Fuego y Aire están recogiendo los destrozos cuanto de pronto Aire pronuncia:

—¿Cuándo me vas a contar? —Lo mira con una sonrisa pícara.

—¿Qué cosa? —Levanta una ceja.

—Te escuché, cuando veníamos para este planeta.

—No sé de qué hablas, dilo.

—Estabas empacando, siempre a lo último, te quedaste solito y murmuraste.

—¡No murmuré nada! —Se pone nervioso.

—Aún no dije nada, creo que sabes lo que escuché. —Sonríe.

—Cállate. —Intenta evitar la conversación.

—Te gusta Agua —dice sin esperar más.

—¡Ni muerto! —grita.

—No lo niegues, te escuché. —Aire se ríe—. Te ayudaré. —Le guiña.

Fuego lo mira avergonzado.

—¿De verdad?

—¡Claro! Para eso estamos los amigos.