Capítulo 1

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Where are we!?

Gritaba desesperada, corriendo de un lado a otro, buscando una salida que me permitiera escapar. Hacía ya un buen rato que deseaba salir, pero el maldito hechizo simplemente no funcionaba. Había intentado encontrarme con mi hermano, pero la tarea se había vuelto casi imposible debido a la espesa niebla que me rodeaba y al hecho de que estaba atrapada en un estúpido laberinto.

En mi camino, me crucé con dos de los cinco participantes del torneo. No estaban en muy buenos términos, lo cual aumentó mi preocupación. Por eso, en ese momento, rezaba con fervor a Merlín para que mi hermano estuviera bien.

Desde el principio supe que, a pesar de que insistían en que todo era "seguro", probablemente no lo sería. Y con la suerte que siempre nos acompañaba a mi hermano y a mí, eso era casi una certeza.

Seguí corriendo, mis pies golpeando el suelo con fuerza, hasta que al final de uno de los caminos lo vi: mi hermano, lleno de heridas, corriendo hacia la copa, tratando de llegar antes que Diggory. Según los alumnos que deseaban entrar al torneo, las pruebas serían interesantes, complicadas, pero divertidas. Sin embargo, hacía rato que esto había dejado de serlo.

Ni siquiera recordaba por qué decidí apuntarme. Seguramente fue para sentirme superior al resto, ya que no todos podían entrar, y pensando que no me escogerían, lo hice. Un grave error.

-¡Harry! -grité con la intención de que girara a verme. Logré que lo hiciera, pero cometí un error; al llamarlo, provoqué que tropezara y cayera al suelo.

A gran velocidad, esquivando las ramas que intentaban sujetarme, me acerqué a él para comprobar si se encontraba bien.

Mierda, mierda, mierda.

-¡Tú! ¡Ayúdame! -supliqué a Diggory al ver el estado en que se encontraba Harry.

Mi hermano se había golpeado fuertemente contra una gruesa rama sobresaliente de uno de los matorrales, lo que lo dejó inconsciente.

Al menos no está muerto, pensé con alivio. Vi cómo Diggory murmuraba un "perdón" antes de sujetar la copa y desaparecer al instante.

¿¡Pero qué demonios estaba pasando!?

De repente, las paredes del laberinto comenzaron a estrecharse. Viendo nuestro fin inminente, abracé a mi hermano con fuerza, esperando lo peor.

(...)

Parpadeé un par de veces, intentando adaptarme a la luz que comenzaba a aparecer. No estábamos muertos, eso era evidente... pero ¿dónde estábamos?

Me levanté, tambaleándome mientras observaba los alrededores. Cuanto más mi vista se adaptaba, menos comprendía dónde nos encontrábamos.

Un quejido escapó de los labios de mi hermano mientras intentaba levantarse del suelo sin éxito. Solté un suspiro de alivio al verlo despertar, y lo ayudé a estabilizarse mientras observábamos el lugar.

-Me duele todo -murmuró-. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos?

-No lo sé -susurré-. Solo sé que te desmayaste, y cuando intentaba sacarnos de ahí, las paredes se estrecharon y acabamos aquí. Ni siquiera sé dónde estamos-La situación era tan extraña que me ponía los pelos de punta.

De repente, noté que el ambiente había cambiado. O tal vez no me había dado cuenta antes, pero hacía tanto frío que creía que podríamos morir congelados en cualquier momento.

-Deberíamos encontrar algún lugar donde dormir, o moriremos congelados -dije, abrazando a mi hermano en un intento desesperado de compartir algo de calor.

Podría haber lanzado un hechizo para remediar la situación, pero mi varita estaba bajo un encantamiento extraño provocado por la prueba. Esperaba que se arreglara pronto, o de lo contrario, moriríamos allí mismo.

Por no mencionar, que la varita de Harry, ni siquiera sabíamos dónde estaba; probablemente se le cayó al golpearse.

-No planean quedarse ahí, ¿verdad? -Una voz grave interrumpió el silencio. Un hombre sucio y corpulento se acercó, sonriendo de forma escalofriante.

-Eso no es de su incumbencia -murmuré, entrecerrando los ojos. Aquel hombre no me inspiraba confianza.

-Perdone a mi hermana, se vuelve un poco grosera en estas circunstancias -dijo mi hermano, intentando suavizar la tensión.

-Oh, no te preocupes, le pasa a todo el mundo, ¿no? -rió el hombre, esperando que nos uniéramos a su risa. No lo habríamos hecho si Harry no me hubiera dado un codazo para que lo hiciera.

-¿Qué es lo que quiere? -pregunté, sin rodeos.

-Ah, bueno, como los vi ahí tirados y congelados, pensé que podría llevarlos a algún lugar donde dormir. Conozco a alguien que podría ayudarles. -Y otra vez esbozó esa sonrisa perturbadora.

-¿De verdad? -preguntó Harry, con una mirada llena de esperanza.

-Oh, claro que sí, vengan, síganme.

Quería negarme, claro que quería hacerlo, pero mi hermano ya lo seguía, y no lo dejaría solo con ese maníaco por nada del mundo.

Juro que le lanzaré un Avada si intenta algo, pensé, aunque fuera cuando mi varita volviera a funcionar...



Acá les dejo el primer cap, espero les haya gustado.
¿Qué piensan que puede pasar?
Esta historia tendrá bastantes caps, por eso son un poco cortitos, espero no les moleste.
Sin mas que decir
Se despide Julia Black

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro