𝖘𝖔𝖑𝖔

los meses pasaron, ivan, sofia y rodrigo se habían vuelto un tipo de squad, 'los tres mosqueteros' según sofia. casi todos los días sé veían y salían juntos o simplemente se quedaban viendo una película de disney en cualquiera de las dos casas, aunque no todo era felicidad.

hacía poco tiempo, una supuesta fan había filtrado una foto de sofia donde salía en un starbucks con los chicos, diciendo que era la supuesta novia que ambos chicos compartían o cosas así. encontraron todas sus redes y el hate masivo llego a su vida, y eso la destruyo aún más. si bien la castaña había mejorado considerablemente, el acoso que estaba recibiendo constantemente la estaba haciendo recaer.

ambos streamers habían dicho en directo que por favor dejaran de acosar a aquella chica, que no estaba bien lo que hacían y que si verdaderamente eran fans que terminaran con todo eso, que no sabían como eso podía afectarla y que se calmaran, de lo contrario se tendrían que retirar un tiempo, cosa que asusto a todos y el odio disminuyo, pero el daño ya estaba hecho.

— sof. — la llamó el chico. — sofi. — llamó por segunda vez. — sofiaaaa. 

— la puta madre ivan son las 3 de la mañana. — renegó la castaña.

— es que no tenes nada en la heladera y me cago de hambre.

— y anda al chino o yo que sé. 

— tú misma lo dijiste, son las tres de la mañana, quien sabe si me roban o algo. 

— ivan. — sofia lo miró incrédula. — sales todo el tiempo a las 4 de la mañana por unos putos doritos, ¿y hoy te da miedo?, no me rompas los huevos que no tengo y dejame dormir.

— es que quiero ir con vos, porfi. 

algo que sofia no había notado, era de que el pelinegro trataba de pasar más tiempo con ella.

— anda con rodrigo. — escondió su cara en la almohada.

el chic rodó los ojos y le dio un pequeño golpe en el hombro. — rodrigo está más duro que un tronco pelotuda. 

— dios está bien, que rompe pija que sos. — sofia se levantó de la cama con pereza.

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la campana sonó indicando que alguien había ingresado a la tienda.

— buenas noches. — saludaron ambos chicos y caminaron con pereza por el pasillo de snacks.

— pedazo de estúpido, no puedo dormir porque siempre querés algo, gil del orto. — murmuraba la chica en voz baja, provocando una pequeña sonrisa en el rostro del morocho.

ya habían comprado lo que necesitaban, así que decidieron caminar un rato por las desoladas calles, el ambiente era muy tranquilo.

— como te sentís, respecto a... — ivan no terminó la frase.

— meh, supongo que es algo que veía venir, ya no me importa. — le resto importancia falsamente, realmente le importaba y le afectaba.

decidieron caminar a la laguna que se encontraba cerca de allí, sentaron y disfrutaron el ambiente tranquilo.

— gracias ivan. — la voz de sofia se escuchaba pacífica.

— por que?

— por todo. 

ivan sonrió y tomó en sus manos el rostro de sofia y se acercó lentamente.

— el que debería agradecer soy yo, gracias sofía, por aparecer en mi vida. — y la besó.

la chica sintió su corazón palpitar fuertemente en su pecho, por primera vez en mucho tiempo, sintió felicidad por alguien más que no era su hermano.

decidió que era lo correcto, al fin lo había logrado, había encontrado la paz.