꒰ semana O1꒱

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-¿Su ropa de abrigo?

-Tercer y cuarto cajón.

-¿Y si ensucia su ropa?

-Lo cambias y luego lavas la ropa.

-Ajá... ¿Cómo lavo su ropa?

-En la lavadora, las indicaciones están ahí.

-¿Cuanto jabón se usa?

-Lo dice en las indicaciones.

-¿Donde están las indicaciones?

-Anotadas en la lavadora.

-Ahh.. y ¿Su ropa de abrigo?

-Presta atención Park, ¡Eso ya me lo preguntaste! ‐Dijo Jungkook riendo.

-Lo siento, estoy algo nervioso... ¿Y si lo pierdo? ¿¡Has visto su tamaño!? Es muy pequeño y el departamento muy grande y...

-Jim amor, respira tranquilo ‐Lo Interrumpió el castaño cuando la respiración de Jimin se aceleró‐ Va a estar todo bien, sabrás que hacer y cuando no puedas resolver algo me llamarás y te ayudare. Y no vas a perderlo amor, Jae aún no es lo suficientemente rápido para huir sin que lo veas. ‐Dijo Jungkook mientras se acercaba a abrazar al rizado‐ Son solo unas semanas ‐Agregó luego de besar al ojimiel‐ ¿Crees que puedes llevarme al aeropuerto o pido un taxi?

-Te llevo, hay muchas preguntas más que puedo hacerte en el camino.

-¿Sabes? Creo que ya había llamado a un taxi...

-Kooook ‐Interrumpió Jimin haciendo un dramático puchero.

-Esta bien, vamos.

(...)

Cualquiera diría que después de horas de preguntas, el rizado ya tendría todo muy claro pero Jungkook confirmó que esto no era así cuando las preguntas continuaron aún más intensamente durante el camino al aeropuerto.

El castaño sabía que Jimin estaba siendo un tanto dramático, confiaba totalmente en que iban a sobrevivir cuatro semanas sin el y en el fondo Jimin también lo sabía... pero eso no quitaba el hecho de que tenía miedo.

Jungkook se había asegurado de enseñarle absolutamente todo lo que tenía que saber para el cuidado del pequeño Jae, además había repartido notas por toda la casa y su teléfono estaría a su lado todo el tiempo por si Jimin necesitaba algo.

Al llegar al aeropuerto, el castaño no podía decidir cuál de los dos Park estaba más apegado a el. Jaemin no lo había soltado desde que se bajaron del auto y Jimin no estaba en mejores condiciones.

-Amo sus abrazos, amores, pero voy a perder mi vuelo ‐Dijo en tono triste llamando la atención de ambos‐ Vamos mis Park, no quieren hacerme llorar, ¿O si?

-¿Si lloras entonces te quedaras? ‐Preguntó Jimin liberando su agarre de la cintura del menor.

-Me temo que no Jim‐Dijo imitando el puchero de su esposo‐ Jae, ve con papá ¿Si? ‐Intentó soltar el agarre del bebé quien sólo se soltó cuando escucho a Jimin llamarlo a sus brazos‐ Cuídalo, aún es pequeño y hay muchas cosas que no sabe y debe aprender.

-Claro que lo haré ‐Dijo el rizado acariciando suavemente la pequeña espalda del bebé.

-Hablaba con Jae‐aclaró el castaño comenzando a reír cuando Jimin hizo cara de indignación.

-¿Sabes? Cuatro semanas es tiempo suficiente para convertirme en el favorito de Jae, ¿No es así, bebé? ¿En unas semanas papá será tu favorito? ‐Pregunto Jimin al pequeño castaño que permanecía con su carita escondida en el cuello del rizado.

-No te atreverías, rizado ‐Amenazó Jungkook en tono serio.

Jimin iba a responder cuando la última llamada para el vuelo de Jungkook se hizo presente.
Rápidamente el menor se dispuso a saludar a su pequeña familia para luego encaminarse al avión dejando atrás a un Jae muy enojado y llorando por verlo alejarse y un Jimin muy nervioso por no saber que hacer.

-¿Puedo llorar yo también? ‐Dijo el rizado al pequeño castaño una vez que perdió de vista a Jungkook.

(...)

Jimin había conducido diferentes vehículos en diferentes condiciones; en la nieve, en la tierra, con soldados heridos, y mucho más pero ninguno de esos viajes lo habían puesto tan nervioso como el pequeño viaje de 20 minutos de camino a su departamento con Jae llorando a mares en su asiento especial sobre los asientos traseros.

Lo había intentado todo. Le hablo, le canto, le dio su peluche de rana ‐El cual aún no entendía porque Jungkook insistía tanto en que se parecía a el‐ Intentó con música, Intentó imitando una voz de caricaturas y nada. Aún cuando llegaron al departamento la situación seguía igual.

El rizado decidió acudir a su último recurso antes de tirarse al suelo a llorar junto al pequeño bebé.

5 minutos después el timbre sonó causando que ambos Park dirigieran su atención a la puerta. Rápidamente Jimin se levantó para abrirla, revelando detrás de la misma a sus salvadores.

-¡Hola! ‐Dijeron Yoongi, Taehyung y Seokjin al mismo tiempo.

-¡Nunca estuve más feliz de verlos! ‐Exclamó dramáticamente el rizado mientras los abrazaba a los tres al mismo tiempo.

(...)

Cuatro pares de ojos estaban centrados sobre Jae quien aún lloraba pese a todos los intentos para que ya no lo hiciera.

-¿Le reviste el pañal? ‐Pregunto Seokjin.

-Unas cinco veces en... la última media hora ‐Respondió Jimin revisando su reloj.

-¿Y ya intentaste dándole su biberón? ‐Preguntó Yoongi quien había permanecido más alejado y en silencio.

Jimin, Seokjin y Taehyung se miraron rápidamente entre ellos.

-¿¡No podrías haber hablado desde un principio!? ‐Preguntó Jimin mientras corría en dirección a la cocina.

El rizado calentó el agua, añadió la cantidad de leche necesaria dentro del biberón ‐y afuera también‐ y comenzó a batirlo.
Unos minutos después salió en dirección a la sala donde Jae aún lloraba. Estaba a punto de alcanzarlo cuando su teléfono comenzó a sonar

-Ve a atender, yo le doy el biberón ‐Dijo Seokjin.

-¿Seguro? ‐Dudó el rizado

-Si, no es algo tan difícil ‐Respondió restandole importancia.

-Bien... Pero que Taehyung y Yoongi te ayuden ‐Dijo entregándole el biberón para luego dirigirse a la cocina donde había dejado su teléfono.

Seokjin se acercó al pequeño quien extendió sus manitas en dirección al biberón apenas lo vio. Taehyung se encargo de sacar al bebé del corral donde permanecía para llevarlo hacia el sofa.

-Bien, pequeño Jae. Tío Jin te ayudará con esto ‐Dijo una vez que tuvo al bebé entre sus brazos, comenzando a acercar el biberón al bebé.

-Seokjin, ¿Controlaste que la temperatura estuviera bien? ‐Pregunto Yoongi.

-Oh, no... A ver ‐Respondió Seokjin llevándose el biberón a su boca dejando un tanto confundido a Jae.

-¡JIN NO! ‐Gritó Taehyung quitándole el biberón antes de que llegara a la boca del rubio.

-Pero que mier... ¡Taehyung! ‐Se quejó Seokjin.

-No puedes llevarte el biberón del bebe a tu sucia boca, Seokjin.

-Pero hay que controlar la temperatura.

-¡Pero así no se hace, idiota! ‐Dijo Taehyung tirando algunas gotas del biberón sobre su brazo‐ Ten, la temperatura está bien.

Yoongi y Seokjin miraban boquiabiertos la acción de Taehyung mientras que Jae seguía con sus brazos estirados hacia su biberón.

Unos minutos después por fin el pequeño castaño se había calmado e incluso se durmió sobre Seokjin, quien estaba totalmente inmóvil porque "Cualquier mínimo movimiento puede alterarlo y comenzar una maratón de llanto nueva" según Yoongi.

-Era Kook para avisar que ya había...

-¡Shhhhh! ‐advirtieron los tres chicos al mismo tiempo.

-¿Que les pasa? Seokjin, ¿Por qué no respiras? ‐Preguntó el ojimiel al no entender la situación

-Si me muevo o respiro se va a despertar ‐Dijo Seokjin tratando de
no abrir demasiado los labios para hablar y sonando un tanto ahogado.

-¡Claro que no! Solo hay que acostarlo en su cuna ‐Dijo Jimin acercándose al rubio para cargar a Jaemin.

-¡NO! ‐Exclamaron casi gritando Taehyung y Yoongi, este último arrojandole un almohadón directo en la espalda del rizado.

-¡Pero que carajo... Yoongi! ‐soltó Jimin tratando de no gritar.

-Park Jimin no vas a mover ni un pelo del niño, no voy a aguantar otra maratón de llanto ‐Dijo Yoongi en tono serio.

-No seas idiota Min, lleva llorando horas. No se va a despertar así que déjame llevarlo a su cuna y tu, Seokjin ¡Respira! No quiero tener que darte respiración boca a boca si te asfixias.

Jimin saco a Jae de los brazos de Seokjin quien automáticamente tomó una bocanada de aire como si recién volviera de una maratón y se estiró haciendo sonar los huesos de todo su cuerpo.

Llevó al pequeño hasta su habitación y suavemente lo dejó sobre su cuna imitando exactamente la manera en que lo había visto a Jungkook hacerlo. Lo cubrió hasta la mitad del cuerpo con su manta y se dedico a observarlo por un rato.

Unos minutos después de admirar cuantos rasgos similares a su esposo tenia Jae, suspiró, encendió su lámpara tenue y salió de la habitación.

Cuatro semanas.

(...)

Tres días habían pasado desde que Jungkook se fue, tres días donde Jimin de a poco se adaptaba a la vida de padre.

Tal y como lo había dicho, Jungkook le dejo notas repartidas por toda la casa. No solo eso, también le dejo un calendario con horarios incluidos para la semana donde indicaba cuando debía hacer cada cosa.

Un tanto exagerado quizá pero Jimin estaba agradecido.

Había cosas que el ignoraba por completo que formaran parte del hacerse cargo de una casa y hacer las compras en el supermercado era una de esas.

Entro en pánico cuando leyó que hoy le tocaba hacerlo. ¿Donde compraría? ¿Qué compraría? ¿Cuanto? ¿Qué marcas de productos utilizaban? ¿Cuanto debía gastar? ¿Debía llevar a Jae?

Estaba a punto de llamar a Jungkook ‐cosa que se negaba a hacer para no molestarlo‐ Cuando encontró una nueva nota la cual, sin dudas, era el mejor hallazgo que había hecho en su vida.

En una hoja grande estaba detallado cada producto que necesitaría comprar con la marca y cantidad incluidas.

Eso más tres notas.

Nota 1: Si, puedes llevar a Jaemin.

Nota 2: Tiene la costumbre de encapricharse con cualquier objeto al azar. No dejes que lo haga y no se lo compres, se le va a hacer costumbre si lo haces.

Nota 3: Mucho cuidado con los que les gusta coquetear con "papis solteros"Park. He visto muchos que van ahí solo con esa intención.

Jimin no pudo evitar reírse ante la última nota, sabía que Jungkook a veces era un tanto celoso pero no al punto de que creyera que alguien iría a un supermercado solo para coquetear o que el les prestara atención en lo más mínimo.

Buscó al pequeño castaño y se dirigió a su habitación para cambiarlo, supone que la idea de dejarlo en pijama no es la correcta.

Afuera el clima estaba apenas frío por lo que decidió ponerle unos joggins grises, una remera mangas largas, un hoddie negro que le quedaba un tanto suelto y unas pequeñas vans con su clásico diseño blanco y negro. Definitivamente Jae es un mini Jungkook.

El decidió por un estilo similar solo que evitó el hoddie quedándose solo con una camiseta.

-¿Listo para nuestra primer aventura en el supermercado, pequeño? ‐Pregunto Jimin a Jae que lo miraba atentamente mientras balbuceaba algunas cosas y aplaudía‐ Tomare eso como un si.

Busco su billetera, la lista de cosas que debía comprar y las llaves. Tomó aire y salio del departamento.

El camino en el auto fue muchísimo mejor que la última vez. No había llanto ni un Jae enojado. Esta vez iba muy feliz en su asiento riendo y bailando con la música que se reproducía en el estéreo, definitivamente esto era muchísimo mejor.

Llegaron y se dirigieron a buscar un carrito, especialmente los que tenían silla para Jae.

Comenzaron a pasearse por los pasillos eligiendo cada producto tal cual la lista lo pedía, todo parecía realmente fácil y fluido. No hacía más de 10 minutos que habían llegado y ya tenían más de la mitad de las cosas.

Jimin sentía que podía con esto, era una tarea realmente fácil y hasta divertida. Jae parecía igual de relajado hasta que sus ojos se dirigieron, demasiado brillantes, a un objeto en la góndola de conservas.

-Ehshhe ‐balbuceo Jae estirando sus brazos a un frasco en especial.

-No, Jae. No puedes llevar eso ‐Jimin Intentó seguir su camino pero el pequeño se puso inquieto‐ Por favor pequeño, mami dice que no puedes aquí ¿ves? ‐Señaló en la hoja la segunda nota‐ Y yo estoy de acuerdo. ‐miro al pequeño fijamente tratando de ser lo más suave que pudiera‐ No siempre vas a poder tener todo lo que quieras o solucionar todo con un berrinche, ¿Si?

Jimin sintió que la situación estaba totalmente controlada hasta que los ojitos de Jae comenzaron a aguarse y en su pequeña boca se formó un puchero. No lloraba, pero la imagen era aún peor que el llanto.

-Oh bebé, esta bien. Solo esta vez pero mami no tiene que enterarse, ¿de acuerdo? ‐estiró su puño cerrado para que Jae le chocara con el suyo. Ambos habían decidido que esa sería su forma de cerrar tratos. ‐Vamos, ¿Que quieres?

El castañito se removió en el asiento apuntando a un frasco azul, Jimin se acercó para buscarlo.

-Entonces llevaras... Pasta de aceitunas verdes ‐El rizado hizo una mueca de asco‐ ¿Estas seguro?, tu ni si quiera puedes comer eso. ‐Dijo extendiendole el frasco a Jae quien rápidamente lo tomó y lo abrazo sobre su pecho como el mejor tesoro‐ oh, en verdad lo querías.

Sin más interrupciones siguieron su camino, llevando cada producto anotado en la lista. Una vez que terminaron fueron a la fila para pagar donde solo había unas tres personas.

Unos minutos después ya era su turno por lo que comenzó a dejar los productos para que la cajera los cobrara.

-Buenos días, lindos. ‐saludo una chica rubia del otro lado del mostrador, sonriendo y enrollando un mechón de pelo en su dedo índice

Jimin no presto atención a la chica por mantenerse atento a los balbuceos de Jae quien se negaba a soltar el frasco por lo que la chica fingió una tos y repitió el saludo.

-Oh, disculpa. Buenos días. ‐Dijo el rizado una vez que el pequeño castaño soltó el frasco.

La chica comenzó a pasar los productos en silencio hasta que volvió a hablar.

-Es muy bonito, ¿Cuál es su nombre? ‐Preguntó con una sonrisa de lado.

-Lo es ‐Dijo el rizado mirando con cariño a su pequeño quien mantenía la vista sobre el frasco azul‐ Jaemin, su nombre es Jaemin pero le decimos Jae. ‐Agregó con una sonrisa hacia el castañito.

-Um, es un nombre muy lindo... Pero yo preguntaba por el suyo. ‐Dijo en tono coqueto.

Jimin se quedó en completo silencio con el ceño fruncido. ¿Esa chica estaba coqueteando con el?

Parece que Jungkook tenía razón.

-Ustedes dos juntos se ven muy lindos, parece un papi muy tierno. ‐la rubia sonrió y bajó, de una forma para nada sutil, el escote de su uniforme‐ veo que vienen solos...

Si, definitivamente estaba coqueteando.

Decidió ignorar lo dicho por la chica y cargó a Jae que miraba bastante molesto a la rubia quien aún tenía el frasco azul en sus manos.

Si Jungkook estuviera con ellos en este momento miraría a la rubia de la misma manera que Jae solo que por una razón distinta. Jimin no pudo evitar la risa ante la imagen que se creó en sus pensamientos.

-Ay le saque una sonrisa, ¿verdad? ‐La chica Interrumpió sus pensamientos‐ Sus ojos se cierran cuando sonríe, es muy tierno ¿Lo sabía?

-Si, de hecho mi precioso esposo se encarga de decírmelo todos los días desde que nos conocimos hace 12 años. Ahora si no es molestia, ¿Podría apurarse? No tengo todo el día. ‐Respondió en tono totalmente serio.

Por suerte la chica entendió el rechazo y terminó con su trabajo demasiado rápido. Una vez afuera, ambos soltaron un fatigado suspiro. Jae por tener nuevamente el frasco azul abrazado a su pecho y Jimin por liberarse de la tan incomoda situación.

-Al parecer mami Kook siempre tiene razón, ya no le diremos exagerado. ‐Comentó el rizado a Jae quien sonrió en grande cuando sintió nombrar a Jungkook.

De regreso a su casa Jimin se relajó, puede decir que su primera vez en el supermercado fue una buena experiencia, ignorando obviamente la escena de la cajera. El y Jaemin estaban bien y con los productos necesarios para sobrevivir un mes sin tener que volver ese lugar y para su suerte cuando deban volver Jungkook estará ahí con ellos para protegerlos de asquerosos coqueteos.

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