⋆39⋆

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

🐺📖

Jimin se sentía demasiado afortunado desde que había llegado a Sweet Dreams hace pocos minutos.

Los niños se habían sorprendido mucho de verlo en el aula, por lo que todos lanzaron sus crayones y páginas, corriendo rápidamente hacia su maestro favorito y envolviéndole en un enrome abrazo de oso, todos los niños hablando con emoción sobre lo felices que estaban al ver a Jimin y dejando besos por doquier.

Jimin sintió ese punzón de alegría que sus niños le transmitían, sabiendo que hace varios días no tenía esa sensación tan peculiar, algo que le hizo sentirse mal por un momento.

Sehun había sido el bebé más feliz al ver al Jimin en el marco de la puerta del salón, gateando rápidamente hacia él y dejando besos babosos en sus mejillas, abrazándole fuertemente por el cuello.

― ¡Esperen! Si siguen así me harán llorar―Jimin sentía sus ojos arder ante las enormes ganas de llorar que sus niños le daban con esas acciones tan dulces y sinceras.

― ¡Hyung! ¡Lo extrañamos muchisisisísimo! ―Félix gritó mientras movía sus pequeños pies de adelante hacia atrás, no quedando la emoción que sentía en su pequeño cuerpo.

― ¡Hana decía que usted no volvería y se puso a llorar todo el día de ayer! ―gritó Lee con una sonrisa socarrona hacia la chica mayor, quien le miró con los ojos entrecerrados y comenzó a perseguirle por el salón, amenazándole con darle un zape.

― ¡Maestro! ―la pequeña Dahyun se liberó de los brazos de Suran para correr de vuelta hacia Jimin, ya que la mayor le había ayudado a atarse los cordones― ¿Dónde está Agust oppa?

Cuando Jimin escuchó el nombre de su pareja sintió el golpe de la realidad del por qué había vuelto, él no podía tomarse las cosas como si nada desde su vuelta a Seúl, porque sabía que el tema de su pareja era algo que debía resolver, algo que no podía dejar de lado.

Miró a sus niños con las cejas alzadas en muestra de preocupación, sus pensamientos le consumían mientras los niños intentaban llamar nuevamente su atención.

Si me voy de Busan, no sentiré esto en un tiempo. Lo que estos niños me hacen sentir.

Suran le miró con atención desde su lugar, levantándose rápidamente y acercándose a la bola de niños que rodeaban a Jimin, notando que el rubio necesitaba de su ayuda.

―Bien niños, dejemos que el maestro Jimin se acomode ―los niños miraron a la pelimenta con un puchero, algunos abrazándose más a Jimin, negándose a separarse de él. ―Mientras tanto, pueden ir al patio a jugar con los nuevos juguetes.

Cuando la mención de los nuevos juguetes se hizo presente, los niños se despidieron de Jimin y corrieron hacia el patio del lugar, todos gritando de emoción al poder jugar.

Suran se sentó en el suelo junto a Jimin, notando la herida que el rubio tenía en su brazo.

Había sido notificada del estado de Jimin en todo momento, desde que Taehyung se había ido a Seúl; Suran, Momo, Jihoon, Sana, Mina y Kai, preguntaron por el desesperadamente todos los días, siendo todos notificados.

Todos los trabajadores del lugar le tenían un cariño especial a Jimin, aunque algunos fueran más cercanos a él que otros, todos tenía esa admiración y cariño por el omega que en ese momento era su jefe.

―¿Aún no te sientes bien? ―Jimin se sobresaltó cuando el vendaje de su brazo fue tocado delicadamente por Suran, notando que la chica con quien llevaba trabajando hace más de tres años, le miraba con tristeza.

―Es solo que tengo muchas decisiones que tomar y no se me está haciendo fácil―Suran asintió al comprender y compartió una sonrisa dulce con Jimin, quien correspondió.

―Sé que ellos lo vuelven difícil, pero sabes que siempre debes sobreponer tu felicidad ¿No? ―el omega suspiró y miró con atención uno de los anillos que le había "robado" a Yoongi, el cual tenía escrito su nombre artístico.

―Lo difícil es que mi felicidad están en Seúl y aquí, estoy dividido―Suran comprendió lo que el menor decía, ella no había encontrado a su pareja destinada aún, pero se hacía una idea de lo difícil que debía ser el tomar esa clase de decisiones, por lo que ayudaría a su amigo con lo que pudiera―¿Cómo ha estado todo por aquí? Me he perdido muchas de las capacitaciones.

La pelimenta abrió ligeramente la boca y se levantó rápidamente del suelo, trotado hacia el armario en donde guardaba sus cosas y abriendo las puertas, buscando algo entre los papeles. Jimin se levantó del suelo con las cejas alzadas, intentando ver qué es lo que la omega intentaba enseñarle.

Suran dio media vuelta y con una enorme sonrisa le mostró varios papeles que tenía organizados en folders, acercándose el omega.

―Las invitaciones llegaron al correo de Sweet Dreams, así que pensé que sería buena idea que yo fuera, para no perder los documentos y la información que nos brindan―el omega miró con fascinación el cómo Suran había organizado toda la información, estando separados por grupos y fechas, pestañas sobresalientes de colores mostrando de forma sencilla en dónde estaba qué.

―Noona, muchísimas gracias, esto es muy bueno―la pelimenta sintió sus mejillas sonrojar ligeramente, mirando de vez en cuando hacia el patio, notando que Jihoon estaba vigilando a sus niños y a los de su grupo mientras tanto.

―No es nada, me gusta mucho el organizar este tipo de papelería, por algo saqué un curso en administración―Jimin sintió que una bombilla se encendía en su cerebro mientras miraba los papeles con atención.

Suran es una gran amiga, siempre para él cuando la necesitaba. Era muy organizada y conocía sobre los documentos que se debían organizar, confiaba en ella y su capacidad sobre lo que podía hacer en su ausencia.

―Oh, también llenamos con Mina la ficha de pagos, ya que fue el inicio del año y muchos padres nuevos vinieron a matricular, en especial en los grados mayores―Jimin miró la ficha completa, muy bien organizada. ―aquí esta el pago total, perdimos solamente un niño y entraron quince nuevos.

Suran puede ser la subdirectora.

Jimin sintió que una enorme sonrisa surcaba por su rostro cuando la idea que pensaba ganadora había llegado a su mente. Suran podía ayudarlo a ser la subdirectora, quien sería la encargada de las tareas que él no pueda hacer mientras está en Seúl.

Mientras esté en Seúl.

Miró hacia el patio en donde todos los niños jugaban, sintiéndose ligeramente decepcionado al pensar que, aunque tuviera esa gran solución, no podría verlos en mucho tiempo, ya que el movilizarse hacia Busan era algo cansado, pero no imposible.

― ¿Jiminie? ―el llamado de la mayor hizo que desviara su vista de los pequeños que jugaban, mirándola con ojos bien abiertos, haciendo que la chica sonriera confundida. ― ¿No te gustó el cuadro? podemos cambiarle la forma si no...

Se detuvo abruptamente cuando Jimin soltó los papeles en el escritorio y la abrazó fuertemente, correspondiendo al abrazo, pero sintiéndose muy confundida.

― ¡Noona, acabas de mostrarme la luz! ―se separó del abrazo y miró emocionado a su amiga, quien aún no comprendía nada.

―Bueno, me alegra que te haya gustado tanto el cuadro...

― ¡Quiero que seas la subdirectora, por favor! ―el omega interrumpió a Suran, quien abrió enormemente los ojos y la boca― ¡Eres perfecta para ello! Eres organizada, de confianza, te gusta hacer este trabajo y lo haces excelente...

Jimin enumeraba emocionado, no notando el rostro lleno de pánico que Suran poseía, la chica negando con la cabeza.

―No, no Jiminie, no―el rubio eliminó su sonrisa rápidamente cuando escuchó la negación de la omega, sintiendo que la emoción caía al vacío de golpe.

Creo que fui muy extremista, quizá ella ni siquiera quiera hacerlo.

―Y-yo, me siento halagada de que pienses que soy capaz de hacerlo, pero no podría con esa responsabilidad, no podría―Jimin trató de sonreír, pero el golpe de emociones que había tenido en ese corto lapso le había dejado aturdido. ―No quiero decepcionarte ni hacer algo mal.

Jimin negó mientras caminaba hacia una de las sillitas, tomando asiento.

―No te preocupes, fue tonto de mi parte el pensarlo sin consultarte primero―Suran se mordió el labio, ligeramente incomoda―Lo siento, olvida lo que dije.

Suran sonrió ligeramente con la culpa golpeándole el pecho, caminando lentamente hacia el patio de juegos, pensando en que era demasiada responsabilidad para ella.

🐺🎤

Taehyung salió del baño con una sonrisa, había hablado con Jungkook mientras se limpiaba el rostro, por lo que se sentía de mejor humor que antes.

Su sonrisa se borró cuando vio a Jimin sentado frente a la ventana de la habitación, no se había movido de ahí desde que terminaron de cenar.

Habían planeado el tener una pequeña "pijamada" para hablar sobre lo que habían decidido, cada uno. Pero las cosas no había resultado muy bien, cuando el ánimo de Jimin delataba que no tenía ni idea de qué hacer con su vida.

―Mimi, te dará gripe si te quedas frente a la ventana toda la noche―Taehyung usó ese mote cariñoso que pocas veces utilizaba, solo para momentos como esos. ―Mejor ven a la cama y hablemos.

Jimin se removió en su lugar y lentamente se levantó, caminando sin ánimos hacia la cama, en donde su amigo le esperaba.

―No sé qué hacer, no me siento a gusto sabiendo que tengo que tomar una decisión ahora y menos sabiendo que sea lo que sea que elija, algo que amo se quedará atrás―se dejó caer sobre el colchón y soltó un largo suspiro.

Taehyung se acomodó al lado de su mejor amigo y le apretujó la mejilla, intentando darle ánimos.

―Yo...creo que ya sé qué es lo que haré―Jimin le miró con sorpresa cuando esas palabras salieron suaves de su boca, dándole un poco de gracia la linda acción.

― ¿Ya? ¿Qué fue lo que elegiste? ―Taehyung se relamió los labios, mientras una pequeña sonrisa se asomaba.

―Yo amo a mis niños, muchísimo y verlos hoy me alegró el corazón―Jimin asintió al saber que su amigo había tenido la misma sensación que él―Pero nadie me da la misma sensación de felicidad que Junkook me da.

Jimin debía admitir que se había sorprendido por las palabras finales de Taehyung, ya que al inicio pensó que diría Busan.

―Con Jungkook tengo una felicidad que ni siquiera puedo describir, me hace feliz el saber que él esta conmigo y que me extraña desde que llegamos aquí, mi lobo rasguña cuando le tengo muy lejos y no creo ser completamente feliz si estoy lejos de él―la forma en la que Taehyung describía esas sensaciones eran idénticas a las que Jimin sentía cuando estaba lejos de Yoongi, no se sentía completo y su lobo le reprendía por haberse ido, aún cuando el dulzor de los cachorros le aliviaba un poco.

―¿Renunciarás a Sweet Dreams? ―Taehyung sonrió pequeño y asintió sin ver a los ojos a Jimin.

―Amo con todo mi corazón ese lugar y a las personas que están ahí, pero creo que es momento de tomar un camino diferente. Además, no quiero perder la oportunidad de desarrollarme en la cuidad, después de todo los niños se irán en algún momento y yo me quedaría estancado.

Jimin sonrió sincero y abrazó a su amigo con fuerza, acomodándose junto a él sin soltarle.

Estaba feliz por la decisión de su amigo, pero debía admitir que tenía cierta envidia sana sobre que Taehyung pudiera tomar su elección rápidamente, para él no era tan sencillo.

―Me alegra que hayas podido elegir y que tomaras lo que te hace más feliz―Taehyung no pudo evitar el sentirse un poco mal por el tono suave de Jimin, no quería dejarlo solo.

―Hey, no te desanimes, buscaremos una solución para que tú también puedas estar tranquilo, no me iré de aquí sin ti.

Jimin iba a agradecerle a Taehyung, hasta que el tono de su celular se dejó escuchar en la habitación, llamando la atención de ambos omegas. El rubio pensó que podía ser una llamada de Yoongi, ya que en el transcurso del día habían hablado muy poco por mensajes, por lo que tomó el celular sin mirar el nombre y lo pegó a su oreja.

― ¿Hola?

Jimin se extrañó cuando una suave risa femenina se dejó escuchar.

―Jiminie, soy Suran ¿Que no me tienes agendada, niño? ―el omega rio al escuchar la voz ligeramente ofendida de su mayor, mirando a Taehyung y acomodándose en la cama de nuevo.

―Lo siento noona, no miré el nombre al contestar―Jimin tenía una buena relación con Suran, pero se le hacía un poco extraño que le llamara, ya que ella era más de mensajes.

―Quería hablar sobre lo que pasó hoy por la mañana, sobre tomar el puesto como subdirectora―Jimin sintió su corazón latir rápidamente, tanto, que podía escaparse de su pecho. ― ¿Jimin?

―Sí, sí. Dime qué has pensado―Taehyung hizo señas para que colocara la llamada en altavoz, ya que él quería enterarse de lo que pasaba.

―Bien, he estado pensando en lo que me dijiste y a su vez he ido ganando un poco de confianza sobre mi misma. Le pregunté a Mina si quería apoyarme en ciertos papeleos que me tocarían tratar y ella aceptó muy decidida―Taehyung agitó con emoción el brazo de Jimin, quien aún quería escuchar―Por lo que queríamos saber si ella podía ser mi mano derecha, ya sabes, para no tener todo el trabajo sola.

Para Jimin no había nada que pensar, sabía que tendría que pagarle más a ambas, pero para él no había problema alguno con ello. Su respuesta era un obvio sí, pero la emoción no le dejaba hablar.

― ¡Sí, Jimin dice que sí! ―gritó Taehyung al teléfono, haciendo que Jimin lograra salir de su emoción y se agitara sobre la cama.

― ¡Sí! ―gritaron Suran y Mina detrás de la llamada, haciendo que ambos omegas celebraran también.

―Hablaremos de los detalles mañana noona, muchas gracias de verdad por pensar en la propuesta―Suran soltó una pequeña risa, haciendo que Jimin estuviera más agradecido.

―Claro que sí Jiminie, ahora llama a tu alfa y dale las buenas nuevas―sin pensarlo más el omega colgó.

― ¡Ves, te lo dije! ¡Todo salió bien! ―Jimin asintió emocionado y corrió para ver las notificaciones en su celular, notando algo que hizo que su emoción bajara de golpe, nuevamente.

Taehyung lo notó, intentando ver lo que su amigo había visto en la pantalla, lo suficientemente grave como para borrar la enorme sonrisa que anteriormente poseía.

Yoonie:

Jimin, acabo de renunciar.

7:00 pm.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro