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Advertencias: angst, drama, temas de género.

Quien trata de alcanzar el cielo de un salto puede caerse, es cierto.

Pero también puede que vuele.

~Delirium, Lauren Oliver~

A los nueve años, Yoongi se dio cuenta de que Hoseok le gustaba mucho.

Y no fue porque de pronto su mente hubiera sido iluminada, o su corazón se aceleró con el toque de quien era hasta entonces su mejor amigo, sino que fue por una acción tan inocente, que estuvo a punto de hacerlo llorar por la conmoción en ese momento.

Ambos chicos estuvieron jugando en el patio trasero de la casa de Yoongi, sin compañía alguna, pues los padres del chico salieron y Jimin estaba viendo televisión. El mayor no quería ir a jugar con ellos, porque se consideraba demasiado maduro para jugar con unos "críos", como él los calificaba.

Así que estaban solos, con Hoseok columpiando a Yoongi entre risas, queriendo que su mejor amiga llegara al cielo.

—¡Más alto! ¡Más alto, Yoonji! —gritó Hoseok, sin dejar de reírse, empujándolo con ganas.

—¡Me estoy mareando, idiota! —gritó Yoongi, cerrando sus ojos—. ¡No me gusta, no me gusta Hoseok! ¡O me bajas o te meteré una serpiente en tus pantalones!

Por supuesto, su amenaza surtió efecto y Hoseok dejó de columpiarlo con rapidez, gritando algo de que no se atreviera a hacerlo.

Cuando pudo detenerse, tomó aire, sintiendo su corazón latiendo a mil, y al bajarse empujó al más alto, que le observaba con inocencia.

—¡No seas mala! —lloriqueó Hoseok en el suelo, con Yoongi encima.

—¡Te dije que pararas, tonto! —acusó Yoongi, fingiendo enojo.

Jugaron un rato a hacerse cosquillas, y cuando se cansaron, ambos se tiraron sobre el césped, mirando el despejado cielo azul.

—¿A qué podemos jugar ahora? —preguntó Hoseok de pronto, mirándolo con los labios arrugados.

—A quedarnos en silencio —replicó Yoongi—. El que más tiempo aguante, gana.

Por supuesto, Hoseok no duró un minuto.

—¡Perdí! —Hoseok comenzó a reírse, sentándose en el suelo—. ¡Ya sé a qué podemos jugar! ¡A la familia!

Ahora fue el turno de Yoongi de arrugar los labios, mirando a Hoseok con sus ojos entrecerrados.

—No quiero jugar a eso —replicó.

Hoseok se cruzó de brazos, enfurruñado.

—¡Vamos, Yoonji! —insistió Hoseok—. ¡Papá dice que seremos una familia cuando grande, así que debemos practicar!

—Está bien —soltó Yoongi con disgusto—, ¡pero tú serás la mamá y yo el papá!

Hoseok puso una expresión atónita.

—¿Por qué yo debo ser la mamá? —preguntó, confundido.

—¡Porque eres un llorón! —acusó Yoongi—. ¡Y las mujeres son las que lloran!

Hoseok enrojeció por completo, incluso sus orejas se pusieron coloradas, e infló sus mejillas en una actitud de pena.

—¡Yo no lloro! —mintió Hoseok.

—¡Llorón! ¡Llorón! ¡Lloronseok! —se burló Yoongi—. ¡Y yo seré el papá, porque así es más divertido!

Hoseok se puso de pie, enfurruñado, y comenzó a patear el suelo con los ojos húmedos.

—¡No soy llorón! ¡No soy llorón! —farfulló como un niño pequeño.

—Bueno —continuó Yoongi, antes de pensarlo—, si no quieres ser la mamá, ¡entonces serás el papá! ¡Los dos seremos papás! —puso una expresión pensativa—. No, ¡seremos esposos!

Hoseok dejó de hacer una pataleta para volver a sentarse, poniendo una vez más una expresión confundida.

—No entiendo —dijo Hoseok—, ¿por qué serás también esposo? ¿Por qué no esposa?

—¡Dos esposos es más genial! —insistió Yoongi—. ¡Así nadie te dirá nada cuando me empujes en los juegos!

Hoseok sonrió ampliamente.

—¡Sí, no me gusta que me reten porque te empujo! —asintió Hoseok, emocionado—. ¡Y nadie dirá nada si te tiro del cabello!

—¡Los dos podremos tener el cabello corto! —secundó Yoongi, sonriendo también—. ¡Y dejaré de usar estos feos vestidos!

—¡Si te quedan feos, Yoonji!

—¡Pues a ti no te quedarían mejor!

—Pero... —Hoseok de pronto frunció el ceño—, yo quiero ser bailarín, y papá dice que bailar es para niñas, entonces... no podría ser el esposo —hizo un puchero—. Seré la mujer, Yoonji.

Yoongi ladeó la cabeza y le agarró la mano, sin dejar de sonreír. Pasados unos segundos, negó con la cabeza.

—¡No, Hoseokie puede ser lo que quiera ser! —dijo con voz suave—. Esposo o esposa, papá o mamá, yo voy a querer a Hoseokie igual.

Hubo un pequeño silencio entre ellos.

Hoseok parpadeó, sintiendo como en su rostro se formaba una sonrisa enorme.

—¡Sí, tienes razón! ¡Niño o niña, yo te voy a querer igual! —dijo Hoseok, abrazándolo entre risas—. ¡Seremos dos esposos entonces!

Esa misma tarde, Yoongi se dio cuenta de que se enamoró de Hoseok por el cálido y dulce corazón que tenía.

El nueve de marzo de 2011, cuando Yoongi cumplía dieciocho años y Hoseok lo vio salir del salón de clases hacia los baños, se dio cuenta de que la persona frente a él seguía siendo la misma persona que conocía desde los cinco años, y contra todo pronóstico, hizo algo que nadie se esperaba por completo.

Hoseok tomó una decisión.

¡gracias por leer!

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