❝ Cuando dos corazones son jóvenes e insensatos, están obligados a enamorarse ❞

Mi verano estuvo repleto de actividades y pasé todas mis horas de charla con mis amigos. No solo eso, sino que mi familia viajó por todo el mundo, llevándome a muchos lugares increíbles. Tuve una explosión de absoluta diversión y estaba extremadamente triste cuando terminaron las vacaciones.

No. ¿Entendiste el sarcasmo?

Para ser sincera, mi verano fue el momento más tranquilo de mi vida. Mientras todos mis amigos se fueron de vacaciones a un lugar lujoso, mi familia decidió quedarse en casa este año. Excepto por mi padre, que tuvo que ir a un viaje de negocios durante todo el verano a París. Le escribió a mi hermano todos los días contándole sobre todas las cosas que tenía que hacer y los hermosos lugares que podía ver.

¿Cuántas cartas recibí yo de nuestro querido padre? Ninguna. Absolutamente ninguna.

Desde que entré a Hogwarts (que ahora era hace ya dos años), mi padre ha sido extremadamente distante conmigo. Supongo que es por la casa en la que me seleccionaron. Incluso a los once años sabía que estaría decepcionada, tal vez incluso un poco enfadado, pero no pensé que me guardaría rencor todo este tiempo. Quiero decir, vamos, han pasado dos años.

Mi madre, por otro lado, ha sido extremadamente partidaria de la colocación de mi casa. Creo que ella sabe que puede ser difícil estar en una casa diferente de la que su familia está tan orgullosa. A veces ella llega al punto de comprarme pequeños dijes de serpiente o piezas de joyería para representar mi casa. Incluso se ofreció a comprarme una serpiente como mascota que podría acompañarme en Hogwarts. Afortunadamente, pronuncié algunas tonterías sobre que no se permite tener serpientes como mascotas debido a sus "tendencias viciosas" y ella dejó el tema.

En realidad, me aterrorizan las serpientes, pero no pensaba, ni pienso, decírselo.

Subo la gran escalera de piedra lo más rápido que puedo sin tropezar. En unos cinco minutos llegaré tarde y todavía tengo que subir a la torre. Me duelen los pies por todo el apuro, pero no me importa, ya que no quiero arriesgarme a llegar tarde en mi segundo día de clase. Iba en silencio pensando quién, en su sano juicio, construiría un aula en una parte tan alta. Mientras subo el último peldaño a la cima de la torre, lucho para evitar que mi bolso se resbale. Si lograra deslizarse de mi hombro, todos mis libros caerían de nuevo al pie de la escalera. Y eso significaría bajar todo el camino y subirlos, con menos de dos minutos antes de la clase.

Finalmente, llego a la cima de la torre y entro al aula sin dejar caer nada. Y digamos que ya estaba muy desanimada. Pensé que Adivinación iba a ser genial, pero al echar un vistazo a mi alrededor, ya siento una sensación de temor en el estómago.

Por un lado, hace mucho calor aquí, ya que la profesora había encendido una chimenea en esta habitación sin ventana. También es demasiado pequeña para ser una clase, en mi opinión. El espacio está organizado de forma muy ordenada, con una extraña variedad de cristales colgando alrededor de la habitación. Hay cuatro mesas colocadas muy cerca una de la otra, y automáticamente noto las expresiones molestas en la cara de mis compañeros de clase por estar tan juntos.

Me acerco rápidamente a la mesa donde están todos mis amigos, sentándome junto a Katrina. Sentados frente a nosotras están Hermione, Ron y Harry. En mi primer año, siendo amiga de Hermione, rápidamente llegué a hacerme amiga de Harry y Ron también. Algunos de mis compañeros Slytherin se burlan de mí y de Katrina por ser amigas del "Chico Que Sobrevivió". En realidad, a la mayoría de ellos no les importa, sólo a Draco y sus secuaces.

Impactante, lo sé.

—Hola, soy la profesora Trelawney —anuncia ella, entrando por la pequeña puerta. Todos las personas de la sala, incluida yo, nos volvimos para mirar a la nueva profesora. Una vez que la vi, no pude evitar estallar en risas.

¿Por qué? Échale un vistazo y luego lo entenderás.

Ella es muy baja y está vestida con una túnica larga que cubre sus pies por completo. Para "complementar" tiene el pelo gris enmarañado, tiene las gafas más grandes que he visto nunca. Y se parece a alguien que acaba de escapar de un manicomio.

Hago todo lo posible para calmar mis carcajadas, pero Katrina me da un codazo. Veo sonrisas tirando de los labios de los otros estudiantes, pero a diferencia de mí se las arreglan para mantener la compostura. La profesora Trelawney ignora por completo mi pequeño ataque de risa y camina hacia el frente de la clase.

Ella habla un poco sobre cómo es una vidente todopoderosa, antes de instruirnos para que miremos nuestras hojas de té. Se supone que debemos agitar nuestra taza en un orden elegante que es muy complicado. Hago lo mejor que puedo para hacer lo que ella dice, pero no estoy segura si lo hice exactamente bien.

Miro a Katrina a mi lado, que está observando su taza con una expresión divertida en su rostro.

—¿Por favor no me digas que crees en esta carga de estiércol? —fingí gemir antes de darle una sonrisa juguetona. Ella me mira y sonríe, golpeándome ligeramente en el brazo.

—¿Ni siquiera hemos estado en esta clase durante quince minutos y ya no te gusta? —pregunta, con el ceño ligeramente fruncido.

—¿Por qué debería? Trelawney está chiflada.

Es verdad. Bueno, al menos en mi opinión. Tiene una expresión atontada, casi borracha, en su cara, y dice las cosas más locas y absurdas.

—Mi tío es un vidente —dice Katrina, encogiéndose de hombros.

—¿Tu tío usa gafas como esas? —le pregunto, señalando las de la profesora Trelawney. Eso fue la gota que colmó el vaso; ambas estallamos en un gran ataque de risa. Intentamos desesperadamente contenernos, aunque Katrina no es tan buena como yo y ella termina haciendo una serie de ruidos extraños.

Muchos de los alumnos se vuelven hacia nosotras para darnos expresiones divertidas, incluidos Draco y Theodore Nott. Juro que pude ver una sonrisa tirando de los labios de Draco, aunque Theodore no parece encontrar nuestro ruido tan divertido. Levanta la mano como si estuviera a punto de delatarnos, pero Draco lo empuja y parece pensarlo mejor.

—Déjame ver tu taza, querida.

Casi salto cuando escucho su voz detrás de mí. Me doy la vuelta para ver a la profesora Trelawney mirándome. Le entrego mi taza, consciente del hecho de que al menos la mitad de la clase me mira con interés.

Ella mira detenidamente mi taza, ocasionalmente haciendo algunos sonidos de 'mmm' mientras la miraba más. Si no supiera nada mejor que decir, juraría que está intoxicada.

—O-Oh Dios mío, hay mucho que contar en esta taza —dice ella, con los ojos enfocados en la taza. Aunque no creo nada de esta basura, no puedo evitar sentir curiosidad. Antes de que pueda preguntar qué quiere decir, ella continúa.

—Mi querida niña... Tienes un camino muy difícil por delante. Te verás obligada a poner la seguridad de tus seres queridos sobre lo que es moralmente correcto. Y —respira hondo, inclinando su rostro hacia mi taza—. Alguien en quien confías te traicionará de la peor de las maneras.

La miro con la confusión a flor de pie en mi cara. Ella me da una sonrisa comprensiva, antes de volverse hacia Harry. Estoy dividida entre estar preocupada y dudosa. Ella es una bruja chiflada, pero algo sobre la forma en que hablaba sonaba muy seria. La ansiedad desgarra mi mente mientras repito sus palabras en mi cabeza.

—Bueno, eso es gracioso — se burla Draco, que había estado escuchando a escondidas, desde el otro lado de la habitación—. porque todo lo que veo en cualquiera de estas tazas son un par de hojas empapadas.

Y a pesar de mi nueva preocupación por la predicción de la profesora, una sonrisa aparece en mi cara.

¡Misteriosa profecía para comenzar el tercer año! ¿Qué piensas? ¿La predicción de Trelawney se hará realidad o es solo una de sus locas historias? Déjame saberlo en los comentarios ♥