➷Capítulo 6➷

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─ Ahh~

Jimin tuvo que apretar sus labios para no dejar salir un sonido vergonzoso, llevó sus temblorosas manos a su boca y estas se mantuvieron ahí mientras que su vista borrosa enfocaba al hombre que sin vergüenza alguna levantaba su pierna y mantenía sus colmillos clavados en su sensible piel mientras sus ojos lo veían como si de un pedazo de carne se tratara.

Mientras que Yoongi disfrutaba de aquel delicioso néctar hecho por los mismos dioses, la dulce sangre color carmín se deslizaba por la suave y blanca piel de su muslo, haciendo un descarado recorrido a lugares que aún no tenía permitido tocar, pero que moría de ganas por hacerlo.

El pecho del omega subía y bajaba y le avergonzaba el hecho de que su cuerpo haya reaccionado de la manera más penosa posible ante un acto que para cualquiera parecería doloroso, sin embargo para el sonrojado omega no era así, pues de lo contrario sus pezones no estarían tan duros y notablemente visibles debajo de la tela delgada y suave de su camisón.

Tampoco sentiría ciertas partes doler y mojarse necesitadamente de que Yoongi hiciera algo más que morderlo.

Tiró su cabeza hacia atrás llevando ambas manos a la sabana la cual arrugó desesperadamente, los dedos de sus pies se curvaron hacia abajo y su dulce boquita se abrió en busca de aire, sus labios lucían más rojos e hinchados por haberlos estado mordiendo tanto.

Le gustaba ser torturado de esa forma, no había duda de eso.

Los ajos del vampiro ya no tenían ese hermoso gris que Jimin había admirado desde un principio, curiosamente ahora eran de un rojo carmesí el cual se había dejado ver al momento que sus filosos colmillos rompieron la piel del omega y comenzaron a succionar lenta pero placenteramente.

¿Cómo habían llegado a eso?

Ni siquiera se lo explica, cuando Yoongi lo descubrió llorando sintió mucha vergüenza, no quería que el mayor pensara que era un omega llorón que dejaba que unas simples palabras lo dañaran, pero para su sorpresa este se porto bastante comprensivo con él cuando le contó la verdad y la clase de personas que eran sus padres, Jimin no creyó que ser consolado por el vampiro se sentiría tan bien y reconfortante, cuando sintió la fría mano de Yoongi acariciar con tanta delicadeza su mejilla pudo sentir  un gran alivio, como si un gran peso hubiera sido quitado de sus hombros.

Ver la sonrisa colmilluda pero sincera de Yoongi le dio la confianza suficiente para pedir una mordida, al principio sus mejillas se tiñeron de rojo, pero Yoongi le había explicado que no tenía de qué avergonzarse que después de todo serían esposos y pedidos como estos serían normales.

Claro que Yoongi aceptó gustoso, pero también le explicó que por el momento se abstendría de morder su cuello ya que esa zona era única y exclusivamente para cuando estuvieran en la ceremonia de apareamiento, por lo que llevar una marca en su cuello el dia de su boda sería como si hubieran estado juntos antes y no sería bien visto por los demás.

Las mejillas del menor estaban tan rojas que incluso parecían competir con su cabello, pero comprendía a lo que el vampiro se refería.

Una cosa llevó a la otra y ahora se encontraba levantando su pierna, mientras sus pequeños y dilatados ojos lo miraban con deseo y lujuria, al ser parejas destinadas la mordida del vampiro no doliera en lo absoluto y en su lugar habría un inmenso placer que recorrería ambos cuerpos.

─ ahh~ ─ Jimin no pudo detener el primer gemido, su espalda se arqueo y Yoongi estaba haciendo un gran esfuerzo para no tomarlo en estos momentos, porque la manera en la que el omega se retorcía sobre las sábanas lo estaba tentando en demasía.

El aroma dulzón del omega estaba impregnado en toda la habitación, solo que esta vez era más fuerte, Jimin sentía calor en todo su cuerpo tan parecido a cuando entraba en celo, pero aún faltaba para eso, no era posible.

Después de varios minutos los colmillos del vampiro se separaron de la blanca piel no sin antes mostrar su traviesa lengua y sin apartar la mirada del sonrojado omega comenzó a lamer la sangre que se derramó por todo su muslo, Jimin jadeo cuando sintió como el húmedo músculo Lamia de abajo hacia arriba a una lentitud abrumadora.

Finalmente su pierna fue soltada y Jimin solo quiso cubrirse con el montón de sábanas que estaban debajo de él, se sentía avergonzado, su cuerpo lucía tan perlado a causa del sudor, la luz de la Luna dejaba ver su sonrojado rostro y sus labios rojos e hinchados se miraban tan tentadores.

Yoongi suspiro e intentando controlarse para no lanzarse sobre el omega quien estaba igual de necesitado que él, decidió ponerse de pie y bajo la atenta mirada del pelirrojo arreglo su ropa pues por algún extraño motivo esta estaba desordenada, miro al omega y maldijo por lo bajo al notarlo tan sumiso, Jimin tenía todas las pintas del omega perfecto, cuerpo esbelto y bien desarrollado, piernas largas y suaves, un trasero firme, del tamaño perfecto, cintura pequeña y marcada, piel nívea y un cuello largo perfecto para clavar sus colmillos y dejar una hermosa y rosada marca.

Con solo imaginarlo un pequeño y bajo gruñido salió de su boca, Yoongi siempre había sido un vampiro que se sabía controlar y no permitía que los demás notarán lo que él en realidad deseaba, pero con Jimin era tan distinto, tratándose de él no podía fingir que se le hacía agua la boca.

─ Y-yoon… ─ lo llamó el de ojos verdes, sentía su cuerpo caliente y su omega no dejaba de clamar por él.

─ Aquí estoy omega, pero ya es hora de que vuelva ─ soltó con pesar, mentiría si decía que no quería quedarse, porque en estos momentos es lo que más anhelaba su corazón.

─ Q-Quédate ─ pidió tímidamente, su rostro era un lienzo salpicado de rojo. Yoongi tuvo que tragar grueso, el no podía quedarse, Aunque no lo mencionaba el vampiro era un hombre de tradición, en su familia se le fue implicado desde niño que tenía que respetar a su futura pareja hasta el día de la boda.

Yoongi sabía que si se quedaba sería tentado por el acalorado omega quien ya presentaba síntomas de celo, lo supo porque su olor cada vez se tornaba más y más fuerte llegando al punto de marearlo por lo atrayente que le resultaba.

Era un aroma dulce, muy dulce.

─ ¿Tienes supresores? ─ pregunto sabiendo que por ahora era lo mejor, dormir los síntomas de su celo, mañana a esta hora eso ya no sería necesario, pero ahora sí lo era, por el bien de ambos.

─ Gaveta… A-abajo ─ apuntó su armario con su dedito índice, mientras que su otra mano acariciaba su vientre el cual dolía horrible.

Yoongi había provocado todo esto, su celo se había adelantado por causa de él.

El castaño oscuro corrió hacia el armario de madera y abrió la última gaveta, encontrando rápidamente los dichosos supresores, lo observo un momento mientras el pequeño frasco descansaba sobre la palma de su mano, el pensamiento de dejarlo a un lado e ir ayudar al omega por su cuenta lo hizo dudar unos instantes.

La tentación era inmensa, tiro su vista hacia el omega este tenía sus ojitos cerrados y el ceño fruncido, su boca levemente abierta y soltando algunos suspiros, su mano se mantenía en su vientre y sus piernas se apretaban con fuerza haciendo una lenta fricción en su miembro para darse placer.

Fue inevitable no sentir un tirón en su entrepierna, la imagen era digna de un retrato.

Cerró sus ojos y quiso aclarar su mente.

Tranquilo, trata de calmarte.

Podía sentir la picazón en sus colmillos nuevamente, estos comenzaban a crecer en contra de su voluntad, ¿que le había hecho Jimin para tenerlo en esta situación? ¿Este es el efecto que causa en ti tu pareja destinada? De cualquier forma era un sentimiento nuevo para el vampiro.

Finalmente se decidió por darle el supresor al omega.

Haría bien las cosas, el demostraría que tenía el suficiente control sobre sí mismo y no actuaría como un adolescente hormonal.

Es más, no recuerda haberse puesto así cuando aún era un vampiro adolescente, en ese entonces sus colmillos no crecían o picaban tanto.

Camino hacia la cama donde yacía el jadeante omega, cuando tocó su cuerpo se percató que su piel estaba ardiendo, el omega quien estaba el triple de sensible se estremeció y abrió sus cristalinos ojos, mirándolo con súplica y deseo, para Yoongi fue duro tener que negarse a su silenciosa petición, no podía, él respetaría al omega.

Además estando bajo los efectos del celo no era lo mismo, quería tener el permiso de Jimin, quería asegurarse de que Jimin estaba seguro a la hora de pedir algo como eso.







¿Les está gustando? 🥺

Me estoy demorando con las actualizaciones porque hay un fic en especifico el cual quiero terminar, pero no me olvido de este.

Este es un mini fic, tampoco falta mucho para que termine, intentare no tardarme mucho.

Nos leemos luego ☺

15/06/21.













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