31 de diciembre del 2021.

—¿Tienes condones? —esa fue la célebre pregunta de YeonJun al entrar a la habitación y encontrar a SooBin guardando las pertenencias de Sunoo en una mochila.

—¿Qué clase de pregunta es esa, YeonJun? —preguntó de vuelta SooBin sintiendo sus mejillas calientes.

Eran las once de la mañana, estaban recogiendo todas las pertenencias de YeonJun y Sunoo, desalojando la habitación de hotel en donde se había estado hospedando esos meses.

Irían a casa de ChaerYeong y todas esas cosas que llevaban las compartirían en el auto de SooBin y YeonJun, pues luego de año nuevo y aquellos tres días en el hotel lujoso se mudarían de inmediato a aquella casa en una zona prestigiosa pero de aspecto humilde, ¿cómo es eso? Pues, tenían estacionamiento, una seguridad las veinticuatro horas del día y las casas a pesar de no ser exageradamente grandes contaban con cuatro habitaciones y dos baños, junto a un jardín delantero y trasero.

Los muebles venían integrados así que el precio era algo que a algunos les parecería exorbitante pero que a otros le parecía algo normal.

Y ese era el caso de Choi SooBin y Choi YeonJun, eran líderes importantes y el dinero era algo que no les faltaba.

—Solo pregunto si tienes condones, es algo casual. No tendremos mnhh... Mbhhh... ¡Mnggh! —SooBin apartó la mano de la boca del omega y lo miró con los ojos achinados antes de volver a empacar lo que restaba.

Sunoo estaba con Sana, la mujer había decidido ser la encargada de comprar las ropas del niño para recibir el año nuevo así que se lo había llevado sin ningún problema.

—Lo sé, sin gorrito no hay fiesta —recitó aquella frase cerrando la maleta— No me lo recuerdes.

—¿Qué no te tengo que recordar? —preguntó el omega arqueando una ceja— ¿Qué tienes que usar condón? ¿O que tendremos-... ¡Mngh!

—¡No lo digas! —le dijo el avergonzado SooBin tapando la boca del omega que rodó los ojos.

Cosita. Habló su lobo haciéndolo bufar.

No es ninguna cosita, es un tonto.

Una cosita tonta.

Tal vez. ¿¡Cómo puede avergonzarle que diga que vamos a tener sexo pero no avergonzarse cuando está en el acto!?

Si se avergüenza.

Aveces.

Dime, ¿lo vamos a dejar ser dominante?

Si me gusta el lugar si, tal vez sea el dominante.

Ustedes estarán diciendo: YeonJun es un omega así que, por naturaleza, tenía que ser el de abajo, ¿no?

Pues si, YeonJun era un omega pero eso no quería decir que fuese el sumiso de allí.

SooBin podía ser muy alfa y ser el que da, pero quien controla aquello es YeonJun.

—SooBin, ¿podemos tener- ¡Mnh Mmhgh! —se quejó el omega cuando el alfa volvió a cubrir su boca.

YeonJun rodó los ojos y se cruzó de brazos esperando a que el castaño quitara las manos de su boca.

—Te iba a preguntar si podíamos, ¡te juro que si me cubres la boca de nuevo, te termino! —gritó en medio de su oración al ver que el castaño estaba a punto de cubrir su boca de nuevo— Si podíamos tener una cita o un almuerzo juntos, pero ya no quiero —y se dio la vuelta haciéndose el indignado.

SooBin rió suavemente y lo persiguió hasta abrazarlo por  la espalda, besó su mejilla y alzó la mirada al reloj de pared.

—Podríamos pedir uno de esos almuerzos de aquí, ya casi es hora de almorzar —dijo dándole la vuelta al peligris que solo rodó los ojos, haciéndose el difícil.

¿Por qué no lo besas y ya? Preguntó el lobo de SooBin.

Porque no, lo haré luego.

Besalo, así de le pasa el enojo.

Que no.

A SooBin le gustaba llevarle la contraria a su lobo, sabía que el supuesto "enojo" del peligris pasaría con un pequeño beso pero le gustaba contradecir a su lobo. Era como su pasatiempo.

Nunca me haces caso, imbécil.

Tu eres un imbécil, imbécil.

¿Sabes que te estás insultando a ti mismo? Ten un poco de amor propio.

Rió levemente lanzándose al fin a los labios del omega que sonrió en medio del beso, acunando sus mejillas.

A SooBin le encantaba pelear con su lobo, era su mejor amigo, no sabía que había sin él y si bien en algún punto no le prestó atención, eso no quitó el cariño que le tenía.

—¿Qué quieres comer? —preguntó luego de separarse.

—Umm... Sabes que como comida chatarra —contestó recibiendo besos en sus mejillas.

—Entonces bajemos a ver cuantas calorías consumirás —dijo entrelazando su mano para salir de la habitación, solo debían bajar un piso para llegar a la cocina que servía para las personas que se hospedaban en el mismo piso que YeonJun, es decir, personas adineradas e importantes. Si bien esto no le había agradado al omega porque todos son personas y comen lo mismo, agradecía que estuviera solo a un piso y podía bajar sin algún barbijo, lentes oscuros o gorra, temiendo ser visto por alguien de la prensa o quien sabe quien.

Desde hace meses la prensa a estado demasiado intensa con él, Sunoo y SooBin. Ya habían dado a conocer al alfa y, aunque hubieron sus dudas de parentesco con los Choi de Electronic's C&H al inicio, un rumor se esparció por internet en donde se decía que Choi SooBin, el nuevo lider de Electronic's C&H, había sido secretario de Choi YeonJun, líder de Technologic I&N.

Y de ahí, se esparció otro rumor en donde SooBin estuvo saliendo con YeonJun unos meses para luego irse, justo cuando el omega quedó en cinta, y con eso sacaron la conclusión de que Sunoo, era hijo de SooBin.

Y estaban en lo correcto, más ninguno de los dos diría algo hasta que SooBin no estuviese al mando. La prensa podía llegar a ser agresiva y eso, era el miedo de YeonJun al salir a la calle con Sunoo.

Una vez lo hizo, era una emergencia, el pequeño se había quedado sin pañales y no tenía con quien dejarlo pues, casualmente, SooBin estaba en casa de sus padres y sus amigos estaban en sus cosas de su día a día. Así que salió, sin esperarse la horda de paparazzis intentando ver la cara del pequeño Sunoo que se asustó por todo el ruido y olores mezclados.

Desde ahí, decidió contratar aquellos guardaespaldas que no había visto la necesidad de contratar hasta la llegada de Sunoo.

—SooBin, pollo frito con salsa agridulce, anda —dijo, señalando la bandeja con pollo frito bañado en esa salsa agridulce.

—¿Y una ración de papás fritas? —preguntó acercándose al mostrador para pedir, un chico de cabello rubio y mejillas sonrojadas por el calor de la cocina los recibió con una sonrisa.

—También pide un postre, el que quieras —dijo el omega separándose de él para asomarse por uno de los ventanales.

¿Cómo estará mi cachorro?

Estaba preocupado, no lo iba a negar. Sana también era alguien reconocida e importante, y verla cargando a un niño, sola, levantaba la curiosidad de todos.

La omega le había prometido ir con guardaespaldas y tapar al niño con una manta, confiaba en Minatozaki, pero seguía preocupado.

¿Habrá llorado?

—Mientras estás aquí, analizando el edificio de enfrente alguien te quiso robar a tu prometido —la voz de SooBin lo hizo voltear con una sonrisa.

—¿Quién osa a quitarme a este feo alfa? —preguntó en broma, el castaño rodó los ojos con una sonrisa y le mostró un número telefónico en una pequeña hoja.

—El chico del mostrador —arrugó la hoja y la botó en un cesto cercano, solo tenía ojos para el peligris.

Por otro lado, YeonJun achicó sus ojos al chico del mostrador que estaba atendiendo a otras perdonas, le restó importancia y volvió al alfa.

—¿Y mi pollo frito? —preguntó sentándose en una mesa cercana, a esperar el pedido que, según el alfa, estaban calentando.

Y la espera fue larga para el hambriento YeonJun, que justo cuando le sirvieron la comida enfrente miró a SooBin en espera de algo.

Tampoco se iba a lanzar a la comida como un depredador.

—SooBin, apurate —dijo casi que lloriqueando mientras que el alfa sacaba con una exagerada lentitud las salsas para el pollo de una pequeña bolsa.

—Ya, come, desesperado —se burló dejando las tres salsas frente al omega que hizo un sonido de satisfacción cuando mordió el primer pedazo.

Estaban en una zona elegante, se notaba a leguas lo estiradas que eran esas personas allí, pero a YeonJun no le importó.

—Pensé que usarías cubiertos —dijo el castaño picando su pedazo con cuchillo y tenedor.

—SooBin, la gracia del pollo frito es comerlo con las manos —contestó mostrando sus dedos manchados de salsa, el castaño rió y dejó los cubiertos a un lado para comer con las manos.

Cuando acabaron de comer, fue un mesero a recoger los platos e indicarles que traería sus postres en un minuto, la pareja asintió y SooBin le indicó al hombre que irían al baño un momento.

Así que ahí estaban, en el baño de los hombres, YeonJun lavando sus manos y SooBin...

—No te chupes los dedos, es asqueroso —dijo el omega secando sus manos.

—Esa es la gracia del pollo frito, cariño —y luego de terminar de limpiar la salsa de sus dedos con su boca, lavó sus manos.

El teléfono del omega sonó.

Debía ser uno de sus amigos, pues la empresa estaba cerrada por año nuevo y no abriría hasta mediados de enero.

—¿Hola? —atendió apoyándose de un lavabo.

—Pa...—se escuchó la vocecita de Sunoo seguido de unos balbuceos.

—¡Hola, mi bebé! —saludó, sonriendo.

—Pa...—volvió a decir antes de que se escuchara la voz de otra persona— Hola, Yeon-ye~

—Hola, Nana, ¿ya están en casa? —preguntó saliendo del baño con SooBin siguiéndolo, volvieron a tomar asiento en su mismo lugar.

—Si, ya estamos con ChaerYeong, no pasó nada malo, Sunnie comió helado incluso —YeonJun rodó los ojos con una risa— ¡Yeon-ye! ¡Tienes que ver la ropita que le compré! —chilló emocionada.

—Dime, ¿cuánta ropa compraste?

—Tal vez tres conjuntos y un juguete, ¡pero en mi defensa, Sunoo me lo pidió!

—Sunoo no dice más que "Nana" y "Pa" —carcajeó.

—Lo leí en sus ojitos, él me lo dijo con lenguaje corporal —definitivamente Sana era la tía consentidora.

Luego de algunas palabras más la omega le colgó alegando estar ayudando a ChaerYeong con un pavo.

El omega guardó su teléfono en su bolsillo y miró el postre frente a él, era en forma de Croassant y tenía decoración de azúcar pulverizada, mientras que por dentro era relleno de dulce de leche.

YeonJun no era muy amante del dulce, pero le había provocado.

—Adivina quien tiene otro juguete —mencionó dando el primer mordisco, el dulce de leche se expandió por su boca, estaba delicioso.

—Sunoo —SooBin rió cuando el omega asintió.

—Ya tiene mil juguetes —se quejó limpiando sus labios.

—Pero eso es bueno, así no tendremos que comprar juguetes para sus cuatro hermanos —mencionó con naturalidad, estallando en risas por la poker face de YeonJun.

—No, no van a servir porque si tenemos otro hijo va a ser niña —dijo mordiendo de nuevo su postre.

—Entonces cuatro niñas, no hay problema —alzó sus hombros nuevamente riendo.

—¿Sabes cuanto maldije el día que nació Sunoo? No su nacimiento, si no en el proceso, creo que hasta maldije al médico, no estoy dispuesto a maldecir cuatro veces más —mencionó entregándole lo poco que había dejado de dulce al castaño.

—Tres veces entonces —señaló.

—Que no.

—Cinco veces.

—No.

—Dos veces.

—No.

—Una vez.

—Tal vez —y ahora el turno de reír fue el de YeonJun, la cara del alfa con ese "Tal vez" había sido un poema.

Los dos gustaban de hablar del tema de otro hijo, el omega no se había hecho más exámenes para comprobar que tan peligroso o que tan efectivo sea quedar en cinta, pero los dos tenían la esperanza de que todo fuese bien y que aquel golpe de hace ya un año haya culminado su daño.

Así Sunoo tendría cuatro hermanos.

—Que no, SooBin —rió el omega negando con su cabeza, el alfa bufó.

Bueno, un hermano.

O tal vez dos. 

Bueeeno, vengo a proponerles algo, ¿que tal un preguntas y respuestas a los personajes?

Ustedes preguntan algo al personaje que quieran y así sucesivamente, si varias personas me dicen que si abro las preguntas en el siguiente cap :3

The_Dark_Diamond