beso y salir tomados de la mano.

De a poco comenzabas a comer como solías hacer lo, tu piel tomaba el mismo color de siempre y tus hermosas sonrisas volvían a ser frecuentes. No podía ser más feliz, el solo hecho de ver al Jimin de antes no tenía precio. Todo volvía a la normalidad, de vez en cuando visitábamos la tumba de tu difunta madre y le contabas nuestros planes, sonreías cada vez que mencionabas el hecho de que nos íbamos a casar.

Día de boda ¿Quién lo diría? No puedo expresar con palabras lo que siento por ti mi amado Jiminnie. Ese día estaba bastante nervioso ¿Puedes creer que TaeHyung perdió mi chaqueta diez minutos antes de entrar a la ceremonia? Claro que no, si te hubieras enterado TaeHyung seguramente estaría tres metros bajo tierra. Al entrar de aquella puerta pude ver un ángel, te veías tan hermoso, más de lo usual. Tu padre estaba al lado tuyo y tu hermano menor JungKook estaba al otro lado ocupando el puesto de tu difunta madre. Esa noche se podía ver tu hermosa sonrisa desde lo más lejos de aquél lugar, podría apostar a que todos se dieron cuenta.

Tres años más pasaron y ambos sentíamos lo mismo a pesar de todas las dificultades, ambos sabíamos perfectamente que nuestro amor era el más puro y eficaz.

Volviendo a la actualidad, ya pasando el parque donde hay tanto recuerdos inolvidables, donde el solo hecho de pasar por ese lugar un sentimiento reconfortante pasa por todo mi cuerpo, me doy cuenta que falta muy poco para nuestro punto de encuentro.

En mis manos sostengo un ramo de claveles, tus favoritas Jiminnie, me imagino tu cara de felicidad al verlas, ya que hace bastante que no te las doy, es lo único que puedo hacer imaginar. ¿Cómo es que de un día para otro todo obtuvo un rumbo diferente? Éramos tan felices Jimin, tu con las sonrisas que me brindabas a diario eran mis motivos de felicidad ¿Por qué fui tan estúpido? Fui tan estúpido al solo dejar que ese mal nacido que mató a tu madre escapara de la cárcel y obviamente quisiera venganza.

Frente a tu lápida te dejo estas hermosas claveles que tanto te gustaban, para que estés donde estés las puedas admirar y apreciar que tal belleza, digna de una flor, no se comparan con tus hermosas sonrisas y ojos que al ver los me llenaban de satisfacción. Me estoy volviendo un maniático por el trabajo Jiminnie, desde que te has ido a un lugar mejor las cosas no son como antes. Tu hermano JungKook cayó en depresión y solo se hecha la culpa así mismo por tu muerte, tu padre lo trata de convencer que no fue así, que ese maldito bastardo fue quién te mató. Y por mi parte, trato de vivir sin ti, y no puedo, te extraño demasiado como para afrontar la realidad y ver que cada mañana al despertar ya no estas conmigo, te extraño tanto como para imaginar que a veces estas en la cocina haciendo un pastel cuando llegaba cansado del trabajo. Todas las noches sin falta recuerdo cuando todavía estabas a mi lado y me solías abrazar al despertar, en las noches solías cantar para mi y a veces te acompaña tocando el piano. Ahora aquellos hermosos recuerdos solo están vivos en mi memoria, no puedo evitar llorar cada vez que apareces en mis pensamientos.

De pie, frente a tu lápida, pido a los cielos que te cuiden por mi, ya que yo no lo puedo hacer y eres lo más importante para mi.

A pesar de todo te sigo amando igual que la primera vez.

A pesar de todo mis sentimientos no cambiarán jamás por ti.

Y a pesar de todo, pase lo que pase, estaré de alguna u otra forma al lado tuyo.

Te amo, Park JiMin















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro