Capítulo 42: Traición

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Maratón 1/3

Entro al grill mientras observo los casi veinte mensajes de Caroline. Veo algunos festejando en la fiesta de navidad.

— ¡Aquí estas! — chilla estresada al verme — Te he dejado como veinte mensajes — me reprocha mientras observo un cuadro que de dibujo tiene un copo de nieve.

— Lo siento anduve ocupada — alza sus cejas.

— Que es más importante que acabar con Klaus — reclama admirando la obra de arte que esta frente a nosotras — Ni parece que el cuadro lo halla dibujado él...

— Pues puedo asegurarte que lo hizo él, tuve el honor de ver algunas de sus pinturas — frunce el ceño.

— Y a ti que te pasa con él, te veo muy apegada a él. Desde que eres vampiro cambiaste ni si quiera se si te interesa Damon — ruedo los ojos. A veces quisiera fuera muda.

— ¿Para que me quieres? — preguntó — No les basta con haber dejado a Klaus sin sus híbridos — digo cansada de esta maldita guerra.

— Escucha necesito que entretengas a Klaus, luego te explico — antes de que pueda negarme se va.

— Creo que no le caigo bien a tu amiga — escuchar su voz después de habernos besado me pone nerviosa.

— Es un lindo copo de nieve — cambio de tema y observo el cuadro.

— Tomare eso como un cumplido — sonríe y agarra dos copas de una mesera — Te invitó a una copa de champán — suspiro y la aceptó.

— Si vamos a llevarnos bien, necesitaré una copa — chocamos copas y doy un sorbo.

— Puedo confiar en que esto qué hay entre nosotros sea real — veo confusión en su mirada. Y la culpa de ocultarle lo de sus híbridos llega a mi.

Eso es lo malo de estar en medio de dos bandos que se odian a muerte. ¿Desde cuando comencé a estar en medio de todo esto?

— Klaus yo...

— Interrumpo — interrumpe Stefan y suspiro.

— Stefan, amigo acepta una copa con nosotros— ironiza Klaus mientras Stefan lo acribilla con la mirada.

— No acostumbró a tomar con mis enemigos — lo veo molesta y dejo la copa aun lado.

— Si lo dices por mi, eres un idiota — pasó por su lado y me sigue.

Salimos del grill y Caroline nos alcanza.

— ¿Que está pasando? — preguntó al verlos preocupados.

— Tyler planea dormir a Klaus y resulta que utilizará su cuerpo para hacerlo — frunzo el ceño.

— Caroline no podemos permitir que Tyler haga algo contra Klaus hasta que  tengamos la espada con el mapa — acusa Stefan.

— Les dijiste — aparece Tyler molesto — Caroline confíe en ti, necesitaba tu apoyo y tú les dices a ellos — Stefan se acerca a él.

— Necesito más tiempo — pide Stefan y Tyler se ríe.

— ¿Cuanto? ¿Una hora? ¿Veinte minutos? — pregunta irónico — Ni un minuto más Stefan — asegura y nos rodean sus ahora híbridos.

— Tranquilos, podemos hacer las cosas sin necesidad de lastimar a alguien — me interpongo entre Stefan y Tyler.

— Nunca vamos a estar tranquilos si Klaus sigue vivo y matando personas — asegura y explotó.

— Estoy harta de apoyarlos y que todo salga de mal en peor — captó la mirada de todos — No se dan cuenta que si algo sale mal podría ser peor — les recuerdo.

— Ellie ¿Por que defiendes a Klaus? — pregunta Caroline en voz baja.

— Lo que quiero decir es que Klaus está tranquilo en estos momentos. Si hacemos algo en su contra él volverá a querer matarnos y saldrá mucha gente lastimada — Tyler ríe irónico y comienzo a enojarme.

— Enserio piensas que Klaus está tranquilo — voy acercarme y uno de sus híbridos me toma del brazo.

— Tyler, ella está con nosotros — interviene Caroline y suelto el agarre del híbrido.

— Entonces que lo demuestre — dice y acto seguido me rompen el cuello.

Todo se vuelve negro.



(•••)


Doy una bocanada de aire y abro mis ojos. Acaricio mi cuello y unas ganas de matar al desagraciado que me hizo esto llegan a mi.

Trato de levantarme pero estoy débil. No bebo sangre desde la última vez que bebí de Klaus. Observo el túnel en el que me encuentro cuando aparece un híbrido corriendo.

Me obliga a levantarme y apunta mi corazón con una estaca.

¿Enserio?

— ¡Te acercas y la mato! — grita a no se quien y comienzo a toser.

— Klaus — me asusto al ver su ropa cubierta de sangre.

— Déjala y prometo que tú muerte no será tan dolorosa — trata de sonreír pero sus ojos muestran preocupación.

— Entonces perdóname la vida — pide el cobarde y Klaus asiente.

— Solo déjala y te daré ventaja para que puedas huir — murmura y de la nada el híbrido me lanza contra la pared.

Caigo al suelo y antes de que el cobarde escape Klaus lo degolla.

— Ven aquí — se me acerca y me ayuda a ponerme de pie.

Caminamos fuera del túnel Lockwood y me sostengo de un árbol. Observo a todos los híbridos muertos cuando Klaus muerde su mano.

— Estas débil — acerca su mano a mi boca y comienzo a beber de él.

Siento como mi cuerpo deja de estar débil y el cansancio desaparece. Aparto su mano y con su pulgar limpia mis labios.

— No puedo creer intentarán matarme de nuevo — gruñe molesto.

— Les dije que no funcionaría — frunce el ceño y se aleja — Trate de que dejaran todo ese...

— Sabía que esto pasaría — me interrumpe y su mirada se vuelve oscura.

— ¿Donde están todos? — preguntó y él gruñe.

— El imbecil de Tyler hizo que todos se pusieran de su lado y los convenció para usarte de carnada — me explica y no puedo creerlo.

Me utilizaron para atraer a Klaus y luego permiten que me rompan el cuello. No conforme se unen al plan de Tyler.

— Sabía que tu comportamiento de no odiarme era extraño. Debí imaginar que algo andaba mal — rompe una rama del árbol y la avienta lejos — Eres igual a todos, me traicionaste — tiene razón, desvío mi vista y me hace verlo — Sabes que fue lo peor de todo esto Ellie — sostiene mi mentón — Que cometí la estupidez  de confiar en ti — se aleja y me da la espalda.

— Lo admito, yo al principio estuve de acuerdo, pero luego no quise seguir. Intente hacerlos entrar en razón pero me rompieron el cuello y aún no puedo creer que me hallan usado de esta manera — trato de explicarle, pero se niega a escucharme.

— ¡No me interesa! — gruñe molesto enseñándome sus colmillos y se me acerca  — Dile a tus amigos que ya me encargue de matar a los doce híbridos que si se siguen metiendo los próximos serán ellos y será muy doloroso — se aleja y desaparece a velocidad vampirica.

Siento enojo recorrer mi cuerpo y a velocidad vampirica voy directo a casa Salvatore. Si fueron capaces de usarme y luego romperme el cuello y tirarme como si no valiera nada ahora tendrán que escucharme.

Me duele, confié en ellos y he luchado contra mi misma, contra lo que quiero y me pagan así.

Me detengo abro la puerta con fuerza y hay están todos. No hago más que ver a Tyler y a velocidad vampirica le rompo el cuello.

— ¡Ellie! — gritan Caroline y Elena.

— ¿Que haces? — pregunta Elena sorprendida.

— No supimos de ti, no fue nuestra intención que las cosas llegaran aquí. Tyler tenía un plan pensó que tú eres el punto débil de Klaus y tiene razón — dice Stefan.

— Y por eso me usaron y cuando ya tenían a Klaus donde querían me dejaron como si fuera algo sin valor — gruño dolida.

— Ellie, discúlpanos pero era la única manera de detener a Klaus después de todo el no te haría nada — se defiende Elena y río amargo — Además tú pensabas traicionarnos primero, dudaste en poner a dormir a Klaus ¿Por que defenderlo después de todo lo que nos ha hecho? — pregunta molesta.

— Oh, y me habla de traición la zorra que se acosto con el hermano de su novio que a su vez es quien le quito la virginidad a su hermana —  ironizó y abre sus ojos impresionada — No hables de traiciones Elena por que tú eres la primera en salir raspada — veo dolor en la cara de Stefan y sonrío.

— ¿Te duele Stefan? — preguntó irónica — Eso es para que sepas lo que duele una traición — desvía su mirada y se va.

— Ellie, somos tus amigos — interrumpe Caroline.

— Eso pensaba yo Caroline, pero aquí lo que menos hay son amigos — trato de irme y Damon se interpone.

— Ellie no estás pensando las cosas claras — gruñe Damon.

— No es justo Ellie, tú eres quien está equivocada. Nosotros somos los buenos y él es el malo. Desde que llego a este pueblo se ha empeñado en lastimarnos. No tienes por qué ponerte así, a veces hay que hacer sacrificios para hacer lo correcto — comienzo aplaudir el discurso de Elena.

— Ustedes hablan y hablan pero no tienen derecho en juzgar a Klaus, por que al final son peores que él y me lo acaban de demostrar — concluyó y salgo de hay.

Me duele, claro que me duele pero alguien les tiene que dar de su propia medicina y me toco ser a mi.




(•••)




No puedo creer que esté aquí frente a su casa, pero algo en mi interior si necesita hablar con él. Aunque esta vez la que se equivocó fui yo.

Lo traicione y él confió en mi.

Toco la puerta y se abre sola. Entro a ver si veo a Klaus por algún lado y nada. Cierro la puerta y subo las escaleras hasta llegar a la que creo es su habitación.

Escucho la regadera encendida y me quedo observando varios dibujos regados por la mesa.

— ¿Que haces aquí? — volteo a verlo y abro mis ojos al verlo completamente desnudo.

Le doy la espalda y calmo mis hormonas.

— Creí que fui bastante claro cuando dije que no quiero verte — respiro hondo.

— Si, pero... necesito hablar contigo. No quiero pienses que estaba de acuerdo, por que no fue así — agarro una toalla y se la aviento. Se la amarra en la cintura y suspiro.

— No te creas tan importante Ellie, ya te supere — trata de herirme como yo lo lastime a él. Se sirve un trago de whisky y sonríe.

— Bien, no quieres escucharme esta bien — le quito el vaso y bebo todo el whisky — Pero que conste que te estás comportando como un niño malcriado — sonríe malicioso.

— Amor, tienes siete segundos para irte y te recomiendo que lo hagas por que no respondo de mi — me amenaza, pero no le tengo miedo. 

— Y si no me voy ¿que? — digo nerviosa y camino hacia atrás hasta toparme con la pared pero aún así sigue acercándose y cuando está a solo centímetros de mi se dispone hablar.

— Si no te vas te tomare en mis brazos, te arrancare la ropa y besare cada centímetro de tu cuerpo hasta que me supliques que me detenga — su respiración se mezcla con la mía y nuestros pechos se juntan — ¿Probablemente es una mala idea? ¿Cierto? Así que vete — irme sería lo correcto, pero el 99% de mi cuerpo quiere quedarse.

— Entonces...me quedo — trago grueso por su cercanía.

— Si crees que puedes tomar el riesgo quedate y luego no supliques que me detenga — susurra contra mi oído y mi piel se eriza.

Al carajo todo.

— Tomare el riesgo — susurro contra sus labios y termina el poco espacio que queda entre nosotros.

Me apega a su pecho desnudo y enredo mis dedos en su cabello para profundizar el beso. Quito el estorbo de toalla y el beso se hace más apasionado debido a la batalla en la que están nuestras lenguas.

Se deshace de mi blusa y rodeó su cintura con mis piernas hasta llegar a la cama. Quita mi pantalón junto con mis bragas y me subo sobre él.

Quito mi sostén y besa mis senos. Los muerde y gimo por la manera perfecta en la que lo hace. Lo alejo y beso su abdomen y al mismo tiempo lo acaricio.

Se pone sobre mi y besa mi cuello mientras abre mis piernas. Baja sus besos hasta mi vientre y arqueo mi espalda al sentir su miembro entrar.

Gimo de placer, muerdo sus labios y sonríe antes de besarme con pasión mientras se mueve dentro de mi.

Sus movimientos cada vez son más rápidos y profundos. Gruñe y gime contra mi piel mientras besa mis pechos y acaricio su espalda.

Cambio de posición y me pongo sobre él. Sus manos en mi cintura me indican el movimiento y lo hago. Me muevo sobre su erección mientras él muerde y lame mis pechos.

Nuestros gemidos se mezclan y una descarga eléctrica pasa por mi cuerpo. Su cuerpo y el mío están sudorosos y el placer se siente tan intenso.

Vuelve a colocarse sobre mí y aumenta las embestidas cuando siento espasmos en mi vientre y mi parte baja palpita. Sus estocada me vuelven loca, gemimos por última vez antes de sentir el orgasmo.

Vuelve a moverse varias veces más y siento un líquido caliente emanar de él. Sale de mi y me observa fijamente. Sus pupilas están dilatadas y nuestras respiraciones están agitadas.

— ¿Te arrepientes? — su pregunta me toma por sorpresa. Pero en sus ojos veo que necesita una respuesta.

Colocó mis manos en sus mejillas y lo beso tiernamente para tranquilizarlo.

— Lo peor es...que no me arrepiento de nada — admito por primera vez que sí tengo una conexión con él.

— Y lo que nos falta amor — gimo al sentirlo entrar en mi de improvisto. Él sonríe y me sonrojo al ver que mi cuerpo quiere más.

— Llévame al cielo o al infierno — no espero respuesta y lo beso.

No se si está bien o mal. Pero lo que sí sé es que él me importa y me importa más de lo que imagine.






Pregunta:

¿Que opinan de esa relación tan complicada Klellie? ❤️

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