66: En Mónaco, plan cupido y dos palabras

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valrosón 

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valrosón acaba de hacer una publicación. 

Le gusta a pablogavi, carlanunier y a 11,753 personas más.

valrosón Holaa <333 hago esta cuenta pública para darme a conocer como lectora y escritora. Muchxs me conocerán como @val_algodóndeazucar desde wattpad, me había mantenido en el anonimato al escribir, pero gracias al apoyo que le han dado a mis novelas he decidido pasar al siguiente nivel. Me gustaría interactuar con ustedes y si tienen en mente alguna dinámica lxs leeré. 

Les escribe, Val :)

Pd: tomen café 

pablogavi 🥰❤️

vi_glendes mi corazón al ver que Gavi es el primero en comentarle 💔💔💔 

Lila932 eres novia de Gavi? @pablogavi en verdad ella es tu novia? 

 Gaviloveer está claro que sí son novios, se siguen, los han visto juntos y es el primero en comentar ¿Qué más pruebas necesitan? 

Lila932 @gaviloveer hasta que él no lo confirmen no son nada 

carlanunier y los créditos a la fotógrafa 
valrosón  se me olvidaron 🥺 

gavixpedri Carla y Valeria son amigas 👀 tendrán citas dobles con pedri y Gavi? 

gavimylove yo quería ser esta mujer 

ancovi12 vengo desde wattpad ❤️❤️❤️
valrosón 🥺🫶🏻 

Anne0621 ahora entiendo porque no querías escribir un fanfic de Gavi 

Blue862_ alguien me dice cual es su user de wattpad? 

Gaviando3006 muestra fotos de Gavi 🙏 

User9372 ¿como besa Gavi? 

Mariaxra te leo en wattpad, tienes talento 💖💖💖 

gavira10 estas con Gavi? Muestra una foto con él

Vibesblack una dinámica, haz un live y que salga Gavi. Tendras mas follows 

siramartinez guaaaapa 😘

noeshateeslaverdad no les parece raro que haga sus cuentas públicas cuando los rumores de ella y Gavi están rompiendo el Internet. Es obvio que se quiere colgar de su fama #buscafama 

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💌💌💌




















23 de septiembre, 2022
Mónaco, Montecarlo

No entendía cuál era la necesidad del hate en internet. De comentar sin saber lo más mínimo, se basaban en tontas suposiciones y no pensaban en todo el daño que podían hacer. Hice mi cuenta pública en Instagram, también en la de tiktok, pero en esta aún estoy trabajando en el contenido, solo posteé una foto en Insta y como era de suponerse hubo comentarios; algunos positivos, otros negativos y la mayoría preguntándome si soy novia de Gavi.

Me tildaban de querer colgarme de la fama de Gavi, pero eso no era verdad. Yo trabajaba duro en mis novelas y solo buscaba promocionarlas para llegar a más lectores y que mis lectores me conozcan. Sabía que la mayoría me seguían por Gavi y no por mí, lo sabía y comprendía que tendría miles de comentarios diciéndome busca fama, es por eso que mi meta era ser reconocida por mis novelas y no por ser la novia de un futbolista famoso.

—¿Sucede algo? —Alcé la mirada y me encontré con Pablo, me miraba preocupado.

—Nada.

—Te quedaste a la deriva.

—Estaba pensando.

—¿En qué?

No le diría la verdad. No quería hacerlo sentir mal por todo el hate que sus fans me tiraban.

Fingí.

—En como hacer para encontrarme a Charles Leclerc y conquistarlo —mentí y seguí con mi momento de imaginativo—. Dime… me hago la que no lo conozco, así se fija en mí por ser única y especial o le hago conversación, hago reír, le seduzco con un baile y bingo.

—Estás loca. Ya pareces a esos videos que hacen de mí en tiktok… ¿Cómo se llama la chica? ¿T/N?

—¡T/N! —me reí—¿Ves esos tiktoks?

—A veces salen.

—Son adictivos, también los de wattpad.

—¿Lees fanfics de wattpad sobre mí?

—De vez en cuando, tengo el premio de que yo si puedo besarte y hacer otras cositas.

Le lancé una mirada pícara y volví a mi móvil. Los comentarios llegaban, los likes aumentan y los follows incrementarán como si fuera famosa. Con un nudo en el estómago seguí leyendo y fue un puñetazo directo a los pulmones cuando leí algo nuevo que habían escrito.

"He leído sus historias, no es tan buena que digamos. Escribe fanfics, eso lo dice todo"

Empezó a dolerme el pecho, algo me apretaba dentro de mí, dejándome sin aliento. Volví a leer el comentario y como me llegaban más notificaciones de ese tipo, todo lo que me decían sobre ser interesada y que me colgaba de la fama de Gavi pasó a segundo plano, siendo reemplazados por los comentarios criticando mi escritura, algo que siempre había sido mi lugar seguro y durante un instante, me pregunté si lo que decían era verdad. Decían que habían leído mi historia y que ni era tan buena ¿Y si era verdad?  ¿Era solo una ilusa, creyendo que algún día podría ser reconocida por mis novelas? Cerré los ojos, intentando de apartar esos comentarios, pero la duda se enraizó como un roble de más de cien años.

En ese momento, como un respiro, la voz de Pablo me sacó de mis inseguridades.

—¿Cuál me pongo? —preguntó con una voz casual, como si supiera que algo me estaba pasando e intentaba sacarme de esa tormenta.

Alcé la mirada y lo vi frente al espejo. Se debatía entre una camisa blanca y negra, mostrando su torso atlético.

—La que quieras —me encogí de hombros, intentando parecer indiferente, cuando en realidad la simplicidad de su dilema me había sacado de una tormenta.

—No ayudas —dijo, haciendo un puchero y mirándome a través del espejo. 

Dejé de lado el móvil, apartando también mis inseguridades, y me concentré en él y sus camisetas que sostenía en cada mano.

—La negra. Te hace ver sexy.

—No me hace ver. Soy sexy —Su sonrisa sexy no tardó en aparecer.

—Habló el egocéntrico —Puse los ojos en blanco, pero no pude evitar sonreír al acercarme a él.

Pasé mis manos por su cuello e hice como si fuera a besarlo. Acomodé el cuello de su camisa, y a propósito las yemas de mis dedos rozaron su piel con una lentitud intencional . Lo estaba provocando y pude ver como él cerró los ojos para contenerse en no saltar a besarme.

Seguíamos con nuestra apuesta en pie.

Provocándonos, dejándonos con las ganas porque ninguno de los dos quería perder. Lo divertido, peligroso y excitante venía en la noche. Ambos compartimos habitación, compartimos cama y estar a solas, en ropa interior, porque esa era mi manera de provocarlo y la de él también porque dormía solo en bóxer. Nos metimos en un jueguito donde los dos íbamos perdiendo y ganando a la vez.

Esa noche saldríamos a cenar en un restaurante-bar en Montecarlo. Hace día y medio que llevamos en tierras monegascas, la habíamos pasado más como ciudadanos locales, que como turistas, pero eso cambiaría mañana porque iríamos a los museos y al circuito.

—Joder ¿Te vas a rendir de una vez? —preguntó con deseo en sus ojos. 

—Ríndete tú primero —respondí con la misma intensidad.

Ninguno de los dos dio el brazo a torcer y nos alejamos sosteniéndonos la mirada de una manera desafiante. Tomamos nuestra distancia al alistarnos, aun así no dejábamos de lanzarnos miradas pícaras, como una guerra silenciosa de seducción. Al estar listos, bajamos con las manos entrelazadas y robándonos uno que otro besos en el camino.

Abajo ya nos estaban esperando Carla y Pedri. Era como una especie de cita doble. Aunque ellos afirmaban que eran amigos, en realidad tonteaban a cada momento y dejaban de hacerlo cuando Pablo y yo nos mirabamos.

El plan iba funcionando, solo debía de pillarlos.









































💌💌💌















24 de septiembre, 2022

A la mañana siguiente, lo que me despertó fue la erección mañanera de Pablo. Mi trasero estaba siendo aclamado por su miembro, no mentiré al decir que no me calentaba y que me daban ganas de un rapidín mañanero, no iba a ser yo la perdedora.

Pablo, buscando "enfriarse", se fue a tomar una ducha fría. Esperé unos minutos y lo seguí, necesitaba acabar con esto y que él sea el perdedor. Dejé  caer mi ropa interior en el camino. Me metí a la regadera y tuve una amplia visión de su espalda. Mi misión era hacerlo perder y él ya se estaba encargando de darse de placer.

—¿Te estás haciendo una paja? —pregunté, haciéndo qué se girara, rojo como un tómate.

—Me das privacidad.

La imagen que tenía enfrente era completamente sexy. Él mojado y desnudo era irresistible. Sin pensarlo salté a besarlo, y el jueguito volvió a empezar. Me acorraló contra la pared, instintivamente enredé mis piernas en sus caderas y el guió su miembro a mi entrada.

—Dilo, Val —ordenó con voz ronca—. Di que quieres que te folle.

Uno de los dos iba a perder.

Y no iba a ser yo.

Lo miré y lo besé lentamente, mordiendo su labio inferior. Hundí mis uñas en sus hombros al sentir la punta de su pene en mi entrada, él estaba esperando que le rogara. Pero no le daría el gusto.

—Mejor sigue con tu paja. Estoy a favor de la masturbación.

Salí de la ducha, dejándolo con ganas y torturándome a mí también. Ambos éramos muy competidores y no nos gustaba perder, estaba segura que ni uno de los dos daría el brazo a torcer y esta batalla estaba muy lejos de terminar.

Más tarde salimos a correr y después de tomar desayuno hicimos turismo y fantaseé en el circuito de Fórmula 1.

—No vas a besar el piso ¿verdad?—bromeó Pablo.

—No soy una fan loca, Pablo —respondí, aunque la verdad era otra. Ya había besado el suelo, por aquí pasaron Charles Leclerc, Max Verstappen, Lewis Hamilton y muchos ídolos más.










































💌💌💌







































Habíamos alquilado un yate y yo aproveche para tener un momento a solas y transporte en otro mundo con ayuda de un libro.

De repente, vi a Pablo acostándose a mi lado. Cerré el libro y me limité a observar cómo empezaba a darme cariños, cortos besos y caricias sin fines de calentarme, sino demostrar su amor.

—Una tregua —susurró en mi oído, abrazándome.

—¿Ya te das por vencido, Gavira?

—Solo es una tregua —Enredó un mechón de mi pelo en su dedo—. Para algo romántico —Miró a su alrededor y acarició mis labios—. El sol se está ocultando.

—Un atardecer.

Un beso infinito.

Pablo debió pensar lo mismo que yo. Miró mis labios y nos encontramos en un dulce beso, esos que te roban suspiros y te dan un boleto a un cuento de amor.

Llenó mi rostro de cortos besos y ambos nos acostamos en la manta sobre la proa del yate.

Pasaríamos la noche en el puerto y parte del día siguiente.

—¿Qué lees? —preguntó Pablo.

—Romance.

Besé su mentón, le quité las gafas de sol y me las puse. Volví a mi lectura apoyando mi cabeza en su pecho, mientras él empezó a dibujar corazones en mi abdomen. Se me quedó viendo mientras leía sin dejar de trazar corazones en mi piel.

Cada vez que apretaba mis piernas, sentía la mirada divertida de Pablo.

—¿Qué lees? —Volvió a preguntar.

—Romance.

—Romance y guarradas, estas que aprietas las piernas.

Las mejillas me ardieron de la vergüenza. Cerré el libro y me senté. Miré a Pablo, seguía acostado, con los brazos por debajo de su cabeza, se veía tan creído y ardiente.

—Lo dice el que se hace pajas en la ducha.

—Y tú tienes un vibrador.

—Es para complacer lo que otros no pueden dar —respondí lentamente, y él se picó.

—Oye, yo si te complazco.

—Finjo.

—Mentirosa. No me miras a los ojos, Valeria Rosón.

Me puse de pie.

—Aprendí a mentir, guapo.

Me fui alejando y Pablo, al igual que un niño, me siguió repitiendo una y otra vez que era muy bueno en la cama. No sé cómo es que llegamos a estar corriendo por toda la cubierta. Yo corría, él me perseguía, ignorábamos los "chavales, se van a caer" por parte de Pedri y continuamos con nuestro jueguito.

Pedri nos dio una mirada de "se los dije" cuando nos caímos al mar. Por suerte no hubo ningún herido, salvo que Carla se ahogó de la risa cuando empujó a Pedri al mar, ella también se tiró y los cuatro estuvimos divirtiéndonos en el océano.

Dreaming 'bout the day when you wake up and find
That what you're looking for has been here the whole time

If you could see that I'm the one who understands you
Been here all along, so why can't you see?
You belong with me
You belong with me

Algo bonito de la vida era cantar you belong with me junto a tu mejor amiga, en Mónaco, en un yate, con un cielo nocturno y una botella de vino.

A Carla se le subía rápido el alcohol y si ya de por sí se las revivía con Taylor, ebria era mil veces peor y mejor.

¿Quién no se las revive las canciones de Taylor Swift?

Pablo me miraba desde lo alto del yate, no veía detalladamente su rostro, pero sabía que me miraba con ese brillo y sonrisa. A su lado estaba Pedri y miraba a…

Oh, I remember you driving to my house
In the middle of the night
I'm the one who makes you laugh
When you know you're about to cry

Ambas aplaudimos simultáneamente.

I know your favorite songs
And you tell me about your dreams
Think I know where you belong
Think I know it's with me

Can't you see that I'm the one who understands you?
Been here all along, so why can't you see?
You belong with me

Terminamos nuestro concierto privado y cenamos.

—Te traje un café —dijo Pablo, llegando a mi lado.

—Gracias.

Pablo siempre pensando en mí, era tan detallista. Sin embargó, el café fue como un balde de agua fría que caía en mí. Era costumbre. Podía estar bien, pero al mínimo detalle, ya sea un café, un color, música, acciones, palabras, me recordaban a mamá y esa nostalgia salía de donde la había encerrado. Cené en silencio y al terminar me excusé con ir al baño, cuando la verdad es que fui a la proa a llorar.

Tuve unos minutos en los cuales desahogarme y luego Pablo llegó, él me entendía, él me leía y me abrazó.

Me preguntaba si siempre sería así. Si siempre un balde de agua fría me volviera a la realidad, siempre tendría ese sentimiento de querer llorar cada vez que pensaba en mamá.

Y en todo.

—¿Te cuento algo que vi? —preguntó para distraerme.

—¿Qué?

Se acercó a mi oído.

—Vi condones en la maleta de Pedri.

Lo miré con confusión.

—Val, lees libros guarros, pero a veces eres tan inocente.

Me agarró de los hombros y besó mi frente.

—Lleva condones —Me encogí de hombros.

—Creo que los usará con Carla.

—Ou.

—Un muy grande "ou".

—Debo de prepararla.

Pablo me agarró de la mano.

—Se pondrá nerviosa si se lo dices.

—Se pondrá más nerviosa si él le cae de golpe.

—No creo, le he visto meterle la lengua hasta la garganta a tíos que no conoce en fiestas. Estará bien.

Pablo pasó uno de sus brazos por mis hombros.

—Tú mismo lo has dicho. Besos. Todo el mundo se da besos. Pero no ha llegado al siguiente nivel.

—¿A qué te refieres? —Él mismo respondió a su pregunta—. Aaaa ya entendí.

—Debo hablar con ella.

—¿Y qué le dirás?

—Pues… le enseñaré a poner un condón…

Pablo se carcajeó y con sus ojitos achinados de la risa, me preguntó:

—¿A todo el mundo le enseñas a ponerse un condón?

—Solo te he enseñado a ti porque temblabas.

—No temblaba.

—¿Quieres que te lo recuerde?

—No.

—Me aplastaste.

—Dijiste que no te aplaste.

—No te quería hacer sentir mal.

—Shh Val —Tapó mi boca con su mano—. No me recuerdes esa escena vergonzosa.

Me reí.

Él apartó su mano de mi boca.

—Siempre la recordaré, fue nuestra primera vez. Fue bonita.

—No te corriste.

—Supera esa parte. El punto es que fue muy romántica, divertida, perfecta —Pablo besó mi mejilla —. Y la de Carla también debe de ser así —Me acerqué a Pablo y susurré en su oído—. Planeamos algo.

Organizamos algo casual, pero a la vez romántico. Ambos chocamos puños al tener todo "okay".

—Que inicie el plan de desfloramiento.

Le tiré un manotazo.

—Estás hablando de mi mejor amiga, no seas un cerdo.

Pablo me miró como un niño regañado, se sobó el brazo.

—Que inicie el plan cupido.

Solo espero no estar metiendo la pata. Ni arruinarlo, ni meterme.

Vale, ya me arrepentí.
















💌💌💌



























25 de septiembre, 2022

Último día en tierras monegascas.

Un resumen de nuestro plan, pensamos y acordamos que si nos quedabamos a dormir en el barco, sus deseos harían que pasaran la noche juntos y lo hicieron, los estuvimos espiando para ver como Carla entraba a hurtadillas a su habitación, pero no se escucharon ruidos extraños. En el desayuno, el cual me encargué de comprarlo yo, no dejaba de mirar a Pedri y a Carla y no dejaban de actuar como amigos. Fuimos a hacer turismo y no sé si en verdad eran buenos amigos, fingían muy bien o en realidad no eran nada (lo que me parecía lo mejor) pero nunca los pillé en una situación comprometedora.

Pablo me dijo que era mejor dejarlos solos, solos de verdad y no estar espiandolos, por lo que nos escapamos para ir a un shopping fugaz de libros. Di un brinco para agarrar el libro en lo alto del estante. No lo alcanzó y ni Pablo estirando el brazo, ni poniéndose de puntas logró alcanzarlo. Estaba alto.

—Iré por una de las escaleras —Besó mi frente—. Espérame aquí, amor.

—Te espero.

Lo vi irse y salte por el libro. Seguía sin alcanzarlo. De repente, vi como un brazo se estiró y con facilidad agarró el libro. Al principio pensé que se trataba de Pablo y la escalera, giré para agradecerle, pero no era mi novio. Era alguien más. Alguien que no conocía y que por una extraña razón sentía que era alguien cercano a mí. Me tendió el libro, él no me miraba, sus ojos estaban perdidos entre las hojas de un grueso y viejo libro.

—Gracias.

—No hay de que —Su acento italiano era muy marcado.

En unas milésimas de segundos alzó la mirada. Unos ojos celestes, nunca había visto unos ojos celestes tan claros y brillosos. Dejó de mirarme y aun así su mirada siguió en mi mente. El chico dio media vuelta.

—Me lla-mo Val-eria…

No volteó, lo vi irse con la mirada puesta en su libro.

—Ya llegué al rescate —Escuché la voz de Pablo y lo miré, vio el libro—. Ya lo agarraste ¿Saltaste tan alto?

—Me trepé —mentí.

—¿Spidergirl?

—Me descubriste, Peter Parker —Besé su mentón y luego sus labios en un intento de olvidarme de unos orbes celestes.

¿Qué me pasaba?

—¿Vamos por un café?

—Vamos.

Pasamos por ese café y Pablo por un gelato. Estuvimos charlando y tuvimos una cita normal. Al llegar a la casa donde nos quedamos fui a ver a Carla. La invité a nadar en la piscina. Y charlé con ella, le conté sobre el chico en la librería. Me causaba nervios y sentía algo diferente, ni sabía cómo explicarlo.

—Es normal, Val —Carla intentó relajar mi mente—. Solo te pareció guapo, no es que le hayas puesto el cuerno a Gavi.

—Tienes razón, no es nada malo.

—Exacto, los ojos se hicieron para ver.

No era nada malo. Pablo era mi persona. Era mi para siempre.

—¿De qué hablan? —preguntó Pablo, se acercaba junto a Pedri.

Carla fue la que le respondió.

—Girl gossip.

Pablo la miró confuso, Carla se sumergió en la piscina, no me quedó de otra que seguirle el juego.

Esos ojos marrones volvieron a ser los únicos dueños de mi mente y corazón.

Más tarde, Pablo me llevó a una cita en el yate, solo nosotros dos. Una manta, cojines, música, comida, él, yo y un atardecer.

Nos dimos otro beso infinito que pronto incrementó y nos llevó a liarnos. La calentura volvió, ese cosquilleo seguía presente. Mi espalda chocó con la manta, él se puso encima de mí sosteniendo su peso en su codo.

—Dilo, Val —susurró en mi boca, con una voz cargada de deseo. 

—No voy a rendirme. Dilo tú.

Nuestras manos iban quitando las prendas de ropa que sobraban. Él me besaba y se me ocurrió una grandiosa idea.

—¿Y si lo decimos al mismo tiempo? Así los dos ganamos.

Mis manos se metieron por debajo de su bóxer, toque su miembro y mordí mi labio.

—Los dos. Al mismo tiempo.

—Vale.

—A la cuenta de tres.

—Uno...

—Dos...

—Tres.

Abrí mi boca para "decir" lo que él quería escuchar.

—Val déjame follarte.

—¡Gané! ¡Gané! —Lo hice a un lado y comencé a saltar—¡Gané! —Moví mis brazos y caderas, formando un círculo—¡Yo gané! ¡Y Tú perdiste!

—Eres una tramposa.

—Se llama estrategia. 

Continué con mi baile de celebración, hasta que Pablo se sentó, se cruzó de brazos y dijo con una sonrisa.

—¿Qué es lo que deseas?

Me senté a su lado y pedí.

—Unos besos.

Fruncí mis labios y él los apretó con los suyos en un corto beso. Él se encargó de echar mi cuerpo en la manta. Miro mi vientre y sus dedos se encargaron de bajar la parte de abajo del traje de baño.

—¿Qué-qué haces?

—Me has pedido besos, pero no has especificado el lugar.

Joder.

Su rostro se perdió entre mis muslos, beso esa parte y se fue acercando a mi intimidad. Sus besos llegaron y yo cerré los ojos a causa del placer. Sentí su sonrisa en mi humedad al escucharme gemir, mis gemidos se volvieron más fuertes cuando su lengua acarició mi clítoris. Beso, lamió y estiró su mano para masajear mis senos. Pablo alzó la mirada, nuestros ojos se conectaron. Aún seguía moviéndose y sin dejar de mirarme, su lengua empezó a trazar su nombre.

P

A

B

L

O

Joder. 

Mi cuerpo se curvó del placer y me corrí en su boca. Pablo lamió y con su lengua dibujó un corazón.

—Que guarro para más romántico.

Salió de mis muslos y sonrió orgulloso de todo lo que causaba en mí.

Me guiñó un ojo y lamió las comisuras de sus labios.

—Me encantas.

Pablo y yo estábamos tendidos en la manta, la brisa marina acariciaba nuestras pieles mientras nuestras respiraciones se entremezclaban. Recuperaba el aliento mientras nos mirábamos a los ojos, él estaba sonrojado y no dejaba de darme una mirada que me repetía una y otra vez ese "me encantas" que me dijo hace unos segundos.

Sin decir nada, Pablo se inclinó hacia mí, sus labios encontraron los míos en un beso lento, lleno de deseo contenido y yo le seguí con las mismas ganas. Sus manos comenzaron a explorar mi cuerpo, deslizando sus dedos con suavidad por mi cintura, hasta llegar a la curva de mis caderas. No podía evitar responder a sus caricias, mi cuerpo se arqueaba hacia él, buscando. Me volvía loca.

La necesidad de sentirnos más cerca apareció junto a los besos urgentes que nos dábamos. Pablo, siempre cuidadoso y atento, como si minutos antes no hubiese metido su lengua hasta mi alma,deslizó una mano bajo mi camiseta, sus dedos rozaron la piel de mi vientre, causando una oleada de placer que me hizo gemir suavemente en su boca. Podía sentir la sonrisa que se formaba en sus labios al escucharme.

—¿Estás segura? —susurró contra mis labios, con una mezcla de preocupación y deseo en su voz.

—Sí, Pablo —respondí sin dudar, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello y tirando suavemente de él hacia mí—. Quiero que me folles, te quiero a ti.

Pablo sonrió engreído y entré mis labios susurró "Al final también gané yo".

Sin esperar más, él comenzó a quitarme la  camiseta lentamente, como si quisiera saborear cada momento. Quito la parte de arriba del bikini, dejándome expuesta ante él. Sentí un ligero escalofrío cuando el aire fresco de la playa tocó mi piel desnuda, pero la mirada de Pablo, intensa y llena de deseo, me mantenía cálida.

—Eres tan hermosa, Val —dijo, su voz ronca mientras sus ojos recorrían mi cuerpo—. Más que perfecta, cariño.

Respondí deslizando mis manos bajo su camiseta, sintiendo la firmeza de sus músculos bajo mis dedos antes de quitársela y dejarla caer junto a la mía. Nuestros cuerpos se encontraron de nuevo, piel contra piel, en una mezcla de calor y electricidad.

Me besó con más pasión, su lengua trazando líneas ardientes en mi cuello, bajando hasta mis senos, donde se detuvo para besar y lamer cada uno con una devoción que me hizo gemir más fuerte. Cada caricia, cada beso, encendía una llama dentro de mí que crecía con cada segundo.

No pude evitar mover mis caderas contra él, buscando más fricción, más contacto. Sentía su erección presionando contra mí, lo que solo intensificaba mi deseo. Mis manos bajaron hasta sus pantalones, desabrochándolos con manos temblorosas antes de ayudarlo a deshacerse de ellos, junto con su ropa interior. Finalmente, el sacó un condón y se lo colocó, y nos quedamos completamente desnudos, piel contra piel, bajo el cielo que se pintaba de varios colores.

Era como un beso infinito, pero más que eso. Era como si nuestras almas se juraran amor eterno.

Pablo me miró un momento, sus ojos llenos de ternura y deseo.

—Eres todo lo que quiero, Val —murmuró antes de besarme de nuevo, esta vez con una urgencia casi desesperada.

Nos movíamos juntos, sin necesidad de palabras, nuestros cuerpos encontrando un ritmo natural mientras él se posicionaba entre mis piernas. Con una lentitud tortuosa, comenzó a entrar en mí, haciéndome suspirar de placer al sentirlo llenarme completamente. Nos quedamos así, por un momento, disfrutando de la sensación de estar completamente conectados.

—Val —susurró mi nombre en un gemido mientras comenzaba a moverse lentamente.

Nos movimos juntos, cada empuje nos acercaba más al borde, nuestras respiraciones se aceleraban, los gemidos y susurros llenaban el aire entre nosotros. Me aferré a sus hombros, sintiendo cómo mis uñas se clavaban en su piel mientras me llevaba al borde del clímax. Pablo me miraba, observando cada una de mis reacciones, sus movimientos precisos, diseñados para darme el máximo placer. Me conocía a la perfección, yo lo conocía a la perfección y  sabíamos lo que nos gustaba y nos llevaba al borde del placer, donde siempre nos encontrábamos y nos dejábamos caer.

Finalmente, no pude contenerlo más, mi cuerpo se arqueó hacia él mientras un grito de placer escapaba de mis labios. Sentí a Pablo seguirme, su cuerpo tensándose mientras llegaba al orgasmo, su nombre escapando de mis labios en un gemido satisfecho.

Nos quedamos así, respirando con dificultad, nuestros cuerpos aún entrelazados. Pablo se dejó caer a mi lado, tirando de mí para que me acurrucará contra él. Sentía su corazón latiendo tan rápido como el mío, y por un momento, solo disfrutamos de la cercanía, de la sensación de estar tan completamente conectados.

—Nunca quiero que esto termine —dijo, besando mi frente suavemente—. Un para siempre.

Le respondí, acurrucándome más cerca de él, sintiendo los latidos de mi corazón bajo mi mejilla.

Después de un rato, cuando el cielo optó por pintarse de un color oscuro y las estrellas nos miraban desde lo lejos, decidimos que era momento de volver. Nos vestimos y me daba un poco de vergüenza saber que el capitán del barco había estado en la cabina. Pero Pablo me dijo que no me preocupara, que él lo tenía todo bajo control.

Al llegar al puerto, decidimos regresar a la casa que habíamos alquilado. Cuando llegamos a la casa, noté que tenía un montón de notificaciones en el móvil, una parte de mí quería saber todo lo que estaban diciendo de mí, pero mi parte sensata me obligó a apagar el móvil. No quería que nada arruinara los últimos momentos de este viaje.

Nos reunimos en el comedor para cenar con Pedri y Carla. La cena fue agradable, pero Pablo y yo no podíamos evitar echarle un ojo a nuestros amigos. Estaban mucho más relajados que antes, compartiendo miradas y sonrisas que delataban una creciente complicidad entre ellos. Aunque parecían dos buenos amigos, había algo en el aire, la mirada de Carla, era esa misma mirada enamorada que yo también tenía.

Después de cenar, cada uno se retiró a su habitación. Pablo y yo estábamos tan sumergidos en nuestra propia burbuja que todo lo demás parecía desaparecer. Nos tumbamos en la cama y, aunque no habíamos planeado nada en particular, cada caricia, cada mirada, nos acercaba más. Era como si estuviéramos en una especie de luna de miel improvisada, sin prisas y sin preocupaciones, solo nosotros dos.

Estábamos en medio de unos besos apasionados, cuando de repente, escuchamos unos gemidos que no eran los nuestros. Nos detuvimos por un momento y nos miramos, reconociendo al instante que esos sonidos venían de la habitación de Pedri y Carla. Pablo y yo chocamos los puños, celebrando en silencio que finalmente habían dado el paso que tanto esperábamos.

Sonreí feliz por mi amiga y aunque no me agradaba de todo Pedri, sabía que si Carla era feliz yo debía de aceptarlo. Además moría para que me contará todo, de esta no se podía escapar.

—Esto ya parece un hotel de recién casados —murmuró Pablo, volviendo a lo suyo y yo a lo mío.

No queríamos ser interrumpidos por los ruidos, así que pusimos música para distraernos. Jugamos a las cartas un rato, aunque no tardamos mucho en volver a lo nuestro. La química entre nosotros era innegable, y la cercanía física nos hacía olvidarnos de todo lo demás.

—Te voy ganando, campeón.

—Con trampa, cualquiera.

—Las excusas de un perdedor —dije sacándole la lengua—. Nunca podrás contra mi, Gavira.

—Eres una Mentirosa. Entre los dos, tú eres la perdedora.

—¿Quién va ganando tres veces seguidas?

—Te la remontó en menos de treinta minutos y verás quién será la perdedora.

—Aja, perdedor.

—No soy un perdedor —dijo y se abalanzó hacia mí, acorralándome entre el colchón y él.

Volvió a besarme y a acariciar mi cuerpo como si yo fuera una de sus cartas ganadoras.

—Quieres un polvo para distraerme ¿verdad?

Sonrió sin darme una respuesta y continuó en lo suyo, a la vez que empezamos a escuchar algo por encima de la música. Al principio, pensé que era parte de la canción, pero luego reconocí que eran gritos. Eran Pedri y Carla discutiendo, y no parecían simples desacuerdos.

Empujé a Pablo y me levanté rápidamente, él no tardó en ponerse de pie, y ambos empezamos a vestirnos con lo primero que encontramos. Apagamos la música para escuchar mejor y entreabrimos la puerta para asomarnos. Los gritos se volvían más fuertes, y antes de que pudiéramos procesar lo que estaba pasando, escuchamos un portazo estruendoso que nos hizo retroceder para que no nos vieran, aun así pude ver como Carla salió de la habitación, visiblemente enfadada, y sin pensarlo dos veces, la seguí.

—Espera, Val...

Pablo trató de detenerme, pero yo no podía dejar sola a Carla. Salí al pasillo y me encontré frente a frente con Pedri. Sus ojos estaban llenos de frustración, y no pude evitar fruncir el ceño al verlo allí parado, como si no supiera qué hacer. Si le importaba Carla debía perseguirla, no quedarse como un poste en medio del pasillo.

—¿Qué le has dicho? —le solté, mi tono más acusador de lo que pretendía. No tardé en empujarlo.

Quería golpearlo.

Antes de que Pedri pudiera responder y que yo le diera un puñetazo, Pablo apareció detrás de mí, y su voz calmada me interrumpió.

—Val, déjalos resolverlo entre ellos. No es nuestro asunto.

Lo miré, pero la indignación ya me hervía por dentro. No podía simplemente quedarme al margen, no cuando Carla era mi familia.

—¡Los hombres nunca se enteran de nada! —grité, dirigiéndome a ambos, los apunte con mi dedo y no tarde en gritarles—. ¡Son unos gilipollas!

Pablo alzó las manos en señal de rendición.

—Pero… yo no hice nada —dijo, mirándome con una mezcla de confusión e inocencia—. ¡Fue él! —dijo apuntando a Pedri.

Rodé los ojos y me giré hacia Pedri, esperando que dijera algo, que hiciera algo. Pero ahí estaba, de pie, sin saber cómo responder. Mi frustración solo aumentaba, no merecía a Carla. Claro que no, esto fue un error y toda la culpa la tenía Gavi.

—Val, déjalos hablar a ellos —intentó insistir Pablo, poniéndose entre Pedri y yo, como si intentara evitar que le clavara un cuchillo a su amigo.

Pero ya era demasiado tarde; había dicho lo que tenía que decir, y ahora solo quería asegurarme de que Carla estuviera bien. Sin decir nada más, pasé al lado de Pedri, dándole un último vistazo antes de seguir a Carla.

















































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26 de septiembre, 2022
Barcelona, España.

Me despedí de Pablo con un beso, sintiendo el peso de nuestra separación.

—No te enojes —pidió, haciéndome ojitos.

—No lo estoy. Te hago facetime antes de dormir.

—Mejor voy a verte —dijo.

—Sí quieres, pero recuerda que estás vetado del sexo.

Él me convenció de llevar a Pedri, él pagaría las consecuencias.

—Val —Habló con un tono de queja.

Le di un último beso y me fui detrás de Carla. Agradecí que estuviéramos en la parte vip, así nadie nos podía ver.

—Ya pedí un taxi —dijo Carla, ocultando su mirada bajo unas gafas negras.

—¿Quieres que me quede contigo? —ofrecí al notar que no era la misma que cantaba como una loca en medio del océano.

—Sí, no quiero ir a mi casa ¿Crees que pueda quedarme contigo?

—Eso no se pregunta, Tay. Siempre eres bienvenida.

Distraje a Carla todo lo que pude, se quedó conmigo dos días más, hasta que sus padres fueron a verla. Carla no me habló del tema y yo tampoco se lo mencioné, no quiso contarme lo que había pasado con Pedri.

Era otra historia que contar.

























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valrosón acaba de hacer una publicación.

Le gusta a pablogavi, carlanunier y a 41,759 personas más.

valrosón fotitos de estos últimos días
La tercera foto es mi tay @carlanunier

Gaviismylife si no hay Gavi, no hay like 😘

siramartinez no invitaron 😫

esterbelmonte 😮😍😍😍

pau_fernadez extrañaba tus post 🥺

Ella21 y si hacemos un fandom para val?
Noeshateeslaverdad un famdom? Acaso es famosa, solo es la "novia" de Gavi. Dan risa.

Ella21 ¿Quién es Gavi? Ni siquiera sabía quién es Gavi, no soy alguien que ve fútbol. Yo conozco a Valeria por wattpad y es una grandiosa escritora @noeshateeslaverdad tu eres la que das risa 😘

Gavilover estoy esperando el comentario de Gavi

pablogavi ¿Por qué en ninguna salgo yo? ☹️
COMENTARIO BORRADO

gavimiesposo alguien más vio el comentario de Gavi??? Confirma de que estuvieron juntos

carlanunier la mano en la cuarta foto 😳

Sofis_ ¿Qué libro estás leyendo?
valrosón un cuento perfecto

sofis_ bueno nunca he leído un libro, pero si a Gavi le gustan las que leen, a leer se ha dicho 🫡

Gaviesmio puta

User382 BUSCA FAMA

gavilover confirma si Gavi y tu son novios

Factoswagsfcbarcelona Carla y tu son amigas, dúo de víboras. Ambas son busca fama, no me pondré a llorar si se mueren.

noeshateeslaverdad Estuvieron en mónaco. Es obvio que Gavi le pago todo. Lo quiere por su dinero @pablogavi date cuenta!!!!

Gavivaal chicos una fuente cercana me ha dicho que andan juntos. Pero que Valeria lo usa por su fama, que haga su cuenta pública es más que obvio. Me lo ha dicho alguien cercano a ellos.

Leer más

































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30 de septiembre, 2022

Salté a abrazar a Pablo cuando estuvimos a solas en mi habitación. No nos veíamos desde el aeropuerto. Nos besamos fugaz y él incrementó el beso al cargarme, enrede mis piernas en su torso y me fundí en un beso apasionado.

Dejé de besarlo para proporcionarle un golpe en el hombro.

—Auch, ¿ahora que hice? —se quejó, mirándome adolorido.

—Nada en particular, pero el Pablo de hace un año me dejó llorando al terminar conmigo. Te mereces un golpe. 

—Joder, tienes la mano pesada.

—Eres un ardiloso. Te tiras de cabeza a por el balón y no puedes aguantar un golpe de tu novia.

—Mejor golpéame de otra manera —dijo con una sonrisa traviesa.

—¿Quieres que te golpeé el culo? —pregunté levantando una ceja.

Mis pies tocaron el piso y di una palmada en el culo. Tenía más culo que yo, y francamente, me dio un poco de envidia.

Pablo también palmeó mi culo inesperadamente, di un brinco, sorprendida.

Se rió e inició una guerra de palmadas en el culo. Me tiré a la cama para que no pudiera tocar mi trasero. Él intentó voltearme, pero hice fuerza y aprovechó para colarse entre mis piernas.

—¿Por qué siempre terminamos así? —preguntó, su aliento cálido en mi cuello.

—Es una posición muy cómoda —respondí con una sonrisa, mientras él besaba mi frente y se echaba a mi lado. Estábamos muy pegados por lo pequeña que era la cama.

Hablamos sobre su entrenamiento y luego le pase los capítulos de mi historia. Él los leía y me daba su opinión.

Mientras él leía yo escribía.

—¿Escribirás algo guarro para el libro? —preguntó con una sonrisa ladina—. Porque los protagonistas tienen alta tensión sexual.

Dejé de escribir y lo miré.

—Tengo planeada una escena, pero no sé por dónde empezar.

—Te puedo ayudar con ello —se ofreció, sonriendo.

—¿Quieres tener sexo para que la escena que escriba sea 100% detallada?

—Puedo hacerlo por mi novia escritora —dijo con una mirada juguetona.

—Vale. Lo acepto. Pero te aviso cuando llegue a esa parte.

—¿Ya no estaré vetado del sexo?

—No… es por una buena causa…

Nos quedamos un rato más, él leyendo y yo escribiendo hasta que los ojos se me cerraban y decidí dejar de escribir. Pablo se quedaría a dormir por lo que no lo eché. Nos estuvimos dando cariños, enrollándonos de una manera dulce al robarnos suspiros.

Agarré mis auriculares para escuchar música, me los puse y le di un largo beso a Pablo. Aún no le daba a reproducir a mi playlist por lo que pude escuchar a la perfección lo que dijo.

Me besó lento en la mejilla, al separarse acarició mi mejilla y fue bajando hasta detenerse en mi cuello, donde susurró:

—Te amo, Val.

Fingí no escucharlo.
























































































































Xoxo. Ya sabemos que el corazón de Val no se rompió. Por ahora 😈 ok no ok no jsjaja

Pablo le dijo que la ama 🥺 y Val 🕴"soy sorda" no la juzguen ya entenderán en el siguiente capitulo. Mañana traigan pañuelos jsjzjzj

Bueno es el capitulo 66 solo quedan 10 capítulos para el final. Que inicie la cuenta regresiva.

La canción Mónaco va perfecta con este Cap jsjsjs

Besooos

Leo sus opiniones y si les gusto no olviden de votar.

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Tiktok: ancovi12

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