Estaba listándome, hoy iría a la fiesta de Hoseok, estaba nervioso, mucho, me sudaban las manos, tampoco podía borrar la sonrisa boba de mi rostro.

También estaba algo avergonzado, tenía un polo que debaja a la vista mi vientre, también un pantalón con agujeros, no me gustaba, me sentía algo raro, nunca me había vestido de manera tan atrevida. Ayer estaba hablando con mi papá, dijo que pronto volverían, ya quiero verlos, espero que estén bien.

— ¡Jungkook! — escuché la voz de Jimin desde afuera del cuarto

Rápidamente agarré mi celular y salí, viendo a Jimin ya cambiado. Salíamos con prisa, eran ya las once y media, era momento de ir, al menos yo lo creía, Jimin me dijo que no había problema en llegar más tarde.

— Recuerda hacer los pasos que te mostré — dijo Jimin agarrándome de la mano — seguro la sala estará algo oscura y por los neutralizante no sepas si estás con Hoseok... pero sea quien sea creo que está bien, lo importante es divertirse — dijo sonriendo

— No voy a bailar de esa manera — dije suspirando — tampoco beberé —

— Eso lo veremos —

Llegamos a un lugar lleno de gente, no sabía que habría tanta gente, espero que esto no incomode a los vecinos, el sueño es importante. Salí agarrándome fuertemente del brazo de Jimin, entramos sintiendo el olor a alcohol predominar, todos bailaban, la música era muy fuerte.

— Ven, quiero tomar algo — dijo Jimin jalándome hasta una esquina

De pronto volteó con dos vasos en la mano, de inmediato negué a eso, no era bueno con el alcohol, lo aguantaba bien, pero solo el primer vaso, sé que si acepto Jimin seguirá dándome más y más, él tiene una fuerte tolerancia a eso, pero yo no.

— Lo necesitarás si quieres moverte bien para seducir a Hoseok, aunque prácticamente ya lo tienes loquito por tí — dijo sonriendo — vamos, toma, verás que sentirás menos presión —

— Está bien... —

No, no debí hacerlo, seguí tomando por el nerciosismo, tomé hasta que llegué al punto de que salí a la pista de baile y empecé a bailar con quien se me atravesara, estaba tan perdido en las figuras que veía flotar en el aire.

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Seguí a Jungkook a esa fiesta, a lo lejos lo veía, no me preocupaba porque alguien me viera, había mucha gente y mucha oscuridad como para que alguien me note.

Vi a Jimin darle alcohol a Jungkook, al principio se negó pero luego lo vi tomar con tranquilidad, pero no por mucho, luego lo vi salir a bailar, no me gustó eso, así que me acerqué más, viendo como estaba completamente ido, estaba borracho.

Ya estaba a unos pasos cuando vi como lo jalaron, ese chico, Hoseok. Ambos empezaron a bailar, rápidamente retrocedí, lleno de irá, salí de esa casa, viendo su auto en una esquina, sin pensarlo agarré una piedra y se lo tiré, rompiendo una luna.

— ¡Maldito hijo de perra! — exclamé agarrando un palo que vi tirado — ¡MALDITO IDIOTA! —

Estaba furioso, necesitaba desahogarme, y que mejor con el auto de ese idiota.

— ¡Oye! — escuché una voz atrás mío, rápidamente subí mi capucha y salí corriendo

Me escondí por un buen rato, luego salí viendo a lo lejos a Jungkook salir con Jimin, Jungkook se reía como loco mientras saltaba. Vi como se subieron a un auto, yo también intenté conseguir uno, me demoré un poco en eso, pero apenas llegué subí a mi cuarto, viendo como Jimin dejaba con dificultad a Jungkook en su cama, luego de eso solo salió y se fue a tirar al sofá de la sala.

— Jungkook... — dije poniéndome de pie para acercárme a mi ventana y pasar de mi cuarto al suyo

Eran las cuatro y media, todo estaba completamente silencioso. Lo vi echado en su cama, su polo estaba algo alzado. Me acerqué, oliendo en él el olor a alcohol y el olor de otros alfas. Eso me alteró, él es mío, no había por qué alguien más que yo tocarlo.

— Maldito — dije oliendo perfectamente el olor de Hoseok en él

Vi fijamente a Jungkook, notando como estaba profundamente dormido, vi en dirección a la puerta y me acerqué, cerrándola con seguro, volví con Jungkook y bajé su pantalón suavemente, encontrándome con sus bragas rosadas.

— Tan dulce — dije sonriendo, pasé mis manos por sus piernas, podía sentir su suavidad. Sin esperar más subí mis manos a su pecho, sintiendo como se movió por mis manos frías — shhh, duerme, yo te cuidaré — susurré pasando mi mano suavemente por si mejilla

Pasé mi mano por su vientre, cerrando mis ojos, imaginado un futuro, los dos, en nuestra casa, viviendo con nuestros hijos, seríamos muy felices juntos.

— Muy pronto serás mío — dije acercando mi rostro al suyo, tocando sus labios suavemente, pasando mi lengua por encima

— Hoseok... — susurró mientras se daba la vuelta aún dormido

Mi cuerpo quedó estático, no sabía como procesarlo, todo en mi cabeza daba vueltas, pensando en como es que puede estar pensando en ese idiota, él dijo ese horrible nombre, él no puede decir eso, de sus labios solo puede salir mí nombre, solo el mio.

— Grrr — gruñí volteándolo suavemente, me puse entre sus piernas, me bajé el pantalón y me empecé a frotar, cerré mis ojos imaginando como él despertaría y me abrazaría, suplicando por otra cosa más morbosa — tú eres mío — dije sintiendo como su braga se mojaba por mis fluidos — eres mío —

— Ahg — lo escuché gemir suavemente

Dios, fue la gloria, fue el gemido más hermoso que había escuchado, fue el gemido más lindo, no escucharía otro así en mi vida, fue simplemente sensacional. Rápidamente me vine de solo escucharlo, puse mi mano en mi pene, manchándolo, pasé mis dedos por su cuerpo, marcándolo, la gente debía de saber de quién era.

— Te cambiaré — dije sacando sus bragas, viendo ese cremoso y rosado agujero desde mi lugar — muy pronto te tendré y cuando eso pase jamás te soltaré, jamás — dije pasando mi dedo suavemente por esa zona, guardando la braga mojada en mi bolsillo y tentándome a hacerle algo más que solo frotarnos por encima de la ropa

Pero tenía que parar, aún no era tiempo. Le puse otras bragas de su cajón, dejé todo exactamente igual, luego salí, pero mi excitación no bajaba, toda la noche estuve fantaseando con tener a Jungkook a mi merced mientras tenía esa braga mojada en mi rostro, pensando en qué hubiera pasado si llevaba a cabo el acto sexual, porque quería, deseaba tanto tenerlo. Yo sé que él también quiere, yo sé que él sueña conmigo, sueña con el día en que lo haga mío.

— Te voy a tener — gruñí sin dejar de masturbarme — voy a tenerte Jungkook, voy a tenerte solo para mí, ¡Solo mío! — exclamé viniéndome, hundiendo más mi cara en esa braga, queriendo tener el cuerpo de Jungkook a mi disposición, queriendo escuchar más gemidos suyos, sentir su interior amoldarse a mí, queriendo que sea solo mío