➼ trece

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

•.•.•

Capítulo trece:
Casamiento fallido.

Todos estábamos sorprendidos ante lo que acababa de suceder entre Billy, Cole y el profesor. Mi amigo salió de la clase, dejándonos perplejos. Miré al señor Phillips una última vez antes de correr detrás del rubio.

─Pauline─ oí el llamado de Aaron y solo lo ignoré.

No había rastros de Cole, pero tenía una idea de dónde podría estar. Corrí hacia la casita tratando de no tropezar por las raíces de los árboles. Una vez que entré, lo encontré haciendo una escultura. Me miró y señaló el pedazo de tronco a su lado.

─Que no te afecte lo que dicen, Cole. Eres un chico maravilloso─ dije rompiendo el silencio. Tomé su mano y la apreté, sin importar ensuciarme con arcilla─. Ellos son estúpidos.

─Gracias, Pauline─ me sonrió pero luego borró esa sonrisa─. Pero creo que algo anda mal en mi.

─¿Mal? Eres perfecto─ hice una pausa─. Lo único diferente es que no te gustan las chicas─ me miró alarmado, así que me apresuré a decir: ─. Lo que está completamente bien y no significa que dejes de ser una persona normal.

Apoyó su cabeza sobre la mía, en un intento de abrazo sin manos ya que no quería ensuciarme. Estuvimos así un rato hasta que retomó su trabajo.

Tiempo después llegó Anne agitada, diciendo que salió lo más rápido que pudo cuando los dejaron irse. Nos contó lo que sucedió luego de que nos fuéramos mientras se quitaba sus guantes.

─Jamás volveré─ confesó Cole decidido.

Lo miramos por unos segundos. No me había dicho eso a mi.

─¿Por qué crees que te odiará tanto el señor Phillips?─ preguntó Anne haciendo que la mirara sorprendida.

─Hoy quería hacerme daño porque no podía castigarse a sí mismo─ comenzó a decir Cole, dándome a entender a qué se refería─. Por ser como yo.

─¿Como tú?─ volvió a preguntar ella sin entender.

─Yo soy igual que Josephine Barry─ confesó el rubio.

─Pero con chicos─ agregó ella.

Ambas nos miramos, pero yo tenía un poco de miedo por su reacción hasta que se acercó a Cole y le agradeció por habérselo dicho.

─Quizá el profesor Phillips también lo sea, pero no quiere aceptarlo ─ opiné.

─Y se va a casar con Prissy─ apoyó Anne con un tono molesto. Nosotros asentimos─. La vida es muy complicada... Pero sencilla al mismo tiempo.

─Amar a quien quieras y estar con esa persona─ finalicé.

─Es ilegal ser como yo─ dijo Cole desesperanzado.

─La ley está mal─ aseguró la pelirroja y luego sonrió mirándonos─. Se me ocurrió  la mejor idea... Tu no estarás en ella, Pauline, porque ya tienes tu amor y eres afortunada─ mieó al rubio─. Cole, si llega el momento y no hemos encontrado a nuestras almas gemelas románticas, propongo que nos propongamos matrimonio el uno al otro─ fruncí el ceño─. Tu serás artista, de cualquier manera que quieras y yo también seré algo que me emocione.

─Una unión de iguales─ apoyó el chico con una sonrisa.

¿Soy la única que nota un error en todo esto?

─Individuales unidos─ dijo Anne levantando su meñique hacia Cole, quien aceptó entrelazando con el suyo─. Espíritus libres viviendo nuestras vidas─ me miró y señaló sus meñiques invitándome a unirme─. Tu también, Pauli. Si algo sale mal en tu relación, siempre encontrarás un lugar con nosotros.

Sonreí emocionada y uní mi meñique, haciendo así una promesa triple.

•••

Llegué a casa con una pequeña sonrisa en la cara, que se borró al entrar. Había pasado una agradable tarde, y había olvidado lo que me esperaba en dos meses. Dejé todas mis cosas en sus lugares para ir a ayudar a mi padre.

─¿Como te ha ido?─ preguntó mi tía, quien ayudaba cortando papas.

─Intenso─ admití lavando mis manos.

─¿Por qué?

─Porque el profesor Phillips es una mala persona─ agarré una papa y comencé a pelarla─. Y trató mal a un amigo por ser diferente, haciendo que se fuera de clase por su cuenta.

─Me imagino que fuiste detrás suyo─ asentí obvia─. Me parece bien.

Mi padre llegó con un canasto de zanahorias. Besó mi nuca y se puso a lavar las verduras. El silencio no era el más cómodo de todos, pero ninguno quiso decir alguna palabra.

El día del casamiento de Prissy llegó. Ruby, Anne, Jane, Diana, Anubis y yo nos encontrábamos conversando en la habitación de la chica. Arreglaba mi vestido azul marino cada dos segundos, temiendo por mancharlo con alguna cosa o caer y romperlo.

─Prissy─ comenzó a hablar la pelirroja─. Solo espero que algún día, al final, esta unión entre el señor Phillips y tu sea una en la que ambos cumplan sus deseos─ todas nos quedamos en silencio, mirándonos entre nosotras─. Solo quería decir que aunque tu matrimonio no sea romántico puedes tener una vida maravillosa en Toronto, y quizá, algun día, puedas... volver a la... escuela.

Se notaba la incomodidad en todo el ambiente. Miré hacia otro lado cuando Anne volteó hacia mi.

─Ya no interrumpimos─ habló Diana entre todo el silencio.

─Nos vemos afuera─ agregó Jane.

Todas salimos de la habitación, dejando a Prissy con la mirada perdida. Una parte de mi solo esperaba a que abandonara el altar.

Busqué un lugar en la iglesia junto a Aaron y Anubis. Nos sentamos en el medio de una de las filas del lado izquierdo, enfrente de los Barry, a hacer la horrible espera. Minutos después entró Prissy, con su hermoso vestido y el velo en su cara, siendo escoltada por su padre. Todos nos levantamos para recibir a la novia.

Mientras ella caminaba hacia el altar, no podia evitar preguntarme si algún día me vería así, siendo entregada por mi padre a las manos del hombre con el que decidiera pasar los restos de mis días y tener hijos. Miré hacia mi izquierda donde estaba Aaron viendo la ceremonia con una sonrisa. Al darse cuenta que lo observaba, tomó mi mano y la apretó.

Sentía una mirada en mi espalda así que volteé encontrándome a Gilbert, quien tenía una pequeña sonrisa en su cara, la cual devolví y decidí prestar atención a la boda.

Todos nos sentamos nuevamente. No veía la hora de oponerme a esto. Prissy merecía a alguien que la amara, no alguien que estaba con ella por miedo a que los demás descubrieran sus verdaderos sentimientos. La chica volteó a mirar a todos los presentes, como si tuviera un debate en su mente.

─Que lo haga, que lo haga─ susurraba yo, ganándome algunas miradas que ignoré.

El señor Phillips llamó su atención con un susurro, haciendo que Prissy quitara su vista de su madre, quien parecía preocupada. Miró a su prometido y soltó el ramo de flores, comenzando a correr.

─Si─ susurré mirando a Anubis y salí corriendo detrás de Jane.

Me siguieron Anne, Diana, Anubis y Ruby. Corrimos detrás de Prissy, hundiendo nuestros pies en la nieve. Nos acercamos rápidamente cuando vimos que cayó de rodillas, tomándonos por sorpresa el hecho de que había comenzado a reirse. No tardamos en ser contagiadas por su risa, así que nos tomamos de la mano comenzando a girar en círculos alrededor de Prissy.

Empezamos una guerra de bolas de nieve entre carcajadas. Catalogando este día como uno de los mejores en lo que va del año. Prissy había tomado una sabia decisión, y todas estábamos felices por eso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro