Solo debía de esforzarse más.

— Mg~ – el gemido agudo de Jin se contuvo gracias a sus gruesos labios siendo tomados por la boca del alfa.

El intenso bombeo entre sus cuerpos era la clara imagen de lujuria y pasión desenfrenado.

Namjoon siguió el vaivén de sus caderas, dando en el mismo punto, casi logrando que Jin gritara de placer. Sus estocadas eran certeras y precisas.

Con una de sus manos tomó una pierna del castaño y la subió para tener más acceso a la entrada del omega, Jin gruño al sentir más profundo las estocadas.

El omega tomo entre sus manos los hombros del alfa antes de que otra estocada cayera directa sobre su punto dulce haciéndolo llegar al clímax, con sus uñas rasgó un poco los hombros de Namjoon antes de ser golpeado por un poderoso orgasmo.

Namjoon sintio más apretada la cavidad del omega y con un pequeño gruñido apresuró más el vaivén de sus caderas, llegando así al tan preciado orgasmo. Su cuerpo fue golpeado por tan deliciosa sensación y sus ojos recayeron en la presiosa marca que Jin tenía en su cuello, sus colmillos salieron y nuevamente incrustó estos en la suave piel del omega, regalándole un segundo orgasmo a este.

La caliente esencia del alfa lleno por completo la estrecha entrada de Jin, para luego formar el nudo que el castaño acepto en su cuerpo.

Sus respiraciones eran lentas y pesadas, bocanadas de aire luchaban por salir de sus bocas. Pero ellos debían de ser lo más silenciosos posible.

— Mgh~ Joonie – susurro el omega, Namjoon se había movido para salir de Jin al sentir el nudo ya desinflamado, esto le causó una extraña corriente a Jin, aún seguía estando sensible. Como no después de tanto ajetreo.

El alfa se recostó a un lado del castaño y lo atrajo en un abrazo.

Ambos estaban en una relación un tanto más fuerte que la primera ves, ya que ahora habían echo un pacto en donde ambos darían lo mejor para que esta ves si funcionara.

Namjoon había sido despedido y era  buscado por la policía de Corea, pero ya nada podían hacer, porque el alfa ahora se encontraba en Japón, junto con Jin y los demás amigos de Park, pues ahora era el Guardaespaldas de Jimin.

La vida da vueltas.

— Debemos de levantarnos – le susurro el omega en el oído. El alfa gruño algo frustrado, quería estar más tiempo así.

— 15 minutos más – pidió como si fuera un pequeño cachorro.

Jin soltó una pequeña risita.

— No puedes, debemos de salir a trabajar, tu debes de ir con Jimin y yo tengo que ir al restaurante. Lastima que no seamos millonarios. — bromeo con lo último.

Namjoon río suavecito.

Un rato después se dieron una ducha y ambos salieron a sus deberes.

Ellos en este momento vivían en la mansión de Park, por ahora Jin se encargaba de cuidar a Jungkook, era como su consejero y mejor amigo, después de lo que pasó con Jungkook, Jimin no se sentía bien de dejar al omega solo, fue por eso que lo contrató a el. Para que le hiciera compañía.

Jin tomo su desayuno en el comedor, unas sirvientas lo atendieron, luego de un rato escuchó los pasos de alguien aproximarse, sintió por el aroma que se trataba de Jungkook.

El omega se aproximó desde las escaleras, trayendo con el a la pequeña MinJu, la bebé aún se encontraba envuelta en lás mantitas rosas que el omega le había regalado.

Jin sonrió al verlo, era una imagen tierna.

— Buenos días Jinnie. — el omega le sonrio y se aproximó a sentarse a su lado.

— Jungkookie – le devolvió el saludo y se tomó un tiempo de mirar a la bebé que dormía plácidamente en los brazos del omega. – Pero si esta bellísima. – Alago.

Ambos tomaron asiento de nuevo, platicando de lo sucedido en los últimos días.

— ¿Que tal todo? – le preguntó con cuidado, no quería entrometerse de más en los asuntos de su amigo. 

Jin sonrió.

— Todo va bien. Estamos tratando que las cosas fluyan. —  (y como fluyen ¿no?)

— Me alegro – Jungkook le sonrio de vuelta.

Las puertas del comedor se abrieron de manera lenta mientras una pequeña cabellera se asomaba por ellas, el pequeño YoonSeok había llegado, el se acercó lentamente a Jungkook y con sus ojitos pidió ver a la pequeña MinJu.

Jungkook sonrio y bajo un poco a la bebé para que el pequeño pudiera verla.

— YoonSeokie. – Entro diciendo el omega pelimenta.

Detrás de él llegaron Hoseok, Jimin y Namjoon.

Todos entraron con sumo cuidado y silencio, no querían despertar a la pequeña.

Los presentes quedaron embobados mirando a la pequeña bebé, cuando esta levantó su mano y se la llevó a la boca para chupar su dedito.

— Ouww~ – susurro enternesido Jin.

— La llevaré a su cuna para que duerma un poco más – le hablo el castaño al pequeño YoonSeok, este le asintió y fue detrás de él cuando empezó a caminar hacia su habitación.

Los demás se quedaron en el comedor.

— Dentro de unos minutos llegará Jackson junto con Tae, el día de hoy compartiremos como los buenos amigos que somos. – comunicó en una sonrisa.

Los presentes asintieron.

— Eso significa, día libre. – Hablo levantándose de su lugar dejando que las muchachas del servicio levantarán los platillos de su ya devorado desayuno.

Todos caminaron hacia el salón y esperaron a que Taehyung llegara.

Jungkook bajo sonriendo y se sentó a un lado de Jimin quien lo abrazo y disimuladamente beso la marca de su cuello.

Por el otro lado también estaban Namjoon y Jin que se peleaban por algo tan simple.

— El helado de chocomenta sabe a pasta dental con chocolate. ¿Enserio te gusta eso? – pregunto algo asqueado el alfa.

— Si, me gusta – le respondió altanero el omega– Y te aguantas porque el que se lo va a comer voy a ser yo no tu, así que me lo compras y listo.

Ellos siguieron discutiendo los pro y contra del sabor de helado, porque uno lo odiaba y al otro le encantaba.

Por su lado Yoongi permanecía con los brazos cruzados mientras era abrazado por un Hoseok sonriente.

Pasaron los minutos y un omega peligris entró al salón con una enorme sonrisa cuadrada en los labios.

— ¡Miren esto! – levanto su mano y mostro un hermoso anillo de dulce. – ¡Me voy a casar!

Todos aplaudieron emocionados y algunos negando con la cabeza.

Detrás de él entró Jackson sosteniendo una maleta de color gris.

— Trajimos bocadillos – levanto la maleta y la puso en el suelo, estaba muy pesada.

—Solo será hasta mediodía, no creo que necesitemos toda esa comida. – hablo Jimin al ver todo lo que Taehyung sacaba la gran maleta.

— ¿Lo crees? – cuestiono el peligris– yo creo que esto es más que suficiente.

Empezó a sacar refrescos, mini donas, masmellos, chocolates, barritas de cereales... y demás.

Ellos no podían ser más felices, ahora sus días eran complementos con sus pequeñas familias más sus amigos, no podían pedir más.

Jimin y Jungkook habían logrado sanar los malos recuerdos del pasado, ahora solo podían pensar en un futuro amandose.

Jin y Namjoon tras varios días de ardua charla, donde ambos sacaron todo lo que llegaron a pensar y lo que verdaderamente paso, sacaron esos pensamientos de ellos y se dieron una oportunidad, sin más confusiones y siempre escuchando al otro.

Yoongi y Hoseok eran inmensamente felices  uno con el otro, tenían una bella familia donde cada día se reforzaba aún más el amor.

Tae y Jackson se iban conociendo día a día, con pequeñas cositas que los hacían quererse aún más, su relación estaba floreciendo, con el tiempo ellos serían muy felices el uno con el otro.

La vida puede darte vueltas, lastimarte, hacer que tropieses y derrames lagrimas, pero depende de ti levantarte y seguir el camino que elegiste, nunca olvides que las cosas no serán las mismas para siempre, porque incluso Solo una noche podría cambiarlo todo.

Solo nos queda seguir caminando aunque existan miles de rocas en frente nuestro, con perseverancia y amor podremos llegar a donde queramos.

    The end.