━━ 💍: dark brown eyes

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

NOW PLAYING 📻 . . . bad omens by 5 seconds of summer

───── »◦💍◦« ─────

LUKE HEMMINGS NO SIEMPRE HABÍA estado enamorado de Imogen. Cuando eran niños, a él la idea de gustar de una niña le parecía bastante alejada de su realidad y no era algo primordial para él, además de la única niña que siempre tenía cerca era su —en ese entonces— nueva amiga Imogen Keene, y a Luke le caía bien nada más.

En la adolescencia Luke encontró un hobby y quizá algo más en la música, e Imogen estuvo con él en cada paso del camino, cosa que él apreció tanto cuando hacía música por su cuenta como cuando formó una banda con dos compañeros de escuela y un tipo al que no conocía mucho pero lucía como buena persona. En ese entonces, Luke ya estaba interesado en chicas pero sus hormonas descontroladas nunca se fijaron en Imogen de esa manera, de hecho había tenido una linda y larga relación con una chica llamada Aleisha que se llevaba muy bien con su mejor amiga.

Cuando él tuvo que partir a Londres con el resto de su banda para seguir una carrera musical de manera formal, su corazón se rompió. Recordaba el dolor que sintió al tener que separarse de su familia, de su novia y de su mejor amiga pero sin duda ni ese dolor se comparaba al que empezó a sentir pasados unos meses de su partida, justo después de que, por algún motivo, sus llamadas esporádicas comenzaron a no ser suficientes para Luke. Quería verla, ansiaba abrazarla y escuchar su voz en vivo y no vía telefónica.

La primera vez que la vio después de marcharse de Australia fue bastante revolucionaria para sus sentimientos. Sus recuerdos de ese momento eran bastante vívidos, lo cual tenía sentido porque fue la primera vez que vio a Imogen como algo más que a su mejor amiga.

Después de ese día Luke vivió de primera mano la famosa agonía de estar detrás de una persona que jamás iba a sentir lo mismo por ti. Imogen lo quería, era obvio, pero no como él hubiera deseado.

No fue algo que pasó de golpe, fue más bien lento, como descubrir algo a base de prueba y error, como inventar algo que nunca había sido inventado. Le tomó tiempo a Luke darse cuenta de que le gustaba, y un tiempo más enamorarse de ella, todo eso con intermedios donde se sentía extraño cada que Imogen le hablaba de un chico que le gustaba o que había tenido alguna cita. Demonios, la chica incluso se había fijado en Calum Hood, uno de sus compañeros de banda, pero nunca en él.

Fue horrible. Y un día se cansó de esperar y esperar y esperar un poco más a que sus sentimientos fueran correspondidos. Y otro día decidió que debía darle vuelta a ese agónico capítulo de su vida al que había titulado Mi Corazón Ama el Masoquismo, puso todos sus pensamientos delirantes sobre Imogen en una cajita que cerró con una llave que, por su propio bien, perdió para siempre, y la refundió en lo más profundo de su mente.

No había sido fácil, especialmente porque eran los mejores amigos de la vida y su banda la quería a sobremanera, la chica era una constante en su día a día, así que fue todo un reto. Pero si quería seguir siendo su amigo, si quería tenerla en su vida aunque fuese así, tenía que hacer sacrificios. Y el sacrificio vino en forma de alejarse un poco de ella, cosa que pareció servirle.

Y entonces conoció a Reese Lowen. Como un chico que creía en el destino y en almas gemelas, Luke lo sintió casi como una señal que los dos estuvieran en la misma cafetería de todas las que había en Los Ángeles al mismo tiempo.

La cosa pasó así. Estaba formado detrás de ella esperando a que terminara de pedir su orden mientras se mensajeaba con Michael Clifford, Luke estaba a punto de contestarle un mensaje cuando de repente...

—Eh, ¿disculpa?

Luke alzó la vista de su celular, mirando a la rubia por debajo de sus pestañas. Bajó el aparato, esperando no haber lucido estúpido durante el tiempo que tardó en responderle porque pensaba que le estaba hablando a otra persona, y se topó con unos lindos ojos azules que lo miraban con anticipación.

Ojos azules. No eran los familiares ojos marrones de Imogen Keene, los ojos que tanto adoraba ver, y el contraste le pareció... emocionante.

— ¿Sí?

La desconocida rascó su nuca con incomodidad como si estuviera pensando cómo empezar a hablarle y Luke ladeó la cabeza.

—Bueno, verás, yo venía por un café. Estoy bastante segura de que le dije a la señorita que quería un café pero resulta que pagué por una promoción del día de dos cafés —las mejillas de la chica estaban algo ruborizadas debido al enojo que claramente estaba suprimiendo—. Yo solo quiero un vaso así que me sobra uno que obviamente no pienso desperdiciar así que, ¿te parecería mal si te lo doy?

Oh.

Luke parpadeó varias veces, abrió la boca para responder pero nada salió de ella.

¿Podría ser el destino poniéndole a esa chica frente a sus narices? ¿El destino que al fin podría estarle dando una ansiada oportunidad de sacarse a su mejor amiga de la mente y dejar de perseguirla cómo cachorro mal herido y necesitado de atención?

—Claro, sí. Está bien.

— ¡Genial! —Exclamó ella, una sonrisa se dibujó en sus labios antes de que volteara hacia la cajera y hablara— Entonces para mí uno de Mocha Blanco y para él...

—Caramelo, por favor.

La señorita asintió: — ¿A nombre de quién?

—Luke.

Volvió a asentir. Le dijo al par que sus bebidas serían entregadas al final de la barra y ambos se encaminaron a dicho lugar.

La rubia, que emanaba un olor floral que la nariz de Luke apreció bastante, giró hacia él con una sonrisa avergonzada.

—Lo siento. No sé qué sucedió, la señorita debió haberse confundido porque le pregunté sobre esa promoción y–

—No te preocupes, me parece algo razonable lo que hiciste. Yo también lo hubiera hecho.

O no. La verdad tomaba mucho café.

—Oh, ¿quieres que pague la diferencia? Estoy seguro de que tengo efectivo por aquí.

—No te apures. Pagué lo de uno y me regalaron el otro, no es necesario.

Él la miró y asintió: —Por cierto, soy Luke.

—Hemmings, lo sé —ella le regaló otra sonrisa. Una sonrisa casual—. Escucho a tu banda. Son buenos.

—Gracias —se sentía como un idiota por hacerlo porque parecía que él debía saber el nombre de ella pero nada se le vino a la mente—. ¿Cuál es tu nombre?

—Me llamo–

Casi como si la barista hubiera escuchado lo que estaban hablando, el pedido de la rubia resonó en el local acompañado de un para Reese.

Reese. Lindo nombre. Los dos se miraron y soltaron una risita al mismo tiempo.

—Mocha Blanco para Reese —repitió él.

Sip. Esa soy yo, Reese.

—Mucho gusto, Reese.

—El gusto es mío, Luke.

Terminaron sentándose juntos cuando el café del chico estuvo listo y hablaron durante casi una hora hasta que Reese tuvo que irse por asuntos del trabajo.

Luke salió de la cafetería con una nueva amiga y un nuevo número de contacto en su celular y a partir de ese día, Reese empezó a formar parte de su vida.

Se mensajeaban, se llamaban entre descansos que ella tenía (estaba grabando la primera temporada de Euphoria en aquella ocasión), salían a tomar café y eventualmente, Luke se la presentó a sus compañeros de banda. Y a Imogen.

Presentarla a Imogen había sido lo peor que le pasó. Se puso nervioso porque sintió que estaba desplazándola, que presentándosela le estaba diciendo indirectamente que la dejaba ir aunque ella no supiera por qué demonios estaba dejándola ir.

—Por favor, no vayas a odiarla —le había dicho a Imogen un día antes de presentársela.

— ¿Por qué crees que voy a odiarla, Hemmings?

—No sé, Gen, a lo mejor no son compatibles.

Imogen retuvo una gran carcajada: —Luke, tranquilo, ¿sí? Vas a presentarme a tu amiga, no a tu futura esposa o algo así.

Oh, si supiera.

Si supiera en ese entonces que no había estado tan alejada de la realidad seguramente no hubiera reprimido esa carcajada.

Si supiera que al siguiente año Luke estaría en esa situación se hubiera llamado a sí misma Profeta. Esa situación con él arrodillado sobre una rodilla, con manos algo temblorosas que sostenían una cajita de terciopelo negra abierta, con un brillante anillo que había tenido guardado durante casi un mes en uno de sus cajones en espera de ser usado al fin y con la chica a la que amaba frente a él con una mano sobre su boca y un semblante de sorpresa pura.

—Reese Lowen —dijo, o al menos era lo que pensaba. Estaba tan nervioso que no sabía lo que estaba haciendo—, ¿te casarías conmigo?

Dios, ¿lo había hecho bien? Recordaba que de su boca salieron un montón de palabras acomodadas para formar oraciones completas que había pasado una semana entera ensayando frente a su espejo para no arruinarlo. Su discurso incluía cosas sobre lo mucho que la amaba y que quería despertar cada día a su lado, o al menos era lo que pensaba.

Parecía todo un sueño bastante loco, la verdad. Siempre —o al menos desde sus dieciocho años o algo así— había imaginado ese momento totalmente diferente a como estaba sucediendo con una mujer que en definitiva no era Reese pero oh, bueno, los giros de la vida.

Ni siquiera recordaba que le había dado ansiedad el hecho de prender tantas velas a su alrededor por miedo a que una se cayera y provocara un incendio. Con suerte recordaba respirar.

Olviden eso, con suerte recordaba los sucesos del día. Todo había pasado en flashes, como una alucinación que te da cuando tu fiebre es demasiado intensa y te sientes tan mal que empiezas a delirar. Era consciente de que sus amigos le habían ayudado a armar y decorar todo.

Imogen había sido la más comprometida con la causa.

En uno de sus cinco minutos de despiste, la mujer se había acercado a él con unas velas eléctricas que consiguieron justo después de que Luke exteriorizara aquel miedo con las velas reales.

—Luke Hemmings, pon atención, ¿dónde pongo esto?

—Eh...

—Las pondré allá —dijo ella, obviamente cansada de que las respuestas de Luke a todo lo que le preguntara fueran monosílabos sin sentido—. Formaré un camino con ellas que lleve al absurdo Nido de Amor, nombre de Calum, no mío, y luego pondré unas alrededor de... sí, me gusta ¡Ashton, necesito tu ayuda con algo! ¡Y alguien haga que Luke reaccione!

Su nombre en su boca lo hizo reaccionar.

—Gen, ¿dijiste Nido de Amor?

— ¿De todas las cosas que dije eso fue lo que tu cerebro retuvo?

—Eh...

Luke se consideraba una persona inteligente con momentos de estupidez humana pero aquel día parecía el más tonto de todo el mundo. Por suerte podía contar con sus amigos para arreglar su desastre, sobre todo con Imogen, quien ese día se había visto un poco muy entusiasmada con su labor.

Y todo pareció valer la pena cuando Reese, aún con una mano sobre su boca y con lágrimas en los ojos, empezó a asentir; primero lento y después con efusividad.

—Sí —dijo—. Sí, sí, sí.

— ¿Sí?

— ¡Sí! ¡Me casaré contigo!

Luke soltó la respiración que no sabía estaba reteniendo y sonrió con alegría, sacó el anillo de la cajita y tomó con delicadeza la mano que Reese ya estaba extendiéndole, deslizó el brillante anillo por su dedo anular mientras se ponía de pie para besarla y abrazarla y darle vueltas en el aire.

Y de pronto se escuchó el flashazo de una cámara y vitoreos alrededor de ellos. Reese frunció el ceño con lo que él pensó que era diversión, la bajó al suelo y empezó a negar con la cabeza con una sonrisa en los labios; miró sobre el hombro de la rubia, encontrándose con cinco personas que no debían estar ahí.

—No puede ser. Les dije que se fueran.

—Íbamos a hacerlo pero Imogen quería ver cómo resultaba todo.

— ¡Oye, no me eches la culpa!

Imogen le dio un golpe en el brazo a Calum.

—Qué violenta. Y todo por decir la verdad.

—De acuerdo en mi defensa quería saber si...

Luke entrecerró los ojos con curiosidad. Conocía a Imogen como a la palma de su mano, y sin duda alguna conocía esa expresión en su cara. Era la que ponía cuando quería decir algo que estaba mal y dejaba de hablar ella sola porque lo sabía.

Resistió las ganas de preguntarle qué quería decir realmente cuando siguió con su oración: —Si Luke lloraba o no mientras lo proponía.

—Claro —dijo Calum con tono burlón.

Imogen alzó su mano para volver a pegarle pero entonces una voz intervino el altercado.

—Niños, niños, ¿pueden calmarse? —Dijo Ashton quien tenía una cámara entre sus manos— Tenemos a una pareja recién comprometida aquí.

Las felicitaciones vinieron después de ese comentario. Todos se unieron en un ambiente de júbilo mientras los abrazaban y felicitaban y deseaban lo mejor, todos menos una persona.

Y quizá, quizá si Luke no hubiera estado ocupado abrazando a sus amigos y espabilándose de la niebla de nervios y ansiedad que había estado siguiéndolo todo el día, hubiera notado la felicidad fingida de Imogen.

Quizá si no hubiera estado distraído cuando Imogen por fin se acercó a ellos para felicitarlos por su compromiso, Luke se hubiera dado cuenta de que sus ojos estaban llorosos por un motivo oculto y no por emoción.

Pero Luke no estaba prestando atención e Imogen se ganaba la vida actuando, y se dio unas palmaditas mentales cuando logró pasar por toda esa ridiculez sin que nadie notara lo miserable que estaba sintiéndose en ese momento. 

───── »◦💍◦« ─────

HOLA HOLA CINNAMON APPLESSSSSS

Muy buenos días, tardes o noches, el día de hoy elegí ser productiva y traerles nuevo cap de speak now yayyyy. Quiero que sepan que fue un dolor de ovarios escribir esto PORQUE al principio era muy simple y sentía que le faltaba algo y gracias a la ayuda de mi chikita sanktaylor terminé con un montón de ideas nuevas que no sabía cómo acomodar así que si sienten que quedó un cagadero fue x eso :D!!!

Anyways, ¿qué opinamos? ¡Es la primera vez que aparece Reese en persona! ¿Qué piensan sobre ella? ¿Qué pensamos sobre la propuesta de matrimonio y de todo en general? Díganme o lloro

Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y esas cosas. Nos vemos prontito.

gina

pd: nosotras en PERO SABES QUÉ ES LO QUE MÁS ME EMPUTA leyendo todo esto versión pingu

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro