Capitulo 04

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— ¿Desde cuando tienes poderes? —pregunta Violet, sentada frente a El.

El la miró con ojos curiosos pero no respondió. Vi no dijo nada sobre eso ni tampoco forzó a  que hablase.

Violet siempre respetaba cuando la gente no quería hablar o mantener una conversación con ella. Sabía lo incómodo que era que te obligasen a hablar.

— Yo descubrí los míos hace años —dijo Vi, alzando con su mente la nave de Star Wars de antes— Nunca le dije nada a nadie sobre ellos. Sabía que nadie me creería —dijo mientras miraba la nave con intensidad— Cuando los uso por mucho tiempo o muy seguidos, me debilito. ¿Eso te pasa a ti también?

El miró la nave y Vi comprendió que ella quería hacerla sobrevolar. Vi dejó de mirar el juguete y El tomó el control.

— Sí —contesta El.

— No es nada guay.

— ¿"Guay"? —dijo El, dejando de mirar el juguete. Miró a Vi con confusión.

— Sí. Algo que es muy bueno. Muy chulo —dijo Vi con una pequeña sonrisa— Por ejemplo, tú eres muy guay.

El sonrió ampliamente y bajó la mirada tímidamente. Vi rio llena de ternura. De repente la agarró de las manos y se levantó. Ayudó a El a hacer lo mismo. Eleven la miraba con confusión y Vi tenía una pequeña sonrisa traviesa.

— Vamos arriba —dijo Vi sin soltar sus manos— Me empiezo a aburrir.

— Mike dijo...

— Mike no está aquí —dijo Vi. El se veía un poco dudosa— Estás conmigo, El, no te preocupes. No dejaría que te metieras en problemas, nunca —dijo.

El la siguió mirando. Tenía los labios entreabiertos y la cabeza un poco baja. Dejó un suave suspiro y luego asintió lentamente. Vi sonrió mostrando sus dientes y dio unos pequeños saltos de emoción. 

Llevó a El al piso de arriba. Primero fueron al salón. El se soltó del agarre de vi y sentó en la La-Z-Boy. Violet la miró atentamente, sin entender lo que hacía. Vio como El le daba a una palanca y de pronto la butaca se extendía. La rubia saltó del susto por eso y El no pudo evitar reírse.

— No sabía que se podía hacer eso —dijo Vi— ¿Puedo intentarlo? —pregunta.

El asintió y se levantó de la butaca, dejándola como estaba antes de darle a la palanca. Violet se sentó y buscó la palanca sin mucho éxito. El rio cortamente antes de agacharse y accionar la palanca ella misma. La butaca se abrió abruptamente y Violet soltó un pequeño grito del susto. A El le había salido más suave que a ella. Vi había agarrado la muñeca de El con fuerza sin querer y la soltó de inmediato mientras se ponía roja.

— Lo siento —dijo Vi— Uh, voy a intentarlo sola.

El se puso de pie y sonrió un poco. Vi se distrajo con lo suyo. Volvió a intentar darle a la palanca y esta vez había conseguido hacerlo sola y sin asustarse. Comenzó a reírse en alto de la emoción.

— ¡El, lo conseguí! ¡Mira! —dijo Vi.

Sin embargo, el estaba mirando la televisión fijamente. Vi borró su sonrisa. Un anuncio de Coca-Cola estaba pasando. Vi se levantó preocupada y caminó hasta El. Se paró detrás de ella, esperando que saliese por sí sola de su trance.

— ¿El? —pregunta suavemente— ¿Estás bien?

La niña apagó la televisión. Vi se fijó en la expresión de terror y como su rostro se había puesto pálido. La rubia puso una mano en su hombro.

— ¿Está todo bien? —pregunta de nuevo.

El asintió lentamente con los labios entreabiertos. Se levantó del suelo y se giró para mirar a su amiga.

— ¿Quieres ir al cuarto de Nancy? —pregunta Vi, intentando hacerle olvidar lo que acababa de pasar. Le tendió su mano esperando a que El la tomara y así fue.

Juntas subieron hasta el cuarto de Nancy. Era un cuarto precioso en cuanto a decoración e iba acorde a una adolescente de 15/16 años. Tenía incontables fotos con una pelirroja que Vi no conocía y otras con el infame Steve Harrington. El se había entretenido con una cajita de música. La miraba con atención y Violet la miraba a ella con la mirada llena de calidez.

Poco más tarde, Violet anunció que debían irse al tendido eléctrico para encontrarse con Dustin, Mike y Lucas. Fue El quien le dijo a Vi que eran las 3:15. O "3-1-5", como El decía. Vi y El salieron de la cara. Vi le puso una chaqueta a El antes de irse y tomó su bicicleta del césped.

[...]

— ¿Qué te pasó? —pregunta El, mirando los nudillos morados de Vi.

La rubia agitó su cabeza para volver a la realidad. Miró a El y luego miró los nudillos de su mano derecha. Soltó el manillar de su bicicleta y los miró más de cerca mientras buscaba una una excusa para no decirle la verdad a El.

— ¿Qué? —dijo Vi. El tomó su mano herida y la miró, indicando que se refería a su mano— Uh, nada. Me caí

— Vi —dijo El con un tono de obviedad— Los amigos dicen la verdad.

Vi la miró con una pizca de orgullo en sus ojos azules y luego suspiró con una pequeña sonrisa de derrota.

— Le pegué un puñetazo a un mouth breather, se llama Troy.

— ¿"Mouth breather"? —repite El, un tanto confusa.

— Sí. Una persona tonta, un idiota —dijo. El pareció entender— No te lo dije antes porque no quería que pensases que era una abusona. No lo soy. Solo intentaba defender a mis amigos y...--

— Vi —dijo El con una pequeña sonrisa empática— Lo entiendo.

— Vale... Menos mal —dijo Vi sonriendo, con las mejillas levemente teñidas de rojos.

El grupo de 5 estuvo caminando por lo menos una hora. El sol se escondió después del largo día, dejando paso a la noche. Se sentía el frío gélido de Hawkins hasta en los huesos, pero por suerte estaban bien abrigados. Aunque Vi no mucho. El había estado agarrada de la franela de Vi en todo momento. Le transmitía una enorme sensación de seguridad y comodidad. 

— Aquí —dijo El, deteniéndose.

Soltó a Vi y caminó unos paso más adelante. Se giró y miró a sus amigos, que tenían expresiones de confusión. Menos Vi, que tenía una sonrisa de emoción.

— Sí... Aquí es donde vive Will —dijo Mike.

La sonrisa de Vi se desplomó. Por eso nadie estaba saltando de alegría cuando El dio las buenas noticias.

— Escondido —dijo El. Tenía una mirada segura.

— No, no, aquí es donde él vive —dijo Mike, intentando ser paciente— Él desapareció de aquí, ¿entiendes?

Lucas y Dustin dejaron caer sus bicicletas con incredulidad.

— Dice que está escondido aquí —dijo Mike mirando a sus otros amigos.

Vi se quedó pensativa. Sabía perfectamente que El no era tonta y sabía que entendía lo que Mike.

— Les juro que si hemos caminado todo eso hasta aquí para nada... —se queja Dustin.

— Eso es justo lo que hemos hecho —exclama Lucas enfadado— ¡Les dije que no tenía ni idea de qué hablaba!

Mike se giró para mirar a El. Vi hizo lo mismo, pero su gesto era mil veces más gentil que el de Mike o cualquiera de sus amigos.

— ¿Por qué nos has traído aquí? —pregunta Mike algo molesto.

El trató de decir algo, pero simplemente parecía no saber cómo explicarse.

— Mike —dijo Lucas— No pierdas el tiempo con ella. Ni con ella tampoco —dijo señalándola— Es inútil.

Vi frunció el ceño, dolida y confusa.

— ¿Qué hacemos entonces? —pregunta Mike.

— Llamar a la policía. Debimos hacerlo ayer —dijo Lucas.

— ¡Ni hablar! —exclama Vi ahora— No vamos a llamar a la policía —dijo mientras se giraba a mirar a Lucas.

— ¡Nadie te está hablando a ti! —grita Lucas.

— Deja de ser tan idiota conmigo. Solo intento ayudar con la búsqueda de Will —grita Vi de vuelta, completamente harta de los tratos de Lucas.

— ¿Chicos? —dijo Dustin.

— No hemos conseguido nada por tu culpa —dijo Lucas, consumido por el enfado. Le hizo frente a Vi y ella no se quedó atrás.

— ¿¡Mi culpa!? —dijo Violet mientras se señalaba a si misma.

— ¡Chicos! —grita Dustin. Ahora había podido llamar la atención de los cuatro muchachos.

Escucharon sirenas de policías y pudieron ver como iban a toda velocidad por la carretera hacia la cantera. Los chicos corrieron a sus respectivas bicicletas. Vi esperó a que El se subiese a la suya y comenzaron a pedalear rápidamente, siguiendo los coches de policía. Tenían los nervios a flor de piel. 

Cuando llegaron, vieron una multitud de policías, además de ambulancias y algunos bomberos. Se escondieron tras un camión de bomberos, uno detrás del otro. El se había asomado por el hombro de Vi y Vi, del hombro de Mike. A todos les cayó como un balde de agua fría al ver como unos agentes sacaban del lago un cadáver muy parecido a Will.

— No es Will —dijo Mike— No puede ser.

A Vi le costaba ver algo así. Se dio la vuelta y se alejó unos pocos metros de la escena mientras se tapaba los oídos. Ver un cadáver otra vez no era nada fácil. Los flashbacks de su madre muerta se hicieron presentes y eso provocó que las lágrimas no tardasen en caer de sus ojos.

— Es Will —dijo Lucas, con la voz quebrada— Es él de verdad.

Vi intentó por todos los medios secarse las lágrimas y controlar su respiración. Se dio la vuelta para volver con sus amigos.

Los otros cuatro dejaron de mirar la escena. Mike parecía completamente devastado y El lo miraba con una cara llena de amargura y de confusión.

— Mike... —susurró El, poniendo una mano en su hombro.

Mike no pareció gustarle en lo absoluto ese gesto. Apartó la mano de El de un agresivo golpe que puso en alerta a Violet. Agarró a El con firmeza y la apartó de Mike de manera protectora.

— ¿Mike? —dijo él— ¿Mike qué? Se supone que nos ibas a ayudar a encontrarlo vivo —le grita.

— Mike, basta. Quizás no sea Will. A lo mejor.... —dijo Vi.

— Lucas tenía razón —dijo Mike— Podríamos haberlo encontrado antes de no haber sido por ti —dijo.

El corazón de Vi se encogió de dolor. No creía que fuera justo echarle la culpa a ella o a El, pero no dijo nada.  Mike negó con la cabeza con incredulidad. Estaba furioso y completamente desolado. Eleven le miraba con los ojos llenos de lágrimas, sin quitar ese gesto de dolor.

— ¿Cuál es tu problema? —dijo Mike, mirando a El— ¿¡Cuál es tu problema!?

— Mike... —dijo El de nuevo.

— ¿Qué? —contesta de manera agresiva, causando que El diese un pequeño salto del susto.

Vi tenía el ceño fruncido y su labio inferior temblaba. Sus ojos amenazaban con delatar sus lágrimas. Antes de que eso pasase, agarró a El por el antebrazo, con cuidado de no hacerle daño con su agarre. Tomó su bicicleta del suelo, ignorando los llamados tristes de Dustin. 

[...]

— ¿D-dónde estamos? —pregunta El con un hilo de voz. 

No había parado de llorar en todo el trayecto. Creía que Violet también estaba decepcionada con ella, pero la rubia no había dicho ni una palabra desde que se fueron de la cantera. Al bajarse de la bici, Vi le agarró de la mano de nuevo. Se había vuelto una costumbre para El. Le gustaba mucho.

Violet fijó la mirada en la puerta de su antiguo hogar y esta se abrió en cuestión de segundos. La sangre bajó de su nariz y rápidamente la limpió con su manga

— ¿Vi? 

La nombrada se había quedado parada justo antes de entrar. Se quedó con la mirada fija en la puerta que estaba al final del pasillo. El apretó levemente su mano y la miró a la cara, tratando de saber que pasaba.

— Esta es mi casa... Era —corrigió Vi. Tragó saliva con fuerza— Encontré a mi madre en el suelo hace unos días. Nos quedaremos aquí hasta mañana.

— ¿Muerta? —susurró El.

Violet asintió. Trató de evitar sus lágrimas, pero esta vez no lo había conseguido. 

— Yo... No sé como sentirme —dijo Vi mientras se secaba las lágrimas con sus manos de manera desesperada— Aún no lo puedo creer. Todo pasó demasiado rápido y-y me siento totalmente sola. Yo solo...

El la miraba con una profunda tristeza. Se sentía mal por no haberse dado cuenta de lo mal que estaba Violet. En parte, estaba sorprendida por haber visto como lo había disimilado tan bien frente a sus amigos.

— Ojalá haberme quedado con ella —dijo tapándose la cara sin parar de llorar.

El no sabía que hacer. Lo único que se le ocurrió fue abrazar a su amiga con fuerza. Creyó que de esa forma, no se sentiría tan mal.

— Lo siento —dijo El, apoyando su cabeza sobre el hombro  de Vi.

Violet siguió llorando. El abrazo le había sorprendido pero sentir el calor humano de una persona tan inocente y de alma pura como Eleven era extremadamente reconfortante. Lloró con fuerza en el hombro de El sin dejar de taparse la cara. El acarició su espalda con delicadeza tratando de calmarla. Había funcionado de maravilla, porque Violet estaba separándose poco a poco de El. Tenía la cabeza gacha y la cara roja de tanto llorar, pero estaba mucho más tranquila.

Juntas entraron a la casa. Vi temblaba de la ansiedad que tenía, pero trató de ignorarlo. Miró con atención la casa. Era extraño ver todo exactamente como estaba hace unos días. Sin embargo, ya no había cuerpo ni sangre. La habitación de la adolescente sin nada más que una cama individual y muebles vacíos. Era una habitación sin la personalidad de Violet.

El se había quedado en el marco de la habitación, observando como Vi buscaba alguna sábana en los muebles.

— El —dijo Vi, mientras buscaba— Te creo.

— ¿Qué? —pregunta El.

— Sé que no mentiste con lo de Will —dijo— Yo también lo sentí cuando nos llevaste a su casa. Era como... Si estuviera ahí. Pero no podíamos verlo.

— ¿Me... crees?

Violet se giró para mirarla. Suspiró algo molesta de no encontrar ninguna sábana o algo para protegerse del frío de la noche. Hopper había hecho un gran trabajo recogiendo absolutamente todas sus cosas.

— Por supuesto que sí —dijo Vi— Te creo. Pero tenemos que hacer algo para que ellos nos crean a nosotras.

El sonrió alividada y feliz de que Vi no solo no estuviese enfadada con ella, sino que además le creía.

— Sé como —dijo El, sacando el Supercom de la mochila de Violet.

— Muéstrame.

———

(Editado: 20/06/22)

15/10/17

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