Capítulo 6

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Locura.

 ....

Los días habían pasado con tanta rapidez que me sorprendían, mis sueños cada vez me enloquecían y sólo podía dormir cómodamente en las tardes unas cuantas horas ya que dormir en la cama todas las noches me daba ansiedad. Mirarme al espejo era una tortura, ver  aquellos ojos hundidos ojerosos y demacrados hacían verme enferma, me había vuelto la mejor amiga de la base y de colocarme tomates en los ojos para tratar de amortiguar esa parte de mi.

Pero por más que lo intentará, siempre estaba así; cansada y agotada de alguna forma, pero peor era agregarle aquella tensión sexual que le sumaba mi "supuesto" hermano, aquél que compartía mi mismo ADN según los examenes de sangre...

¿era posible que hubiera terminado  con demencia?

.....

- Definitivamente, estoy loca—- le confesé  llena de  nervios a Otto. Él se había vuelto importante para mi.

Ese desconocido  que al igual que Boris en realidad que me ayudaba a no terminar enloqueciendo  y desde que despertó siempre estuvo a mi lado, todos los días iba a mi casa para liberarme de aquel ambiente perturbador que yo misma había  creado a mi alrededor. 

- No lo estás... solo ha sido un gran cambio en tu vida, solo eso— respondió dándome consuelo.

- No, en mi casa no me siento cómoda yo... tengo miedo— dije susurrando y   él me miró sorprendido. 

—-¿ miedo por tu hermano? Sí admito, Boris es muy extraño ¿ pero no son hermanos, ? Debe ser normal— respondio  sorprendido por mi respuesta y yo sonreí para tratar de no sonar lo mas ilógica posible, él no sabía realmente  la verdad y lo que era él. 

Ya que  Aparecer un día materializado frente a ti diciendo que es tu hermano, compartir el mismo ADN..

—. todo es, un gran cambio  y yo... tengo miedo de mi, tengo miedo de lo que me ocurre— agregué  nerviosa  y él  me abrazo  con cariño para calmarme.  

Todas las noches tenía sueños extraños, no sabía si era el mismo mundo de los sueños, aquella la ilusión que había creado, pero cada sueño era igual de perturbador que el anterior,  si no era que Otto moría frente a mi era que tenía relaciones sexuales con una especie de entidad que no sabia quien era. Todo esto se volvió  una pesadilla muchas veces y otras lo disfrutaba. Lo peor del caso que cada sueño lo sentía tan real, estar llena de su sangre me hacía sentir angustiada, despertarme después de aquellas pesadillas me daban mas ansiedad, sola en la oscuridad...

Queriendo dejar todo e irme ...

El tiempo  pasaba en nuestra cita, Mientras caminábamos por la avenida por unos helados, la ciudad no era muy grande ya que viviamos en una ciudad costeña en el sur del pais, un pueblo donde casi todos se conocían vivia en este lugar sin jamás  haberme tomado en mi adolescencia  con Otto. 

Pasamos frente a una iglesia católica y Otto sonrió al verla.

- Aún recuerdo cuando tome mi comunión en este lugar, mi bautizo... todo - Mis padres venían todos los días a este lugar para pedir un milagro, desde ese accidente que quede en estado vegetativo, rezaban una y otra vez para mi mejoría.. es algo sorprendente como luego de 10 años despiertas así "vivo"- siempre pienso que es gracias a ti- dijo sonriendo-

- Exageras— contesté  y él  tomó  mi mano— pero ... me alegra que estés mejor—- dije sonriéndole, de verdad me sentía feliz porqué estuviera bien, él  merecía  conocer el mundo.

- Todos los días que podía verte en ese lugar me hacías sentir vivo, sin saber cuanto tiempo había ocurrido ni nada, solo verte me hacía darme cuenta que no pertenecía a ese lugar.. pero no quería dejarte – agregó acariciándome con aquella delicadeza, él era una persona maravillosa y solo conocerlo alegraba cada día mi vida, al menos tenía que agradecerle a aquel Dios del cielo o donde estuviera por  ponerlo a mi lado. 

- No soy una chica religiosa, pero vamos a rezar por tenerte a aquí, no sabes cómo me haces sentir... eres el motivo por el cual no he enloquecido- respondí llevándolo de la mano hacia la entrada enorme ante nosotros.  

Ese lugar era realmente un lugar que me hacía sentir una paz,  era una catedral hermosa, llena de querubines dibujados   en el techo y un altar enorme con una cruz dorada en el fondo.  Esas parededes cubiertas  de  arte, cómo  ángeles  o virgenes,  en cada parte podía  ver la representación  de la cuaresma y mire una estatua que me llamó bastante la atención, un gran Ángel con una daga que brillaba bastante que  parecía oro puro.

- Es un arcángel, se llamaba Ottoniel, que lucho contra los súcubos, él los arrastro hasta el fondo del infierno cerrando la puerta donde ellos no se podían escapar, incluso su líder, el Dios Efialtes, un demonio de las pesadillas o algo así  fue arrastrado hacia ese lugar con su ejercito — relató emocionado. . Yo lo miré sorprendida, no imaginaba que él conociera tanto de las escrituras, apenas si yo sabía hacer la señal de la cruz y siempre parecía un triángulo o cualquier  cosas menos que "la sagrada cruz" — Esto fue el resultado de catequesis, y muchas misas los domingos, es interesante si le pones atención- agregó sonriente ya que se dio cuenta  que me preguntaba  el porqué  sabía  tanto

- ¿Esa daga es real? Brilla demasiado.— Pregunte curiosa señalandola.

- - seguro es una buena imitación- contestó —¿acaso crees que todas esas historias son reales?

- Tú viviste 10 años en coma y nos encontramos en un sueño además tengo un hermano que nunca había visto en mi vida y ..—antes de continuar , por un momento Otto con rapidez se acercó  y me beso con  tanta pasión y dulzura. 

Era esa misma sensación que tuve cuando estaba en la piscina, no habíamos tenido relaciones aún ya que simplemente su compañía bastaba para ser feliz, el contacto  físico  no era algo que surgiera  mucho  en nuestras citas.

- Yo... siento - dijo apartándose sonrojado – estamos en una iglesia no debí .. lo siento— se disculpó sonrojado, y sonriendo ya que me imaginaba que simplemente  le daba asco esta  realidad mia, me le abalance encima y lo besé continuando ese beso inocente. 

- No dije que te detuvieras  y estamos solos. – susurre mientras lo besaba con timidez.

Mientras me dejaba llevar por sus besos me sentí a gusto, por primera vez me sentía feliz de ser tocada, desprendiéndonos la ropa de camino hacía el confesionario, estábamos cometiendo un  sacrilegio, pero en ese momento no nos importaba y era lo de menos, yo por algún motivo me sentía segura en ese lugar, protegida...Feliz y libre. 

- Vamos a tener muchos castigos— susurraba mientras me besaba y sus manos se delizaban hacía  mi pecho, desesperado  tomo aquél  pequeño seno y empezó  a masajearlo.

—- Solo nos vio tú santo Otoniel, dudo que él vaya a decir algo— dije riéndome mientras masajeaba su miembro por encima de su pantalón  y se aparto  nervioso.

- Yo... yo nunca habia estado con una chica yo..

- ¿Nunca? Pero... si eres un chico atractivo y –

- Dure 10 años en coma, además en el colegio no fui popular, fui invisible la mayor parte de mi vida. – me  interrumpió avergonzado. 

- Pero en el sue...—dije sorprendida.

 – si, pero en el sueño todos teníamos lo que mas queríamos, tú una familia...y yo solo quería terminar el colegio y enamorarme de una chica hermosa, yo jamás me imaginaba que esa chica hermosa seria de quién yo estaba enamorado en ese entonces.— confesó  y me aparte sorprendida.

- -¿me conocías en el colegio?— Pregunte sorprendida y él sonrió acariciando mi rostro.

- si... yo fui un año mayor que tu y siempre te veía en los pasillos... pero por el accidente, no me dejo continuar el colegio.

- La verdad no recuerdo ningún estudiante que ...— dije pensativa y en ese momento  recordé una pista: ya que cuando mis padres murieron, yo había dejado el colegio así que no sabia realmente si había ocurrido un accidente o algo por el estilo, cuando yo había dejado de ir.

–" no recuerdo porque yo deje el colegio" - agregué algo incomoda (una gran mentira para no parecer mas patética y decir  que no tenía  mi diploma de graduación)

- Yo lo abandone por unos 10 años pero... al despertar me di cuenta que el director me dio el diploma así que no me preocupo realmente por eso — dijo él un poco entusiasmado—, me arruinó mi regreso triunfal para ligarme a las profesoras y solo tengo que conseguir de nuevo mi lugar en la sociedad y estudiar lo que a mi me guste— bromeó  y yo sonreí  por eso.

- ¿Entonces debí quedar en coma para ahorrarme estos 10 años traumáticos de vivir en la mierda total?— Pregunte curiosa.

- Te amo,no digas esas cosas— dijo besándome el cuello, había  sonado ofensica pero no se molesto, yo lo miré sorprendida ¿me amaba de verdad o era uno de los espejismos que temía?... o peor cuando estas a con las hormonas a millón y salían esas frases....

Yo la verdad.. yo también lo sentía, yo amaba... — yo también... te amo— le dije con una amplía  sonrisa y lo continúe  besando,tocandonos en aquél  lugar sagrado como dos amantes desenfrenados. 

Al llegar a casa, me sentía  emocionada pero esa felicidad se desvanecio por un momento cuando me encontré una silueta oscura con los ojos brillando en la oscuridad, sentí tanto temor que rápidamente encendí la luz y vi que solo  era mi hermano viéndome molesto sentado en la oscuridad, por un momento antes de encender la luz sentía tan familiar esa presencia.

-¿ sí eres tú?— pregunté curiosa al ver esa forma negra aclararse por encender las luces del lugar....¡no! ¡ no! ¡ no podía ser él el que aparecía en mis sueños!, sacudí mi cabeza para apartarme las ideas locas que en ella brotaban como  hierba  mala en los cultivos. 

-¿ estás... molesto?—Pregunté incomoda al verlo con el ceño fruncido.

-¿ te acostaste con otro? Digo.. ¿con Otoniel? —Preguntó fingiendo amabilidad, pero cada palabra era una punzada llena de odio. Yo lo mire sorprendida por su tono de voz, sentí tanto temor con esa pregunta,  y lo miré atemorizada... éste hermano que había llegado a mi vida... me daba miedo. 

Acerdandose a mi de forma rápida, frente a mí antes de dejarme hablar simplemente  me tomó del cuello olfateándolo, además que estaba mirándome de forma dominante, pasando su lengua fría por mi cuello, estaba atemorizada. 

- por lo visto... lo disfrutaste — dijo riéndose y luego su rostro se suavizo y nuevamente me sonrió de forma amable.

- vamos, solo bromeo contigo hermanita ¿ tienes miedo? —Preguntó riéndose mientras palmeaba mi mejilla.  

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