—¿Ya quitarás esa cara de bobo? Ya tiene dos horas que tú Señor se fue —su compañero y amigo, se cruzó de brazos mientras se recargaba en una de las mesas del local

—Dejame ser feliz —Taehyung responde sin dejar de limpiar la barra.

Su amigo suspiró, rodando los ojos, porque para él , TaeHyung estaba demasiado flechado por su amor platónico.

—¿Sabes que es mayor que tú? —se acerca hacia el menor

—No parece mayor de veinticinco —alzó los hombros, restándole importancia

—y tu apenas eres mayor de edad —alegó el

—Nam, cumpliré años pronto —Dejó de limpiar para mirarlo a los ojos

—aun así, yo creo...

—¿Y si le doy mi número?

Los ojos de Namjoon se abrieron como platos cuando el menor lo interrumpió.

—¿Estás loco? ¿Cómo vas a hacer eso? —su ceño se frunció

—Facíl —tomó una servilleta y un bolígrafo —Solo necesito esto —su sonrisa era tal que dejaba ver sus dientes y convertía sus ojos en dos medias lunas

—No estás hablando en serio ¿Verdad? —Namjoon buscaba señales de que su amigo solo bromeaba, pero solo encontró la misma sonrisa boba de siempre.

—¿Qué tengo que perder? —volvió a acomodar las cosas en su lugar

—¿La dignidad?

—No exageres, ¿Qué tal si solo está esperando una señar para hablarme? —Colocó sus codos en la barra y recargó su mentón sobre sus manos antes de soltar un suspiro

—Si te quisiera "hablar" ya lo hubiera hecho —dijo Nam

—¿Y si es tímido? Necesito darle una señal

Nam rodó los ojos, cansado de lo terco que era el menor. Así que dió media vuelta y volvió a su trabajo de limpiar mesas.

—Solo no te ilusiones, TaeHyung.

Y vaya que fue un gran consejo, al cual no le dió importa en aquel momento, pero quizá lo usaría.