Maratón 3/3

El mes terminó junto con las pruebas, por lo cual ya se acercaba el día de graduación para los alumnos de ultimo año, además de que ya podían relajarse un poco.

Lisa y Rosé estaban sentadas juntas, mientras estaban escuchando la conversación de sus amigas. El grupo de amigas de la omega y el de la alfa decidieron sentarse juntas para convivir, aunque era más porque la cafetería estaba llena y ya no habían más mesas, solo quedaba una disponible.

Una omega junto con un alfa mucho más alto que ella, se detuvieron en la mesa de las chicas.

—Hola, soy Namjoon, miembro del consejo estudiantil —se presentó—. Y ella es mi compañera Yena —la mencionada hizo una leve reverencia—. Necesitamos que anoten sus nombres en este papel, además de su curso y la pareja con la que irán.

—¿Para qué? —cuestionó sin interés Lisa. La graduación no le interesaba demasiado.

—Bueno, cada mesa será asignado para cada pareja, y las sillas van a llevar sus nombres —Yena extendió el papel junto con un lápiz—. Así que necesitamos el nombre de sus novios o novias.

Mientras las demás escribían sus nombres, Rosé y Lisa se miraban, no habían hablado si irían juntas, bueno, siquiera si es que iban a ir.

—¿Irás con alguien? —preguntó en un susurro que sólo Manoban pudo escuchar.

—Pues nadie me ha preguntado —con su dedo índice empezó a hacer circulitos en la mesa. Poco a poco la hoja iba a llegando a ellas.

De hecho, si le habían preguntado, pero rechazó a los que le propusieron ser su acompañante.

—¿Vamos juntas? —Lisa elevó la vista. Una parte suya le decía que se haga el difícil, y la otra solo quería aceptar de inmediato.

—¡Sí! —se pegó mentalmente por a ver casi gritado. Carraspeó nerviosa, algunas miradas ya se posaban en ella—. Digo, sí, claro —dijo en casi un susurro.

Cuando la hoja llegó a sus manos, tomó el lápiz y anotó sus nombres.

Pareja: Roseanne Park y Lalisa Manoban.
Curso: IV Medio B.
Mesa de preferencia: Lejos de los parlantes.

Si algo sabía bien de Lisa, era que no le gustaba estar cerca del bullicio, así que una mesa alejada sería lo ideal.

Entregó la hoja cuando terminó de escribir.

Rosé miró su cuello, la flor de loto brillaba un poco por la luz que le llegaba. Sonrió, ya había pasado tres semanas desde que le había entregado aquel collar, y pensaba que Lisa se lo quitaría al segundo día, pero lo hizo, lo llevaba consigo todos los días. Pronto llegaría el fin del cortejo, y debía admitir que estaba nerviosa.

Si por algo Lisa no quería ir a la graduación era porque no le gustaba pasarse horas en tiendas de ropa buscando un vestido para esa ultima noche donde la pasaría con sus compañeros de curso. Pero ahí estaba, probándose vestidos de distintos colores.

—Uhm... Creo que ese collar no le queda bien al vestido —su madre estaba ahí eligiendo los vestidos que creía que le gustarían a su hija, aunque esta última no estaba interesada—. ¿Tu que dices? —luego de haber visto tantos vestidos con diferentes colores, y sin llegar a gustarle alguno, se decidieron por ir a lo clásico, uno de color negro.

—No sé, pero odio estos tacones —empezó a pisotear el piso con fastidio, sentía que sus pies se asfixiaban con aquellos zapatos.

De todas formas, suspiró con derrota.

—Te ves preciosa —Solji se posicionó detrás de la menor y le sonrió, acarició los hombros de su hija con cariño y delicadeza—. Esa alfa se va a enamorar más de ti luego de que te vea.

—Mamá... —murmuró avergonzada.

—¿Qué? Solo digo lo que pienso —Lisa le sonrió un poco tímida—. ¿Llevaremos este vestido entonces?

La pelinegra asintió aun mirándose en el espejo. Quizás estaba un poco emocionada por aquella noche, pero no lo iba a admitir, no aún.