#1: La Dulce Carlie

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-23 de Enero, 12:20 P.M

««Se siente muy extraño, estar vivo nuevamente. Mí cuerpo pasó por una metamorfosis, me encerré en un capullo y volví a nacer. Ahora estoy aquí una vez más»»

El intrépido héroe se columpia, llamando la atención de los niños jalaban los ropajes de sus progenitoras. Buscando que vieran al héroe, únicamente viendo una sombra pasar, sus músculos ejercen una presión en cada lanzamiento de las redes blancas y cruzaba en dirección hacia un apartamento. Se adentro por una de las ventanas, viéndola tan hermosa como siempre.

—Carlie Cooper.

La fémina daba un ligero brincó, el héroe retiraba su máscara, su cabello alborotado, unas ojeras medianamente largas, y un bello facial no tan pronunciado. Emite un bostezo, acercándose hacia la fémina deposita un ligero beso en esos pequeños labios.

—Hueles un tanto mal. ¿Acaso saliste de la alcantarilla? —fue su primera pregunta.

—Andaba buscando a Vermin, quería enfrentarlo para tener acción. Últimamente la ciudad ha estado en silencio, al parecer mí muerte ha afectado o solo es una idea mía —responde—. ¿Que has estado haciendo tú?

—Terminé de hacer unos informes sobre las autopsias de una pareja, al parecer había una serie de mordidas y falta de órganos. Los oficiales dicen que pudo ser un animal salvaje o algo más.

—¿Algo más? ¿Un caníbal? O ¿Algún mutante con deseos de comer carne?

—Si lo supiera te hubiese dicho que lo investigaras—sus manos tocan el rostro de Parker, riendo—. Es un tanto chistoso como te has dejado la barba, Peter. ¿Te sientes bien?

—Desde que me enfrenté a Morlun, me he sentido muy extraño. Renacer de un capullo ha sido bizarro, espantoso y viscoso—contesto, sus manos quitaban la parte superior de su traje—. Únicamente he estado deseando una cómoda cama, Carlie.

—Tienes disponible mí baño, deberías darte un baño. Te iré a preparar una sopa.

—¿Lo vas a subir a Megavideo para ser funada posteriormente?—pregunta con una ladina sonrisa, Carlie beso la mejilla derecha del hombre de ojos color chocolate. El movimiento de sus caderas, llamó su atención—. Te bendigo suerte Parker.

Tomando las prendas de su uniforme, lo dejaba en un cesto de ropa sucia. Hace tiempo que no había venido con ella, ¿desde hace cuanto no se veían? ¿Cómo puede estar hablando tan normal? Había regresado de entre los muertos, ahora estaba en el departamento de una vieja conocida o más bien amiga. Respiraba hondo calmando a sus sentidos, quitándose el pantalón observó su ropa interior viendo esos colores tan llamativos.

—Nunca más volveré a mezclar mí ropa civil con el traje, ahora parezco esa parodia del Capitán América que está en Youtube. Al menos la tengo a ella para animar mis días.

Llegando hacia el baño, se quitaba la ropa interior se adentro abriendo una de las llaves dejaba que el agua corriera encima de su cuerpo. Aunque había nacido una vez más, seguía teniendo cada una de sus marcas en el cuerpo recordatorios de sus primeros años como un héroe. Las mordidas de Lizard, las cuchillas de Goblin, las bombas calabazas de Green Goblin y las garras de Black Cat. Las cicatrices que lo van a estar persiguiendo hasta el final de sus días, se negaba a sí mismo.

—Solamente relájate, Peter. Todo está bien, estás en casa conmigo.

Los estresados músculos del hombre, un toque tan suave lo apaciguaba, esos dedos tan pequeños viajan en sus heridas de batallas depositando unos pequeños besos. Cerraba sus ojos, la fémina se paraba al frente del castaño tomándolo de las mejillas presionando en un beso tan suave. Sintiendo como sus lenguas bailan, probando la saliva del otro y las manos del hombre se guiaban por aquella cremosa piel deteniéndose entre los muslos un par de apretones ocasiona unos sonidos obscenos en la más pequeña ante el rompimiento del picoteo. Escuchaba el gruñir del varón, reía por abajo depositando un suave beso en el bicep derecho.

—Tus manos son rasposas, andar columpiándose y trepar las paredes no debe ser muy difícil. Debe ser estresante ir por las calles enfrentando a cuánto loco ande vestido de un animal—dijo—. Has tenido tus ocupaciones como un héroe, nunca dejas al hombre un poco de diversión siempre pensando "¿Qué más puedo hacer?" "¿Acaso estoy haciendo bien mí trabajo?" "¿Debería seguir siendo Peter Parker?" En lo que a mí respecta, ambos me gustan.

—Tener una relación...

—Es mejor que cierres esa linda boquita que acabo de besar, señor Parker. Ahora no estás como un héroe, eres un hombre tan simple como el otro—sus respiraciones se encontraban, quería besarla. Probar esos carnosos labios—. Déjame hacer un trabajo para mí, lo nuestro es importante.

Sin obtener alguna respuesta la fémina, besaba las mejillas del hombre empezando con su descenso probando aquella piel oyendo los suspiros del varón que la hacían sonreír. Deteniéndose en la zona inferior, observando aquel flácido miembro agarrándolo con su mano derecha comenzó a masajear escuchó el gruñido del último de los Parker, deposita unos contados besos en aquellas bolas tan pesadas teniendo un tamaño similar a unas toronjas. La mano de la más pequeña iba hacia adelante como atrás, calmando al varón escuchando su aliento pesado empezando a endurecerse obteniendo un salto alegre.

—Tan lindo como siempre, si que había extrañado su presencia. Me sentía tan sola, mis juguetes nunca pueden compararse hacia uno tan real—su aliento cálido, hacía que ese falo erecto se estremeciera. Sus miradas se cruzaban, Carrie le lanzaba un guiño—. Intenté continuar con mí vida, aunque mí mente seguía aquel momento en donde lo hicimos. Lo apasionante que habías sido, me encantó gemir tu nombre para que todos supieran el placer que andaba recibiendo.

—Carlie. Hazlo.

—¿Qué quieres que haga?—preguntaba juguetona.

—Quiero que chupes mí polla

Se curvó una sonrisa en sus labios, engullendo a ese miembro comenzando a moverse de adelante hacia atrás cerraba sus ojos se guía por el placer. Parker emite un suspiro tan pesado, era como si un peso hubiese desaparecido viendo cómo los labios de su amiga van en un movimiento calmado posando su mano en la cabellera castaña. Un solo empujón bastó para tomarla por sorpresa, aunque no tenía problema le gustaba como esa glande bajaba por su garganta pasaba su viscosa lengua por el tronco sintiendo el palpitar de aquellas venas. El líquido preseminal inundó a su boca, un cosquilleo pasaba por su columna vertebral y el castaño movía sus caderas deleitando a la más pequeña retiraba por unos escasos centímetros a su glande volviendo a introducirlo escuchando los sonidos tan grotescos que produce la boca de Carlie, el castaño gemía extasiado nuevamente podía gozar de una mamada tan buena como esa.

Es una boca tan maravillosa.

Pensó el hombre, agarrando firmemente la cabeza de Carlie, un vaivén complaciente para la mujer dejaba que el momento fluyera para ambos ¿En cómo habían terminado de tener relaciones? En una semana el castaño se hallaba estresado por el continúo patrullaje, la castaña notaba la molestia de su compañero quiso ayudarlo una noche habiéndo escabullido a su habitación pudiendo observar cómo dormía sin pantalones. Se acercó sigilosamente para tomar aquella glande, lo despertó y pudo convencerlo de hacerlo.

Es un poco más ácido, tiene un sabor más que interesante. No es tan dulce pero tampoco amargo como otros, es una mezcla perfecta hasta cierto punto.

La emocionada Carlie Cooper, degusta de esa glande deleitando al hombre con los movimientos de su lengua que viajan por todo ese tronco y escucha los suspiros placenteros del hombre. Retirando ese miembro de su boca, acariciándolo delicadamente haciendo que el hombre sonriera.

—Siempre había estado pensando en tu miembro, ahora puedo volver a degustar justamente como me gusta. Es muy adictivo—lame la punta de la polla—. Es tan grande como jugoso, ¿Ahora que vas hacerme, señor Parker?

—Voy a jugar con ese culo que tienes

Alzando a la mujer como un costal de papás, trepaban una de las paredes de aquel baño subiendo hasta el techo agarrando firmemente esos muslos perdiéndose en la zona inferior olfateando la vagina de su amiga. Deleitándose por su exquisito olor, le trae tantos recuerdos comenzando a pasar su lengua por aquellos labios vaginales oyendo los suaves sonidos que emite la fémina de cabellos castaños. El varón exploraba ese interior le gustan como ese interior amasa a su lengua, su miembro daba unos pequeños saltos queriendo adentrarse en la vagina de su amiga y el hombre abría un poco el camino de esos labios haciéndola que gimiera con más ganas, diciendo el nombre del hombre de ojos marrones aquello es una motivación para el gran héroe de la ciudad de Nueva York.

—Peter. Parker. Oh Dios, eres tan bueno—gemía placenteramente, Carlie Cooper pasa sus manos por la cabellera del hombre queriendo que se quede en aquel lugar. Amándola como tuvo que hacerlo desde un principio.

Unos contados fluidos empezaron a salir, manchando a la boca del castaño probando aquellos líquidos tan exquisitos embriagado de la esencia de la fémina acarició a su miembro. Bajaba lentamente a la mujer, dejándola en su pecho y su glande empezó adentrarse  los sonidos tan placenteros que escapaban de su boca. El miembro se abría camino de una manera profunda, el rostro de Carlie comenzó a tornarse de un color carmesí sintiendo esas pequeñas embestidas hace tiempo que necesitaba algo como eso. Gimiendo en la oreja del varón, haciéndolo que sonriera y se sostuviera firmemente de esas anchas caderas sintiendo como los pechos de la mujer se aplastan en su pecho. Deposita unos cuantos besos, en el rostro de Carlie, para que nuevamente sus bocas se unieran como debió haber sido en un principio.

No es tan intenso como las otras veces, actúa más calmado—la lengua del varón se adentraba más—. Nunca lo había visto actuar de esa forma, me gusta. Quiero que sigas, Peter Parker.

Retiraba unos escasos centímetros a su miembro, empujando profundamente a su glande ocasionando un orgasmo en la mujer haciéndolo que se adentrará más. Su cabeza chocaba contra ese cuello uterino, se aleja del beso pudiendo escuchar aquellos sonidos tan obscenos. Ese placer tan oscuro se apodera de la pareja de amigos, ¿Acaso no podían tener un momento como ese? Debido al trabajo heróico del hombre nunca pasaba mucho tiempo en aquel lugar que llama hogar. Ahora todo había cambiado, empujaba cada vez más a su miembro en el interior de Carlie, sus pesadas bolas chocan en contra del clítoris de la mujer y no dejaba de escuchar las obscenidades que decía; es tan sucia como recordaba, las uñas cortaban un tanto a su piel y dejan pequeñas marcas.

—No importa... Que te corras... Adentro... No estoy ovulando—dijo entre gemidos—. Peter Parker

Se moviliza empujando a su miembro, la sonrisa de su rostro comenzó a crecer y los gemidos se intensifican aquel hombre metía su cabeza entre los generosos senos de la mujer. Tomando el pezón derecho, reclamando como suyo y su lengua viaja por esa aureola rosada manchando con su saliva. Carlie Cooper gemía mientras acaricia la cabellera castaña, dejaba que el castaño tuviese el control de la situación y sus bolas tenían retenido unas cantidades considerable de semen. Sin aguantar un solo minuto más, termina corriéndose en el interior de la mujer y se hallaba agitado.

—Me había olvidado... De esta sensación... Lo extrañaba—veía esos labios tan eróticos, sus respiraciones se encontraban. Otro beso los unía como un solo, unas contadas penetraciones deleitan a la mujer.

Peter se aleja del beso.

—Tu interior ha sido... Fascinante justamente como me gusta... Tu cuerpo es tan hermoso como pecaminoso—sus manos juegan con esos pezones, haciéndola reír.

....

««Carlie es una buena chica, me agrada desde el primer momento que nos conocimos. Me ha dejado quedarme en su casa, aprecio todo lo que hace por mí y le he devuelto el favor»»

Deteniendo aquel paseo tan dinámico, quedaba sentado en uno de los edificios hasta que una sombra le estaba obstruyendo la vista.

—Spider-Man. ¿Quieres hablar por un rato?—es una figura tan hermosa, con un leotardo negro con el símbolo de un rayo y lo más resaltante sería su cabellera rubia: Ms Marvel.

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