Porque eso fue lo que les pareció... Una inolvidable noche para ambos chicos.

El lugar se encontraba infestado de gente, todas las jovencitas con elegantes y hermosos vestidos, los caballeros vestían trajes simples y elegantes.

Marinette, quien miraba un tanto aburrida al estar sola y alegre de la diversión de otros, se fijo en un alto y bello muchacho de dorada cabellera. Antifaz negro como la noche igual que su traje, bellos ojos verde brillante, definitivamente ese muchacho era muy guapo, o eso pensó la muchacha al verlo, lo conocía, era Adrien Agreste. Lo reconocería en cualquier lugar, su cabello y ojos eran inconfundibles aún en este mar de gente. Después de todo, el era el joven dueño de su corazón.

De un momento a otro los verdes ojos se fijaron en el azul claro de los ojos de Marinette quien se sonrojo por inercia, siendo así, incapaz de fijar su mirada a algo que no fueran los ojos de Adrien. El muchacho, intrigado por ese azul cielo se acerco. El cuerpo de Marinette no reacciono, no se movió, lo miro sin decir palabra, este estaba frente a ella con la mano extendida. De un momento a otro, como si a propósito fuera, una lenta y bella melodía se oyó.

-¿Me concedería esta piensa, My Lady?.-Cuestionó con una leve reverencia sin mover su mano. Marinette sin decir palabra, sorprendida, acepto tomando la mano del muchacho.

Adrien en una sonrisa la apego a el, la musica era lenta y tranquila, Marinette no estaba incomoda, pero si nerviosa, por lo que sin dirigirle la palabra a Adrien fijo su mirada en los verdes ojos del muchacho.

-Es un lindo lugar, ¿no?.-Intento iniciar una platica el rubio sin demasiado éxito.-¿Como te llamas?.

Marinette sabia que si respondía o hablaría incoherencias, o haría una idiotez por lo que no respondió con miedo a que la creyera indiferente.

-Lo siento.-Dijo dando una sonrisa Adrien.-Olvide que era de mala suerte decir tu nombre en un baile de este tipo.-Río el rubio y Marinette sin evitarlo sonrió soltando una leve risa. Adrien vio aquello encantador, esa misteriosa chica le estaba fascinando y encantando a la vez.

La musica paro de repente, ambos quedaron frente a frente, ninguno con ganas de separarse. Se notaba la diferencia de estatura entre ambos. Marinette fue la primera en separarse dejando al joven levemente decepcionado de aquello, la quería seguir teniendo cerca.

-Esto...-Adrien rasco su nuca.-Me la he pasado muy bien contigo en este corto tiempo, por eso yo... Se que es de mala suerte, pero... Quiero saber tu nombre.

Marinette se sorprendió. Estaba decepcionada de que no la allá reconocido considerando de que iban en el mismo salón, pero...

-Soy...-La joven lo pensó un momento y sonrió.-Ten.-Dándole así una tarjeta se retiro dejando mas que confundido al rubio muchacho.

Este confundido abrió el sobre rojo con puntos para así leer:

"Ladybug."

-¿Ladybug...?.-Obviamente no era su nombre, un seudónimo tal vez. Adrien río un poco.-My Lady... Te encontraré.

—★—

¿Continuara?, tal vez... Si quieren.