Tensa la mandíbula cuando hace más fuerza, en su antebrazo se resaltan sus venas y su cuello de igual forma, muestra otras. Mínimamente alza su codo en busca de ganar a su oponente sin despegar la vista de sus manos juntas, luego mordiendo el interior de su labio mientras una gota de sudor caía sutilmente por su frente.

Se estaba esforzando tanto, y aún teniendo la fuerza de voluntad, le hacía falta la fuerza física.

Kim Taehyung sintió cómo, en cámara lenta, Jeon Jungkook le ganaba. De nuevo.

—Pues esta vez duró más. —murmuró Seokjin dándole una palmada en la espalda, reconfortando a su menor por la derrota.

—No entiendo, ¿y esta vez por qué lo hicieron? —Hoseok apareció con un paquete de galletas a medio comer entre manos, observando curioso a los jóvenes darse miradas competitivas.

—Jungkook quería el último trozo de carne. —Jimin respondió, mientras editaba el vídeo que acababa de grabar para luego subirlo a twitter, solo si recordaba hacerlo.

—Y Taehyung también lo quería. —Namjoon siguió desde su sitio, tirado en el sofá.

Aveces creían que actuaban de forma infantil sin querer, y la verdad era que se les hacía natural. Ellos simplemente hacían lo primero que les venía a la mente, y luego ejecutaban sus ideas entre ellos. A este punto de sus vidas, era natural retar a un duelo a quien desee lo mismo que uno de ellos.

A pesar de no ser así siempre, vivían en armonía de ese modo. Con el pasar de los años se complementaron, y ahora, eran una familia más que peleaba por quién limpiaba la sala, quién lavaba los trastes, y lo típico en cualquiera.

—Sabes que igual te daré un bocado, hyung. —Jungkook habló con la boca llena, cumpliendo con guardarle un pedazo a Taehyung.

Terminaron de comer, y como se esperaba, asignaron un pequeño equipo de limpieza para ese momento, conformado por los perdedores del juego express de piedra, papel o tijeras Taehyung y Jimin.

El de menor estatura, refunfuñando, y diciendo quién sabe cuántas veces "Siempre yo, siempre yo", se dedicó a levantar lo que estuviera en la mesa mientras Taehyung lo veía desde una esquina, jugando con sus dedos y sin la mínima intención de ayudar a su amigo.

—Tae, si no vienes aquí te juro que patearé tu culo flojo sin pensarlo.

—¿Las leyes de Newton realmente son verdaderas? —sacó el tema mientras revisaba sus uñas, una nueva curiosidad apoderándose de su ser. —Digo, ¿en verdad son así? Las conozco, pero quiero—

—Ah, ¿por qué siempre Newton? ¿No pueden ser las leyes de Mendel? Como sea, Tae, ¿estás tratando de decirme lo que creo que quieres decirme?

—Si no me dices lo que crees que quiero decirte no estoy seguro de la respuesta a tu pregunta. —Jimin tomó un palillo de la mesa y se lo lanzó. —¡Hey! No a la violencia Jiminnie. —rió de forma inocente, para luego volver a retomar el tema con una confusa seriedad. —Enserio quiero ponerlas en práctica, Jimin. Saber si funciona realmente en la vida diaria o la escuela solo es una pérdida de tiempo que no ayuda en el día a día.

—Claro que ayuda. —murmuró el rubio terminando de limpiar, solo. —El que no ayuda eres tú, tonto.

 
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La clara del huevo se esparcía en el caro teclado brillante, que había sido adquirido con dinero propio y gran esfuerzo. Un teclado que lo utilizaba más que a sus camisetas blancas, o sus medias de la suerte, y ahí estaba su preciado objeto, sucio y pegajoso por la culpa de cierta persona.

—Kim Taehyung.

—Puedo explicarlo. —dio un paso atrás cuando el cuerpo del menor se acercaba al suyo lentamente, y volviendo al lugar en el que estaba para no mostrar su miedo. —Enserio, cálmate.

Jungkook rió, y nunca había sonado tan maquiavélico como ahora. Al menos no tanto.

—¡Hyung, es la más cara! ¡Está llena de huevo! ¡¿Por qué siquiera lanzaste esa cosa?! —frustrado, alcanzó los hombros del mayor. —Hyung, debes limpiarlo y dejarlo como nuevo. Es más, me darás dinero para cubrir los posibles daños. Y me darás parte de tu comida por un mes, porque esta no te la perdono fácil.

Hablaba de manera rápida y atropellada, causando un conflicto en Taehyung que solo quería mostrarle el huevo a Jungkook para juntos hacer el experimento del huevo que no debe romperse, pero este murió incluso antes de ejecutar su plan.

Estaba un poco triste, pero por lo menos Jungkook había dejado de jugar y ahora le prestaba atención, sin importar de que sea para reclamarle su pequeño error.

—En mi defensa, si me hubieras escuchado no habría pasado nada. En parte es tu culpa por tener los audífonos a todo volumen. —explicó con calma, sonriendo tranquilo para no alterar más a su donsaeng. —Ahora que estás desocupado, ¿me ayudas?

Jungkook lo miró ceñudo, y luego a su teclado. Maldijo por lo bajo y asintió luego de unos momentos.

—Bueno, ¿qué quieres hacer?

—Dejando de lado la idea del huevo, como verás siendo todo un fracaso —Taehyung había cambiado de voz, a una más grave y misteriosa, según él mismo. —, pienso que es hora de poner en práctica la primera ley de Newton.

—Ajá, ¿Y cuál era? —el menor bostezó, dejando en claro su falta de interés hacia lo que decía Tae.

—Inercia.

Tomó del brazo al menor, caminando hacia la habitación que nadie se atrevía a pasar o siquiera tocar, en especial a esas horas de la tarde.

Ahí estaba el oso pardo; su conejillo de India número uno, entre mantas y mantas, lentes mal puestos y un poco de baba resbalándose de sus delgados labios. Había comida esparcida por todo su "lugar de trabajo", al igual que una considerable cantidad de papeles de quién sabe qué.

Era un milagro que la puerta estuviera abierta y no bajo todos los seguros en los que normalmente estaba, por lo que Tae vio la oportunidad y efectivamente, la tomó.

Jaló de Jungkook hasta que ambos estuvieron dentro, luego sacó su teléfono y tomó una rápida fotografía, para luego activar el botón de su grabadora de voz.

—Objeto uno, Min Yoongi, 25 años, delgado y bajo. El objeto uno—

—No es un—

—Shhh. —el castaño le lanzó una mala mirada a Jungkook, y éste solo optó por sacarle el dedo del medio. —Como decía, el objeto uno se encuentra en estado de reposo. Aplicaremos ahora la ley de la inercia.

Indicó con la mirada a su cómplice que tome su teléfono, y cuando lo hizo, el castaño con una rapidez admirable, empujó a Yoongi haciendo que este diera con el frío suelo. Incluso antes de que el objeto uno pudiera reaccionar, ambos ya estaban corriendo fuera del estudio, cerrando de una patada la puerta y corriendo a un lugar lejano para no levantar sospechas.

—Efectivamente, si al objeto que está en reposo se le aplica una fuerza neta, se efectúa exitosamente la primera ley de Newton. —guardó el audio, y al escuchar a Yoongi preguntar a Hoseok si él había sido quien lo empujó de los brazos de Morfeo, susurró: —Jungkook, lo de siempre. Si pregunta, fue Jimin.

(⚠)

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Tus condolencias por la autora aquí.

Nckanxk. Aún quedan dos leyes y al fin van a ver vkook del bueno, tal vez antes. Ahnociertobuenosíbuenotalvez.

Jack, comEbaCK. Edit precioso hermoso para pedir perdÓN.

eS MI BAIAS PNDEJA.

Para lxs que siguen aquí aunque ya no recuerden ni brgas, se les aprecia <2+1