cuatro

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    COMO HABÍA DICHO LA MAESTRA BLAIR la noche anterior, ella y Mace Windu partieron la mañana siguiente. No alcancé a despedirme de ella de nuevo pues cuando desperté al amanecer, ellos ya se habían ido.

     La mañana fue tranquila, como si nada hubiera ocurrido, todo en calma y cada uno siguiendo sus tareas con normalidad. Pero yo no podía parar de pensar, mientras entrenaba en una de las salas de entrenamiento, que algo podría ocurrirle a mi Maestra en cualquier momento.

     Ella es una Maestra Jedi—me repetí mentalmente para tranquilizarme y poder concentrarme—Va a estar bien.

     Pude finalizar y al cabo de unas horas me dirigí a buscar mi comida. En el camino me cruce a algunos padawans a los cuales saludaba; los había conocido estas semanas cuando coincidíamos en los entrenamientos o al vernos por los pasillos. Todos habían sido muy amables con mi recibimiento en el Templo. Creía que en poco tiempo, ya me acostumbraría por completo a Coruscant.

     Como había previsto gracias a Amara, Obi-Wan y su padawan no tardaron en aparecer. Parecía que se había tomado muy enserio el pedido de mi Maestra, pues me ofreció que Anakin y yo entrenásemos juntos.

     Anakin se preparó y tomó su sable con delicadeza. Le dedicó una mirada a su Maestro.

     —Prometo no ser tan duro—bromeó él mirándome.

     —Lo mismo digo—repliqué y mi sable celeste se encendió.

     Esperé en posición a que me atacara. Como predije, no tardo en avanzar y lanzar un golpe con fuerza que detuve a mi lado derecho. Retrocedió y volvió a hacerlo, pero mis pies se movieron con rapidez y lo detuve. En cuanto puede moverme, giré y me tocó a mi lanzar el siguiente golpe.

     —Nada mal.

     —Para ser el elegido...—murmuré en voz baja, con mi cara cerca de la suya—me esperaba algo mejor.

     Sentí su enojo y logré lo que quería. Comenzó a atacarme sin piedad sin siquiera pensar en su defensa. Podía ser uno de los mejores del Templo, como decían los Maestros, pero de nada sirven los ataques si solo piensas en estos.

     En cuento vi una abertura, le lancé una patada a su pierna, que se dobló hacia abajo, y otra haciendo que cayera. Se levantó con tanta agilidad que me tumbó de un golpe en el estómago. Me llevé las manos a este del dolor.

     —Esa será la primera y última vez que me veras en el suelo—me dijo él apuntando con su sable.

     —Primera sí; última, lo dudo.

     Estiré una pierna y lo pateé con todas mis fuerzas, haciendo que cayera para atrás. Obi-Wan se llevó una mano a la frente y miró hacia un costado.

     —Te lo dije—hablé todavía en el suelo. Él bufó y quedamos allí hasta que el Maestro Kenobi nos ordenó que nos levantásemos para continuar.

      El día continuaba mejorando a cada minuto que pasa—pensé







   Una vez que terminamos, le pregunté a Obi-Wan si sabía donde se encontraba el Maestro Yoda. Él respondió que estaba en la Sala del Consejo, por lo que me dirigí hacia allí para buscarlo.

     No alcancé pedir permiso, ya que el Maestro Yoda me invitó a pasar apenas llegué. Estaba en el medio de la Sala y me indicó que me sentara enfrente suyo.

     —Perturbación, en ti siento—dijo él señalándome el pecho. Yo hice una mueca.

     —Es sobre mi Maestra.

     —Mmmm—habló Yoda—En la Maestra Blair, piensas tú.

     —Estoy sintiendo algo extraño—expliqué—Una especie de...presentimiento.

     —La fuerza algo está tratando de decirte, tu crees.

     —Sí...es decir, no lo sé—dudé—No sé si es real o no. Solo lo siento.

     —Interesante, muy interesante—murmuró él.

     —¿Qué es lo interesante, Maestro?

     —El presentimiento que tienes, no lo he tenido yo. Una conexión grande con la Maestra Blair, tienes tú—habló él, mirándome—¿Y este presentimiento que tienes, que te indica, padawan Storm?

     —Peligro.

     La puerta se abrió de golpe y me sobresalté. Kenobi entró y observé al Maestro Yoda, que tenia el ceño fruncido, cuando le anunció.

     —Es el Conde Dooku—informó el Maestro Obi-Wan, su expresión me causó escalofríos, me paré de un salto—Todo ha sido una trampa suya; el Maestro Windu está herido y ha capturado a la Maestra Blair.

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