Souvenir

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Todavía escucho los ecos

Tengo la sensación de que es hora de dejarlo ir 

Dejarlo ir 

Las estaciones cambian y nuestro amor se enfrió

Alimenta la llama porque no podemos dejar ir esto 

Huimos, pero estamos corriendo en círculos

Huimos

Huimos...

Era esa canción "Circles" de Post Malone. Una canción pegadiza que combinaba perfectamente con las olas salvajes de aquella playa poco habitada.

En los audífonos del chico de cabellos rubios  retumbaba esa canción una y otra vez, sin duda el dueño de esa canción era su cantante favorito. Jimin era un chico rubio que prácticamente lo tenía todo; buena musica, buena vista y sobre todo buena vida.

Aquel chico estaba en pose de indio sentado sobre la arena observando como iban y venían las olas, como el aire tan relajante y absorbente se llevaba todas las malas vibras, la vista de aquel lugar era como estar en el mismísimo cielo.

Era el paraíso.

"Memories beach" era una pequeña playa calida, ideal para un viaje de excursión o para una luna de miel. Pero Jimin no estaba ahí por alguna de esas alternativas. El rubio se encontraba ahí para escapar del mundo.

Era un chico que se había cansado de la horrenda vida rutinaria de estar en casa y trabajar. ¡El trabajo es aburrido!

El deseaba probar cosas nuevas, deseaba  con ansias experimentar nuevos baches. Se había cansado de la vida de oficinista, era completamente espantoso levantarse a las 6:00 am para ir a una oficina y estar sentado todo el bendito día esperando a que alguien requiera de su ayuda.

Definitivamente eso no era vida.

Así que decidió arriesgar su empleo y todo lo que tenía para mudarse a Memories Beach, aquella playa que había visto en comerciales por bastantes meses.

O bueno, eso es lo que rumoreaban...

Y ahí estaba, disfrutando de cada una de las olas de mar y de la hermosa vista es este hermoso verano.

Quien lo diría, aquel chico rubio había conseguido hacer realidad uno de sus sueños. A pesar de que muchos le dijeron que no lo cumpliría y seguiría siendo un tonto sueño.

—Lo logré, definitivamente lo logré...—suspiraba para luego irse corriendo rumbo a la gran playa con su tabla de surf amarilla.

Días y noches enteras pasaron, llevándose las olas y trayéndolas de vuelta, aquel chico de cabellos rubios estaba sumamente feliz de aquel sueño cumplido, estaba orgulloso de si mismo, y de seguro en alguna parte del mundo alguien más lo estaría.

Aunque claro, no todo fue satisfacción y beatitud, el pasado  verano no fue remotamente parecido a la tranquilidad que sentía ahora.

El verano pasado sin duda fue duro y doloroso.

Sábado, 21 de Diciembre del 2019

—Yah Yoongi hyung, deberíamos tomarnos unas vacaciones.— La voz de un divertido Jimin retumbaba en aquella oficina. Era el fin del trabajo, habían recibido una buena paga ese año, su supervisor les había aumentado el sueldo, eso era maravilloso para todos los empleados que trabajaban.

—No lo se, Jimin, podemos volver a pasar estas vacaciones en la casa de mis abuelos. Ellos te aman mucho — Él de los bellos orbes color avellana hablaba.

Cada fin de año ambos viajaban a la casa de los abuelos de Yoongi, era casi como una tradición que ellos tenían como pareja, porque sí, ambos eran pareja.

Aquella pareja de oficina que él mundo envidiaba, ambos eran el uno para el otro, Yoongi y Jimin se amaban, de eso no había duda.

—Pero prometiste que este año si iríamos a Memories Beach. —hacía un puchero inconscientemente.

—Minnie, podemos ir al siguiente año— el de cabellos negros intentaba calmar a su pequeño angelito, pero no podía resistirse a sus hermosos pucheros.

—Hyung, usted siempre dice que iremos al siguiente año pero nunca lo cumple — Ahora la voz del rubio denotaba tristeza, este realmente estaba triste. Su novio le prometía siempre que irían a esa playa, pero nunca lo cumplía. ¿Por qué?

—Minnie, ¿No te gusta estar con mis abuelos? —inquirió el de cabellos marrones levantando una ceja.

—Hyung, no voy a caer, usted siempre hace esa pregunta cuando le hablo del tema. — Y si, Yoongi siempre decía eso para que aquel chico de cabellos rubios se sintiera mal.

—Me atrapaste. — Yoongi trataba de reír pero sus intentos fueron fraude. Es como si estuviese escondiendo algo.

—¿Está bien, hyung? — preguntaba, era raro ver al pelinegro de esa forma.

—Sí, nos vemos luego, tengo que ir a ver algunas cosas en mi casa.

—Llámeme si necesita algo, y no sé olvide de escribirme. —Jimin sonreía haciendo que sus ojitos se cerrarán formando un bonito y radiante eyesmile.

—Claro, y no lo haré —sonrió como pudo y salió.

Rápidamente Jimin fue hacia el mayor y le robó un beso, esos de los que ambos eran cómplices. Uno de tantos besos de los que ambos disfrutaban, esos besos que eran dulces pero que te dan ganas de consumirlos rápidamente.  

—Ahora si ve. —sonrió. Ambos se miraron con amor y apreciación, con ese deseo de estar siempre juntos.

Últimamente el de cabellos negros andaba raro, era un hecho que no podía pasar desapercibido por el rubio. Su corazón sabía que algo no andaba bien, era algo que no podía negar.

Pasaron los días y el mayor no regresaba, no le llamaba ni respondía llamadas. ¿Por qué?

Definitivamente algo estaba mal. Ellos eran una pareja que andaba por todos lados juntos. ¿Qué estaba pasando?

¿Acaso se enojó por comentarle sobre su viaje? ¿Acaso Yoongi ya se había hartado de Jimin?

Definitivamente iría a ver a Yoongi, había pasado una semana y no había rastros de él.

Cuando llegó a la casa de este simplemente no había nadie. El lugar estaba completamente vacío y desahuciado. ¿Qué acaso se mudó y no le avisó?.

El pelirubio se apoyó en la puerta tratando de recordar si alguna vez el de orbes color avellana le había dicho algo sobre mudarse. Pero al momento de hacerlo, la puerta de aquella arraigada y anticuada  casa se abrió para al fin darse cuenta de que las cosas del mayor aún continuaban ahí.

El rubio estaba aún más confundido. ¿Entonces, dónde estaba Yoongi?

Cuando entró a la habitación del mayor, que por cierto se veía tan pulcra, se dio cuenta de que había un pequeño sobre blanco en la mesita de noche que acompañaba su cama.

Una razón más por la cual debe estar preocupado.

Al abrir aquel papel, y empezar a leer la nota su cara no tenía expresión alguna.

"Minnie, ha pasado un tiempo. Si estas leyendo esta nota es porque ya no estoy aquí.
Sé que debí decirte esto antes, pero mi corazón no sabía cómo hacerlo. De verdad no quería dañarte, pero siento que cuando leas esta nota vas a estar aun peor. Lo siento.
Los doctores dijeron que debía cuidarme, pero no le tomé importancia. Traté de soportarlo. ¡Lo juro! Pero creo que fue muy tarde. Dijeron que era Septicemia, la verdad me dio miedo al principio, pero intenté ir a terapias, ¡Ah, todo es tan costoso!.
Sé que querías ir a Memories Beach, realmente espero que no leas esta carta y que podamos ir a la playa a la que tanto deseas ir. Minnie, si estás acá, supongo que ya es tarde. ¿Sabes que te amo, no es así? Minnie, voy a estar bien, pero quiero que tu también estes bien, tú eres mi angelito. Sabes, en las terapias dijeron que lo más probable es que todo salga bien, ¡Ya no tendré que entregarte esta carta! Realmente espero que no llegues a leer esto. Aveces me da miedo pensar en que voy a morir, pero se que no será así. Minnie, me gusta verte sonreír, no dejes de hacerlo. Seremos felices y viviremos bien hasta ser unos abuelitos. Viviremos en la playa de nuestros sueños, aunque no te lo decía, yo también quería estar ahí, esas propagandas si que eran llamativas. Estaremos ahí, lo prometo.
Att:Yoongi"

El rubio estaba atónito, sus piernas temblaban y amenazaban con caer y desvanecerse, ¿lo que estaba leyendo era real? O quizá era una broma de muy mal gusto. Realmente estaba pasando esto. 

Es imposible...

 Los sollozos salieron sin aviso alguno, en poco tiempo Jimin estaba lleno de lágrimas, su corazón estaba adolorido, y el llanto inundaba cada parte de si. Era como si le hubiesen metido una estaca directo al corazón. Como si el mundo estuviese en contra de él en ese mismo momento.

Después de sacar esa nota, vio que habían algunas cosas más en aquel sobre blanco. Con ineptitud e impotencia sacó lo que quedaba y su mirada no tenía expresión. Eran dos pasajes par aquella playa, pero atrás de uno de ellos decía algo.

Este será nuestro nido de amor, déjame ser tu souvenir, Jimin. Déjame amarte y llévame a los lugares más extraños y arrebatadores, llévame como recuerdo mi hermoso angelito.

¿Por qué estaba leyendo eso? ¿Por qué tenía que leer eso? Su corazón y su alma no podían definir lo que sentía.
¿Por qué? ¿Alguien sería capaz de responder sus preguntas?

Sin más, llamó a los papás de Yoongi. Quería creer que era una broma de mal gusto. Yoongi no sería capaz de mentirle y no decirle lo que estaba ocurriendo.

Era una broma, tenía que ser una broma...

Sonó el timbre del celular una y otra vez, pero los padres de Yoongi no contestaban. ¿Realmente le harían esto?
El rubio estaba arrodillado en el piso, su respiración era lenta. Necesitaba saber la verdad.
¿Por qué Yoongi le estaba jugando esa broma?

Cuando menos esperaba vio a los padres de Yoongi entrar por la misma puerta por la que él ingresó.

La mujer llegó e inmediatamente cayó al piso. El llanto de aquella mujer era bastante fuerte, su esposo rápidamente la abrazó y trató de darle seguridad. Pero esa mujer estaba rota. No lo entendía.

—Mi hijo no puede estar muerto —Clamaba llorando, ni su esposo podía ayudarla. —Él no está muerto —sonaba como un susurro.

—Yoongi, él ¿Dónde está? —El rubio decía con alguna esperanza de poder encontrarlo.

—Él murió —, explicaba el señor Min —Me llamaron, avisando lo que había sucedido.

—No, no es verdad — el rubio se negaba a creerlo. —Usted me esta mintiendo, el no está....

—Lo lamento —El padre de Yoongi dijo, y siguió consolado a su esposa.

El rubio ahora estaba completamente atónito, su corazón dolía, como si hubiera recibido una estancada al corazón. Para él no tenía sentido lo que estaba ocurriendo. Las lágrimas incesantes aparecieron en su esbelto rostro. No podía contener su sufrimiento, su dolor lo mataba lentamente.

Por qué , Yoongi, por qué.... — Era tan difícil intentar hablar, tan difícil leer lo que jamas se imagino leer.— Tú ya eres mi souvenir. Siempre lo serás...

Llorar no era suficiente, definitivamente no lo era. El rubio se sentía tan impotente, no pudo hacer nada para salvar la vida de su novio, y eso lo carcomía.

Aquel chico quiere echarse la culpa de no haber venido antes, de no haber preguntado a su novio sobre como se sentía. ¿Por que Yoongi nunca le dijo eso? Dios, era tan difícil comprender y discernir esa información.

El dolor era palpable. Todo lo que había pasado con Yoongi se le vino a la mente. Todos los días que ellos disfrutaron juntos, todos los momentos difíciles que superaron juntos. Cada deseo de envejecer al lado del otro, todo estaba en su mente. Todo matandolo, y haciendolo caer en la realidad.

Yoongi ya no estaba.

Pero todo se queda en un "si tan solo...", " Si hubiera..", siempre sucede eso.

Martes, 22 de diciembre del 2020 (actualidad)

—Lo logré, definitivamente lo logré, Min Yoongi—suspiraba para luego irse corriendo rumbo a la gran playa con su tabla de surf amarilla.

Muchas cosas para un solo Jiminie, pero definitivamente haría todo por estar feliz, como lo hubiese querido Yoongi. Su hermoso novio, su souvenir.

Los rumores que afirmaban que aquel rubio odiaba el trabajo, eran ciertamente falsos. Él había decidido vivir en una playa, para nunca olvidar a su novio. Y conseguir lo que ambos deseaban. El viviría con el Souvenir de Yoongi y trataría de recobrar la felicidad que en algún momento perdió.

Y aunque no lo crean, vivir en aquel lugar era su meta de vida, su sueño hecho realidad.

Al rubio en realidad no le importaba los rumores que la gente esparcía. Eso era lo de menos. Después de todo, las personas solo van a escuchar lo que quieren escuchar. Así de simple.




(Souvenir  - Lasso)

¡Hola! Primeramente, espero que les haya agradado.

que no fue perfecto, pero espero haber logrado transmitir lo que quería, y perdón por algunas faltas ortográficas. Trataré de mejor con el tiempo.

~TYT~

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