La tragedia

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- muy bien alumnos, hora de la prueba oral sobre el tema: la segunda guerra Mundial, guarden sus libros en sus mochilas y daremos inicio. -

ante la orden de la maestra, los alumnos guardaron sus libros en sus mochilas y cruzaban los dedos para no ser el primero en ser elegido para contestar las preguntas.

- Comencemos con... Merecha -

acotó la maestra eligiendo al azar de entre todos sus alumnos a una niña rubia de cabello corto, la niña sonrió confiada al oír que sería la primera.

- la batalla en las playas de Normandía es denominada como... -

la niña puso un rostro angelical y dijo.

- el ataque a las Malvinas. -

con seguridad y confianza respondió pero ante su respuesta, repentinamente el salón entero estalló en carcajadas y burlas hacia la rubia, ella veía a todos a su alrededor llena de vergüenza al haber errado en su respuesta.

- lo siento Merecha, la respuesta es incorrecta. -

afirmó la maestra, haciendo sonrojar de vergüenza a Merecha.

- yo, yo maestra. -


Merecha volteo a ver a la otra fila de asientos a su izquierda, ocupados por estudiantes, vio a una niña de cabello rosa levantando la mano vigorosamente para poder contestar la pregunta.

- Suzume tiene la palabra. -

afirmó la maestra, la niña de cabello rosa se puso de pie y con gran elegancia respondió.

- operación overlord, efectuada por los aliados, culminando con la liberación de los territorios ocupados de Europa occidental. La operación dio inicio el 6 de junio de 1994 denominado el día D, con el desembarco de Normandía; el conjunto de las operaciones navales recibió el nombre clave de operacion Neptuno, un asalto Aerotransportado llevado a cabo por mil doscientas aeronaves precedió al desembarcó anfibio, que involucró más de cinco mil barcos, cruzando por el canal de la Mancha más de ciento sesenta mil soldados de diferentes naciones, cruzaron de Inglaterra a Francia. -

el salón quedó en silencio al oír tremendo ciclón de información que Suzume había desplegado.
Merecha quien no daba crédito a lo que escuchó, se quedó boquiabierta al oír la contundente y recorrida respuesta de la niña de cabello rosa.

- ¡correcto! buen trabajo Suzume, se ve que tú si estudiaste. -

reafirmó la maestra ante la respuesta de la niña, Merecha solo gruñó, cruzó sus brazos y arrugó su rostro en señal de molestia, le dirigió una mirada de odio a la pelirosada que no le prestó atención debido a su gran acierto.

tiempo después...
Ya era la hora de salida de los alumnos y maestros, las clases habían concluido, algunos alumnos se reunían en grupos fuera de la escuela para charlar sobre las clases, las tareas y una que otra broma o plática sobre un chisme.

entre todos esos alumnos, iba caminando una niña de cabello rosa, al igual que todos los estudiantes ella llevaba puesto un uniforme con la insignia de la escuela a la que asistía y cargaba su mochila con sus útiles escolares, caminaba tranquilamente rumbo a casa, mientras veía al frente solamente, nadie le hablaba y nadie le saludaba al verla... es como si fuera invisible para todos.

Pero para su sorpresa mientras daba un paso frente al otro, una chica más alta se detuvo intimidante ante ella, para no chocar con la chica, Suzume se detuvo y la vio a la cara, aquella chica de cabello lacio negro, labios pintados y alta con sus manos en la cintura, veía a la pelirosada con rostro acusador, cosa que extrañó a la pelirosada.

- ¿Vas a algún lado cerebrito? -

preguntó la chica alta, Suzume inmediatamente sintió temor.

- yo... ¡aahhh! -

intentó responder ella, pero improvisto fue empujada por detrás, haciendola caer al suelo.

- jajaja.-

desde el suelo, Suzume escuchó dos risas mientras intentaba incorporarse.

- como siempre está nerd queriendo llamar la atención ¿verdad Samy? -

habló la voz de una niña malcriada.

- claro que sí Merecha. -

contestó la otra chica más alta, la niña pelirosada sentada en el suelo logro reconocer a una de las chicas.

- a mi... n-no me interesa llamar la atención... a ti solo te gusta molestar a los más inteligentes porque sabes que no puedes ser como ellos. -

respondió Suzume con lágrimas en sus ojos, repentinamente esto hizo enojar a la niña rubia.

- ¡QUE FUE LO QUE DIJISTE! -

gritó Merecha amenazando con golpear a la pelirosada, que hizo el gesto de recibir el golpe, pero fue detenida por la chica de nombre Samy quien la tomó de los hombros.

- basta Merecha, no vale la pena, ni siquiera se puede defender. - Merecha se recompuso y asintió levemente, ella y Samy vieron a Suzume con lástima.

- mejor regresate a Wuhan asquerosa China come murciélagos. -

finalizó Merecha y junto con Samy se retiraron del lugar dejando en el suelo a una lastimada Suzume, tanto por las palabras como por las acciones, en su mejilla izquierda tenía un raspón debido a la caída que le provocó el empujón a retaguardia de Merecha, la niña pelirosada sollozaba en silencio mientras se incorporaba, una lágrima cayó en su mano izquierda.

lo más irónico de la situación que acababa de pasar, era que todos los demás alumnos vieron y ninguno se molestó en ir a ayudar a la niña pelirosada, nadie, solo vieron y siguieron en sus trivialidades con otros compañeros, era como si les importará muy poco lo que acababa de ocurrir.

tiempo después...

07:30 pm La llovizna que caía en esa ciudad no era impedimento para la vida nocturna, solo para al que no le gustaba mojarse, en el pavimento iban los autos y buses, en las aceras se podía ver a la gente que regresaba del trabajo y de hacer las compras, entre esa gente caminaba la niña pelirosada con rostro melancólico, cargaba una canasta pesada, a su lado iba una mujer mayor, cabello amarrado y rosa como el de la niña, su vientre hinchado, por un bebé que venía en camino, llevaba puesto un vestido largo y en su mano un paraguas para proteger a la niña y a si misma del agua de lluvia.

- El bebé se ha estado moviendo mucho hoy, me ha dado muchas patadas creo que tendremos un futbolista ¿eh Suzume? -

hablaba la mujer en el trayecto, pero cada palabra que decía no era escuchada por la niña, la mujer, ella notó que el semblante de la niña denotaba pura tristeza y una cicatriz en su mejilla izquierda.

- ¿ahora si me dirás qué te ocurrió suzy? -

preguntó preocupada la mujer, la niña suspiró y con la cabeza gacha dijo.

- extraño Hong Kong mamá, extraño mi verdadero hogar. -

las palabras de la niña sorprendieron a su madre, su instinto maternal le decía que algo no andaba bien con su hija... pero resultaba ser el mismo problema de siempre.

- mi niña, debes comprendernos a tu padre y a mi, todo lo perdimos luego del brote, ya no tenemos nada en Hong kong. -

ambas detuvieron su trayecto la mujer se enfrentó con la niña, su mano acarició sutil y con ternura el melancólico rostro de ella, obligándole al mismo tiempo a verla a los ojos.

- esto lo hicimos por nuestro bien, por el bien de tu futuro hermano y por ti suzy, Inglaterra nos ha dado la oportunidad de recuperarnos, de empezar desde cero... de reconstruir nuestra familia y mira, en tan solo dos meses aquí lo hemos logrado. -

decía con alegría la mujer, Suzume escuchaba a su madre con atención, pero antes de que su madre siguiera hablando, su hija le interrumpió.

- odio este lugar, desde que llegamos solo he tenido que soportar las miradas acusadoras de todos aquí, me tratan como una niña rara solo por ser inteligente y por venir de Hong Kong, incluso, incluso creen que yo como murciélagos... odio este país mamá... -

Suzume hablaba con voz quebrada, al oír esto, su madre sintió como su corazón se rompía en mil pedazos, temía lo peor por su niña y no era para menos, esa cicatriz y su voz quebrada confirmaron su sospecha, para tratar de darle consuelo a su hija, la madre habló y le dijo.

- mira suzy, yo se que todo para ti también es nuevo, pero no tienes porque sentirte mal solo porque unos cuantos te traten diferente, dale una oportunidad y verás que pronto aparecerán las personas correctas... tu eres una niña muy simpática, a muchas personas les agradarás por tu personalidad y no les importará de donde vengas. -

culminó la madre, acariciando el hombro de su hija, la niña solo aparto su vista al lado izquierdo para evitar que su madre le viera derramar una lágrima. Sin más ambas féminas siguieron su camino de regreso a casa, entre la gente que iba y venía... con la lluvia, mojando la ciudad entera.

un hombre venía subiendo unas escaleras, de cabello castaño y de tez blanca, vestía con terno negro muy elegante, aproximadamente tenía unos 38 años de edad, subía uno a uno los escalones para acceder al piso que quería, al llegar a la base de las escaleras, otro sujeto venía buscando bajar las escaleras, con las manos en los bolsillos y caminando con tranquilidad dijo.

- Hola señor Cheng. -

el otro hombre respondió el gesto inclinándose levemente.

- Hola señor Andrada. -

el señor Cheng se volteo para ver al señor Andrada bajar por las escaleras, dirigiéndole una mirada sospechosa, sin prestarle más atención, el señor Cheng se dispuso a buscar su apartamento para descansar luego de otro estresante día de trabajo.

toc, toc, toc

tocó 3 veces la puerta e inmediatamente está se abrió y fue recibido por una sonriente mujer de cabello rosa.

- Hola amor. -

- Hola. -

se saludaron con alegría ambos, el señor Cheng dio un paso y entró al apartamento, abrazo y beso a su esposa, al mismo tiempo acarició su vientre hinchado en el que cargaban a su futuro primogénito.

- ¿donde esta Suzume? pensé que sería ella quien me recibiría. -

preguntó el señor Cheng a su esposa, la pelirosada llevo sus manos a su pecho en preocupación y le dijo a su esposo.

- de eso te quería hablar Jin... nuestra hija es... es víctima de bullying en la escuela. -

como un baldazo de agua fría que caía sobre sus hombros, Jin Cheng cerró sus ojos y agachó su cabeza en señal de decepción, como si no fuera poco los problemas en su trabajo, ahora esto.

- no puede ser... no mi niña. -

fue lo único que pudo decir.

- hoy hablé con su maestra, me dijo que últimamente ha visto a Suzume muy temerosa, pero cuando le pregunta si esta bien ella le contesta que si esta bien, pero ella no está bien, a ella le cuesta mucho socializar, a mi niña la molestan las de 4to y 5to grado y una de su mismo salón, en coro le cantan "come murciélagos", le tiran de su cabellera, la encierran en los baños hasta hacerla llorar, a la hora del almuerzo le arrojan el hielo de los refrescos. -

Jin Cheng se llevó una mano a su cabello castaño en señal de frustración, no podía creer lo que su hija estaba sufriendo en esa escuela, le dolía saber que alguien molestaba así a su hija mujer, la niña de sus ojos, lo mejor de su vida, claro después de su esposa, pero eso daba igual en un momento así, no se daba cuenta pero, había descuidado de su hija desde que llegaron a Inglaterra, el encontró un trabajo y se convirtió en el sustento principal de esa familia, solo se veían por las noches y casi ni hablaban debido al trabajo pesado de el, a veces hasta caía rendido a su cama, se sentía muy culpable por no haber prestado atención a la niña, necesitaba a su padre y esta vez con urgencia.

- ¿porque pasa esto Jin porque? mi niña es la más inteligente de la clase, le pone mucha atención a las lecciones, siempre está al día con sus tareas, no entiendo porque le ocurre esto. -

decía desesperadamente la mujer, Jin Cheng sonrió al escuchar esto último, tomó suavemente los hombros de su esposa y con serenidad le dijo.

- tranquila Sizume... hablaré con ella. -

Ella se tranquilizó rápidamente, la sonrisa que tenía su esposa se le contagio de repente.

- esta bien Jin... ella te necesita. -

ambos esposos se miraron, aunque eran perspectivas muy diferentes, por un lado Sizume con clara preocupación por su hija y por el otro, Jin sonreía sin razón alguna.

Suzume se encontraba recostada de perfil abrazando sus rodillas al pecho viendo por la ventana, las gotas de lluvia se deslizaban por la ventana empañando el vidrio, aún así tenía una panorámica nocturna y hermosa de esa ciudad portuaria.

toc toc toc.

tocaron tres veces la puerta de su habitación, ella se levanto sin mucho ánimo a abrir la puerta.

- Hola Suzume. - - ¡papi! -

inmediatamente la pequeña Suzume abrazó con fervor a su padre, cambiando paulatinamente su actitud tétrica a una efusiva, el respondió el gesto de la misma manera.

- ¿como te fue en tu trabajo papi?. -
preguntó ella sin dejar de abrazar a su querido padre.

- me fue de maravilla amor. -

ambos se separaron del abrazo quedando a un brazo de distancia, Jin se incó de una rodilla para estar a la altura de su hija pequeña, la niña repentinamente cambio su semblante a uno de tristeza.

- no me gusta cuando te vas, quiero que te quedes aquí conmigo. -

acotó la niña con timidez, Jin sonrió y le responde.

- si no trabajara, no tendríamos donde vivir y tampoco tendríamos dinero para comer. -

esas palabras solo llenaron de más decepción a Suzume, prácticamente su madre y padre eran los únicos amigos que tenía en Inglaterra, su padre reaccióno rápidamente, acariciando el cabello rosa de su querida hija.

- mi niña... algo malo te ocurrió ¿quieres contarme? -

ante la pregunta de su padre, Suzume bajo la mirada y comenzó a frotar su mano derecha sobre su brazo izquierdo.

- bueno... en clases hay una chica que me molesta, solo por ser lista... y por venir de Hong Kong. -

argumentó Suzume con timidez, su padre ya había pensado su respuesta, después de todo, sabía muy bien que era lo que le hacía sentir mejor.

- ¿sabes porque hace eso? -

preguntó con interés Jin, Suzume negó con la cabeza.

- porque tú eres mejor que ella. -

como remedio le cayeron esas palabras a la niña, un rubor se asomaba por sus mejillas y una risita tímida era la reacción de dicho remedio.

- desde que llegamos sacaste 100 en tu primer examen... fuiste la única de tu clase en lograrlo... si, venimos de Hong Kong, pero a triunfar todos por igual, no venimos a prestarle atención a esta gente, así que no le hagas caso a esa chica, por que lo único que tiene es envidia... no dejes que nadie te diga quien tienes que ser, solo debes ser tú misma. -

La niña dibujo una gran sonrisa en su rostro, Jin le tomo del mentón a su hija y le vio a sus ojos y mencionó.

- te diré algo... mañana yo mismo te llevaré a clases ¿te parece bien? -

- ¡siii! -

la niña respondió y jadeo emocionada a la propuesta de su padre, Jin se veía igual de emocionado al ver a su hija cambiar de ánimo, después de todo era su hija y no había cosa mas importante para todo padre... es la felicidad de su familia.

Suzume se colgó del cuello de su padre en un abrazo cariñoso, ese pequeño instante era solo de ellos.

- te amo papá. - dicho esto por parte de la pelirosada, Jin sonrió y apretó un poco fuerte a su hija.

- ... y yo a ti Suzy. - remató finalmente Jin, ambos permanecieron abrazados por diez minutos, pero luego Jin cargo a su hija y le depósito en su cama, la arropó y se sentó a su lado sin despegar sus ojos del otro.

- ya quiero que sea mañana. -

- yo también Suzy. -

ambos siguieron su plática, una plática que no habían tenido en mucho tiempo, esto alegro obviamente a la pelirosada, para culminar la plática, su padre le dio unas últimas palabras antes de ir a dormir para su niña.

- ¿ya has pensado que quieres ser de grande?. -

- si papi... quiero ser doctora, quiero curar a todos los enfermos. -

- mi niña, eres mi orgullo, que nada te detenga sigue esforzándote y lograras tus sueño. -

acto seguido, Jin se despide de su hija dándole un beso en la frente, se levantó de la cama y le dedicó una última sonrisa antes de caminar a la puerta, Suzume cierra los ojos al tiempo que su padre cierra la puerta tras de si.

la llovizna seguía cayendo sin intención alguna de detenerse, la panorámica mostraba el edificio en el que vivía la familia proveniente de Hong kong, un edificio común de 4 pisos al lado de más edificios, adornado por las nubes y la poca visibilidad al cielo nocturno, era una panorámica hermosa, ojalá alguien le avisará al mejor camarografo para tomar una fotografía asombrosa de ese paisaje... y también hubiera habido alguien que le avisará a la familia lo que estaba por ocurrir esa noche.

¡BOOOOOM!

sin aviso, de repente y de la nada una fuerte explosión ocurrió en el cuarto piso y en cuestión de segundos, el edificio entero se convirtió en una bola de fuego,
humo negro salió de primero seguido por las llamaradas infernales que salían de los ventanales, de edificio paso a ser una torreta de fuego, tan mortífero que las gotas de lluvia eran consumidas al entrar en contacto con dicho edificio.

la poca gente que deambulaban por esa zona veían horrorizados como el edificio ardía, gritaban y lloraban de impotencia por la pobre y desafortunada gente que aún yacía dentro de el, nadie podía hacer nada, el fuego era letal, a tal punto que podría incinerar al que tuviera el valor de acercarse, a lo lejos se escuchaba una sirena, anunciando la llegada de la brigada de bomberos, pero ese instante se volvió eterno para los que atestiguaban el desafortunado evento, al no poder ayudar en nada, solo les quedó presenciar la peor obra teatral escrita por el destino... la muerte de inocentes.

se ve como una fotografía es consumida lentamente por las llamas, en la fotografía se muestra una familia de 3, la madre, el padre y una niña sosteniendo una bandera roja con una flor blanca en el centro, todos sonreían en ella, lentamente el fuego quemó la parte donde aparecían la madre y el padre, pero antes que las llamas llegarán a la niña, el fuego se extinguió dejando solo el rostro de la niña intacto.

una hora y media... una hora y media llevo apagar las llamas, las asesinas llamas que solo dejaron cenizas y carbón, bomberos, ambulancias y policía se hizo presente en el lugar, acordonando la zona y evacuando los edificios vecinos.

la gente de los alrededores se amontonaba para ver lo que ocurría,
se veía como los médicos sacaban en camillas, lo que parecían ser cuerpos pero cubiertos por mantas, dentro del ya destruido edificio, policía y bomberos se encontraban haciendo trabajos de investigación y rescate.

- señor, encontramos otro cadáver con este ya son 9 los fallecidos. -

habló una mujer bombero a su superior, este cerro sus ojos en señal de frustración, el hombre de rostro cansado y bigote dio la orden.

- demonios... sigan buscando señales de vida. -

- si señor. -

respondieron los de su equipo, mientras el grupo de 5 se dispersaban por los escombros.

- el explosivo usado en este edificio es más letal que el c-4, ojalá hubiera quedado un componente para determinar que clase de explosivo fue utilizado. -

hablaban dos investigadores, frente a una gran mancha, donde seguramente se originó la explosión.

- Jul, vamos a buscar al tercer piso. -

ordenó el jefe de bomberos a su subordinada

- enseguida señor. -

ambos bomberos caminaron rumbo al tercer piso, con esperanzas de encontrar un sobreviviente ya que sería clave en la declaración para encontrar al y o los responsables de este atentado, pero al llegar a dicho piso, todo yacía destruido y calcinado, en la cabeza del jefe de bomberos tenía la posibilidad de un 40 por ciento encontrar a alguien con vida.

- voy a la derecha, Jul tu a la izquierda. -

ambos se dispusieron a la búsqueda exhaustiva de una vida, buscaron y buscaron por el destruido lugar, sin encontrar ninguna señal, pero repentinamente una señal de esperanza se encendió..
. el jefe de bomberos quito un par de escombros y reveló la espantosa imagen de dos cadáveres calcinados, apagando por completo esa esperanza.

- mierda... Jul, encontré 2 cadáveres. - acotó el jefe con clara frustración, ya había perdido toda esperanza de encontrar sobrevivientes.

- 2 cadáveres más aquí en el tercer piso, con estos dos ya suman 11 fallecidos. -

reporto en su comunicador la mujer bombero, mientras ella se acercaba a ver a los dos fallecidos, el jefe se movió rumbo al ventanal, donde habían escombros amontonados, la poca visibilidad que había en ese lugar no le impidió ver algo que se asomaba por la hilera de escombros.

- ¿eh? -

una mano, una pequeña mano sobresalía de los escombros, el jefe de bomberos se apresuró a retirar los escombros y se llevó tremenda sorpresa.

- una niña... sana ¿pero como? - la niña de cabello rosa, yacía tirada en el piso, un hilo color carmesí bajaba por su labio, una profunda herida que se veía cerca de su oído derecho, pero el resto de su cuerpo se veía intacto, lentamente el jefe de bomberos la cargo en sus brazos, por un momento creyó que no tenía signos de vida, pero de repente la niña comenzó a moverse en los brazos del jefe de bomberos.

- ma... mamá. -

susurró la niña con voz quebrada, mientras respiraba lentamente, el jefe de bomberos le gritó a su subordinada al encontrar una vida en medio de toda la mortandad.

- ¡ESTA VIVA JUL, ESTA RESPIRANDO! -

acto seguido el jefe de bomberos se hecho a correr para sacar a la niña del edificio.

- ¡ABRAN PASO! -

gritó nuevamente hasta salir fuera del edificio, la policía y resto de bomberos se acercaron al jefe de bomberos, quien cargaba a la niña que respiraba con tranquilidad, pero de repente y para la sorpresa de todos... la niña abrió los ojos.

- ¡ABRIÓ LOS OJOS UNA AMBULANCIA AHORA! -

muchos gritos se oyeron después de los del jefe de bomberos, pero para la niña eran inaudibles, solo vio con ojos tristes el rostro del bombero, el jefe de bomberos le dirigió una mirada igual de triste.

- tranquila si... -

se apresuró a decir el jefe de bomberos, la niña pelirosada volvió a cerrar sus ojos, perdiendo la conciencia.

- ... todo estara bien. -

...

hola, gracias a todos por venir a darse una vuelta a esta nueva historia de mi parte, el proyecto: durante la cuarentena, les presento la historia de mi oc mas querida suzume, ya la vieron en acción en el fanfic: far from home ( the loud house history ) es hora de que conozcan todo sobre ella, su origen, el origen de sus poderes y su nueva familia después de esta tragedia.

espero que les guste, la historia también sera contada en simultaneo con dibujos que pueden ver en mi pagina de facebook bisping studios: el álbum de fotos que dice suzume.


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