Lola y Lana empezaron una relación lésbica en secreto, en las noches dormían juntas y dándose besos, Lana parecía feliz, pero Lola aún tenía sus dudas; el compañero de clases de Lola siempre lo hostigaba, quería continuar con lo que empezaron.

 –Me gustan las mujeres – dijo Lola a su compañero – la razón por la que te pedí eso fue porque quería salir de dudas, lamento si te di ilusiones.

 El chico dio un tremendo puñetazo a su casillero y se fue, cuando ella estaba en la cafetería, había una chica que estaba muy cerca de Lana, y todo se complicó cuando ella le dio un beso en la boca a su hermana, y Lana se apartó de ella. 

 –¿Qué crees que haces?  – preguntó Lana.

 –Vamos me vas a decir que no te gusto, todo el mundo sabe que te gustan las mujeres – dijo aquella chica – a mí también me gustan las mujeres ¿Así que cual es el problema? 

 –Qué tu no me gustas – respondió Lana. 

 –Cuando me conozcas mejor, vas a disfrutar de mi compañía. 

 –¿Estás sorda o qué? – intervino Lola – que pena por ti, como no encuentras otra lesbiana en esta escuela recurres a mi hermana, porque no sales a la calle con un cartel diciendo: Soy lesbiana. 

 Esto produjo carcajadas de todos los alumnos que estaban en la cafetería, aquella chica se fue de la humillación, y Lola se lleva s u hermana a su clase, cuando salieron de la escuela Lana estaba un poco ofendida. 

 –No tenías que protegerme – dijo Lana – yo podía arreglarme con ella sola. 

 –Hice lo que haría cualquier hermana, ayudar a la suya si está en problemas.

 –Lo sé, pero tus palabras fueron muy hirientes, sabes. 

 –¿Acaso esperabas que le hablara educadamente?

 –¿Estás celosa, porque me beso? 

 –No digas estupideces.

 –Tranquila Lola, yo te quiero solo a ti –acaricia el rostro de su hermana – tu jamás serás reemplazada porque eres una persona importante para mí. 

 Lana quiso robarle un beso, pero Lola reaccionó de una manera muy impulsiva le dio una cachetada.

 –¿Qué diablos te pasa por la cabeza? Estamos en la calle.

 Lana se molestó y salió corriendo, Lola no la hizo caso y regreso a casa sola. Cuando llego a casa su padre preguntó por su hermana, y ella le respondió que fue a la casa de una amiga. Cuando el reloj marco las 5 de la tarde empezó a llover, Lana aún no regresaba a casa, Lola empezó a preocuparse y salió a buscarla; regreso al sitio donde fue la última vez que la vio camino unos cuantos pasos hacia la dirección donde ella corrió hasta llegar a un parque, la busco por todo le lugar y logro hallarla estaba oculto en los juegos, en una casa de plástico protegiéndose de la lluvia. 

 –Vamos a casa – dijo Lola, pero su hermana no respondía – por Dios deja de ser terca, vino hasta aquí porque me preocupaste. 

 –Lo siento– dijo Lana – estoy confundida, ya no sé qué es peor si ser lesbiana o estar enamorada de tu hermana, soy una tonta. 

 –Deja de hablar de esa manera, ambas pasamos por una fase. ¿Te hare una pregunta? ¿has tratado de tener un novio? 

 –Después de lo que paso, ya no le di importancia, toda en la escuela sabe que me gustan las mujeres porque publiqué en Facebook que me gustan las chicas. 

 –¿Qué hiciste qué?

 –Por eso me siento una tonta.

 –Bueno ya no importa, no he actuado como una buena hermana, a veces te veo como mi hermana y a veces como mi novia. Seré sincera contigo aun me gustan los penes, así que eso me hace bisexual; te molesta. 

 –Para nada, es solo que quiero que seas mi novia, pero a veces tengo miedo. 

 –Entonces te propongo algo, seremos novias en secreto, pero si nuestra relación no nos lleva a nada bueno tendremos que terminar. ¿te parece bien?

 –Estoy dispuesta a internarlo, porque te quiero mucho Lola, y espero que tú también me llegues a querer como yo a ti. 

 –Solo el tiempo lo dirá. 

 Y ambas se dan apasionado beso, regresan a casa y en su habitación hacen el amor, todo iba de maravilla ahora estaban más unidas que antes. Hasta que cierto día cuando Lily estaba limpiando el ático se queco dormida en un rincón, Lola y Lana subieron para tener relaciones sexuales, sin darse cuenta que Lily estaba ahí, la pequeña rubia empezó a escuchar gemidos, y se dio cuenta que sus hermanas estaban teniendo sexo, en su otra realidad ella no lo sabía hasta que cumplía 16 años y las sorprendió en el cuarto de ellas fornicando cuando regresaba de la cocina, su línea de tiempo había sido alterada de nuevo, con mucho cuidado trato de quedar inmóvil y esperar ahí hasta que ellas salgan del ático, pero sin darse cuenta había golpeado una caja provocando que cayera la que estaba arriba y esto alarmo a las gemelas que sorprendieron de la presencia de Lily.

Continuará...