-¡Yeonjun!- Beomgyu corría detrás de Yeonjun con una gran sonrisa en su cara.

El nombrado detuvo su paso y se dio la vuelta para ver a Beomgyu caminando más lento hacia él, con la carta que le había entregado el día anterior en sus manos.

-He leído su carta...- Yeonjun sonrió un poco inconscientemente. Tal vez esta vez había entendido el mensaje y su amor le era correspondido. -... y me gusto mucho.- Oh, dios. -¿Para quién está escrita? ¿Alguna chica? ¡Ella tiene mucha suerte!

-¿Eh...?

-Es lindo cuando un chico expresa sus sentimientos de ese modo.

-Beomgyu, yo...

-¿No me la ha dado para que le diera mi punto de vista? Pues déjeme decirle que es muy bueno escribiendo cartas.- Sonrió con ternura. -Tomela y desela a quien pertenece.

-No esta carta es para t-...- Comenzaba a explicarse. A decir verdad, se estaba cansando un poco de la tierna estupidez de Beomgyu.

-Mejor me lo dice luego, ahora se me ha hecho un poco tarde. Adiós.- Se alejó por donde había llegado.

Yeonjun sólo pudo soltar un suspiro y con un poco de molestia tiro la carta en un bote de basura que había por ahí.