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Sus manos se pasaban por sus cabellos, los cuales no dejaban de flotar a su alrededor, creía que esa noche la luna se veía más hermosa que cualquier otra que hubiese visto.

"¿Vas a seguir nadando como basura en el mar?" Se quejó la pequeña figura de su amigo a su lado mientras que de igual manera no dejaba de moverse.

Su cuerpo estaba por completo extendido y tirado en la superficie del mar, la luna brillaba en lo alto dejando ver una imagen hermosa a simple vista, las nubes se movían, sin embargo ni una sola tapaba su brillante luz que le ayudaba a ver mejor todo a su alrededor.

El interior del mar era tan frío, oscuro y aburrido, nada que ver con las extrañas acciones de los humanos en los barcos que pasaban cada cierto tiempo a su alrededor, los cuales le gustaba espiar y verlos tratando de entender sus extrañas costumbres de su día a día.

Su abuelo le había contado millones de historias interesantes acerca de la vida de los humanos, eran interesantes, no lo negaba ni un segundo, el anciano había sido amante de miles de humanos, diosas e incluso de su abuela Anfítrite. Su abuelo era un dios demasiado interesado en el placer pagano.

Su mundo de Taehyung estaba lleno de problemas, amoríosy luchas en su familia, su padre era el hijo de dos dioses del mar y él era un hijo más de dioses. Su padre Triton tenía diversos secretos de su abuelo que le ayudaban a mantenerse con el mar bajo su dominio, sin embargo a diferencia de su abuelo, su padre gustaba de molestar a los navegantes con olas pesadas que normalmente inundaban a los barcos y le dejaban destruido su nuevo proyecto de aprendizaje.

"Soy una basura según mis hermanos" su relación con su familia era tal vez de las mejores que había en el Hades, mar, tierra o hasta en el Olimpo.

"Se acerca uno grande" advirtió Jimin sin dejar de ver el gran barco al frente que flotaba.

"Sin duda alguna mi padre debe estar durmiendo, el agua está tranquila está noche"

"Sólo deja que se entere que estás lejos del castillo y verás que tormento se arma" advirtió una vez que nadaba al lado de su amigo de cabellos rojos y fuertes como la sangre.

Taehyung era considerado uno de los tritones más bellos de su reino, el pequeño ser tenía a catorce hermanos antes que él dejándole el décimo quinto lugar en la estirpe familiar y de aquella manera siendo el más vigilado y consentido.

"Escucho demasiado ruido" advirtió el rubio más pequeño que él, Jimin era un triton al igual que él, sin embargo a diferencia del pelirojo el rubio no era de sangre real, mas su habilidad de convertirse también en formas animales superaba cualquiera y en ese caso incluso a la realiza y divinidad.

"Tal vez es un barco de..." la idea vagaba por su pobre cabeza, sin embargo no lograba poder atraparle "¿Qué dijo Hoseok que era?" trató de recordar el pobre príncipe con su manos en su cabeza la cual ya estaba fuera del agua admirando el barco que estaba ya al frente de ellos.

"¿Cagarla?" Dijo el rubio al seguir al pelirojo por detrás con sus pequeñas aletas y movimientos delicados.

"Carga" aclaró al no recordar qué era cagarla.

Hoseok era un triton que amaba más la vida fuera del mar y vagaba por todo el territorio que su rendimiento en forma de ave le dejase pasar fuera de su pecera, como le llamaba el de cabellos rosas.

"Es peligroso subir" advirtió el rubio al ver al príncipe aferrarse a un costado del gran barco, era uno de los más grandes que habían visto y estaban empezando a creer que ese objeto flotador no sólo llevaba comida o cosas más raras que la cara del segundo al mando en el Reino.

"Sólo será un rato" prometió el pelirojo al jalar de si mismo y colocarse en un extraño escalón que dejaba ver uno de los huecos entre el combés que dejaba ver a las extrañas personas cantando o al menos eso creían.

"Creo que aullan de dolor y están muriendo" el rubio en su pequeña forma triton, se encargó de señalar con cuidado a un tipo en el suelo vomitando algo raro "Eso se parece a lo que como luego" dijo con una mueca y con la mano en la boca al intentar imitar las acciones del tipo "No fue tan buena idea comer las algas flotantes del mar"

Taehyung también tenía ganas de vomitar al sólo imaginarse aquello, sin duda le diría a sus hermanos y amigos que no comieran las algas flotantes verdes y amarillas.

"¡Príncipe Jungkook!" Un gran grito hizo que la atención de ambos seres marinos pasaran de estar en la imagen del tipo que tiraba su comida procesada al mar a un hombre de tes morena y bronceada que estaba casi al medio del barco.

El hombre suponía tenía la misma edad que su maestro del mundo humano, mientras que el tipo que estaba siendo tomado por hombro con esa gran mano morena era tal vez de la edad de Yoongi o menor, pero sin duda mayor que el pequeño triton de cabellos rojos.

"E-es hermoso" susurró lo suficiente alto y a la vez ido Taehyung que nisiquiera notó cuando Jimin ya estaba mirando lo mismo que él y hacía una gran mueca en los labios, sacando su lengua y dando una falsa arcada de asco.

"No sabía que te iban los animales" Jimin estaba mirando la pequeña o más bien gigante figura de un animal peludo, que tenía su lengua por fuera y dejando caer un gran o más bien inmenso hilo de baba que caía hasta la madera del suelo.

"No seas tarado" se quejó pegando en su costado del más pálido "Habló del humano de cabellos negros largos" señaló al de tez más clara que todos en el barco.

Jimin fijó su vista en la cosa o más bien humano que su amigo señalaba, el hombre era alto o eso había entendido de las clases de Jin, no estaba seguro de qué pasaba en el barco, pero ver como un tipo no dejaba de decirle príncipe le hacía saber que no era un simple pez en el agua y era tal vez del mismo nivel que su amigo de cabellos rojos.

"Tiene cara de rata" murmuró al verle ganándose una mala mirada de parte de Taehyung.

"Para mí es lindo" sentenció al sólo verlo y de paso callar a Jimin y escuchar el pequeño chisme del barco.

"¿Qué se supone que haré ahora?" Masculló el joven de tez morena y cabellos castaños que estaba al lado del gran joven príncipe "Se supone que debías de casarte con la princesa Cristin"

Jungkook había rodado los ojos irritado por las palabras de su amigo y cuidador. La sola idea de casarse con esa princesa que llevaba a todas partes un espejo, que se miraba hasta en su copa de vino y además sólo esperaba elogios a cada segundo ñe fastidiaba.

"La princesa era... aburrida" sentenció para no decir horriblemente odiosa, en todos y cada uno de los aspectos. La pobre chica era tan estúpida que había usado su pañuelo para limpiarse los zapatos de unas gotas de agua de mar.

Los ladridos de su perro Yeontan estaban sacándole de su lío de pensamientos, pues el príncipe ya estaba colocándose en el borde de la madera de los costados del barco, donde su perro -que parecía más un gato por su tamaño diminuto- estaba ladrando tratando de llamar su atención.

"¡Quieta! ¡Cosa fea!" Gruñó por lo bajo el joven al ver la imagen del pequeño osico y sus dientes casi inotorios, sus manosteasos eran leves, hasta el punto de que con unas leves gotas de agua calleron a la cara de la cosa fea peluda y logró alejarle.

"Cosa fea tú" advirtió el muchacho una vez que se encargaba de ver de nuevo las dos figuras de los humanos que seguían hablando de algo que ellos apenas entendían.

"Lo aburrido no siempre es malo" le aclaró el mayor al ponerse de la misma manera, sin embargo dejando su espalda baja recargada en el borde del barco "Has buscado a varias princesas y príncipes... pero ninguno ha llamado tu atención"

"Todos son..." el azabache de nuevo se quedó en un silencio donde estaba reinando el sonido del mar y de la música que estaban tocando los demás tripulantes "En realidad no sé qué busco" aclaró.

La leve brisa del mar golpeaba en la cara de ambos jóvenes, mas su atención de Taehyung estaba sólo en el joven de cabellos negros que estaba recargando sus manos en el borde del barco.

"Creo que sólo estás loco"

"En realidad busco alguien que..."

Las palabras del joven príncipe se vieron interrumpidas por el estruendo de un rayo golpear el cielo y a su vez que el viento hacía mover las velas y el barco se sacudia a su propio antojo.

"Creo que tu papá se ha dado cuenta de que no estás en casa" la leve risa nerviosa de Jimin no le alegraba, mucho menos cuando ambos se dieron cuenta de que las olas eran tan fuertes que incluso habían tenido que bajarse de él y ver la manera en que el mar destruía poco a poco el barco de aquél príncipe que por cierto ya estaba ahogandose por querer salvar a su pulga mutante de perro.

"¿Seguro que te gusta ese príncipe?" Preguntó con cierta duda incómoda el de cabellos rubios al ver que el cuerpo del príncipe ya estaba flotando en el mar "Parece basura marina" se burló a lo que sin duda se ganó un golpe de parte del príncipe marino que ya nadaba hacía el cuerpo del azabache.

"Eso es más que patético" murmuró por lo bajo al acercarse a su mayor que ya llevaba al azabache a la orilla del mar "Está escena se me hace conocida" sentenció al ponerse en el borde de una piedra cercana.

Mientras que el de cabellos rojos quitaba los cabellos negros rebeldes y mojados de la cara del príncipe, sus labios estaban entre abiertos y su pecho subía de una manera lenta dejándo ver que seguía con vida.

"¡Taehyung!" Gritó su amigo a lo lejos, sin embargo el joven estaba distraído en ver cada detalle en el rostro del azabache, tal vez su amigo tenía un poco de razón al decir que el príncipe terrestre tenía cara de ratón.

"Siento que debemos estrangularlo" opinó Jimin sin dejar de ver las cosas raras que tenía el humano en lugar de una aleta como ellos.

"Yo digo que es feo como un sapo" advirtió al pasar su vista cerca de la extraña cosa que cubría lo que suponía era su piel.

"¿Qué es un sapo?" Preguntó sim dejar el pelirojo de ver la imagen del ser en la arena.

Sin duda para la vista de Kim Taehyung ese humano era el ser más interesante que hubiese visto en su vida, sin embargo al tenerlo tan cerca en esos momentos se daba cuenta la verdadera distancia de mundos que los separaba.

"¡Príncipe Jungkook!" Los gritos que se oían cercanos a ellos obligaron tanto a Jimin como al pequeño pelirojo a volver al mar, aunque eso era lo que menos deseaba Taehyung.

Cuando ambos tritones estaban en el mar, lo único que pudieron ver fueron la imagen del moreno siendo llevado por algunos hombres que no tenían ni idea de que eran mirados y además de cómo el príncipe había salido vivo del mar.

"Es tan lindo" suspiró de manera perdida el pelirojo que se apoyaba en una roca sin dejar de ver hacia la imagen del príncipe que en esos momentos estaba desapareciendo por un camino.

Taehyung jamás se había sentido de aquella manera tan perdido y a la vez emocionado. Pues su estómago dolía de una manera que le hacía cosquillas placenteras y su pecho tenía golpes salvajes por su corazón.

Se había enamorado de un humano... Los cuales eran odiados por toda su familia.

Cuando habían pasado ya cinco lunas sobre ellos, Taehyung había
decidido que debía volver a la superficie diese a como diese lugar, sin embargo para el pobre triton de cabellos rojos eso estaba lejos de sus posibilidades, pues en realidad él lo único que podía hacer era ver de lejos a su amado.

"¿Por qué esa cara?" Quizo saber Jimin sin dejar de moverse a su alrededor de su mayor, sin embargo no había tenido ni una clase de repuesta, por lo que se había tenido que resignar a seguir flotando mientras su amigo no dejaba de ver la playa por donde se habían ido los humanos.

"Tengo que hacer algo" su amigo no había aquéllas palabras más que de una manera emocionada, sin embargo cuando él se dio cuenta estaba siguendo de cerca el nado de su amigo.

Jimin no sabía si debía de sentir miedo, enojo o preocupación de sólo ver como su amigo tomaba sin pensar de un líquido morado que la bruja le había entregado.

"¡Estás loco!" Se quejó el rubio sin poder evitar desear ahorcar a su amigo, mas no fue necesario, pues poco después su amigo no parecía poder respirar por el agua a su alrededor. Así que como todo buen amigo —que también no deseaba morir a manos de Poseidón o de Triton— decidieron subir a la playa donde el pelirojo estaba desnudo y dejaba ver algo extraño en él.

"¡Tienes piernas!" Gritó el joven rubio una vez que intentaba ponerse al par de su amigo, aunque no había podido hacerlo por su coleta, por lo que había tenido que  usar sus habilidades de sirviente que el padre de Taehyung le había cedido y en esos momentos era ya un lindo cangrejo que empezaba a gritar como loco.

"¡Tu padre va a matarnos!" Gruño quejándose y quejándose, sin ver como una vez que Taehyung se ponía de pie, deseaba llorar.

Había olvidado que una de las tres reglas era que Taehyung iba a sentir cuchillos en sus pies al caminar, que además de eso no iba a tener voz y sobre todo que tenían dos jodidos días para lograr que el maldito príncipe de su madre se enamorara del dulce pelirojo.

"Teniendo tantos jodidos pretendientes venimos a parar en este lugar tan sucio" una vez quejándose y moviendo sus pinzas quitando la basura que veía en el lugar "¿Qué es lo que te cuelga ahí?"

Negando con las pinzas el rubio, que en esos momentos era todo rojo, nego. Pues su ni el sabía qué era, menos Taehyung y por supuesto, no le iba a contestar dado que no podía hablar.

"Estamos jodidos" una nueva queja se hizo ver, por su muy mala suerte el sonido de una flauta se hizo presente. Ambos tritones trataron de poder hacer lo posibles por esconderse —aunque Jimin sólo necesitaba enterrarse en la arena— donde fuese. Por lo que terminaron con Jimin en el hombro de Tae y éste detrás de la piedra.

"Moriremos" susurró el rubio ganándose una mala mirada de su amigo, abriendo sus labios el joven intentó quejarse,  sin ningún resultado más que teniendo como interrupción el sonido más fuerte de la flauta y dejándose ver la imagen que tanto tenía al hijo del rey del mar... mal.

La sonrisa, el brillo en los ojos del pelirojo y la manera en que su corazón estaba por explotar le dijo a Jimin que no tenían ninguna opción más que seguir las introducciones de la bruja y seguir con la tercera regla: conseguir un beso de amor por parte del sapo ese de príncipe.

"Oh..." fue lo único que dijo el azabache al ver la imagen del pelirojo con un cangrejo en su cabeza. Jimin creía que era idiota y Taehyung que era la cosa más hermosa que había visto, incluso más que las profundidades del mar.

"¿Estás bien?" Fue el hola de parte del príncipe azabache, sin dejar de ver la cabeza y parte del pecho desnudo que podía verse del cuerpo de cabello rojo.

Jungkook no estaba acostumbrado a ver a alguien desnudo en medio de la playa desierta, mucho menos a un chico que se veía demasiado delgado a sus ojos, su piel era tan pálida que le ganaba por mucho a la suya, como si jamás hubiese estado bajo el sol —vaya que Jungkook tenía razón—.

Taehyung permaneció en silencio, por su muy mala suerte, dado que no tenía otra opción. Si estuviesen tiempo atrás sin duda alguna el menor estaría hablando de demasiadas cosas, e incluso si no estuviese con esa extraña cosa entre sus... piernas, no dudaría en acercarse a la linda imagen del príncipe.

Los tritones de su reino eran raros, estaban más interesados en nadar vagamente por el mar o seguir jugando con los defines que buscar alguna clase de aventura. Eran aburridos, sin sentido en su existencia, mas en esos momentos él podía ver al príncipe con una cosa blanca sobre su piel, dejando ver hasta sus codos, había más cosas raras en su cuerpo sin saber qué eran, había escuchado acerca de eso, algo como ropa.

"Mmmm" fue lo único que dijo el menor con una sonrisa en sus labios, negando con su cabeza de manera eufórica, su alegría de tener  cerca al príncipe que no le dejaba cerrar sus ojos bajo el agua, le mataba. Casi tanto que deseaba llorar, mas Taehyung no sabía que esa agua que se escurria de sus ojos eran lágrimas.

"¡¿Estás llorando?!" El leve grito del azabache por la sorpresa de ver al joven llorando le obligó a acercarse.

Taehyung no tuvo ningún problema, después de todo estaba acostumbrado a estar así frente a los demás, con la diferencia de no tener piernas, ni la cosa extraña entre ellas.

"¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!" Exclamó el azabache al regresar los pasos que había caminado de regreso al ver que la figura del chico de cabellos rojos estaba sin un trozo de telas en él.

Cerrando sus ojos, poniendo una mano en ellos, girando y por último posando sus manos en el borde de su camisa quitándole de él por sobre su cabeza.

"Toma" extendió una vez se la dejaba cerca de la orilla de la piedra en donde estaba. Sólo podía verle de reojo mientras su cuerpo estaba hacía el mar, el cual parecía estar más agresivo de lo normal "Tritón debe de estar molehso, el mar es más agresivo que nunca"

Jungkook se giró sonriente al creer que el chico de cabellos rojos estaría ya con su camisa, sin embargo grande y tal vez,  sólo tal vez grata, fue la sorpresa de ver que el muchacho no se había puesto su camisa, pues la tenía en sus manos aún, a diferencia de antes Taehyung estaba lejos de la piedra dejando ver su cuerpo desnudo, lo único que era tapado era su entre pierna al tener la camisa hecha bolas en su regazo.

Los labios de Jungkook se abrieron a la par que sus ojos lo hacían, en realidad no entendía por qué el chico no se lo había puesto.

"Es para ti" aclaró con sus mejillas rojas. ¿Por qué se sonrojaba por un chico desnudo? "Pontela" señaló, sin embargo como la vez anterior sólo obtuvo un ceño fruncido por parte del pálido, Jungkook suspiró sin saber si tenía un problema grave.

"¿Estás herido?" Preguntó por tercera vez, sin obtener más que los labios abiertos del chico dejando ver que no salía nada de su boca.

Taehyung estaba triste por ello, su voz no salía y las tantas ganas de decirle que se había enamorado de él. Por lo que no fue raro que más lágrimas se escapasen de sus ojos y que a su vez un puchero se formara en sus labios.

"¿No puedes hablar?" Jungkook casi se contestó solo al ver que el chico sólo se limitaba a seguir soltando leves quejidos que indicaban su llanto.

"Está bien" le calmó una vez que se acercaba a Taehyung con cuidado de poder quitar de sus manos la tela de su camisa hasta el punto de que logró tirarla de ella con cuidado, sus ojos fijos en cada momento en el rostro húmedo y rojo del joven desconocido. Jungkook sintió su corazón quebrarse un poco ante la imagen.

No le había dolido ver a la princesa Jazmín llorar cuando la rechazo, ni cuando la princesa Aurora le decía que lo amaba y que no podía vivir sin él. El choque de emociones en Jungkook le hizo temblar al pasar por sobre la cabeza del chico su propia camisa blanca, algo le decía que el que estuviese desnudo también le ponía los pelos de punta.

"Listo" murmuró una vez que jalaba de la tela hasta donde él suponía estaban sus caderas. Pues no se atrevía a bajar la mirada "¿Puedes caminar?" Le dijo, mas Jungkook casi deseaba golpearse en la cara, era obvio que no le iba a contestar nada.

Taehyung sólo había sentido algo extraño por primera vez en su vida. Estar en el mar te hacía sentirte flotar todo el tiempo, el peso de su cuerpo había sido un golpe para él al estar en la arena, mas los brazos del príncipe le hacían sentirse igual que en el mar, incluso cien veces mejor, porque su corazón no paraba de hacer ese bum, bum, bum por tener al azabache cerca caminando con él.

Jimin no pudo evitar rodar sus ojitos al ver que su amigo se sujetaba a su cuello con sus brazos, pegando su cabeza a su cuello con una gran sonrisa en sus labios, aspirando el aroma tan extraño del dueño de sus latidos desenfrenados.

Cuando ambos llegaron al castillo toda la servidumbre se había vuelto loca de sólo ver a un joven tan hermoso entre los brazos de su príncipe y futuro rey. Que tan sólo llegaron ambos chicos, las mucamas ya estaban buscando arreglar al extranjero desconocido.

Muchos creían que era un príncipe por su belleza y la joyas en sus oídos, que bobos eran, estaban tan lejos de la verdad...

"Bien, ahora debemos planear todo" habló Jimin una vez que caminaba de un lado a otro, ambos estaban en el jardín del gtan castillo. Taehyung estaba ya vestido con ropas parecidas a las del azabache con el gran cambio de que estaba más pegada la suya y tenía algunos escotes extraños en su pecho dejando ver sus clavículas. Si fuera por Taehyung estaría sin camisa, aunque la temperatura era muy diferente a la del mar.

"Tenemos dos días" contó con sus pinzas dado que ya no tenía manos "¿Cómo haremos que te ame en dos días?" Gruño exasperado el pobre cangrejo, era bueno no tener cabello o estaría jalando de su hermosa melena rubia.

Por su parte, Taehyung no podía estar más que feliz sin poder evitar explorar todo el lugar que tenía a su alrededor, las plantas eran muy diferentes a las que conocía en su mundo,  lo supo aún más cuando al tratar de tocar una rosa su mano había dolido y una cosa roja salía de su dedo índice.

"¿Qué es eso?" Indagó el cangrejo al acercarse al cuerpo de su amigo, no era muy normal ver eso en su reino.

Taehyung sólo podía ver la imagen de su dedo soltando un líquido rojo que le daba miedo. ¿Se moriría?

"Hola..." la voz gruesa que en tan poco tiempo el pelirojo había mentalizado le incitó a girarse.

Con su ceño fruncido y confundido, el príncipe se acercó al desconocido que ya le estaba extendiendo su pequeño dedo delgado y fino, así como pálido, mas un color carmesí inundaba la punta de él, goteando al suelo.

"¿Te has cortado?" Jeon no sabía si debía de golpearse la cabeza para dejar de decir lo obvio. Aunque su cabeza en esos momentos era lo menos coherente que pudiera tener.

La cabecita de cabellos rojos sólo pudo moverse de arriba a abajo mostrando que estaba asintiendo a las palabras del azabache. Le alegraba saber que por fin en ese día podía tener comunicación con el joven desconocido.

A Jungkook le alegraba ver que el muchacho estaba por fin vestido, no tendría una clase de Jungshook al ver que estaba sin nada de nada en su cuerpo. Su fino y lindo cuerpo.

"Mierda" murmuró, entrando en razón y buscando en su bolsillo un pañuelo con el cual limpiaba con sumo cuidado al más bajo, por fin podía ver que era casi cinco centímetros más alto que su nuevo amigo.

Taehyung ahogó un suspiro de sólo ver lo cercano que estaban ambos, las manos del azabache tocaban con sumo cuidado las suyas haciendo que el líquido rojo se fuera de inmediato y se dejase ver en su lugar la imagen de su dedo, mas nueva y pequeña gota de escapaba de su piel pálida, la cual fue retirada una vez que sintió algo húmedo y caliente.

Jungkook había metido su dedo índice a su boca en busca de que la saliva fuera de ayuda.

El color rojizo invadió las mejillas del más pálido, sus ojos abiertos como platos por la sorpresa y la extraña sensación de tener algo viscoso en su dedo. Se parecía al cuerpo de una medusa.

"Espero que así esté mejor" una vez Jeon soltó de su boca el dedo del más bajo. Pudo notar sus acciones propias, quedando tal vez igual de rojo que el desconocido, el cual parecía una cereza. Complemente rico y rojo.

Vaya que se estaba volviendo loco. ¿Rico y rojo? Ni que fuera a comerlo, eso sonaba a canibalismo.

"Me alegra ver que estás bien" saludo y trató de olvidar o distraer al menor de la anterior escena incómoda "Te han preparado una habitación para que pases la noche"

"Mmm" fue la única respuesta que obtuvo por parte del más bajo. Jungkook no pudo evitar sonreír ante los ojos de perrito que le daba el pálido.

"Ven conmigo" le pidió una vez que tomaba de su mano, jalando de él al interior del castillo con la mirada de todos sobre ellos, aún más la de Namjoon que no podía dejar de pensar que el nuevo inquilino era raro al tener en su hombro un cangrejo.

"Cuando intentamos quitárselo él se negó por completo" le advirtió uno de los encargados de la ropa de la realeza  "Se puso tan rojo del enojo que parecía un lindo tomate" con sus ojos fijos en ambos chicos que iban ya tomados de la mano,  Jin no pudo evitar sonreír por la escena.

"Creo que pronto tendremos nuevos reyes" declaró por fin, siguiendo con sus ojos lo mismo que el rubio.

Jungkook no sabía si iba a morir por la manera en que el pelirojo se le pegaba o por el golpe de emociones que eso ocasionaba en él, sólo sabía que ver al más bajo le estaba dando cada vez un gran golpe de pecho y de estómago. Una emoción que sobrepasaba la de estar en el mar y que por supuesto en ese caso era muy placentera, tal vez por eso su mano había dado a parar a la cabeza del más pálido.

"E-esta es tu habitación" detuvo su andar al ponerse frente a una puerta del mismo color aburrido que todo el castillo. Jungkook planeaba despedirse del lindo chico —Mierda, de nuevo con los apodos lindos— e irse a su habitación a entender por qué cada vez que veía sus clavículas y su trasero algo se ponía duro ahí abajo.

Por supuesto que eso se vio arruinado, cuando Taehyung empujó la puerta del lugar y jaló con él al príncipe de cabellos negros al interior del lugar. El azote de la puerta y el empuje del pálido hasta su cama había hecho a Jungkook preguntarse si iba a morir, grata fue su sorpresa al ver que no, al menos no como creía.

Taehyung había terminado por hacer que su cuerpo llegará hasta el del azabache dejándose caer de golpe sobre su regazo y su pecho. Con sus piernas a cada costado rodeando y con su rostro subiendo hasta el cuello del mayor aspirando su aroma tan extraño, pero agradable. El pequeño piemcipe marino iba a morir de sólo estar así.

"Y-yo" tartamudeó de manera estúpida el futuro rey de aquel reino, pues apenas esa mañana había conocido al más bajo "¿Cuál es tu nombre?" Preguntó mirando hacia cualquer lugar buscando esconder su vergüenza y dejándo que su barbilla no pegase con la cabellera roja del contrario.

Taehyung tuvo que despertar de su pequeño sueño y paraíso de olor al escuchar las palabras del azabache. ¿Cómo le decía su nombre? No tenía ni idea, pues nisiquiera sabía otra manera de comunicarse que hablando. Por lo que se alzó de hombros y siguió con lo suyo de olfatear al chico bajo suyo, sino se quejaba, no perdía nada.

Jeon evitó soltar una risa por las acciones del menor. ¿No sabía su nombre? Vaya que era una mala pasada. Sin embargo estaba más ocupado en poder sentir las caricias que le daba el pelirojo. No sabía su nombre, pero ese no era problema como para poder seguir con el juego de caricias.

Sus manos pálidas de Taehyung se encargaban de acariciar la espalda del azabache, pasando sus manos desde la parte baja hasta su nuca donde él tenía su cabeza escondida. El triton miraba como sus dedos de sus manos se pasaban por la suavidad de sus cabellos negros, mas no se daba cuenta de que a su vez estaba pasando su nariz y sus labios por la piel espuesta, que claro estaba... casi matando al mayor por las nuevas sensaciones.

"Creo que el concepto de espacio personal no existe en tu reino" se atrevió a decir cuando casi se ahogaba entre sus palabras al sentir unos labios húmedos y fríos sobre su piel expuesta de au cuello. Jungkook iba a morir ahí, en manos de su sexy y lindo desconocido.

¿Sexy y lindo?

Sí que estaba loco. Tal vez estar tantos años alejado de un contacto físico y no tener pareja jamás le había hecho ser un príncipe  virgen y bobo. Jamás en su vida había tenido esa necesidad extrema de poder tener contacto con una chica o incluso un chico, sin embargo el que había iniciado ese contacto físico tan descarado había sido el menor pálido. Claro que Jungkook tampoco se negaba a seguirle el juego.

"Mmm" fue su respuesta a la pregunta anterior, había olvidado que estaban tratando de hablar, aunque no fuese posible por la falta de voz en el pálido.

"Supongo que las costumbres en tu reino son diferentes" murmuró al dejarse hacer por el menor. Jungkook había atinado a poner una de sus manos en la cama dejándo recargar un poco de su peso en ella, el joven no era pesado, pero sus acciones le hacían perder un poco de su equilibrio mental y físico.

No supo en qué momento había pasado de tener la nariz y boca curiosas del pelirojo en su cuello a su rostro. Por una extraña razón le recordaba a su mascota curiosa la cual llevaba su lengua a su rostro en forma de saludo y cariño. Dudaba que el pálido llegase a hacer algo impropio.

Jeon supo que se había equivocado al sentir algo húmedo y suave en su barbilla pasando a sus labios, la suavidad invadiendo poco después de aquello sintiendo la frialdad de los contrarios y viendo de frente los ojos del pelirojo, los cuales eran verdes y le admiraban con cierto brillo que le hizo tener un maldito choque de corrientes desde su nuca hasta sus pies llegando a un lugar más especial.

El pequeño pelirojo le había dado una larga lamida desde su barbilla hasta sus labios en forma de saludo, tal vez no había sido bueno idea dejar a su huésped con Yeontan.

"A-alto" separándose del cuerpo del más bajo, Jungkook se había girado dejando al chico en la cama para verle con sus ojos abiertos de par a par, asombrado por aus acciones, ese chico era como un bebé. Aprendía y actuaba cada cosa más extraña "D-debes descansar, m-mañana podremos salir un rato a-al p-pueblo"

¿No había dejado de tartamudear desde los quince?

"Descansa" Se preguntó a si mismo de manera  estúpida, soltando el aire contenido Jungkook caminando de la mejor manera hacía la puerta o eso había intentado, pues se había tropezado con una silla pequeña del tocador y había pasado por la vergüenza de casi caerse "Adiós" dijo una vez que abría la puerta y salía de ella dejándose caer en ésta y soltando el aire contenido.

No se dio cuenta de que tenía su mano en sus labios hasta que decidió caminar a su habitación y poder descansar esa noche sin borrar la sonrisa de sus labios, como si hubiese encontrado un gran tesoro.

Sin duda lo había hecho.

Taehyung se había terminado por lanzar a la cama y jalar de las cosas raras en ella, cubriendo de su cuerpo por completo y moviéndose como si tuviese una clase de ataque epiléptico.

"Estás más loco que una cabra amigo"

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