Ambos iban de camino al aula en sumo silencio, ninguno decía nada al llegar al lugar Jimin le sonrió y le agradeció para buscar un lugar. Yoongi lo siguió con la mirada y decidió sentarse a la par suya, Jimin no dijo nada, las clases dieron inicio y Jimin solo prestaba atención a lo que decía; al finalizar las clases Jimin cerró su libreta y tomó sus cosas.

El pálido vio como salía ignorándolo por completo para ir en busca de su otra clase, Yoongi solo lo seguía de manera lenta para ver que llegará seguro y si un alfa que miraba raro se le quería acercar al omega hacía que ese tuviera un pequeño accidente. Yoongi sonrió al ver que llegó a un auditorio de danza. Jimin miró como el pálido lo miraba por la puerta, Jimin tomó su mochila y se acercó a este para verlo un momento, se sentía confundido y un poco asustado de que ese alfa lo siguiera y lo estuviera observando en toda la clase.

—¿Por qué está siguiéndome? —le pregunto.

—No te sigo. —respondió.

—Si lo haces. —lo vio.

—Solo espero a un amigo. —hablo.

—¿Los alfas ahora así disfrazan el acoso? —pregunto.

Cuando Yoongi iba a hablar se acercó un alfa el cual conocía, el chico miró al rubio y se sorprendió y luego miró al pálido. Jimin no dijo nada solo se fue a una esquina los dos alfas se quedaron solos, el pálido vio a su hermano y suspiró.

—¿Puedes vigilarlo? —le pregunto.

—Yoongi. —respondió el alfa.

—Taehyung por favor. —le dijo. —me lo debes.

—Está bien. —asintió.

—No lo lastimes. —se alejó.

El alfa suspiro y vio como el pálido se iba dejándolo ahí parado, Jimin solo miraba a la puerta y vio como ese alfa castaño entraba y ponía en una silla su mochila. Jimin solo miraba con disimulo al castaño el cual también miro por un momento al rubio, las clases de danza fue corta y rápida por lo cual los estudiantes salían de manera rápida, Jimin se quedó un momento en el salón, no tenía amigos y sus madres le habían dicho que no debía de confiar en alfas.

Jimin salió del salón y vio al pelinegro el cual estaba sentado leyendo un libro mientras tenía audífonos puestos, él vio la pasta y se sorprendió al ver que era el libro que siempre quiso leer, pero no había muchos ejemplares de este. Yoongi al sentir la presencia del rubio cerró el libro y miró de dónde provenía, ahí vio que Jimin lo observaba sin decir nada.

—Tengo hora libre, no te estoy acosando. —dijo mientras se quitaba los audífonos.

—Te creeré por esta vez. —se acercó un poco. —me llamó la atención tu libro.

—¿Este? —se lo mostró.

—Sí, es uno de los libros que siempre quise leer, pero al haber muy pocos ejemplares y a un alto precio nunca lo pude obtener. —mencionó.

—Tomalo. —le dijo.

—Pero es tuyo. —lo vio apenado. —además por qué regalarías un libro tan caro a una persona que apenas conoces.

—Puedo ver en tus ojos el amor por los libros. —se lo puso en sus manos. —además me sé dé memoria el libro.