ONE SHOT 3- Una vuelta más al sol

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Los cálidos labios de Jungkook sobre los suyos despertaron a Taehyung aquella mañana invernal, y lo primero que pudo pensar es en que no podía haber una mejor manera de empezar el día de su cumpleaños. Estirándose como un gatito perezoso, se dejó querer por su amado novio, su piel desnuda bajo la tupida manta dándole todo el calor que necesitaba para lidiar con el frío diurno.

— Buenos días mi amor— susurró Jungkook entre dulces besos mientras abrazaba a su pareja.

— Y tan buenos, ¿te he dicho lo mucho que adoro dormir desnudos? —respondió Taehyung abriendo los ojos con un lento parpadeo, con una media sonrisa traviesa.

— Algo me has comentado alguna vez —respondió Jungkook con ironía—¿Cómo ha dormido el rey de la casa?

— Muy bien, he descansado muy bien. Con muchas ganas de saber qué tienes preparado para el día de hoy.

— Pronto lo averiguarás—respondió Jungkook, acariciándole la espalda desnuda con suavidad— Por ahora, levántate. El desayuno te espera en la mesa. Yo iré en un momento.

Con un gruñido de disconformidad, Taehyung se levantó de la cama y se apresuró a ponerse una bata calentita y sus zapatillas de andar por casa para no congelarse, y arrastrando los pies llegó hasta la cocina de su apartamento. Lo que no esperaba, era encontrar su mesa de comedor llena de una decena de platos con distintas frutas y alimentos, una fuente de chocolate fundido ya funcionando, yogur y...¿unas toallas en el suelo?.

Justo cuando su mente empezó a crear teorías, Jungkook apareció por la puerta con el pelo recogido y completamente desnudo, dejando a Taehyung sin aliento. Lo que su mente le estaba diciendo era demasiado bueno para ser verdad, pero... no. No podía ser, ¿verdad? La ilusión y la expectación debían de verse reflejados en su cara, porque Jungkook simplemente se sentó en el suelo y dejó que fuese Taehyung quien se acercase a él antes de decir nada más.

— Antes de irnos al servicio militar, tuvimos una conversación en la que me dijiste varias cosas que te gustaría probar —dijo Jungkook, tumbándose boca arriba —Sin embargo, debido a lo poco que nos hemos podido ver este año y medio, y la falta de tiempo desde que volvimos con la preparación del nuevo disco y la gira, no hemos tenido tiempo de retomar la conversación.

— Entonces, mi regalo de cumpleaños es...

— Todos nuestros amigos y familia piensan que nos hemos ido de viaje y no tenemos cobertura, y he apagado nuestros móviles. He preparado todo lo necesario para que puedas cumplir con cada uno de tus sueños. Osito... Aquí comienzan las 24 horas más intensas de tu vida, y de la mía —dijo Jungkook, sonriendo con satisfacción al ver cómo, debajo de la bata de su pareja, algo empezaba a levantarse.

— ¿Hay algo prohibido?

— Absolutamente nada—respondió Jungkook—Soy tuyo para usarme a tu placer.

— Dios, me vas a volver loco—dijo Taehyung sin aliento.

— Oh, lo sé...—dijo Jungkook con seguridad—Pero ahora, empecemos con tú primera fantasía: El sploshing. Sobre la mesa hay todo tipo de alimentos para que, literalmente, me desayunes.

— Voy a poder devorar tu tableta de chocolate con... chocolate. Oh, Dios. Oh, Dios cariño, soy el hombre más afortunado del planeta.

Escuchándole riéndose juguetonamente a su espalda, Taehyung preparó un poco de chocolate caliente en uno de los boles y dispuso algunos de los boles en el suelo, junto a Jungkook. Antes de empezar a poner cosas sobre su piel, se permitió unos segundos observar a su pareja. Si ya antes de ir al ejército su cuerpo parecía cincelado en piedra, tras el entrenamiento intensivo el chico estaba aún más grande, perfilando cada uno de sus músculos como si de un libro de anatomía se tratase.

Al verle ahí tumbado sobre la tarima de madera, con sus piernas bien abiertas para permitirle acceder a él a su placer, lo primero que pudo pensar es en los millones de personas que se desmayarían al estar en su posición. Pero él era un hombre fuerte, y no iba a desperdiciar la ocasión. Lo haría valer por toda la gente que le envidiaría si supiesen el poder que ostentaba sobre el adorado por todos Jungkookie.

Con una cuchara, dejó caer un poco de chocolate caliente como un hilo sobre el torso de Jungkook, quien siseó por ligero escozor sobre su piel. Pero, sin embargo, no protestó, y solo le miró a los ojos mientras continuaba vertiendo más líquidos viscosos sobre su cuerpo, sirope de caramelo en ese momento.

Permaneciendo perfectamente inmóvil, el cuerpo de Jungkook fue cubriéndose de todo tipo de alimentos: zigzagueantes líneas de chocolate negro y caramelo y trozos de fresa pegados por todas partes. Taehyung había decidido elevar la obra de arte que era el cuerpo de Jungkook al siguiente nivel, y al verle ahí, decidió tomarle unas fotos para inmortalizar aquel pecaminoso recuerdo. Solo entonces, Taehyung volvió a mirar a Jungkook a los ojos, y el fuego que ardía en su mirada hizo que el estómago de Jungkook diese un vuelco.

— Te has portado muy bien mientras preparaba mi desayuno —dijo Taehyung con voz ronca— ¿Serás capaz de quedarte así de quietecito mientras te devoro entero?

— Haré lo que pueda —respondió Jungkook, sintiendo cómo su cuerpo se estremecía al sentir los dientes de Taehyung atrapando uno de sus pezones.

El cumpleañero a continuación acarició con suavidad la piel de los pectorales de su inusual plato, saboreando la mezcla de los distintos ingredientes con el sabor único de su novio. Al principio, fue cuidadoso para no ensuciar su rostro, pero pronto perdió la paciencia, y el hambre de tener más y más hizo que pasase de usar su lengua a usar toda su boca, manchando toda su cara.

De los labios de Jungkook empezaron a escapar gemidos por la estimulación, cada vez más excitado. Cuando planeó aquel cumpleaños semanas antes, no tuvo totalmente en cuenta el efecto que tendría hacer realidad las fantasías de su novio. Y verle así de enajenado, lamiendo con lascivia el hueco de su ingle hasta llegar a su cadera, no dejando ni un solo milímetro de su vientre sin su saliva y mordiendo sus pezones como si fueran caramelos era muchísimo más erótico de lo que esperaba.

De pronto, Taehyung se separó de él, y por la manera en la que miró a Jungkook, éste supo que había tenido una idea. Y conociendo la infinita creatividad de su novio, sabía que iba a ser toda una amenaza.

— Muy bien, conejito —susurró Taehyung, abriendo su bata y lanzándola a lo lejos— Ha debido ser muy difícil no retorcerte mientras me tomaba mi menú... Pero no te preocupes, que ahora, es tu turno.

— ¿Mi turno?

— Claro, precioso...—dijo Taehyung con un tono casi condescendiente, sentándose a horcajadas sobre el pecho de Jungkook— No pensarías que te iba a dejar sin desayunar, ¿verdad? Mi conejito necesita estar bien fuerte para soportar todo lo que voy a hacer con él.

Entonces, Taehyung hundió su mano en el bol de yogur y agarró con decisión su propio miembro, masturbándose frente a la cara de Jungkook. Al hacerlo, gotas de yogur cayeron sobre la cara de Jungkook, dando el efecto de que era semen el que estaba cubriendo su perfecto rostro. Al verlo, Taehyung literalmente gimió de placer por aquella imagen tan absolutamente impúdica, y se permitió el placer de apoyar la punta de su miembro sobre los labios de Jungkook, quien ya le esperaba con los labios entreabiertos. Pero antes de pasar el umbral de su boca, miró a los ojos a Jungkook, y supo que estaban de acuerdo en algo: Le había encantado la sensación de que se corriese en su cara, pero sabiendo que el juego no había terminado todavía.

— ¿Te apetece este desayuno, bonito? —preguntó Taehyung.

— Sabes lo mucho que me encanta la leche de plátano, y en especial la que tú me das—dijo Jungkook, acariciando con sus manos las caderas de su pareja antes de abrir la boca aún más con ojos suplicantes.

Y ante aquello, Taehyung perdió la cordura. Apoyando su mano por encima de la cabeza de Jungkook para tener un punto de apoyo, metió su enorme miembro en la boca de Jungkook hasta sentir que rozaba el fondo de su garganta. Al principio, el menor abrió los ojos por la sorpresa, pero si algo le encantaba, era que Taehyung se follase su boca, sentirse utilizado como un mero juguete para su disfrute, con la ilusión de no tener derecho a opinar, sino solo a recibir lo que el otro le daba. Con cada embiste, el yogur empezó a chorrear por las comisuras de su boca, añadiendo un matiz más al sexo sucio que estaban practicando en aquel momento, y aquello le excitó aún más.

Cerrando los ojos, se concentró en relajar la garganta, si algo no quería, era tener que decirle al día siguiente a Namjoon que no tenía voz porque literalmente Taehyung se la había quitado literalmente a pollazos, pero se negaba a controlar a su tigre desbocado. Y no se arrepintió cuando, unos instantes más tarde, la sensación fría y ácida del yogur bajando por su garganta se unió al sabor amago y caliente del semen de Taehyung.

Enterrado profundamente en la boca de Jungkook, Taehyung se tomó unos instantes más antes de liberar a su pareja, quien tosió un par de veces mientras tomaba un par de bocanadas de aire antes de mirarle de nuevo.

— Me he pasado bastante contigo, ¿verdad? —dijo Taehyung, ligeramente arrepentido por su arrebato de locura.

— Ha sido la cosa más guarra que me has hecho nunca, y creo que va a ser lo que traiga a mi memoria cuando me toque. ¿A ti te ha gustado?

— Me ha vuelto loco... ¿Y dices que aún podemos cumplir las otras dos?

— Y más si nos queda tiempo y energía —dijo Jungkook, guiñándole un ojo.

— Pero ahora, quiero que me hagas lo mismo que te he hecho yo a ti. Lo de...

— ¿Lo del yogur? —preguntó Jungkook

— Lo del yogur—Afirmó Taehyung, tumbándose en el suelo y palmeándose sus hombros para señalizarle dónde le quería.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Quizá la peor parte de aquel experimento sexual exitoso fue limpiar el absoluto caos que formaron con ello: A pesar de las toallas que Jungkook puso por el suelo, manchas de todo tipo acabaron por todas partes, pero a ninguno de los dos les importó limpiar y recoger entre risas, recordando cuándo aquella fresa había terminado pegada al mueble de la cocina, o preguntándose cómo esa mancha de sirope había llegado hasta el fregadero. Además, poder utilizar la excusa de su cuerpo pringoso para ducharse juntos se sentía como todo un lujo.

Un rato después, ambos con el pelo mojado y una taza de café caliente cada uno, se dejaron caer en el sofá y se acurrucaron bajo una manta, demasiado vulnerables tras el sexo como para poder separarse durante mucho tiempo. Era algo que habían descubierto pronto durante su relación: Daba igual lo absolutamente ardientes que se pusiesen las cosas entre ellos, que al terminar necesitaban refugiarse en los brazos del otro para soportar la bajada de adrenalina.

— ¿Qué es lo siguiente que vamos a hacer? —preguntó Taehyung antes de darle un sorbo a su café.

— Como sé que odias el frío y vamos a pasar tantos días fuera de casa, he pensado que preferirías quedarnos aquí para celebrarlo. Pensaba cocinar Japchae para comer. Pero si prefieres que salgamos a algún sitio...

— ¡Yo no quiero ir a ningún lado! Me refiero como parte de mi regalo de cumpleaños—dijo Taehyung, mirando a Jungkook con una media sonrisa traviesa.

— ¡No puede apetecerte ya! ¡Apenas ha pasado una hora! —dijo Jungkook con una carcajada.

— No, pero...después de comer... —dijo Taehyung poniendo morritos— Tampoco sería tan raro, ¿has visto el cuerpazo que tienes? Te diría que podrías ser modelo de Calvin Klein pero...

— Nunca te cansas de decírselo a todo el mundo —dijo Jungkook poniendo los ojos en blanco— Pero bueno, lo que había pensado luego era...bueno...

— ¿Te da vergüenza decírmelo? —canturreó Taehyung enternecido.

— ¡No me da vergüenza! Es solo que...—empezó a decir Jungkook— Bueno, a lo mejor me da un poco de vergüenza.

— ¡Pero mi amor! Sea lo que sea, me lo puedes decir. Si lo has planeado, es porque sabes que yo quiero probarlo, así que no tienes nada que temer— dijo Taehyung, acariciando el muslo de Jungkook cariñosamente.

— Verás... Hace tiempo comentaste que querías probar a ser bottom, pero yo no quería porque me daba miedo hacerte daño. Y bueno, pues lo he estado pensando y creo que estoy preparado para probarlo.

Taehyung se quedó mirando fijamente a Jungkook unos segundos, quien estaba algo sonrojado. Su cara de sorpresa se tornó rápidamente en una sonrisa, empezando a aplaudir con entusiasmo.

— ¿De verdad? ¿Mi pillow princess se va a animar a ser el activo? —dijo Taehyung, entusiasmado.

— Quiero al menos probarlo, tú pareces disfrutarlo mucho, y después de 5 años juntos, he aprendido cómo prepararte para evitar que te duela. Tú... ¿sigues queriendo? A lo mejor ya no quieres, y...

— ¡Me muero por probarlo contigo! Además, en cierto modo va a ser muy especial porque...

— ...porque es tu primera vez como bottom y mi primera vez como top. Yo también me siento como si fuese a perder mi virginidad otra vez.

════ ∘◦❁◦∘ ════

El resto de la mañana, Jungkook estuvo compartiendo con Taehyung su plan, y con cada cosa que su novio le decía, más ilusión le hacía al cumpleañero saber lo que estaba por pasar. Incluso mientras Jungkook hacía la comida, Taehyung le siguió a la cocina, sentándose sobre la encimera para seguir parloteando sin parar ante la atenta y amorosa mirada de Jungkook, quien le daba a probar el plato de cuando en cuando para disfrutar de al menos unos segundos de silencio.

Cuando terminaron de comer, Jungkook se levantó de la mesa para recoger los platos, y con una sonrisa de ternura escuchó a Taehyung levantarse tras él y seguirle a la cocina, sintiendo su mirada clavada en su cogote.

— ¿Qué pasa, hyung? —preguntó Jungkook con fingida inocencia, sabiendo perfectamente la respuesta.

— ¿Qué pasa? No pasa nada—respondió evasivamente Taehyung, poniendo los ojos en blanco— ¿Vas a fregar los platos ahora?

— Sí, yo creo que es una buena idea—respondió Jungkook para frustrar a Taehyung un poco más, quien resopló dramáticamente cuando él se dirigía a por el estropajo.

— A ver, no hace falta que lo hagamos ahora, ¿no? Podemos hacerlo luego. No hay prisa, si vamos a estar todo el día aquí, ¿no? —dijo Taehyung atropelladamente, no dándose cuenta de que estaba cayendo en una trampa de su novio— Hay tieeeeempo, ¿No crees? Y así podemos hacer otra cosa.

— ¿Cómo por ejemplo? —preguntó Jungkook, disfrutando de ver perder los nervios a Taehyung solo por diversión.

— No sé. Otra cosa. Lo que sea—respondió Taehyung, estirándose la camiseta de forma fingidamente casual, pero claramente intentando que sus clavículas estuvieran más visibles.

— Sí, se me ocurre algo...—respondió Jungkook, levantando a su novio en brazos por sorpresa y haciendo que el otro diese un gritito y empezase a reírse histérico.

El menor agradeció haber seguido entrenando de forma regular tras su paso por el servicio militar, ya que su novio, que antes solía tener un cuerpo delgado y sencillo de cargar, ahora era un armario de músculos tan imponente como él, y hubiese odiado tener que dejar de ser su conejito musculoso que le llevaba en brazos a todas partes.

Al dejarle caer en la cama, Taehyung se acomodó sobre la almohada y le dijo con la mirada que estaba listo para la segunda parte de su regalo de cumpleaños. Y negando con la cabeza por la incredulidad, Jungkook dejó por fin de resistirse a lo que él también estaba deseando darle. Literalmente.

Tumbándose a su lado, no esperó un segundo para devorar los labios de Taehyung, quien se rio de forma triunfal besándole con el mismo entusiasmo. Sus cuerpos, reconociéndose el uno al otro por la costumbre, empezaron a despertar el deseo en seguida, y antes de que pudiesen darse cuenta, se encontraban ya ambos desnudos, manoseándose como si el cuerpo del otro fuese una extensión del propio. Pero a medida que se iban entregando a las caricias compartidas, el nerviosismo de ambos fue creciendo. Fue Taehyung el primero que tuvo la iniciativa de cortar el beso que estaban compartiendo y se sentó en la cama.

— Jungkook, ¿estás seguro de que de quieres ser top? Si quieres que yo lo haga, está bien, sabes perfectamente que si algo disfruto es nuestra vida sexual, y no querría que te vieses obligado a ...

— Cállate, solo estoy un poco inseguro porque quiero hacerte disfrutar.

— Eres el Golden Maknae, todo lo haces bien. Y esto estoy seguro de que no va a ser la excepción. Tienes madera para ello.

— ¿Eso es una referencia a mi pene? —bromeó Jungkook.

— También—dijo Taehyung, respondiendo con una carcajada—Pero me refiero a que tienes mucha energía, y lo verás, ser el activo es muy liberador en ese sentido. Venga, conejito, vayamos despacio ¿ok?

Un poco más tranquilo, Jungkook asintió con la cabeza y volvió a besar a Taehyung brevemente antes de alcanzar el bote de lubricante de la mesilla de noche. Embadurnando sus dedos en lubricante, introdujo su dedo índice en la entrada de Taehyung, quien tuvo un pequeño escalofrío por el contraste de temperatura y la intrusión. Sin embargo, y sabiendo bien lo difícil que era al principio, Jungkook hizo lo que sabía que le ayudaría: Besarle con intensidad para distraerle de la molestia. Y funcionó a las mil maravillas: En menos tiempo del que él estimaba, tenía cuatro dedos dentro de Taehyung, y el otro era un desastre de jadeos y gemidos mientras acariciaba una y otra vez su próstata.

— Kookie, quiero más—jadeó Taehyung, casi con un lloriqueo de excitación y necesidad.

— ¿Te está gustando? —preguntó Jungkook mientras se arrodillaba entre las piernas de su novio y recogía sus rodillas hacia su pecho para tener su entrada más accesible.

— Creo que tendría que haberte insistido antes en hacer esto, cariño, es increíbleeee—dijo Taehyung.

— Pues ya verás cuando sientas esto—respondió Jungkook, hundiéndose despacio en su interior.

Y madre mía, Jungkook deseó haber podido inmortalizar la manera en la que los ojos de Taehyung se pusieron en blanco mientras abría la boca sin emitir más que un ligero jadeo de impresión. Pero lo mejor fue cuando Jungkook empezó a moverse, primero despacio por miedo a hacerle daño al otro, y ganando velocidad animado por los gemidos de Taehyung, que parecían realmente sacados de una película para adultos. Y para qué iba a mentir, sentir la cavidad cálida y apretada de Taehyung alrededor de él amenazaba con enloquecerle también. Los ojos de Taehyung estaban cerrados, perdido en una nube de placer, mientras que Jungkook velaba por su placer al tiempo que experimentaba las oleadas de presión inconsciente que Taehyung hacía a su alrededor. Y a medida que las ondas de espasmos se iban haciendo más frecuentes, los gemidos de Taehyung se hacían más y más intensos, haciéndole agradecer a Jungkook que todas las paredes de su casa estuvieran insonorizadas después de las quejas de sus vecinos por la música (y sospecha que por las sesiones de sexo salvaje entre ellos a altas horas de la madrugada).

Y entonces, Taehyung abrió los ojos de golpe con absoluta sorpresa por lo que estaba sintiendo, clavando su mirada en Jungkook mientras su miembro liberaba su densa semilla con fuerza hasta llegar a la altura de sus clavículas. Y aquello fue la gota que colmó el vaso para Jungkook, quien pintó de blanco el interior de Taehyung con un gruñido gutural casi animal.

Jadeando, ambos se miraron el uno al otro con incredulidad antes de echarse a reír por la euforia. Despacio, Jungkook salió del interior de Taehyung y se acercó a besarle brevemente con una sonrisa casi de orgullo por lo bien que había tolerado el cambio de rol, y de un salto se levantó de la cama para ir a por algo para limpiarle, encantado de poder cuidarle. Pero cuando volvió a la habitación, vio a Taehyung con una suave sonrisa de satisfacción y los ojos cerrados.

— ¿Hyung? —dijo Jungkook, haciendo que Taehyung abriese los ojos con un lento parpadeo.

— ¿Hmm? —respondió Taehyung, girándose a mirarle con los ojos semiabiertos.

— Ohhh, ¿te estabas quedando dormido? —preguntó Jungkook, enternecido.

— Mmm...parece que sí. De repente me ha entrado mucho sueño...—dijo Taehyung, frotándose los ojos— Ha sido tan increíble...

— Me alegro de que te haya gustado—dijo Jungkook, dándole un beso en la frente mientras le limpiaba con cariño— Yo tampoco esperaba disfrutarlo tanto.

— ¿Nos unimos al team versátil? —preguntó Taehyung, poniendo una cara traviesa mientras movía las cejas.

— Parece que sí—respondió Jungkook mientras lanzaba la toalla que había utilizado para limpiar a su novio a la otra esquina de la habitación— Ahora vamos a echarnos una siesta. Necesito mimos...

— Ven aquí, pequeño—respondió Taehyung abriendo los brazos, y en un santiamén la cabeza de Jungkook estuvo en ese espacio de su pecho donde sabía que se ajustaba a la perfección.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Ya era noche cerrada cuando Taehyung y Jungkook se despertaron de nuevo. En otra ocasión, hubiesen lamentado haber perdido toda la tarde durmiendo en lugar de disfrutando de su tiempo a solas, pero en aquella ocasión habían vivido tantas emociones en tan poco espacio de tiempo, que simplemente recargar las pilas para continuar con su aventura de experiencias sexuales se sintió lo más natural.

Demasiado perezosos para cocinar algo de cena, decidieron pedir una pizza y acompañarla con los restos del kimchi casero que la madre de Seokjin les había dado a todos en su última visita. Después de 10 años juntos, toda la banda sentía que tenían 7 madres y 7 padres comunitarios, dispuestos a cuidar de ellos aunque no les uniese ningún lazo de sangre. Así, se encargaban de que sus ocupados hijos estuviesen bien alimentados y no tuviesen que alimentarse solo de delivery y comida precocinada la mayoría del tiempo.

— La última parte del plan es la más arriesgada, y necesito que confíes en mí— dijo Jungkook mientras agarraba el penúltimo trozo de pizza y se lo metía en la boca.

— Suena...peligroso. Me gusta—respondió Taehyung enderezándose en el asiento.

— No, lo digo en serio, Tae. Quiero que tengas claro que pase lo que pase vamos a estar seguros, ¿está bien? Tú y yo. Y voy a necesitar que entres en el juego.

— Me estás asustando...¿Qué quieres hacer? —dijo Taehyung, mirándole con una mezcla de miedo e intriga.

— ¿Recuerdas que dijiste que te ponía la idea de tener sexo en público, pero que evidentemente era algo que nunca podríamos hacer?

— ¿Sí?

— Pues bien... quiero que juguemos a un juego. He preparado una cámara en nuestro dormitorio. Y vamos a grabar un vídeo. Para ARMY.

— ¿Y que tiene eso de sexual? —dijo Taehyung con un toque de decepción.

— Que me vas a follar en ese vídeo.

Taehyung se quedó mirando boquiabierto a Jungkook con los ojos abiertos como platos, intentando procesar lo que acababa de decir. ¿Se había vuelto loco? Ni siquiera podían salir del armario todavía hasta que dejasen de estar en la reserva del ejército. ¿Cómo iban a hacer algo así?

— Ese vídeo no va a salir de aquí. La cámara no tiene conexión a Internet y el vídeo lo guardaremos en una tarjeta de memoria. Pero de esa forma...

— ...podemos fingir tener sexo delante de millones de personas—musitó Taehyung, su cuerpo ya empezando a reaccionar ante la idea— Vamos. Ya.

— Sabía que te encantaría la idea—respondió Jungkook con una risita de satisfacción, levantándose de la silla y agarrando la mano de su novio, quien le arrastró hacia el dormitorio.

Al entrar, Jungkook encendió la cámara, y ajustó la altura del trípode y el enfoque para que todo fuese perfecto para su pequeño espectáculo privado. La idea (aunque no se lo diría hasta más tarde) se la dio Jimin hacía un par de noches, cuando le confesó con un par de highballs de más que quería cumplir con esa fantasía de su pareja, pero no sabía cómo podía hacerlo sin ponerles a todos en peligro. Y Jimin no quiso confesar con quién, pero le dijo que él había hecho un juego de rol en la que él olvidaba cerrar un directo, y millones de personas le oían teniendo sexo con alguien. Y aquello le dio la idea para poder hacer feliz a su tigrecito favorito.

— ¡Hola ARMY! —exclamó Taehyung al encenderse la cámara, comportándose si aquello fuese real.

— Ey, ARMY...—añadió Jungkook con una sonrisa, mirando cómo las dotes de actor de Taehyung salían a relucir.

— Veréis, tengo algo que decirle a Jungkook, pero era muy importante que ARMY estuviese presente.

— ¿Qué ocurre, hyung? —preguntó Jungkook, realmente intrigado por no entender por dónde quería llevar la dinámica su pareja.

— Pues lo que pasa es que soy muy celoso porque le das esperanzas a ARMY, y necesito recordarte a quién le perteneces—dijo Taehyung mirándole a los ojos mientras acariciaba su miembro sobre la ropa.

Al sentir su mano sobre él, Jungkook emitió una exclamación sorda por la sorpresa, sonriendo maliciosamete a Taehyung antes de volver a responder.

— Pero hyung, tienes que entender que ARMY es muy importante para mí —dijo Jungkook poniendo morritos, sus piernas abriéndose ligeramente para facilitarle el acceso al otro.

— ¡Pero qué descaro! ¿Cómo te atreves a insinuar que ARMY no es importante para mí? —dijo Taehyung con tono enfadado. Pero el hecho de que su mano continuase acariciando lascivamente su entrepierna le hizo saber a Jungkook que seguía siendo parte del juego.

— Bueno, quién sabe, entre todos esos millones de fans, a lo mejor hay alguien que me interesa más que tú...—dijo Jungkook.

Al decirlo, un brillo de posesividad real apareció en los ojos de Taehyung, y a pesar de saber que era todo un juego, Jungkook pudo ver lo en serio que el otro se estaba tomando sus palabras. Realmente se había metido en el papel como si fuese la realidad, y no hubiese nada que le detuviese para darle una lección.

— Ven aquí— dijo Taehyung, haciendo un gesto a Jungkook para que se sentase sobre sus rodillas. Al hacerlo, sintió el enorme miembro de su novio entre sus nalgas, y sintió un burbujeo de emoción en el estómago por la emoción— Repite eso.

— A lo mejor alguien de ARMY me puede follar mejor que tú, hyung. ARMY son todos muy atractivos, e inteligentes, y seguro que...

Antes de terminar de hablar, Taehyung tiró de la raíz del pelo a Jungkook, acercando con brusquedad su cabeza a su hombro.

— Creo que ya sé lo que voy a hacer—dijo Taehyung— Voy a follarte hasta que reconozcas que eres mío y solo mío. Así aprenderás la lección.

— Tienes mucha fe en ti mismo, no creo que consigas hacerme cambiar de opini...

Dos dedos empapados en saliva se colaron por el borde del pantalón del pijama de Jungkook al tiempo que Taehyung abrió ligeramente sus piernas, separando los glúteos de Jungkook en el proceso. En aquella posición, se encontró expuesto completamente, sintiendo cómo su novio introducía sus dedos sin dificultad.

— ¡Taehyung! — exclamó Jungkook con un gemido.

— Oh...¿el maknae no puede evitar gemir? Es tan sensible...—dijo Taehyung con voz condescendiente.

— Debes controlar esos celos, hyung. Siempre puedes compartirme...—dijo Jungkook, riéndose ligeramente mientras se perdía en el placer.

— Lo que debo es controlarte a ti. Maldito descarado, solo YO puedo tocarte. Solo puedes gemir así PARA MI. Y te lo voy a demostrar.

En un rápido movimiento, Taehyung liberó a la bestia sedienta que tenía entre las piernas reclamando el delicioso abrazo de la entrada de Jungkook. Como pudo, alcanzó la botella de lubricante y añadió la cantidad justa para poder pasar por el anillo muscular, pero no tanto que le hiciese perder sensibilidad. Y con fascinación, observó cómo, centímetro a centímetro, se conseguía abrir paso dentro de las entrañas de Jungkook, haciendo que el otro exhalase por la sorpresa.

— ¿Habéis visto todos lo fácil que le entra? — dijo Taehyung, haciendo que Jungkook se levantase y poniéndose de lado frente a la cámara.

— Es que eres un maestro dilatándome para ti—respondió Jungkook, sabiendo lo mucho que le gustaba a su novio que le dijese exactamente eso.

— A lo mejor algunas ARMY se decepcionan al saber lo mucho que te gusta sentir cómo te follan el culo. ¿Tienes algo que decirles? —dijo Taehyung penetrando sin piedad a Jungkook, sus dedos clavados con fuerza en sus caderas.

— Ta....Tae....¡Dios, Taehyung! — gritó de placer Jungkook, incapaz de pensar por el placer que sentía.

— Lo estáis viendo todos, cómo se queda completamente sin habla. Lo que él no sabe es que no pienso parar de metérsela hasta que no reconozca mi exclusividad sobre él.

— Hyung, esto es demasiado intenso, me follas demasiado bien...—gimió Jungkook.

— Dilo.

— ¡Soy tuyo, Kim Taehyung! ¡Solo tú me tienes para tu uso y disfrute! —gritó Jungkook, su próstata tan abusada que sabía que en un par de embestidas tendría un orgasmo de esos que hacen historia.

— Así me gusta, y ahora enséñales a todo este millón de personas cómo hago que te corras para mí.

Como si sus deseos fuesen órdenes, Jungkook gimió con fuerza mientras sus piernas dejaban de sostenerle, su semilla volando lejos en un arco perfecto que terminó sobre la tarima. Con fuerza, Taehyung aferró el cuerpo de su pareja para evitar que se cayese al suelo, y en un par de intrusiones más tuvo el ano de Jungkook rezumando su abundante semen.

— Bueno, Jungkook. ¿Vas a volver a decir que nadie en el mundo puede follarte mejor que yo?

— No, hyung—dijo Jungkook con un suspiro mientras una risa de complicidad se escapaba de sus labios.

— Muy bien, conejito—añadió Taehyung— Ahora, ha llegado la hora de despedirte.

— A....adiós ARMY.

Taehyung se acercó a apagar la cámara y se giró con una sonrisa de oreja a oreja, haciéndole un placaje a Jungkook para tirarle sobre la cama. Entre carcajadas, el chico se subió sobre la cintura de Jungkook y empezó a besuquearle la cara.

— ¡Mi amor, mira lo que has hecho! ¡He manchado las sábanas y ahora las vamos a tener que echar la lavar cuando las cambié ayer! —le regañó cariñosamente Jungkook, siendo cómo no ignorado por el otro.

— Ha sido increíble, ¡gracias, gracias! —dijo Taehyung, rodando a su lado de la cama y abrazándose como un koala al cuerpo de su novio.

— La verdad es que ha sido bastante sexy, aunque no sé con qué cara voy a hablar a las ARMY mañana en el directo que tenemos que hacer con Hoseok y Jimin... —dijo Jungkook riéndose.

— Eso es un problema para el taekook de mañana— respondió Taehyung— Me da pena que el día de hoy se acabe. Pero me lo he pasado tan, pero tan bien, mi amor... muchas gracias.

— La verdad es que yo también me lo he pasado muy bien. ¿Puedo pedir yo el mismo regalo por mi próximo cumpleaños? Tengo un par de cosas que quiero probar...

FIN

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