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¡Antes de leer!:Bueno, con lo que diré es probable que ya se den una idea de lo que pasará en este capítulo. En fin, si un bebé puede salir de una vagina, también puede de un ano (al menos en el omegaverse), para mi tiene sentido. Eso no más po, para que no anden con la duda de donde saldrá el cabro chico. Sin mas que decir, disfruten de la lectura...

38 semanas de embarazo; ¡Yeonjunnie!

— ¿Estas bien, Soobinnie? —Preguntó Yeonjun.

Era la tercera vez que Soobin se quejaba de dolor en su zona lumbar. El omega tenia sus manos en cada lado de su espalda, sus ojos se cerraban cada vez que venía de nuevo el dolor, el cual parecía ir en aumento.

Soobin se sentó en la cama, intentando reposar para que el dolor fuera disminuyendo.— Deben ser contracciones falsas, tranquilo. —Pero el dolor se iba desplazando de la espalda hacia el abdomen, y luego yendo por su vientre. Cuando vino otra contracción, se quejó más alto, algo que hizo al alfa preocuparse.

— ¿Seguro que son contracciones falsas? —Soobin asintió.

— En cinco días es la cesárea, Yeol no se va a adelantar, ¿Cierto, Yeol? —Le habló a su pancita. Pero lo que no sabían es que su hijo era todo un rebelde.

— Deberíamos ir al hospital. —Soobin lo detuvo tomándolo de la mano.

— Confía en mí, es solo una falsa alr- ¡Mierda! —Apretó el agarre, haciendo que Yeonjun le doliera su brazo, pero no se quejó.

Yeonjun se sentó detrás de Soobin, acercándose lo más que pudo. Empezó a hacer leves masajes por la espalda del omega, intentando relajarlo.

El omega aun confiando de que eran contracciones falsas y que podían controlarlo, y el alfa pasando sus manos por la espalda de su esposo. Y así estuvieron dos horas, hasta que las contracciones iban cada quince minutos. Cuando las contracciones iban cada diez minutos, Soobin se paró, apoyándose de un mueble de la habitación, mientras intentaba respirar profundamente. Se daba vueltas por la habitación esperando que el dolor pasara, sin éxito alguno. Y cuando las contracciones iban cada cinco minutos, se empezaron a alarmar.

Soobin respiraba profundamente. Entre una de sus tantas vueltas por la habitación, empezó a sentir un liquido bajando por sus piernas, y cuando miró al suelo vio un charco de un liquido transparente.— Yeo-Yeonjun... —El mencionado miró el charco, y luego a su esposo.— rompí fuente —Yeonjun agrandó sus ojos, y todo lo que le había dicho Joshua por si ocurría eso, se le olvidó completamente, quedando en blanco sin saber que hacer.— ¡por la mierda! —Apretó entre sus manos las orillas del mueble frente a él.

 —¿Ahora si vamos al hospital?  —Si una mirada pudiera clavar varios cuchillos con solo mirarte, Yeonjun tendría varios en su cuerpo ya que el pelinegro lo miró molesto y con cara de "¿tú que crees?".

— ¡Claro que sí, Choi, necesito ir al maldito hospital! —Yeonjun corrió buscando las llaves del auto, las cuales no recordaba donde las había dejado. Tanto era el desespero y nerviosismo que ni cuenta se dio que estaban en la mesa del comedor, pasando de estas varias veces.— ¡Maldición, Yeonjun, apúrate!

— ¡Las encontré! —Tomó las llaves del auto entre sus manos. Regresó a la habitación donde Soobin se quejaba de dolor. Buscó la maleta, la colgó en su hombro y se acercó al omega, ayudándolo a caminar hacia la salida del departamento.

Cuando estaban frente al ascensor y este abrió sus puertas, pudo ver muchos vecinos dentro.— ¡Fuera del ascensor! ¡Omega en labor de parto! —Los corrió con su mano. Los vecinos salieron rápidamente del ascensor, dejándolo solo para la pareja.

Soobin apretaba el brazo de Yeonjun cada vez que venía una contracción. Cuando llegaron al estacionamiento, entraron rápido al auto. Yeonjun dejó la maleta en los asientos de atrás y empezó a prender el auto. El omega pasó su mano por encima de su hombro, apretando el asiento en lugar que su esposo.

Cuando pensaban que podrían llegar pronto al hospital, se encontraron con que había una congestión vehicular. Los autos estaban en espera, los policías tenían cortada la calle ya que había un accidente automovilístico enfrente.

— No puede ser... —Murmuró Yeonjun desesperándose.

— Ay no, ¿Por qué a nosotros? ¡AH! —Se quejó por otra contracción.

Yeonjun, con su dedo, le pegaba al volante intentando pensar en una solución. Cuando los conductores empezaron a tocar las bocinas, el se unió.

— Por favor, caballeros, hubo un accidente automovilístico, tengan paciencia.  —Dijo uno de los policías. Y ahí Yeonjun no aguantó y salió del auto para encarar al policía.—Señor, le pido que por favor regrese a su auto.

— ¿Mire señor, con mucho respeto y todo, pero puede apurarse con esto? Necesito urgentemente pasar a la siguiente calle.

— Al igual de los demás conductores, pero deben esperar por más prisa que tenga, de seguro su "urgencia" puede esperar.  —Yeonjun intentaba tranquilizarse, pero se le hizo imposible.

— ¡¿Acaso todos los demás conductores están con su esposo en el auto en labor de parto?! ¡¿Usted realmente cree que puedo esperar?! —El policía abrió sus ojos un poco más, sorprendido. Miró al auto de Yeonjun, para comprobar si había alguien en labor de parto, y efectivamente ahí estaba Soobin casi llorando.

Fue tan sorprendente para los demás conductores que hasta dejaron de tocar la bocina o quejarse desde sus asientos.— Esta bien, deme un momento —El policía fue junto con sus demás compañeros, empezando a decidir que hacer. Yeonjun estaba que se arrancaba el pelo de tanto estar jalándolo desesperado.— Ya tenemos un plan. —Le dijo el policía palmeando el hombro del pelinegro.

— ¡Para esto necesito que todos cooperen, ¿entendido?! —Avisó otro policía, poniéndose en frente de todos los autos. De fondo los otros policías movían los conos haciendo un camino distinto, cruzándolo con la otra vía, haciendo que los autos que iban al lado contrario se detuvieran, y claramente el oficial a cargo de esa zona explicó la situación.— ¡Lo que deberán hacer es que los autos de este lado... —Apuntó con su mano los autos de la izquierda— con calma vayan abandonando la vía, y los del otro lado esperen hasta que los otros autos hayan abandonado la vía y yo les voy a ir indicando cuando deben avanzar!

En ambas vías había un espacio donde podían pasar a la contraria, así que aprovecharon eso para ir despejando la zona.

Los autos del lado izquierdo fueron abandonando poco a poco la vía, dejando ese lado sin autos. Uno de los policías fue indicando que autos debían salir del lado derecho, en este caso los cuatros principales fueron abandonado la zona.

— ¡Vale, ahora dejen espacio para que el señor pueda abandonar primero la vía! —Los autos delante de Yeonjun avanzaron lo mas que pudieron para dejar el espacio suficiente para que Yeonjun pudiera salir. Yeonjun ya en el auto, esperó que los otros autos avanzaran, y cuando se le indicó avanzó para ir abandonado la vía.

Ya lejos de la calle donde habían estado, Soobin ya iba dejando salir alguna que otra lágrima sin darse cuenta.

Cuando llegaron al hospital, Yeonjun estacionó el auto rápidamente.— Iré a buscar ayuda, ¿vale, amor? —Soobin asintió. Yeonjun salió del auto corriendo, entrando al hospital mientras buscaba a alguien para ayudarlo.

— Doctor Choi, ¿Pasa algo? —Preguntó un enfermero, Kang Minki.

— Es Soobin, está en labor de parto. —Dijo rápido.

Minki fue a buscar una camilla, algunos de personal se unieron y ayudaron a ir a buscar al omega. Al llegar al auto, ayudaron a Soobin a bajar del auto para ponerlo en la camilla. El alfa tomó la maleta y corrió detrás de los enfermeros que llevaban a su esposo.

— No pensaba verlos tan rápido, doctores Choi's —Soobin gritaba mientras apretaba nuevamente el brazo de Yeonjun.— Necesito que me pongan al día mientras yo reviso. —Yeonjun asintió y empezó a hablar. Joshua había acomodado las piernas de su paciente en la forma correcta para poder revisar.

— Las contracciones empezaron como cinco horas atrás o un poco más, y rompió bolsa hace tres horas, las contracciones van cada cinco minutos. —Dijo rápido.

— ¿Podemos hacer cesárea, por favor? —Suplicó el omega.

— Bueno, hay dos cosas que debo decirles. La primera es que los quirófanos están todos ocupados por un accidente reciente, y la segunda es que ya veo la cabecita. —Soobin abrió como platos sus ojos y negó con la cabeza.

— No, no, debe ser una broma. —Echó su cabeza hacía atrás cuando vino otra contracción. Yeonjun tomó la mano de Soobin intentando tranquilizarlo.

— Solo debes pujar, amor. —Soobin lo miró con el ceño fruncido.

— ¡Claro, es tan fácil decirlo cuando tu no eres el que siente que te estas partiendo a la mitad! —Yeonjun se pegó mentalmente.

— Soobin, necesito que cuando yo te indique, pujes. —Soobin negó aterrado.

— ¿Por qué? ¿No puede quedarse dentro? ¡Estuvo treintaiocho semanas ahí, puede quedarse ahí un tiempo más! —Soobin se mordió el labio con la contracción que sintió luego.— no soy tan fuerte...duele demasiado.

Yeonjun tomó del mentón a Soobin, y acarició sus mejillas.— Sé que te debe doler demasiado, pero ya verás que pronto esto acabará y el dolor se irá. Eres de las personas más fuerte que conozco, y con aguantar esto te hace mucho más fuerte de lo que crees, Hobi tiene un papi muy fuerte, ¿sí? Si quieres, aprieta cuanto quieras mi brazo, yo aguantaré. —Soobin asintió, se aferró al brazo de su esposo y le asintió a Joshua, indicándole que estaba listo.

— Vale, cuando yo te indique... ¡Puja! —Con gritos altos, y apretando el brazo contrario fuertemente casi enterrando las uñas, hizo lo que le indicó el doctor.— ¡Puja! —El pelinegro tenía los ojos cerrados fuertemente— ¡Puja! —Y sintiendo aún más el dolor, hizo su esfuerzo.— ¡Ya salió!—empezó a escuchar el llanto de un bebé y miró expectante a Joshua.

Luego de un rato donde la pareja esperaba que le entregaran su hijo, Joshua les pasó el bebé a los padres de este.

Ya en los brazos de Soobin, Yeonjun sonrió mientras acariciaba las mejillitas de su hijo y lo miraba emocionado, en cambio el omega se limitaba a sonreír e intentar recuperar el aire.

— Hola, Hoseokie, soy tu papá Yeonjun... —El bebé se removió en los brazos del omega y soltó un pequeño suspiro, durmiendo plácidamente.

— Bienvenido, cachorrito, me hiciste sufrir como no tienes idea, cariño. —Yeonjun soltó una pequeña risa. Con una mano, el alfa acariciaba la mejilla de Hoseok, y con su brazo sobrante rodeó el cuello de Soobin para acariciar el hombro de este.

— Felicidades, señores Choi 's. —Dijo cada uno del personal presente en aquella sala de parto. La pareja le sonrió a cada uno agradecidos.

Por fin, luego de mucha espera, tenían a su hijo con ellos. La felicidad que sentían estos padres no podrían describirla, y por más que lo intentara, jamás encontrarían las palabras indicadas que pudiera decir toda aquella emoción.

El bebé dormía tranquilamente en los brazos de sus padres, había cumplido su misión de nacer cuando el decida, ahora estaba más que tranquilo.

Bienvenido, Hobi

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