¿Cómo una alfa podía llegar a ser tan tierna, amable y cariñosa?

Era una pregunta que muchos del colegio se hacían.

Roseanne Park, alfa amable, tierna y cariñosa. No se sobrepasaba con ninguna omega, ni les tocaba un pelo. No insultaba, no peleaba, era completamente tranquila.

Aún así, con varías virtudes a su favor, nunca se le había visto con una omega.

Park era de las pocas alfas que querían esperar hasta encontrar a su pareja predestinada. No le interesaba salir con omegas con otras intenciones que no sea establar una amistad.

¿Cómo una líder de una manada poderosa podía ser así?

Bueno, no es como que ella siempre soñó con ser líder de la manada "B.D.E.S", o su nombre original: Blood eyes. Todo fue por culpa de su queridísimo padre.

Rosé, se podría decir que nació en cuna de oro. Sus padres eran lo contrario a ella; su madre era una omega que sólo le importaba el dinero y el poder. Se creía la reina del mundo por ser la omega de el alfa más poderoso de Asia.

Y su padre no era la excepción; un alfa que le interesaba ganar más y más poder destruyendo manadas poderosas, y algunas que no lo eran. Mataba a los que no le obedecían, o en otros casos, los torturaba.

Aunque hace ya 30 años se empezaron a terminar las manadas, las más poderosas seguían en pie. Rough era una de ellas.

Hasta el día de hoy, cinco manadas eran las más poderosas y que seguían en pie. En primer lugar estaba Blood eyes, en segundo lugar Rough, Tercer lugar Beast, Cuarto lugar T.N.X y ultimo lugar Peek. Manadas rivales y que estarían dispuestas a arriesgar su vida sólo por estar en primer lugar.

A Rosé nunca le interesó el tema de ser líder de la manada. Matar, torturar, pelear, y todo lo que le decía su padre para ser buena líder, no le parecía del todo bien.

Poder en los demás, no le interesaba.

Nunca fue lo que su padre quería, pero no cambiaría.

Quizás no era una alfa fría, terca o temible. ¿Qué más da? ¿Acaso debía seguir los estereotipos que ponía la sociedad?

Los estereotipos era algo que ella odiaba. Se podría decir que eran creencias que ponía la sociedad, además, a través de esto se catalogaba a los demás. Si eras alfa pero eras tierno o amable, eras un alfa defectuoso.

—¿Entonces... ¿qué hago para acercarme a Lisa? —Rosé se tira a la cama y abraza una almohada. Mira a la alfa que estaba a su lado, su hermana menor.

—¿Y qué quieres que te aconseje? No sé como ayudarte, Rosé —la alfa rubia se recuesta al lado de la mayor.

—Ryu, Jisu era igual que Lisa, ¿cómo hiciste para acercarte a ella? —Ryujin empieza a pensar y buscar una respuesta.

—Pues, caminando donde ella —Rosé hace un puchero—. Sólo sé tú misma, Park, si te vas a acercar a ella, hazlo a tu modo.

Nunca mejor dicho.

Me podrías también ayudar, eh.

Jaja, no, gracias.

—Por cierto —Ryujin se para y se dirige a la puerta de la habitación de Rosé—. Hoy te toca lavar los platos. Adiós —salió corriendo.

—¡¿Qué?! ¡Ryu, te tocaba a ti! —hace de nuevo un puchero.