[60] Unificación

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—¡Joven Choi, por aquí! ¡Sonría! —SooBin levantó su mano a la cámara mientras daba una suave sonrisa, toda la prensa estaba ahí fuera de Technologics C&H en espera a que los dos líderes aparecieran para confirmar algunas cosas que habían estado siendo el boom de las noticias a lo largo de unos meses ya.

SooBin subió a la plataforma, tomando asiento en la mesa que habían organizado para ellos dos, YeonJun aún estaba adentro intentando que Sunoo se despegara de él. El niño estaba muy alterado y asustado por la cantidad de ruido y personas que habían y no quería estar sin sus padres a pesar de estar con JiMin el amigable guardaespaldas.

SooBin supo que YeonJun al fin logró la misión cuando las cámaras dejaron de apuntarlo para ir a una esquina. Su omega venía caminando hacia él mientras acomodaba su traje sin dar alguna mínima sonrisa a las cámaras.

YeonJun ya había creado una manera de ser con la prensa y no podía ni quería cambiarla de un día para otro.

Cuando el peligris tomó asiento a su lado, tomó el micrófono inalámbrico para hablar, empezó con una cálida bienvenida y agradecimiento a la prensa para luego dejar que el omega hablara.

—Los convocamos aquí para hacer público varios puntos y chismes que se han estado filtrando por las redes, también para aclararles, o más bien, hacerles una petición a ustedes y a sus respectivos jefes y agencias, pues estoy viendo caras muy conocidas en este momento —dijo pasando su mirada por las personas que ya conocía. Esos periodistas que siempre estaban ahí y que le habían seguido en busca de respuestas en algún punto de sus pocos años de mandato— Choi SooBin y yo, somos pareja, alfa y omega, por eso... —YeonJun se calló ante el bullicio de gritos de celebración y de preguntas que llovieron.

SooBin rió y tomó su micrófono.

—Lo lamento pero ni él ni yo contestaremos sus preguntas, con que sepan que somos una pareja es más que suficiente —dijo cuando escuchó las preguntas típicas que hacían esos periodistas al enterarse de alguna pareja confirmada, SooBin pudo escuchar algo sobre si el niño era suyo pero lo ignoró, era obvio que era suyo.

Osea, Sunoo era igual de lindo que él.

—Entonces, fuera de lo amoroso, las empresas Technologics C&H y Electronics I&N serán unificadas, así que las rivalidades ya pasarán a ser historia por eso les pedimos no crear rumores falsos, mucho menos perseguirnos en busca de una respuesta a una pregunta de cualquier tipo. También le queremos pedir respeto para con nuestro hijo, nada de fotografías, vídeos o algún retrato, quien tome alguna de las anteriores será inmediatamente denunciado —dijo YeonJun, sin darse cuenta de la pequeña sombra que pasó a su lado.

SooBin siguió la conversación, explicando otros puntos sobre la unificación de sus empresas y contestando algunas preguntas que si le interesaba responder.

YeonJun asentía a todo, en un descuido dejó el micrófono en su pierna sin esperar que a los segundos se escuchara una vocecita chillona y emocionada por las bocinas del lugar.

—¡Pa! —YeonJun alzó la tela que hacía de mantel y encontró la carita de Sunoo, sonriendo emocionado.

Todo quedó en silencio en ese lugar, los periodistas recordando lo que los líderes le habían pedido bajaron sus cámaras y detuvieron los flashes.

La pareja sintió un gran alivio al notar ese gesto, pero aún así se apresuraron a terminar de contestar las preguntas y aclarar algunos puntos a nivel empresarial porque de alguna manera no se sentían seguros con Sunoo ahí.

Se despidieron cordialmente, SooBin se levantó y quitó su saco para colocarlo encima de Sunoo que fue cargado por el omega.

—¿No vas a subir? —preguntó el peligris arrullando a Sunoo que estaba empezando a sentir calor bajo ese saco grueso.

—No, vamos a casa, hoy fue un día flojo...—contestó abriendo la puerta del auto, le sonrió levemente a las cámaras que aún seguían ahí y entró a su lugar del auto para empezar a conducir.

Sunoo se liberó del saco y le sonrió a los dos adultos.

—Pa Soo...—llamó el pequeño recibiendo una mirada del alfa— Uh... ¿Melo?

—¿Melo? —SooBin alzó una ceja y trató de adivinar lo que decía el pequeño al igual que el omega.

Sunoo asintió y se estiró para señalar una envoltura en el lugar en donde se podían dejar los residuos para luego arrojarlos en un contenedor.

Melo...—dijo tomando del papel para mostrarlo a SooBin y luego a YeonJun.

—El pequeño Sunnie quiere caramelos —rió el omega abrazando al niño que asintió haciendo ruidos con el envoltorio de los caramelos que no recordaba cuando habían comido.

—Pero no has almorzado, bebé —dijo el alfa doblando a un lado— Primero debes almorzar y luego comes caramelos.

¡No! —negó Sunoo mientras hacía un puchero.

—Si, debemos almorzar y luego comer caramelos —asintió ahora SooBin estacionándose frente a su casa, no se preocuparía en comprar los caramelos porque tenían muchos de esos en casa.

—¡No! ¡No! ¡No! —negó el niño una y otra vez a gritos, asombrando a los padres.

Era la primera vez que Sunoo les hacía, prácticamente, un berrinche.

—Sunoo, ya para —regañó el omega quitándole el envoltorio, Sunoo lo miró y empezó a llorar con fuerza exigiéndole a los adultos los caramelos— Ah no, a mi no me vienes con berrinches —YeonJun bajó del auto y caminó a la casa, abrió y quitó los zapatos del niño. SooBin lo seguía con el ceño fruncido.

Sunoo fue dejado en un rincón de la sala de estar, el niño paró su llanto y miró a sus padres.

—Te vas a quedar ahí hasta que el almuerzo esté hecho, Sunoo. No hagas berrinches, eso es feo y malo —dijo el omega agachado frente a él.

P-pa... ¡Pa! —gritó al borde de las lágrimas cuando el omega se levantó y le dio la espalda para perderse en la cocina. SooBin talló sus ojos y gruñó apenas observó los ademanes que hacía el niño para gatear lejos de ahí.

—Te quedas ahí, quieto —ordenó usando un tono que nunca antes había usado con el niño que puchereó y empezó a llorar a todo pulmón por el trato de sus padres.

Por otro lado el omega estaba con la frente apoyada en sus antebrazos encima de la isla de la cocina, se estaba meciendo de lado a lado y cruzaba sus piernas aparentando tener dolor.

Cuando el alfa entró a la cocina arrugó aún más el ceño.

—¿Te haces pipí? —preguntó mirando a Sunoo que ahora jugaba con sus manos hipando un par de veces, al parecer entendió que lo que había hecho estaba mal.

—Cállate —ordenó el peligris siguiendo con sus movimientos y algunos quejidos bajos.

—¿Pero qué te duele? —preguntó ahora preocupado el alfa pasando su mano por la espalda del omega que solo le pidió que no le tocara.

SooBin suspiró y empezó a sacar todo para el almuerzo, tenía hambre, YeonJun y Sunoo también debían tener hambre así que haría algo rápido, pasta con salsa.

Cuando el omega se enderezó en su lugar tenía las mejillas enrojecidas y una expresión de incomodidad muy grande.

—¿Qué te pasa? —preguntó el castaño evitando tocar al peligris que solo señaló su estómago o más bien su vientre bajo.

—Voy a recostarme, cuida a Sunoo, ni hoy ni mañana habrá caramelos —le dijo dándose la vuelta para perderse en su habitación.

SooBin suspiró y asintió al aire dedicándose a preparar el almuerzo, dándose cuenta en el proceso que Sunoo estaba dormido en el suelo, en la misma esquina en donde YeonJun lo había dejado.

Hizo una mueca y cargó al pequeño, pensando seriamente en el berrinche que les había hecho, era muy consentido... ¿Ellos fueron los causantes? Tal vez, pero aún estaban a tiempo de arreglarlo, estaban a tiempo de enseñarle a Sunoo que los berrinches no eran buenos.

Revisó la salsa que estaba haciendo y la apagó, caminó hasta la habitación que compartían encontrando al peligris hecho bolita en la orilla de la cama.

—¿Por qué no tomas una pastilla? —preguntó dejando a Sunoo en medio de las dos almohadas matrimoniales, habían descubierto que las siestas favoritas de Sunoo eran en su cama en donde sus olores se conectaban más.

—Ya lo hice —contestó el peligris tomando asiento, SooBin besó su mejilla— Pronto entraré en celo —informó suspirando, no quería pasar por esa etapa en ese momento por lo cansado que se sentía pero no tenía otra opción.

SooBin dejó otro beso en su mejilla y se fue para servir la comida de los dos, no despertarían a Sunoo por dos razones simples y sencillas.

Uno, acababa de quedarse dormido y despertarlo sería una crueldad.

Dos, si lo despertaban debían hacerlo con mimos y estaban molestos con él.

La pareja comió en silencio, cada uno metido en su mundo mientras tenían las manos entrelazadas por encima de la mesa, ya cuando no había nada en sus platos empezaron una pequeña charla atrevida que, como es costumbre ya, fue interrumpida por la voz de Sunoo.

—¡Pa! ¡Pa Soo! —los dos entraron a la habitación encontrando a Sunoo en medio de la cama con los ojos cristalizados y mirada asustada.

Sunoo gateó con rapidez hasta quedar casi en la orilla de la cama, hubiese caído si YeonJun no se hubiera apresurado a tomarlo en brazos. El pequeño se recostó en él y empezó a lloriquear apretando su ropa en sus puñitos.

—Sunoo, eso que hiciste está mal, no se hace es feo que los niños hagan eso —le dijo el alfa a pesar de que Sunoo no entendiera por completo aún, el niño siguió llorando acurrucado al omega.

Sunoo apenas tenía un año, no entendía por completo las cosas así que los adultos decidieron dejar aquel episodio en el olvido.

El pequeño Choi almorzó y, al parecer, olvidó su antojo de dulces porque estuvo lo que restó de días jugando tras la puerta de la habitación de sus padres mientras estos estaban adelantando un par de cosas en el trabajo.

—Oye...—SooBin pasó su nariz por la mejilla del omega, hasta delinear su mandíbula, el peligris hizo un sonido— Creo que ya deberíamos ir planeando nuestra boda, ¿no crees?

—Uh, de eso quería hablar contigo —YeonJun dejó de hablar con HeeSong y se colocó frente al castaño que lo miró atento a lo que diría.

YeonJun no sabía qué tipo de boda quería SooBin, se inclinaba más a esas bodas que eran celebradas a lo grande y todos se enteraban, pero él no se sentía cómodo con eso así que quería pedir algo de discreción, eso si, sin pasar por alto la opinión u opciones del alfa que solo asintió y soltó una risa al final.

—No estás equivocado, mi sueño es una boda a lo grande, llamativa y ruidosa. Pero entiendo que quieras privacidad, tienes tus puntos, así que si, podemos organizarla como tu dices, dime todo lo que quieres —dijo acomodándose con la cabeza encima de los muslos del omega.

—Pero... ¿Y tú? —preguntó sintiéndose algo avergonzado por tal consentimiento del alfa.

—Lo haremos como tu quieras, Yeon-ye —dijo tomando la mano del omega para llevarla a su cabello— Tu organizas la boda y yo la luna de miel, trabajo en equipo, cariño —el omega carcajeó y se dedicó a mirar a Sunoo jugar y a SooBin adormecerse encima de sus piernas.

Sonrió en grande cuando observó a SooBin más que dormido, con la cabeza ladeada, se agachó y besó su mejilla múltiples veces.

Ya podían ser felices.

¡Pa! —YeonJun volteó a todos lados intentando encontrar a su cachorro, escuchaba su voz pero no lo veía— ¡Pa Un! —volteó con rapidez a su izquierda y miró una de las manitas de su hijo estirarse encima del colchón.

—Ya voy, pequeño —dijo sacando a SooBin de su regazo con delicadeza para ir por el niño que le sonrió cuando lo tomó en brazos.

Pa Jun...—le dijo Sunoo aplastando sus mejillas con sus manitos, el omega sonrió y asintió emocionado.

—Si, yo soy tu papá Jun —besó las mejillas del niño con amor sintiendo su corazón agitado por como lo había llamado el niño.

—¿Ves que no es ridículo? —preguntó una voz ronca a su lado, rió y miró a SooBin con una ceja arqueada.

—Cuando eres tu es ridículo, cuando soy yo es especial —se defendió mientras se revolcaba por el espacio de la cama con Sunoo que reía a carcajadas por el movimiento.

A los segundos, SooBin se les unió. 

Empezarían a planear su boda, ya estaban a nada de unirse de una forma más, no podían esperar a que el día llegase, estaban emocionados, estaban felices.

Estaban enamorados.



















Doble actualización por el 11/11 y el deseo de Lamaruchandos

Espero les haya gustado mucho ♥

The_Dark_Diamond

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