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🐺🎤

Jimin tenía la ropa del alfa puesta y el olor le penetraba sus fosas nasales con fuerza, dejándolo a él y a su lobo totalmente relajados. Al final Jimin se había puesto el bóxer de Agust y había hecho un trato con su testarudo y hormonal lobo.

Haremos un trato, controlas tus instintos pre pubertos y yo me llevo la ropa de Agust sin preguntarle nada ¿Trato hecho?

Nunca deshecho, Jiminie.

Y en ese momento estaba debatiéndose si salir del baño o no, porque de todas maneras ¿Qué harían? No se llevaban del todo bien, no tenían cosas en común y desde lo que pasó con sus lobos se sentía ligeramente incómodo.

―Jimin ¿Quieres que te lleve una almohada al baño o saldrás de una vez? ―el alfa sintió que fue algo rudo, por lo que agregó―Pedí comida para que cenemos.

Jimin abrió los ojos y apretó el borde de la camisa de Kumamon, el que pidiera comida lo comprometía a quedarse con el alfa, no tenía escapatoria.

―Y-ya voy a salir, no molestes―tomó su ropa empapada y la colgó en la puerta de vidrio que tenía la ducha, para que no mojara el suelo.

Se miró en el espejo y se sonrojó al verse con ese pijama tan infantil, juraba habérselo visto a uno de sus niños el día que hicieron una pequeña fiesta en pijamas.
Abrió la puerta y se asomó, no encontrando al alfa, pero sintiendo su olor.

Salió y cerró la puerta tras de sí, logrando ver a Agust sentado en el suelo frente al televisor con el control de una consola en sus manos.

― ¿Juegas a la Switch? ―Jimin levantó una ceja y se acercó cauteloso al mayor, frotándose los pies entre sí.

―Nunca he jugado con eso, ni siquiera sabía de su existencia―Agust abrió los ojos y la boca con sorpresa, él estaba acostumbrado a jugar con las mejores consolas.

― ¿Trabajas con niños y no sabes de consolas? ―le ofreció el control azul y Jimin lo tomó con duda, preguntándose cómo se jugaba con algo tan pequeño.

―Mis bebés no tienen la edad para usar estas cosas aún, algunos ni siquiera saben hablar correctamente ―se sentó en la cama y sus pies colgaron de esta.

―Por cierto ¿Cómo está Sehunie?

Agust se levantó del suelo y se sentó a una distancia considerable de Jimin, entrando en el juego de Mario Party.

―Es un bebé hermoso y feliz, dándole luz a la difícil vida de sus padres―Jimin prefirió dejar el tema hasta ahí, él no era nadie para hablar sobre la vida de los padres de su estudiante.

El juego inició y Jimin sonrió al ver el inicio del juego, colocándose en posición de indio sobre la cama. Vio que el juego no decía un número como los demás juegos y al ser alguien curioso decidió preguntar.

― ¿Qué número de juego es este? ―Agust sonrió con ternura al ver al omega con sus pies retraídos y una sonrisa infantil en el rostro, sus ojos brillaban y con ese pijama se asemejaba completamente a un niño pequeño.

―Es el número dieciséis.

― ¿¡Qué!? con Jinnie hyung jugamos el diez...

Sabía que Jin era un gran seguidor de todos los juegos relacionados con Mario Bros, así que lo más probable es que prefiriera el diez que todos los demás y por ello Jimin no conocía los demás.

El juego comenzó y Agust eligió a Mario como su personaje, Jimin eligiendo a Toad.

―Vaya coincidencias―susurró en alto el alfa y Jimin le miró con la ceja alzada.

― ¿Qué pasa?

―Las personas eligen al personaje con el que más se identifica, casualidad que el bajito Jimin eligiera al bajito de Toad, son tal para cual.

Jimin se sonrojó y frunció el ceño, eso no tenía sentido.

―Tú elijes a Mario y no estás gordo, no tiene sentido lo que dices―Jimin lanzó el dado en el juego y el auto volador en el que los personajes iban avanzó las seis casillas que Jimin ganó.

―Touché.

Jimin se concentró en su totalidad cuando comenzó un mini juego todos contra todos, tomando el pequeño control entre sus manos.

El juego era de presionar los distintos botones que la pantalla mostraba para que el personaje avanzara en una pared de piedra. Agust llevaba la ventaja.

―No ¡No, no! ―Jimin se puso de rodillas y con el labio inferior entre sus dientes miró fijamente la pantalla, quería ganar, pero ese hyung no le dejaba― ¡Caete de una vez y déjeme!

Jimin gritaba y saltaba demasiado emocionado con el juego, el corazón del alfa se ablandó y se equivocó de botón a propósito, su personaje cayendo.

― ¡Sí, sí, vamos! ―Cuando Toad logró llegar a la cima Jimin se paró de la cama y comenzó a saltar de felicidad. ― ¡Gané!

El rapero sonrió y levantó ambas manos en muestra de paz, haciendo que Jimin se sentara de nuevo con una enorme sonrisa en su rostro.

―Yoongi.

Jimin dejó de ver la pantalla y aún con una enorme sonrisa y su respiración agitada movió su cabeza a un lado, en muestra de confusión.

― ¿Cómo?

―Mi nombre es Yoongi, Min Yoongi―Jimin abrió la boca ante la sorpresa.

Eran contadas las personas que conocían el nombre real del rapero, todo lo que hacía, los premios que recibía estaban al nombre artístico, no al real. El lobo de Jimin se removió en su lugar, ya que el alfa tenía la suficiente confianza como para decírselo por su elección.

―O-oh, es un lindo nombre, deberías usarlo más seguido―Jimin sonrió y se sentó un poco más cerca del rapero, no haciéndolo de forma consciente, más por el aura sentimental del lugar.

―Gracias, Jimin.

Pasaron unos minutos más jugando, en los minijuegos, se emocionaban y se empujaban para distraerse y que el otro perdiera, pareciendo dos niños pequeños jugando.

―Oh no, omega malintencionado, no vas a quitarme al pez de la caña―Yoongi quitó al omega que se había lanzado sobre él para hacerle perder, lo dejó boca abajo y se sentó en su espalda, sin soltar el control en ningún momento.

― ¡Alto, estoy siendo lesionado! ―se agitó en el lugar para mover al alfa, pero este no cayó en ningún momento― ¡Trampa! ¡Ayuda policía!

Cuando Mario tenía muchos peces en su balde el Toad principal los contó y nombró ganador al personaje rechoncho, haciendo que Agust levantara las manos y se quitara de la espalda del omega.

―Tengo rota mi espalda, deben darme el premio por lesiones mayores―Jimin se quedó acostado boca abajo con las manos a los lados de su rostro y con los ojos cerrados, esperando a que le dejaran ganar.

―La cena gratis será tu premio de consolación, omega mimado―el timbre del cuarto se dejó escuchar y el alfa le puso pausa al juego, levantándose para dejar entrar a las personas con la cena.

Jimin se acomodó en la cama y tomó su celular, el cual se encontraba cargándose en la mesita. Al encenderlo, vio varios mensajes de su mejor amigo.

TaeTae:

Jimin

¡JIMIN!

¿QUÉ PASÓ?

8:10 pm.

J

I

M

S

N

8:11 pm.

Agh, me equivoque.

8:12 pm.

Tú:

Déjame en paz, estoy ocupado.

8:15 pm.

TaeTae:

¿Dónde estás? Fui a tu casa y no me abriste, significa que no estás ahí...

8:16 pm.

Tú:

Estoy con Agust hyung.

8:17 pm.

TaeTae:

¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEE?

JIMIN, DATE LA OPORTUNIDAD AL AMOR, POR FAVOR

QUIERO QUE ME INVITEN A UNA BODA.

ヽ(' ∇' )ノ

8:20 pm.

CÁLLATE.

8:21 pm.

― ¿Debo preocuparme por el color de tu cara o lo dejo pasar? ―Yoongi entró con un pequeño carrito, en donde estaba la comida y unas bebidas, lo dejó junto a la cama y sonrió al ver la cara sorprendida del menor.

―No, es mi tonto amigo, nada más―volvió a conectar su celular y se sentó con la espalda apoyada en la pared.

―Tienes cara de que te encanta el cerdo con salsa barbacoa―Jimin abrió los ojos y se relamió los labios al escuchar su plato favorito ser nombrado y no logró entender cómo lo adivinó.

― ¡Es mi plato favorito! ¿Cómo lo supiste, hyung? ―Jimin tomó el plato y se acomodó para comer y no manchar nada.

―Intuición. No sabía que bebida te gustaría, así que traje unas latas de cerveza y agua helada―se sentó junto al menor, con un espacio pequeño y se sirvió su comida, que era cerdo al igual que Jimin.

―Puedo beber la cerveza y luego el agua, no puedo dormir sin tomar agua antes―Jimin introdujo un trozo del cerdo a su boca y cerró los ojos cuando sintió el delicioso sabor invadir su boca, contento.

―No pensé que los maestros de jardines infantiles bebieran―Yoongi tomó la lata y la abrió para Jimin, dándosela con una sonrisa.

―Lo hago solamente en casa. De hecho, me gusta mucho el alcohol, no es que sea descontrolado ni nada de eso, simplemente me gusta mucho el sabor―le restó importancia y le dio un sorbo a la bebida, relamiéndose los labios.

―Pues brindemos por eso―chocaron latas y se miraron a los ojos con sonrisas sinceras.

Comieron en un silencio cómodo y lo único que se escuchaba era el bajo ruido de la televisión, la cual emitía un programa de culinaria, donde chefs competían por demostrar sus habilidades.

―Oh, es muy tarde―Jimin miró la hora en su celular, viendo que eran las once y media de la noche. ―Tengo que irme, mañana tengo trabajo.

Yoongi abrió los ojos y dejó su lata en el carrito, levantándose rápido cuando Jimin saltó de la cama y fue al baño.

―Ugh, la ropa sigue mojada―escuchó el quejido desde su lugar, viendo segundos después como el rubio salía con un puchero en sus labios.

―P-puedes quedarte aquí, yo puedo dormir en el sofá y te quedas en la cama―ofreció el rapero, llevándose el carrito a la puerta, para que las personas encargadas se lo llevaran.

―Yo, yo no puedo hacer eso, no quiero que tengas dolor de espalda mañana, hyung. Puedo ir caminando aún―Jimin tomó su celular y Yoongi se acercó con rapidez al menor, acorralándolo entre la mesita y su cuerpo.

―Insisto, por favor. Quédate.

Jimin por favor ¡hazlo por el amor a la luna, HAZLO!

El lobo de Jimin gimoteaba por quedarse a dormir con su alfa, rodeado de su delicioso olor.

―Está bien...Pero, creo que la cama es lo suficientemente grande para ambos―dijo con demasiada pena, sus mejillas coloradas delatándolo―De verdad no quiero que duermas en el sofá.

El lobo dentro de Yoongi aulló por poder quedarse con su omega y protegerlo durante la noche, definitivamente él no hubiera dejado que su humano lo dejase ir, hubiera tomado las riendas en el asunto y lo hubiera detenido.

Yoongi le consiguió un cepillo de dientes nuevo al menor y ambos se alistaron para acostarse, Yoongi quedando del lado izquierdo de la cama y Jimin del derecho.

Cuando el alfa llegó, vio una barrera de almohadas en el medio de la cama. Tanto él como su alfa se decepcionaron un poco por eso.

―Yo me muevo mucho al dormir, no quiero aplastarte―se excusó el menor, quien ya estaba acostado con una manta cubriéndolo.

―No te preocupes, si te sientes más cómodo así, es lo mejor―se lanzó a su lado de la cama y apagó la luz del lugar, quedando solamente la luz de la mesita de noche―Descasa Jimin y mañana despiértame para dejarte en tu casa ¿Bien?

―Claro, hyung. Descansa también―Jimin se acomodó de lado, viendo a Yoongi, pero estando separados―Por cierto, gracias por decirme tu nombre, sé que no cualquiera lo sabe.

Yoongi sonrió con los ojos entrecerrados, había sido un día cansado y el olor a galletas recién horneadas del menor lo estaba dejando adormilado.

―Tú no eres cualquiera, Jiminie.

El omega se mostró sorprendido ante aquellas palabras, pero cuando estaba a punto de hablar, Yoongi apagó la luz de la mesita y se acomodó en la cama, no diciendo nada más.

Somos especiales para nuestro alfa, Jiminie.

Jimin sonrió ante la emoción de su lobo y cerró los ojos para dormir, su estómago se revolvía emocionado.

Quizá le estaba comenzando a gustar un poco ese alfa pelinegro.