✴︎ᴇʟ ʟᴀɢᴏ 

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ᴜᴛᴀ ɴᴏ ᴘʀɪɴᴄᴇ-ꜱᴀᴍᴀ | ~ ♥📀🌟

▬ No seas tan amigable, enano. ▬ Su voz sonó por sobre todas las chillonas de las chicas que los rodeaban y no hacían ni el más mínimo intento en ocultar su fanatismo.

▬ Esa voz... ▬ Murmuro Noa volteándose a mirar al chico de largo cabello naranjo con ojos azules penetrantes.

▬ ¡¿Enano?! ▬ Exclamo el chico a su lado con bastante molestia.

▬ Entiende de una vez que yo vi primero a esta pequeña estrellita. ▬ Sus ojos se encontraban cerrados y sus manos en los bolsillos de su pantalón mediante avanzaba.

▬ Ren, ¡yo no soy ningún enano! ¡Soy Syo Kurusu! ▬ Sus brazos se movían de manera exagerada ante su enfado, Noa paso a su lado acercándose al chico de cabello largo.

▬ Nuevamente muchas gracias por tu ayuda aquella vez. ▬ Hizo una pequeña reverencia notando que Haruka ya no estaba suponiendo que fue por su almuerzo.

▬ El destino quiso que nos volviéramos a ver. ▬ Noa solo le devolvió la sonrisa ante sus palabras.

▬ Tu tan superficial como siempre. ▬ Masato hablo detrás de ellos borrando la sonrisa de Ren de su rostro al verlo.

Ambos se miraron fijamente a los ojos por unos segundos hasta que Ren cerro los ojos y se acercó a Masato. ▬ Tu tan arcaico como siempre. ▬ Noa no pudo evitar sentir la tensión entre ambos hasta que Tomo y Haruka llegaron, siendo la segunda arrastrada por la primera.

▬ ¡¿Su otro salvador es Ren Jinguji?!

▬ Aah, sí. ▬ Respondió un poco mareada. ▬ ¿Lo conoces?

▬ No, pero es muy famoso. ▬ Las tres voltearon a mirar a ambos chicos que se encontraban frente a frente mirándose de manera retadora. ▬ Ese chico es el heredero del grupo financiero Jinguji y él es Masato Hijirikawa, es heredero del grupo financiero contrario.

▬ Genial... ▬ Murmuro apretando su relicario en su pecho, sintiendo sus ojos brillar asombrados.

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ᴜᴛᴀ ɴᴏ ᴘʀɪɴᴄᴇ-ꜱᴀᴍᴀ | ~ ♥📀🌟

La noche se asomó por la ventana y Noa se encontraba en su cuarto organizando sus cosas, no es que tuviera muchas cosas, así que lo hizo en poco tiempo. Suspiro, sentándose en la cama y mirando a su alrededor completamente sola, saco el relicario de su camisa pasándolo por su cabeza, quitándoselo, lo dejo entre sus manos para después apretar un botón abriéndolo y dejando ver la foto de su pequeña familia.

Una bella mujer de cabello morado, ojos del mismo color con estrellas afiladas como pupilas y una gran sonrisa, abrazaba con cariño a dos mellizos de cabellos rubios diferenciándolos por el color de sus ojos, la niña tenía los ojos de color fucsia con su ojo izquierdo con una estrella como pupila, mientras el barón tenía los ojos azules con la estrella en el ojo derecho sonriendo felices abrazando a su madre por el cuello.

Una sonrisa nostálgica apareció en sus labios con una cuantas lágrimas rebeldes, la cadena de su relicario se levantó sorprendiéndola, sus ojos chocaron con un gato negro de ojos verdes reconociéndolo como el que había salvado y este al verla comenzó a correr con el relicario en su hocico.

▬ Oye, ¡devuélveme eso! ▬ Exclamo agitada extendiendo su mano, pero el gato salto por el balcón llevándose consigo el collar.

Noa no tardó en salir corriendo de la habitación yendo detrás del animal, al salir de las habitaciones se subió su capucha de conejo por el frío de la noche y continuo corriendo gritándole al gatito que le devolviera su collar. Al llegar a un lago perdió al animal de vista, pero suspiro aliviada al ver a sus pies su relicario entre flores de dientes de león.

Se agachó a recogerlo limpiándolo con la manga de su saco y se lo coloco, poniendo su mano en donde se encontraba, sintiéndose nuevamente en paz, hasta que el sonido de arbustos moviéndose la asusto un poco levantando la mirada al tiempo que se levantaba del suelo.

Un chico de cabellos oscuros y ojos azul rey se dirigía al lago para después arrodillarse y mirar fijamente las aguas cristalinas de este. Noa se confundió al darse de cuenta de que tenía cierto parecido con Hayato, el idol favorito de Haruka.

▬ ¿Hayato? ▬ Se preguntó a sí misma en un suave susurro, dando pasos involuntarios hacia él, metiendo sus manos en los bolsillos de su saco. Al estar lo suficientemente cerca volvió a repetir el nombre haciendo que el chico volteara dejándole más en claro que era él. ▬ M-mi amiga es tu fan, ¿quién diría que te encontraría aquí? ▬ Murmuro nerviosa por su penetrante mirada.

▬ Yo me llamo Tokiya Ichinose. ▬ Se presentó con voz seca, haciéndola confundir ante tal nombre. ▬ Te pido que no me compares con el payaso de Hayato, no puedo soportarlo.

▬ ¿Tú no eres Hayato? ▬ Dio dos pasos más cerca de él, ignorando el hecho de que había insultado a otra persona. ▬ Qué pena, te pareces mucho, lo siento. ▬ Sus palabras solo eran para no incomodarlo más, sin embargo, en su interior sabia que él era Hayato.

▬ Oh, no. ▬ La voz del director le dio un escalofrío haciéndola mirar al rededor buscándolo. ▬ Te equivocas. ▬ Una estruendosa risa se escuchó por el lugar, poniéndola nerviosa ante la oscuridad del lugar. La figura del director se hizo presente, llegando detrás de ella, dando vueltas, haciéndola espantarse y correr hacia el chico, haciéndose a su lado, pero no a tal punto de incomodarlo. ▬ Es incorrecto.

▬ ¡N-no debería aparecer así ante las personas y menos si es de noche! ▬ Lo señalo un poco molesta, pero el adulto solo se rio de ella. ▬ ¿Hace cuanto está ahí? ▬ Pregunto alzando su ceja mientras se cruzaba de brazos.

▬ He estado aquí desde que comenzó la escena.

▬ Así que nos estaba espiando. ▬ Lo miro en forma de reprimenda.

▬ Podría decirse que sí. ▬ Una gota de sudor bajo por la frente de Noa, sabiendo que ese hombre no tenía remedio. ▬ ¡Aunque se parezca, él no es Hayato! ▬ Devolvió el rumbo de la conversación. ▬ En realidad él es su hermano gemelo, Tokiya Ichinose es su nombre. ▬ Noa dejo de cruzarse de brazos para mirar al chico que le daba la espalda.

▬ ¿Es su hermano gemelo? ▬ Lo escaneo con la mirada. ▬ Es idéntico a Hayato y eso que solo lo he visto en el póster de Haruka, son dos gotas de agua. ▬ Sonrió un poco para después volver a meter las manos a sus bolsillos.

▬ Me parece muy desagradable, ser confundido con alguien tan patético como él.

▬ No hables así de él. ▬ Su tono serio lo hizo voltearse a mirarla al ser tan repentino, era como si un nervio fuera tocado. ▬ Es tu hermano a pesar de todo. ▬ Sus cejas fruncidas dejaban ver su molestia. ▬ Yo mejor que nadie entiende ese sentimiento, pero aun así sé que está mal hablar así de tu familia. ▬ Se dio la vuelta acomodándose su capucha. ▬ Nunca sabes cuando se alejaran de ti.

Y sin dejarlos contestar, comenzó a caminar en dirección a las habitaciones, teniendo la mirada de Tokiya sobre ella en todo momento.